Capitulo 19 Visión y Advertencia
Perdón la demora se me apago la computadora y solo la mitad de la parte de Axell se me había salvado y tuve que volverlo a reescribir, lo bueno es que aun no tenia la parte de Jade aun escrita. Pero aun es Viernes.
Axell
La intensidad del momento nos sobrepaso. Cada caricia desprendía un compendio de sonidos exóticos que nos sumergía cada vez más en el ambiente. Solo podía sentir su cuerpo junto al mío, como se acoplaban porque ya no era una novedad que fuimos hechos el uno para el otro.
Cada prenda fue desprendida de nuestros cuerpos, dejándonos expuestos ante el otro y bajo la mirada y reflejo de la luna y las estrellas nos unimos como aquella vez en la cabaña que ambos en el calor del momento nos marcamos.
Esta vez ya no había sombra de dudas, mucho menos de arrepentimiento éramos conscientes que los dos nos movíamos bajo el mismo sentimiento. Ya no pensábamos que era unilateral, y esto es lo mágico de este momento. Cada estocada, cada movimiento de nuestras caderas danzando en unísono solo nos compenetraba más y más. Logrando que dos parcos en palabras aprendieran hablar el idioma del amor.
No nos importaba que nuestra respiración fuera agitada, que el sudor perlaba nuestras pieles y que cada roce nos transportaba al espacio sideral. Solo éramos conscientes de nuestra creciente felicidad, nuestros labios se devoraban hambrientos como si hacían años que no nos tocábamos y nuestros cuerpos marcaban un ritmo musical jamás escuchado.
Acalle su gemido de culminación, llegando a su añorado orgasmo y con una estocada más me uní a la cima con ella. La acomode en mis brazos sin querer soltarla, temiendo que este sea uno de esos tantos sueños que burlaron mi subconsciente haciéndome creer que estaba junto a mí y cuando despertaba con el sol filtrándose por mi ventana, me daba cuenta que no estaba a mi lado.
Pero su respiración y sus caricias en mi pecho, eran las pruebas irrefutables de que esta junto a mí y no volvería a irse. De eso me encargare yo, no permitiré que nada, ni nadie destruya la felicidad que minuto a minuto estamos construyendo.
Solo de pensar que estuve a punto de perderla trae un sin sabor en mi estomago y ese retorcijón.
Ella volvió a traer luz y paz a mi vida.
- ¿Axell?- llama mi atención mientras levanta su cabeza de mi pecho.
- Dime amor.
- ¿Por qué no me hablaste claro aquella vez en la cabaña?
- ¿De qué hablas?- me siento confundido por su pregunta.
- Cuando me dijiste de la otra mate, ¿por qué no me dijiste que era yo?
- Ah eso. Di por sentado de que me habías entendido, pero si debí hablar más claro.- Ahora me doy cuenta que no fui muy especifico con ella, solo le desborde mi corazón sin explicarle claramente quien era la dueña de mi vida.
- Más directo. Aunque nada hubiese cambiado todo lo que paso.
- Si, de nada vale las lamentaciones.- agrego a su argumento.
- Ahora que lo pienso, entre en celo porque tú eres mi mate ¿verdad?
- Si, es lo que creí en el momento.
- Bueno, debemos agradecerle a tu madre y tus tías que supieron orquestar nuestra unión.
- Si. Tuvieron suerte que éramos mates, espero que no vuelvan a intentar jugar con el destino.
- ¿Por qué?
- Porque mi padre se enojo con mi madre por varios días y tuve que hablar con él.
- No me imagino a tus padres peleados.
- Las peleas son normales en las parejas, pero nunca los había visto enojados delante de nosotros. Por eso me preocupe mucho por ellos, pero ahora están otra vez en su eterna luna de miel.
- ¿Y el hechizo?
- ¿Cual hechizo?
- El que la reina dijo para deshacer la marca.
- ¿Aun quieres deshacer la marca?- pregunto con un vacio invadiendo mi estomago, esperando que su respuesta sea negativa.
- No, lo traigo a colación porque se había quedado en ello. Solo es para saber que vamos hacer.- y me vuelve el alma al cuerpo.
- Nada, no se llevara a cabo. Para eso debemos estar de acuerdo y no estamos de acuerdo en finiquitar nuestra relación. Aunque los únicos que estaban de acuerdo eran tu y mi padre. Se te veía tan feliz.
- Yo solo quise adelantarme a los acontecimientos, me habías dicho que elegiste a otra mate por encima de Kendra, nunca me imagine que era yo. por lo que quería hacerles creer que no me dolía porque no quería ser un obstáculo en tu felicidad.
- Ese ha sido nuestro problema.- exclamo.
- ¿Cuál?
- Dar por sentando lo que el otro piensa sin antes hablarlo. Necesitamos comunicarnos mejor.
- Tienes razón. Tantos malos entendidos se hubiesen evitado.
- Vamos a trabajar en ello.
- Esto es un comienzo ¿no?
- Para mi vale.
Dejamos la comunicación verbal para pasar a otra, una más carnal. Esos gestos que nuestros cuerpos reconocen a la perfección. La noche fue testigo de nuestra nueva unión, esta vez más calmada y lenta. Trazando nuestras palabras lentamente en la piel del otro, hablando un lenguaje que solo los amantes saben entender.
Su cuerpo yacía junto al mío, su respiración acompasada el agitado día que tuvimos, el cansancio mas las energías que quemamos la dejaron agotada, cayendo en un sueño profundo. La tome en mis brazos y la deposite en la cama.
Al observarla una emoción intensa se apodera de mí, ese instinto animal ruge de acuerdo con mis pensamientos. Este es el lugar donde siempre debe estar, a mi lado, siempre junto a mí.
La pego a mi cuerpo con nuestro calor corporal creando una sensación placentera. Su esbelto cuerpo buscaba estar más cerca del mío y no negare que me encantaba sentirla sin ninguna capa que nos separara.
Jade
Estábamos esperando a fuera de la sala que entraran los acusados y después de ellos desfilarían los ancianos y por último el Rey.
Veo a mi madre entrar en la estancia, sus ojos buscan a alguien cuando topa conmigo me escudriña con algo extraño brillando en su iris. Con semblante serio y su rostro compungido, se encamina hacia a mi pero es detenida.
Ruega que le regalen unos minutos conmigo, pero los guardias no aceptan. Ella espera que yo los convenza, como siempre esperando que haga lo que ella quiere. Pero esta vez será diferente, no le prestare atención.
De un momento a otro, todo a mí alrededor se paraliza y todo movimiento se detiene cuando entraban Michael y su esposa. Y un reflector alumbra a mi madre, quienes somos la única que no estamos paralizadas.
A pesar de este extraño momento, se queda en rezagada en su lugar.
- Jade, vete de la sala. No deberías estar aquí.- susurra con el miedo filtrándose por su voz.
- ¿Por qué?
- No puedo decírtelo, no vayas al juicio mañana. Evítalo, no permitas que se realice en ese lugar.
- No entiendo ¿por qué me pides esto?
- Solo debes saber que no puede celebrarse en el territorio de los demonios el juicio. No importa donde, menos ahí.
- Pero...- el reflector se apaga y mi madre queda tiesa en su lugar con el pánico enmarcado en su rostro.- ¿! Que rayos es esto!?
Una luz parpadeante aparece como esos insectos que brillan en la oscuridad. Y como arte de magia aparece una hermosa mujer vestida de blanco, era distinta a la otra que vi en mi visión. Teatralmente se acerca a mí con pasos firmes y decididos.
- Hola Jade. No queda mucho tiempo, convence a Abdías de celebrar el juicio en otro lugar.
- ¿Por qué? ¿Que tiene este lugar que no se pueda celebrar el juicio?
- No te es permitido conocer esa parte del futuro. Si vine a hablar contigo es porque tienes que evitar a toda costa que estén en esa sala. – ya me estaba hartando de esta media información.
- ¿Cómo lo convenceré sin siquiera saber por qué no se debe celebrar en el territorio de los demonios?
- Las palabras fluirán, ármate de valor y lo demás déjamelo a mí.
- ¿Quién es usted?
- Yo soy quien te permitió estar con uno de mis hijos.- y con esas palabras se desvaneció dejándome con una duda existencial.
Si la diosa luna entro a mi visión es porque es muy seria la situación.
Y de un momento a otro un presentimiento se apodero de mi pecho, haciendo que mi corazón retumbara con pánico. Como cuando tienes un sueño extraño y no sabes porque temes solo sabes que esa sensación se apodero de ti sin razón aparente.
Despierto sobresaltada por la extraña visión, aun con ese desazón apretando mi corazón. Por el movimiento desperté a Axell.
- Estas bien amor.
- Si, solo fue una.- hice una pausa.-visión.
- ¿En serio?- asiento mientras me abrazo a él.- y ¿Qué viste en tu visión?
- Estoy confundida. – comienzo a relatarle lo que vi en la visión.- ¿Qué debo hacer?
- Lo que te dijo la diosa luna, tres veces y tres personas distintas te dijeron lo mismo. Lo que pienso es que la advertencia es segura y que sea lo que vaya a pasar sucederá. Te están permitiendo intervenir un poco.
- Tienes razón.
- Y lo curioso es que ellas son tus madres. Tu madre biológica y las madres de la raza que eres, cada una te advirtió del peligro. Tenemos que hablar cuanto antes con el Rey.
- ¿Y cómo? ¿Sabes donde se está quedando?
- Yo no. pero Luc tiene su número y sabe donde se queda. Yo hablare con él para que lo llame y quedemos en vernos antes del juicio. De esa forma trataremos de convencerlo.
- Está bien amor.
Axell se levanta apresurado busca un chándal y sale a buscar a Luc. Mientras yo veo el reloj dándome cuenta que ya son las cinco de la mañana, busco mi ropa en el balcón y voy a ducharme.
Una vez estoy lista, Axell entra en la habitación.
- Ya hablamos con el Rey, quedamos en que vendrá inmediatamente a la manada. Estará en media hora aquí.
- Perfecto.
- Todo estará bien amor.
- Eso espero.- me refugie en sus brazos mientras la angustia me consumía. Yo haré todo lo necesario para que el juicio se haga en otro lugar.
Pregunta: ¿Que creen que pasara si se celebra el juicio en el territorio de los demonios? Y ¿creen que el Rey les hará caso?
CelesteFer✍
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