—Buenas tardes señorita. —sonreí al volver a escuchar su voz nuevamente.

—Hola Jaquín, buenas tardes.

—¿Estás disponible hoy?

—No ¿Por qué? —sonreí esperando la respuesta, creo que es más que obvio que es para salir.

—Para ir a una “cita”.

—Lo suponía ¿A dónde iremos esta vez?

—Al cine.

—Vuelvo y repito. Amo tu concepto de salidas.

—¿Qué te gusta más el concepto o yo?

—Umm, el concepto, ¿A qué hora nos encontramos?

—Auch eso dolió, a las seis te paso buscando.

—Vale.

—Nos vemos más tarde.

—Nos vemos.

Está bien, lo único bueno es que tengo ropa recién lavada que antes de que Jaquin, me pregunto que veremos es mi primera vez yendo al cine aquí en Caracas, presiento que será un gran día, salí del cuarto de lavado para ir a la cocinar algo que tengo un poco de hambre.

Después de comer lo que me preparé, decidí bañarme, para ponerme con un vestido un poco volado hacía abajo con estampado de flores.

Un mensaje llegó a mi teléfono, al revisar vi que era Jaquin informándome que estaba afuera, agarré mis cosas y salí del pequeño departamento, bajando las escaleras porque si espero por el ascensor me tardare mucho más de lo debido.

—Hey. —sonrió apoyado de la puerta del copiloto, hizo un movimiento con la mano en un saludo acompañado de lo que dijo. —Te ves hermosa.

—Gracias. —sentí un cálido calor en mis mejillas, su sonrisa se ensacho más y se reincorporó.

—Te ves más tierna y adorable sonroja.

—¿Qué película vamos a ver? —pregunté cortando el pequeño momento romántico por así decirlo y también con algunas cosas raras que sentí al escucharlo decir eso, no quiero volver a sentir nada de eso. No quiero enamorarme nuevamente.

—No lo sé, no he visto el catálogo aún, estaba pensando verlo contigo cuando estemos allá.

—Me gusta esa idea. Gracias por incluirme.

—No hay de que, microondas.

—¿No hay nada que pueda hacer para que me dejes de llamar así?

—No, ningún método, ni nada, te seguiré llamando así ¿Adelante? —preguntó abriendo la puerta para yo poder entrar, al hacerlo cerró la puerta y se montó en el lado del conductor. — ¿No te gusta que te diga así? Porque si no puedo dejar de hacerlo. —habló un poco apenado y triste.

—Emm, no es que me disguste como tal, sino que es un poco raro no lo sé cómo expresarlo, es que no estoy acostumbrada a que me pongan apodos, pero me parece tierno que lo hagas, porque no es uno ofensivo sino uno cariñoso.

—¿Entonces...?

—Sí, me puedes seguir llamando así.

—Me alegra saber eso... ¿Pero, para que me dijiste que trajera una bolsa de compras con una caja de zapatos nuevos?

—Es que nunca he tenido la oportunidad de traficar comida en el cine, creo que esta sería una buena y divertida oportunidad.

—Ohhhh.

—¡¿No me digas que compraste unos nuevos?!

—No, estos son unos nuevos que no había sacado de la caja... Y pues lo agarré.

—Ah bueno, eso está mucho mejor. Cocine algunas cosas para comer.

—¿Que prepaste? —preguntó saliendo del estacionamiento.

—Papas fritas, sándwiches y unas arepitas con mantequilla, queso y salchichón.

—Ñomi, ya mi panza pide probar esas delicias. —acotó echándome una mirada rápida. —Tendremos que sentarnos al fondo para poder comer bien sin que sospechen.

—Vale.

Pasamos todo el camino cantando canciones que pasaban en la radio y quejándonos por otras que reproducían que eran horribles, antes de bajarnos del auto guardamos los potes de comida en la bolsa y encima de ellos la caja de zapatos para que no sospecharan nada... Y espero que no lo hagan.

—Veamos que película podemos ver... —murmuro viendo las películas que estaban disponibles, ¿Si vemos esta? —terminó señalando un póster.

—Es de terror...

—¿No te gustan?

—Dan miedo...

—Si quieres podemos ver otra...

—No creo que nos vaya a aparecer algo que nos asuste ¿Cierto?

—Estaré contigo si pasa algo, tranquila. —asenti viéndolo alejarse a la caja a pedir los tickets para poder ver la película, me quedé en el mismo lugar esperándolo, no era necesario hacer cola para entrar en la sala en la cual van a transmitir la producción ya que no hay mucha gente.

—Listo. —vino con dos vasos con una Maltin polar, un refresco muy bueno de aquí de Venezuela. —Recordé que no teníamos nada para beber y recordé que te gusta la Malta.

—Woah gracias.

—Ven, vamos. —nos paramos quedando atrás de un chico así estando como terceros en la pequeña fila.

— Buenas tardes ¿Puede abrir la bolsa para ver que tiene?

—Claro.—respondí abriéndola, así dando a ver la caja de zapatos y abajo de ella uos papeles decorativos, abrió la caja para observar los zapatos deportivos y la cerró dándonos el paso hacia la sala.

—Gracias.—respondimos al unísono entrando al lugar que está completamente oscuro, y la película recién iniciando que nos da un poco de luz que nos ayuda a poder avanzar por el pasillo hasta los asientos, subimos hasta llegar a los últimos entre risas.

—Increíble el hecho de como lo pudimos engañar.

—¿Me debería sentir un poco mal? —le pregunté sentándome a su lado izquierdo.

—... Pues no lo sé, lo bueno es que tenemos comida gratis ¿ves? — sonrió señalando la bolsa —Tenemos que hacer esto más seguido.

— Sería divertido. —sonreí al pensar en volver a venir y “traficar” comida.

—¿Me pasas las papas?

—Voy.

Entre sustos y sustos hubo una parte de la película en la que me quedé abrazada de Jaquin por el miedo que la película me ofreció, también se me escaparon unas lágrimas y algunas papas salieron volando.

—Te dije que estaría aquí para ti. —volví a sonreír viéndolo.

—Gracias por tus abrazos, pensándolo bien si fue divertido ver la película.

—¿Qué te divirtió?

—Mis sustos, ahora que lo pienso fue muy estúpido.

—No fueron estúpidos enserio te asustaste. Lo bueno es que tenemos las arepas.

—Sí, podemos cenar con eso.

Pasamos cerca de una tienda de peluches y me quedé un par de minutos viendo a los adorables...

—¿Te gustan los peluches?

—Me encantan un montón, son muy bonitos y adorables.

—Como tu.

—¿Qué dijiste? —lo miré intrigada, esperando su respuesta.

—Nada.

—¿Seguro?

—Te prometo que algún día te lo diré.

—¿Sabes? No me gusta que me prometan cosas porque la mayoría de las veces no las cumplen... —murmuré bajando la mirada a la bolsa.

—Ponlo en el cuaderno en tu celular, para que me recuerdes que te debo esto... Pero te lo diré cuando crea que sea conveniente.

—Vale, trato hecho.

—Trato.

Jaquin

Dejé a Alyson en su edificio con una pequeña sonrisa, no me puedo quitar en la cabeza lo que pasó hoy, ahora no me arrepiento de proponer ver esa película de terror. Cada vez que se asustaba aumentaba más mis ganas de querer protegerla y amarla. Me di cuenta de que me volví a enamorar. Y de ella nuevamente.

Me sentí bien al tenerla en mis brazos en un lindo abrazo, el destello de sus ojos cuando decía algo que le encanta, su tierna y melodiosa voz, todo de ella me vuelve loco. Claro en el buen sentido. Pero también ella tiene sus cosas malas por así decirlo, una de ellas es que reprime sus sentimientos y a veces sobre piensa mucho lo que vas a decir, pero todas esas cosas la hacen ella. Y yo la amo como es.

También acabo de descubrir que es una increíble cocinera, me ha dado una de las arepas que con amor y cariño, preparó para los dos. Está un poco crujiente y con mucho queso, algo que me encanta, me puedo imaginar aquí en el mesón cenando con ella sus arepas.

Estoy dispuesto a enamorarla.

Este capítulo también es por y para ti maria190207 ❤❤❤❤.

Recomienden la historia plis🥺❤.

Bueno su pequeña escritora con ojeras de mapache 🦝🦝🦝 se va, byeee los amo un montón ❤❤❤.