Akemi no podía mirarlo a la cara, tenía miedo de saber la verdad, el verdugo estaba sorprendido por la pregunta que le hizo la joven, no dijo ni una sola palabra era un silencio incómodo pero el lo rompió.

-quién te dijo de ella?- preguntó con seriedad

-te escuche hablando con Takeo...- se abrazó a ella misma recordando esa escena

Estaba feliz de que ese hombre ya no podrá molestarla más pero cuando recordó el rostro del verdugo le aterrorizo no pudo evitar empezar a temblar. Miro al verdugo quien este tenía la mirada en otro lado, como el no hablaría decidió seguir.

-ella es tu novia?- preguntó la chica conteniendo las lágrimas

-... es mejor volver, dejaré que te cambies- dijo con la voz apagada y se separó de ella.

Al ver cómo el demonio se alejaba de ella sin responderle, sintió una punzada en el pecho, Zeldris se recargó en un árbol con su vista a otra parte para no ver a la chica, aún que ya la vio toda, Akemi salió del lago y se vistió, ambos se fueron al reino en el camino todo era silencioso, Zeldris caminaba al frente mientras que Akemi lo seguía unos pasos atrás con la mirada baja, la peli-azul observó las casas destruidas una que otra casa en casi buen estado, se dirigieron al castillo y ahi encontraron a Bartra quien abrazo a su sobrina aliviado de que estuviera bien, aún que quedó sorprendido por las alas.

-vaya, esto es interesante- dijo Merlin mientras observaba las alas de la chica -parte de tus poderes aparecen cuando estás en peligro o quieres defender a alguien- comentó con una sonrisa

-pero como puedo esconderlas? Es algo pesado traerlas- dijo la joven

-eso tendrías que saber por tu cuenta si quieres controlar tus poderes- dijo la maga cruzando los brazos

-mmm vale- hace un puchero

La mirada de la chica se posó en el demonio quien estaba recargado en una pared alejada, el rey estaba hablando con el, Zeldris sintió la mirada de la peli-azul y la miro pero al momento que lo hizo Akemi desvió la mirada, ya no tenía ganas de ver a los ojos del verdugo, para relajarse Akemi salió a dar un paseo sola por el reino, se la pasó todo el día tratando de ocultar sus alas mientras recorría todo el reino, las personas ya empezaron a reconstruir sus casas, por ningún lado pudo ver a Elizabeth o a Meliodas lo que le extraño un poco, solo tres mandamientos habían atacado y a esos tres los derrotaron pero aún faltaban algunos mandamientos que por alguna razón no se presentaron, sin duda volverían atacar eso le preocupaba a la peli-azul.
La joven regreso pues ya empezaba a oscurecer, por suerte el castillo no recibió mucho daño así que podría dormir cómodamente, se dirigió a su habitación pero antes de llegar, miro a Ban recargado en la pared con la mirada baja, se veía desanimado por una extraña razón, la chica no dudo en acercarse.

-Ban-sama, estás bien?- preguntó Akemi preocupada mirada al peli-plateado ganando su atención

-see algo cansado- dijo mientras rascaba su nuca y soltó un suspiro -creo que preocupe al capitán- sonrió un poco desanimado

-que ocurrió?- se recarga en la pared aún lado de el

-los mandamientos vinieron, le dimos una paliza a esos demonios, ya sabes lo típico- dijo con su típica actitud pero luego bajo la mirada -el capitán actuó diferente... yo no supe cómo reaccionar y creo que lo tomo mal- dijo con seriedad

-ya veo...- bajo la mirada pero luego sintió como Ban tomaba una de sus alas

-y estooo~ cuando te salió?- dijo burlón

-salieron de la nada y ahora no puedo ocultarlas- dijo un poco molesta -todo bien con Elaine y tú?- preguntó apartando el agarre

-claro, todo está muy bien, que me dices tú niña? Todo bien con el verduguito y tú?- dijo pícaro

La mirada de la peli-azul se apago cuando Ban le preguntó, Akemi pensaba mucho en lo que sucedió en el lago sobre la amada de Zeldris, el jamás le respondió la pregunta y no lo vio desde que salió del Castillo, eso le hizo dudar ¿aún sigue amando a Gelda? Una lágrima resbaló por la mejilla de la chica a lo que Ban pudo notar.

-que te hizo?- preguntó serio y firme ganando la mirada de la joven quien al reaccionar se secó la lagrima

-n-nada...- sonrió forzosamente, Ban frunció el ceño

-eres mala mintiendo- dijo Ban asiendo sorprender a Akemi

Varias lágrimas volvieron a caer y bajo su mirada mientras trataba de retenerlas, en un impulso de consuelo el zorro rodeó su hombro y la apego a él abrazándola con un brazo quién no dudo en ser correspondido.

[...]

-Ellie- dijo entre susurros la peli-azul mientras abría la puerta de la habitación de la joven -Elizabeth, estas despierta?-

Al adentrarse a la habitación observó como la princesa dormida con tranquilidad, está sé acerco y empezó a moverla para despertarla.

-mm Akemi?- preguntó adormilada mientras se sentaba -qué sucede?-

-... puedo dormir aquí?- preguntó apenada confundiendo a la chica

-tuviste pesadillas?- preguntó a lo que Akemi negó con la cabeza

-Zeldris que no duerme contigo?- dijo Meliodas apareciendo aún lado de Elizabeth atado

-... hay muchas habitación- dijo Akemi sería mirando al rubio

-la mayoría estaban ocupada o destruidas-

-y la taberna?- le aparece una gota de sudor en la cabeza

-destruido- respondió con naturalidad

-Meliodas-sama necesitaba estar acompañado- dijo con inocencia la peli-plateada -lo siento si no hay espacio-

-no hay problema solo hay que sacarlo- dijo burlona

-oye no seas si conmigo- hace un puchero a lo que Akemi le saco la lengua con burla

-Zeldris-sama no está?- preguntó Elizabeth

-... si pero... no quiero verlo- dijo con la mirada baja -por lo menos déjame dormir en el suelo- la mira suplicante.

-Akemi...- pronunció el rubio desanimado

Al día siguiente, la mañana fue un poco agresiva ya que Meliodas siguió con sus perverciones hacia a Elizabeth pero Akemi lo golpeaba a cada rato que intentaba algo. Las alas de Akemi seguían sin desaparecer a lo que tuvo que soportar otro momento con ellas tratando de no causar que algo se caiga. El verdugo se avía quedado esperando a la joven en su habitación pero ella no regreso, en cuanto despertó se decidió a buscarla por el castillo revisando cada habitación pero no logró encontrarla preocupado empezó a buscar por todo el reino asta que la encontró junto con Arthur.
Ambos se encontraban hablando muy felices, Zeldris se acercó sin ser visto para escucharlos.

-ay es tan tierno!- dijo Akemi encantada con Cat

-jeje vaya que si- dijo Arthur rascándose la nuca -si te es difícil ocultar tus alas porque no le dices a Merlin?- preguntó mirando las alas de la chica

-Merlin-sama me dijo que tenía que aprender sola- dijo asiendo un puchero -no se vale-

-jeje eres muy tierna Akemi- dijo con un leve sonrojo

-Akemi sería una linda pareja para Arthur- comentó el gato sorprendiendo a Akemi y sonrojando a tope a Arthur

-Cat no digas esas cosas- dijo nervioso

-e-el gato hablo?! Pensé que Hawk era el único parlante- dijo Akemi sorprendida

Cerca de ahí, cierto demonio moría de celos por el comentario que hizo Cat.

-Este pequeño gato le gustaría ver a Arthur con Akemi- habló de nuevo sonrojando a ambos jóvenes

-p-perdón Akemi! No sé porque Cay dice esas cosas!- dijo avergonzado a lo que Akemi río un poco

-jejeje deberías ver tu cara, te ves tierno- dijo mirándolo con una simpática sonrisa

El rey la miro por unos instantes y después se acercó a la chica para después plantar un beso en su mejilla, la peli-azul se paralizó por su acción repentino, Arthur tomó la mano de la chica y la miro a los ojos.

-tú eres muy hermosa- dijo con dulzura y beso los nudillos de su mano

Un golpe en la mano del joven lo hizo apartarse de Akemi, cuando Arthur fijó su mirada al responsable que lo apartó miro como el verdugo plantaba un beso en los labios de la peli-azul, ella no reaccionaba a su acto estaba muy sorprendida y confundida para reaccionar. Zeldris miro de reojo al chico quien empezó alejarse para no seguir viendo esa escena, el peli-negro se separó de la joven y la miro con el ceño fruncido.

-ya te dije que no te quería cerca de ese bastardo- dijo frialdad pero Akemi no respondió -Akemi mírame- le ordenó pero lo único que recibió fue una cachetada de su parte

-no vuelvas a tocarme!- dijo con lágrimas amenazando por caer de sus ojos y siguió al peli-naranja

El demonio quedó impactado ante tal acción, llevó su mano hacia la mejilla golpeada, estaba confundido y molesto por el comportamiento de la peli-azul.
Akemi logró alcanzar a Arthur, está de puso frente a él para detenerlo y tratar de hablar con el, pero el joven no la veía a la cara.

-Arthur no sabes cómo lo siento, es que- Arturo la interrumpió

-ya no sé si pueda soportarlo Akemi- alzó un poco la voz -me molesta mucho que estés con ese demonio- desvió la mirada con el ceño fruncido -quiero verte feliz pero me molesta que no sea conmigo-

-Arthur, estoy feliz de tenerte cerca- le acaricia la mejilla -no quiero hacerte daño... pero veo que lo hago- mira abajo -lo lamento mucho y-y si quieres alejarte de mí... está bien...-

Arthur la abrazo de inmediato sorprendiendo a Akemi quien correspondió segundos después, no pudo evitar soltar unas cuantas lagrimas mostrando una sonrisa de alivio. El peli-negro se encontraba unos pasos alejado de ellos mirándolos con seriedad, la mirada de Arthur se cruzó con la de Zeldris y ambos se vieron de forma retadora.

Lamento no haber subido pronto pero les juro que llevaba casi una semana haciendo este cap

Pero bueno aquí está y eso es lo que importa ;3