El tiempo paso volando, un año había transcurrido desde que conocí a Jimin, desde que conocí una parte de mí que no sabía que existía, mí ser interior había crecido, había comenzado a cumplir mis sueños, mí guitarra y vieja amiga me acompañaba en mí nueva aventura. 

Desde relación con Taehyung termino, eso no evitó que a los meses volviéramos a una amistad, él tenía a su actual novio y productor de la compañia donde estoy laborando, mis padres comenzaron a apoyarme cuando se dieron cuenta que ya no volvería a casa, sí ellos merecían ser felices y un año atrás no lo eran, ¿por qué? Nuestra crisis económica no era solo lo que ocurría, era ciego ante ese problema, su amor se había acabado y lo único que los unía era su hijo, yo, pero me fui de la casa para enfrentarme al mundo, pero agarré valor y a intentarlo.

Con respecto a Jimin, él no volvió a Corea pero eso no evitó que siguiéramos en comunicación, todos los días hablábamos por mensajes, siempre me contaba un poco de su día y yo del mío, él seguía ayudándome cuando la tristeza me atacaba, él sabía cómo sacarme de aquello, volví a escuchar su voz después de un par de llamadas, sentía que una galaxia en mí interior, cada día el chico me gustaba y eso temía, aún soy joven y no se como tomar ciertas decisiones de mí o los demás. 

Para mí Jimin era el ángel que llegaba a ayudar a todos, una luz en la oscuridad, quién nos enseñaba que debíamos ser nosotros mismos para ser felices en este mundo cruel. 

Mí admiración hacia el chico con mirada penetrante e intimidante era grande, pero debía admitirlo él me gustaba. 

Sin embargo, yacía un mes que él no contestaba mis llamadas, ni siquiera mis mensajes, no sabía que había ocurrido pero lo extrañaba, sentía que sin él, estaba expuesto a todas mis debilidades e inseguridades, que caería de nuevo en lo más profundo de mí mente, él era el único apoyo real, que nunca me abandono. 

Me enseño que las canciones no necesariamente debían de ser de amor, podía contar mí historia, ser auténtico aún con mí guitarra y mí voz, las personas apreciarían algo que venga de tu corazón y no una simple creación de alguien que no cuenta una situación real. 

Estaba desesperado, nuevamente aquella época cayó cuando lo conocí, un ambiente triste y nostálgico se hallaba en Corea, lluvias y nubes negras atormentado a los corazones de los extranjeros que esperaban visitar los países hermosos del país. 

Ahí me encontraba yo, en mí mesita de noche, mí chocolate caliente mientras observaba la lluvia desde el ventanal que tenía mí apartamento, las nubes grises solo hacían mí corazón llorar, tan frágil y sensible me sentía ante tal clima nostálgico  aún intentaba realizar una llamada internacional, con el fin de hablar con el chico que se roba cada uno de mis pensamientos; cada día esperando escuchar tan dulce voz me preguntaba ¿y sí algo malo había ocurrido? ¿Sí la razón era algo más grave de lo que podía imaginarme? Mordí mí labio afligido necesitaba saber como se encontraba. 

El timbre sonó sacándome de mis pensamientos, me dirigí a la puerta principal, abrí y ahí estaba Taehyung y Yoongi —¿Qué hacen aquí?— pregunte con obviedad, no esperaba sus visitas. 

—Últimamente estas muy distraído, queríamos pasar un rato contigo. 

—No se hubieran preocupado, estoy bien. —dije sin muchos ánimos, guardando nuevamente el móvil en mí bolsillo, mientras cerraba la puerta principal. 

—¿Es el chico misterioso?—Preguntó Tae para tomar asiento en el sillón. 

—Ese chico te tiene mal Kook, deberías dejarlo. 

—No lo entenderías Yoongi. 

—Explícanos.

Suspire no estaba seguro sí realmente comprenderían que desde hace dos meses ya aseguraba mis sentimientos hacia él, claro no pensaba en decirle a Jimin en algún momento de mí vida, pero él no hablar con él, me hacia tener la necesidad de decirle a él y él mundo lo mucho que mis sentimientos iban creciendo hacia él. 

Mí silencio era palpable —solo necesito saber que esta bien.

—¿Tienes alguna idea para pensar en una razón para dejarte de hablar así por así? 

—No.

—Piensa entonces. 

—Gracias, amigos han sido de mucha ayuda—exclame en sarcasmo. 

—Jungkook tal vez exageras, dale unos días y posiblemente vuelva a escribirte, no te agobies por tonterías. 

Mis amigos posiblemente tenían razón, y yo solo estaba exagerando la situación. ¿Será así? Esperaba que fuera solo eso. 

.... 

Deje que los días pasarán, el invierno cambiaba de lluvia a nieve, las brisas más heladas que antes, noches más oscuras y mi corazón sólo, al no saber nada de él.

¿Y sí él no quería hablarme? ¿Se había cansado de mí? Volví por mi guitarra con el sentimiento de aquella noche, donde cruzamos miradas y aquellos ojos. 

Fue cuando una idea golpeó mi mente, los recuerdos de esa conversación cedió "porque se que es tener el alma rota, mi corazón también llora, y mis ojos se nublan al punto de no poder ver bien mi campo de visión, para todos soy un simple estorbo. Que no merece ayuda de los demás." La última veces que habíamos hablado él estaba distante, sin embargo, la mención de otra consulta se hizo presente. 

No dudé, agarré mi chaqueta de cuero, tome mi teléfono y llaves. 

Solo faltaba la compra de un vuelo de inmediato. 

.... 

01:06 am

—¿alo? 

—Tae.

—¿Kook? ¿Te das cuenta que es media noche?

—Lo sé, quería avisarte, no llegaré a la agencia. 

—¿Estas bien? 

—Sí, solo.... 

—¿Solo? Jungkook me asustas, ¿que pasa? 

Estática se hizo presente en la llamada telefónica. 

—¿Jungkook? 

—Aqu...i es..toy. Escúchame, por donde voy cuesta ha....blar, es...toy de caminó a Tokyo. 

La llamada simplemente se cortó, dejando a un preocupado Taehyung. 

.... 

"La oscuridad que vemos es tan hermosa

Quiero que creas en mí

Mirándote solo directamente

Para que no te vayas"

El avión aterrizó en Tokio, Jungkook estaba completamente perdido, lo único que tenía de Jimin era su número telefónico. 

Más no sabía nada más, ¿había cometido otro error en venir hasta un lugar que desconocía? Solo para buscar a un chico con heterocramia que conoció en la una noche lluviosa. 

¿Cuantas probabilidades tenía si quiera de dar con el chico? Dudas, miedos y más inseguridades volteo el corazón de Jungkook. 

Comenzó a caminar deambulando en la oscuridad de la noche, llegando a un solitario parque, se sentó a ver las pocas estrellas. 

Jungkook

Venir de forma impulsiva fue un error rotundo, solo había traído, una pequeña maleta de mano, mi billetera, llaves, teléfono; quizás si llamaba pasaría algo distinto, eran las 3:07 am, el vuelo solo fueron 2 horas. 

Llamé, deje que sonará pero como lo ocurrido en el mes, sonaba y no contestaba nadie. 

"¿Por qué hay tantas lágrimas cayendo?

Hey, quédate a mi lado y sonríe

Un futuro sin ti es un mundo sin color

Es monocromático y frío"

Me rendí, todas mis expectativas de encontrar aquella luz en mi caminó, mi estrella, mi hermoso ángel, quedaba en el olvido y se vio reflejado en mis lágrimas que comenzaron a fluir. 

"El universo todavía seguramente se hunde más profundo.

Olvidé mí coraje para despegar y perdí mis alas

Incluso el cielo azul ha desaparecido."

Fue mi corazón quién desistió a seguir buscando. El sonido de pisadas, atrajo mi atención, el golpe de algo más, me hizo intentar de componerme, no quería ser regañado a las 3am en un país que desconozco, mis lágrimas no cesaban. 

—No llores. 

Aquella voz, fue como si mi tieso corazón, volvió a latir. Mi respiración se puso irregular, levante la mirada, me congele. 

Un chico con cabello rosa, labios abultados, mejillas un poco sonrojadas, me quedé expectante cuando note aquellos lentes negros y el bastón a su lado. 

—¿Jimin? 

—¿Jum?— se veía sorprendido —¿me conoces? 

—Soy Jungkook. 

Una lágrima cayó de si mismo. 

—Jungkook—susurró soltando el bastón con el que le ayudaba a caminar, le levante de inmediato. —Perdón, perdón, perdóname. 

Comenzaba a sollozar, sabía lo que ocurría, no tenía dudas la razón por que se alejo de mi estaba ahí. 

"Está tratando de volverse el principio del fin

Yo grito tu nombre

Tu mirada está tan llena de color

Te daré todo

Sostengo mi deseo incumplido en mi pecho, incapaz de decirlo en voz alta."

—Per..don.

—Ya, mi bello ángel, entiendo. 

Claro que comprendía, mi bella luz se había apagado y ahora estaba aquí, sin ya no poder ver, ahora yo sería su luz, en su completa oscuridad. 

Fin

Si, otra historia del pasado.

Gracias por leer.

Melichi✨