Lamento que esté corto.

Narra Hikari
—Después de todo este tiempo ¿Seremos movidos al escenario al aire libre?— preguntó Tengenji mirando el nuevo horario que le dio ese tonto de Hiragi

—El gran escenario es para los Equipos Estrella ¿Recuerdas?— dijo Kuga

—El mayor problema es este— dijo Tsukigami señalando un cuadro grande —La hora de nuestra presentación choca con la del equipo Hiragi, la mayoría de la audiencia probablemente vayan al gran escenario— siento mucha rabia

—¿No creen que regresará pronto?— preguntó Nayuki mientras trataba de hacer la comida —Un retiro o ausencia es por una semana ¿No?—

—Aun así, ya no somos un Equipo Estrella, deben afrontar la realidad— dijo Tsukigami, no puedo hacerlo, sin Otori, yo me siento más vacía de lo normal

—Eso es frío, Nayuki, Hoshitani y Hikari están así porque enfrentan la realidad ¡No todos pueden ser como tú, plebeyo!— Tengenji señala a Tsukigami

—No estoy satisfecho con esto, pero si no miramos hacia adelante, no podemos iniciar nada, es festival Ayanagi se aproxima, no tenemos tiempo— ¿Por qué Tsukigami es tan frío?

—¿Eso significa que está bien ignorar los sentimientos de Hoshitani, Nayuki y Hikari?— Tengenji se levanta y le grita

—¿Eh? ¿Cuándo dije que los ignoro?— Tsukigami hace lo mismo que él, no están ayudando

—Oigan, cálmense— dijo Kuga, mientras limpiaba su casco de motociclista

—¡¿Cómo podría?!— hablan Tengenji y Tsukigami al mismo tiempo y Nayuki llega cargando unos bocadillos extraños

—¿Escucharon sobre el Aterrador Shumai?— eso es nuevo —Hubo un hombre que compró una caja de diez Shumai para un regalo. Cusndo abrió la tapa de la caja después de pasar por el cementerio, vio que estaba perdido— siento su aura oscura liberarse desde su mirada —Miró a los alrededores pero no había nadie, pensando que era extraño, caminó un poco y abrió la tapa de nuevo— me está dando miedo —Y en ese momento dos estaban perdidas. Cada vez que abría la tapa, uno más se perdía y al final, cuando abrió la tapa...— soltó la mirada siniestra, Tengenji salta del susto

—Todas estaban pegadas al reverso de la caja ¿Verdad?— completó Kuga permaneciendo en su lugar y limpiando aun su casco, Tengenji se desmaya, estrellando su cabeza contra la mesa

—¿Quieren hacer algo de Shumai juntos?— pregunta con sonrisa psícopata ¿Qué le picó? —Saben, tal vez esto nos ayude a tranquilizarnos...—

—No gracias— contestan Tengenji y Tsukigami al unísono ya más tranquilos

—Chicos— hablo para ganarme su atención —Si Otori-senpai no va a estar, entonces ni tengo razón por la cual deba de ayudarlos, ya saben coordinarse entre ustedes— desvío la mirada con una triste sonrisa

—¡¿Po... Por qué dices eso?!— pregunta Yuta

—Lo siento, pero no soporto el no tener de cerca a la persona que he amado hace mucho— me retiré del lugar, no estaba de humor para hablar más, estoy destrozada, sin Otori, no sé quien soy, más si ¿Qué soy para Otori en su equipo? Esa es la pregunta que he intentado hacerle de frente pero, por mi cobardía no pude.

Narra escritora
Tanto Tsukigami como el resto entendieron lo que Hikari estaba diciendo de la persona que ama pero no les dijo a ninguno de su equipo lo que comprendió.

Al siguiente día, temprano, los chicos fueron a correr mientras Hikari estaba deprimida en su habitación, cuestionando una y otra vez la razón de su existencia en el equipo Otori.

Más tarde, el equipo se dispuso a comer, junto a Hikari, sin luz en sus ojos, con alto índice de depresión

—¡Buenos días! Lo escuché— Ugawa entra al lugar donde estaban comiendo, Hikari ya ni se dignaba en fulminar la mirada, estaba muy caída —Que Otori-senpai repentinamente tomó una ausencia de la escuela, debe ser duro—

—Oh...sí...— dijo Yuta

—Tienes un grano de arroz en tu espalda— dijo Tengenji con tono de burla

—¿Eh? No puede ser— voltea a ver su espalda y todos se ríen por su reacción, excepto Hikari, estaba completamente perdida y Ugawa lo notó pero no le dijo nada.

Desde ese momento, Hikari ya dejó de peinarse con dos coletas, cambió a cola de caballo su peinado.

El equipo Otori, sin Hikari a la hora de los ensayos, tenían sus clases regulares día tras día, incluso los del Equipo Hiragi se comunicaron más con ellos. Todos estaban muy preocupados y la comida de Nayuki siempre era la misma.

Después de clases, el equipo Otori abre su almuerzo, que era el Shumai, por cuarto día seguido, todos, excepto Hikari, quien ya había perdido su voz, se quejaban por dentro

—¿Escuché alguna queja?— preguntó Nayuki muy enojado

—No, estamos muy agradecidos— dijo Kuga juntando sus manos

—¿No crees que la personalidad de Nayuki ha cambiado recientemente?— le susurra Tengenji a Yuta —Es como si fuese más fuerte, o...—

—Es aterrador— completó Yuta

—¿Dijeron algo?— cuestiona Nayuki y ambos chicos negaron, Kuga se ríe y también los demás, menos Hikari

—Una estrella— los chicos, también Hikari, quien pudo reaccionar voltean a ver a Tsukigami cuando agarraba el Shumai con los palillos chinos —Esto parece una estrella— muestra el Shumai

—Oh, es nuestra trademark ¡Ya saben, stardust!— dijo Yuta con ánimos

—Quieres decir que somos un stardust, si estamos reunidos ¿Podemos ser una fuerte luz?—

—Cada punto de la estrella somos nosotros cinco, entonces el guisante verde del medio es Otor...— Nayuki se detiene cuando mencionó el nombre de Otori, haciendo que Hikari entrara en su estado de depresión de nuevo

—Recuerden que también puede ser Hikari, ella nos ha ayudado durante los ensayos ¿Verdad?— dijo Yuta pero se sorprende con ver la mirada perdida de Hikari y sus ojos apagados, todos la ven con la misma cara que puso el castaño

—¿Qué clase tienen en la tarde?— pregunta Hikari a duras penas

—El quinto perído es una lección de baile en el edificio uno, salón 502. El secto período es una lección de coro en el edificio tres, salón 201— responde Tsukigami leyendo su agenda

—¿Debemos ir al final de la escuela y a otro después, eh?— dijo Tengenji —Realmente es un fastidio ser un equipo regular—

Los chicos fueron a sus clases mientras que Hikari se aseguraba de estar presente al menos para que no le dieran mala calificación, cada vez más se sentía sola.

En la noche, Yuta miraba las noticias, usando la laptop, en la que Tengenji era reconocido por ser buen actor, en su habitación junto a Nayuki y él, acostado en la cama

—¡Tengenji, realmente te ves genial así! ¡Mira esto! ¡Y esto! ¡Y esto!— mostraba muchas revistas acerca del pelirrojo —Tengenji-kun está en todas las portadas— Tavian se acuesta entre las revistas

—Es sólo algo pequeño, pero todos hacen algo grande de ello, no puedo negarme porque mi viejo me pidió que lo hiciera— se refería a su padre

—Parece que estarás ocupado— dijo Yuta —¿Podrás venir a la escuela?—

—Sí, está bien, es sólo que...—

A la mañana siguiente, temprano, los chicos menos Tengenji salieron a correr

—Tengenji dijo que sus filmaciones son en las tardes— dijo Nayuki —Así que no seremos capaces de practicar un tiempo—

—Ya veo— dijo Kuga y Tsukigami detiene el paso

—A mí también me gustaría tomar un descanso de nuestra práctica—

—¿Tú también Tsukigami?— Yuta se acerca a él

—Hay una audición para un musical en el que he querido entrar, quiero intentar audicionar aunque no sé si logre entrar— responde el peliazul

—¡Que gran oportunidad! ¡Por supuesto! ¡Te apoyaremos!— dijo Yuta tratando de mantener el ánimo

—Lo siento—

—¡No te preocupes!— Yuta toca su hombro como consuelo.

En la tarde, Nayuki y Yuta fueron al salón para ensayar para el festival

—¿Sólo somos nosotros dos de nuevo, eh?— pregunta Nayuki mientras calentaba —Es algo solitario—

—No se puede hacer nada— dijo Yuta —Kuga no puede dejar de trabajar los Domingos— Nayuki deja de ejercitarse y se mira al espejo

—Me preocupa Hikari, ella siempre sonreía para nosotros, incluso nos daba palabras de consuelo para nuetros nervios, no entiendo cómo fue que perdió esa sonrisa, sin embargo, los demás son buenos, incluso con todo lo que sucede, intentan seguir hacia adelante y trabajan duro— Yuta detiene el calentamiento

—¡Bien! ¡Lo he decidido! ¡Vamos a darle ánimos a Hikari!—

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Significado del peinado de Hikari:

Dos coletas: Simboliza a ella y su otra media naranja en su prescencia.

Cola de caballo: Representa la soledad, que esa persona que la hace sonreír ya no está a su lado