26: Estarossa aparece
En el reino de Liones todo parecía bastante tranquilo como si nada estuviera pasando, Elizabeth, Elaine y Akemi estaban mirando ropa en las tiendas, ambas platicaban mientras caminaban, Elaine pudo detectar el pensamiento de cierta persona cerca lo que le hizo sonreír un poco.
-y esa sonrisa Elaine? Pasó algo entre Ban y tú?- preguntó la princesa y la hada negó con la cabeza
-jeje te vigila mucho Akemi-chan?- dijo sonriente la rubia mirando a la peli-azul
-eh? Hablas de Zeldris?- preguntó y Elaine asintió y con su vista apunto a una parte
Akemi fijo su mirada en la dirección que Elaine se dirigió, en una azotea de las casas más grandes se vio la silueta del verdugo, la peli-azul sonrió un poco irónica y alzó su mano en forma de saludo, el peli-negro solo la observó y una pequeña sonrisa se formó en sus labios.
-aún sigue escondiéndose?- dijo la princesa mirando a su prima
-no lo culpo, estoy segura que las personas no sé lo tomen bien al principio- dijo Akemi un poco decepcionada
-la gente de Liones también pensó lo mismo con los 7 pecados capitales pero luego los aceptaron, si Zeldris-sama se muestra con las personas es seguro que podrán acostumbrarse a él- comentó Elizabeth
-desde aquí puedo leer sus pensamientos, el tiene buenas intenciones contigo, realmente te quiere- dijo Elaine asiendo sonrojar a la peli-azul
-estoy feliz por ti Akemi, me da tanto gusto que hayas encontrado el amor- dijo risueña la princesa y Akemi le sonrió
-tu nunca te rindas con Meliodas- le dijo picara haciendo sonrojar a la princesa
-el que necesita suerte es mi hermano- dijo riendo Elaine
-es verdad, hay quería pasar más tiempo con Diane que mal que se fue al bosque de las hadas- dijo asiendo un puchero
-pero un tiempo a solas con King ara que todo salga bien- comentó la princesa
-si es que mi hermano no lo arruina-
El demonio observaba cada detalle de su amada peli-azul, sintió un leve empujón en su espalda haciendo que mirara a su hermano mayor, Meliodas le dio una alegre sonrisa pero Zeldris lo miró con frialdad y enojo para luego desviar la mirada.
-qué haces aquí?- preguntó el peli-negro
-no puedo pasar tiempo con mi hermano?- dijo sonriente y Zeldris lo miró mal
-no pienses mal, no te mato sólo por Akemi- dijo mirando al frente
-sate sate sate el amor vaya que cambia jejeje- nota un pequeño sonrojo en las mejillas de su hermano -deberías pasar tiempo con nosotros, eso le aria feliz a Akemi-
-amo a Akemi pero no llegare a extremos- dijo el verdugo
-traicionaste a los mandamientos, eso es llegar a extremos- dijo burlón y el verdugo soltó un suspiro pesado
-casi lo olvidaba!- exclamó Akemi -tengo que ir a mi entrenamiento con Merlin-sama!- dijo para después empezar a correr
-vale! Luego nos vemos!- se despiden ambas chicas
Akemi corrió lo más rápido que pudo y llegó al laboratorio donde estaba Merlin haciendo sus experimentos y a Escanor en su forma débil.
-hola Escanor-sama- dijo entrando la chica
-oh! Hola Akemi-san- dijo con su típica actitud el peli-naranja
-lamento mucho tardarme Merlin-sama- dijo un poco nerviosa -se me fue la noción del tiempo-
-pues ya que estás aquí empecemos de una ves- dijo la maga para voltearse -Escanor voy a necesitarte-
-eh! E-en verdad!- dijo sonrojado y nervioso
-Escanor-sama sí que está enamorado de Merlin-sama- dijo en voz baja sonriendo un poco
Poco tiempo después afuera, Escanor se a transformado en el hombre más fuerte y orgulloso, frente de él estaba Akemi boquiabierta mirando al fortachón.
-m-me repite por favor lo que tengo que hacer?- dijo sin aliento la peli-azul
-quiero que derribes a Escanor- dijo Merlin cruzada de brazos con una sonrisa en sus labios
-eh?! M-Merlin-sama! No puedo contra el! No puedo ni protegerme yo misma!- ante eso Akemi recibió un golpe en la cabeza
-con esa mentalidad no lograrás nada- dijo Merlin mientras le daba otro golpe
-auch!- coloca sus manos en la zona golpeada y mira a Escanor
-vamos niña, dame el mejor golpe que tengas- dijo con orgullo
En ese momento Meliodas se acerco junto con Zeldris, lo que sorprendió un poco a los presentes por su presencia.
-que sorpresa encontrarlos aquí a ambos- dijo Merlin sonriendo
-solo vinimos a ver el entrenamiento de Akemi- dijo Meliodas animado
Zeldris miraba a Akemi con una mirada discreta pero preocupada, el poder de ese hombre era totalmente superior al de Akemi, la joven miraba a Zeldris muy nerviosa pues no quería hacer el ridículo
-Merlin-sama es cruel- dijo lloriqueando internamente
Akemi se puso seria y se lanzó a Escanor, este se quedó inmóvil seguro de que sus golpes no lo dañarían, pero sintió un inmenso dolor recorrer por todo su cuerpo causando que caiga al suelo retorciéndose de dolor, la razón...
-lo venció con una patada en las bolas- dijo sorprendido Meliodas y con una mueca de dolor
Sin poder resistir más, el verdugo soltó una gran carcajada desde lo más profundo de su ser, Akemi se quedó inmóvil y confundida por lo qué pasó.
-no era exactamente lo que esperaba- dijo Merlin aguantando la risa
-perdone Escanor-sama- dijo Akemi con una gota de sudor en la cabeza
-e-eso... no fue nada- dijo temblando de dolor alzando el pulgar
-eso es tan ridiculo-dijo el verdugo mientras se tranquilizaba
-Parece que tendré que usar "eso"- dijo la maga con una mano en su barbilla llamando la atención de los presentes
-"eso"?- dijeron al mismo tiempo los tres
Merlin hizo aparecer un frasco que dentro de él estaba una sustancia verdosa y viscosa burbujeante.
-veamos si funciona- dijo ansiosa Merlin
Eso dio a entender que era un experimento que todavía no avía sido comprobado por Hawk, Akemi no dudo en aprovechar la oportunidad y desapareció.
-asta yo correría- dijo el rubio
-Zeldris sería tan amable de ir por ella?- dijo Merlin -esto ara que sus poderes sean más fáciles de despertar- Zeldris suelta un suspiro
-que otra- dijo para empezar a buscar a la chica
Una hora pasó buscando a la peli-azul, el resto de los pecados se unieron para buscarla pero no se apareció por ninguna parte.
-sate sate sate parece que está evitando a Merlin- dijo Meliodas con los brazos en la nuca
-era de esperarse- dijo Ban irónico
-y si le pasó algo malo?- dijo Elizabeth preocupada
-jm! Es un trabajo para el maestro de las sobras!- dijo Hawk apareciendo con Kazuki
-llevamos una hora buscando a Akemi dónde diablos te metiste cerdo de mierda- dijo Meliodas
-alguien tenía que ocuparse de la taberna tonto!- dijo molesto
-Zeldris-sama no tiene idea de dónde se encontraría Akemi?- preguntó la peli-plateada mirando al demonio alejado de todos
-por alguna razón se escondió bien- dijo sin mirarla
-bien esperemos a que se calme- dijo la maga
Todos volvieron a la taberna pero Kazuki se fue por otro lado, abrió la puerta de un sótano de una casa dentro se encontraba la joven peli-azul.
-dejaron de buscarme?- preguntó la chica
-sip, ya puedes salir- dijo el pequeño y Akemi salió
-que bueno, empezaba aburrirme-dijo con alivio
-me debes un delicioso pedazo de pastel- dijo con orgullo el dragoncito
-jeje te lo ganaste- le dedica una tierna sonrisa
Ambos se dirigieron a una pastelería, una ves que comieron un delicioso pastel cada uno, decidieron regresar con los demás a la taberna, Kazuki iba unos pasos adelante de la chica, salieron a las afueras del reino dónde estaba el sombrero de jabalí, Kazuki aceleró el paso pues se olía algo muy sabroso. Akemi siguió con su pasó miro como el pequeño dragón entraba, en ese momento sintió una terrible presencia detrás de ella.
-me alegra verte, Akemi-
Akemi se volteó para después ver al mandamiento del Amor Estarossa, miraba a la joven con una pequeña sonrisa de lado, Akemi retrocedió pero el demonio la sujeto del brazo.
-ni pienses en alejarte- dijo el peli-plateado con una mirada sería
-Akemi!!- se escuchó la voz de Zeldris
El verdugo se lanzó a Estarossa para sepáralo de la chica, pero cuando estaba apunto de atacarlo puso a Akemi frente de él, Zeldris se detuvo de inmediato para no dañar a su amada, el resto de los pecados capitales salieron de la taberna para atacar pero se detuvieron al ver que varias espadas se posaron alrededor de la peli-azul.
-un paso en falso y ella derramara sangre- dijo mientras agachaba su rostro a la altura de la joven y tomaba un mechón de su cabello para después olerlo
La sangre del verdugo hervía de rabia al ver cómo tocaba a su mujer, pero la espalda de Estarossa derramó sangre por un ataque de Meliodas, el verdugo aprovechó,tomó rápidamente en brazos a la joven y se apartó de su hermano.
-te dije que no quiero que toques a mi mujer- dijo con ira el verdugo abrazando con un brazo a la chica -pagaras con tu vida Estarossa-
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