20: un hombre desconocido busca Akemi
El día empezaba a terminar y la noche va a comenzar, los 7 pecados capitales fueron separados por las pruebas del laberinto del festival de pelea, el recorrido no era para nada fácil, había trampas, monstruos y caminos sin salida que te hacen regresar por donde viniste, Akemi se encontraba caminando sola por el camino.
-que mal, me quede completamente sola- dijo deprimida y su estomago sonó- y tengo hambre- dijo lloriqueando -tengo tanta hambre que asta me comería la comida de Meliodas-
-oye que bueno que lo dices Akemi!-
Akemi fijo su mirada al frente donde pudo ver varios monstruos en el suelo, miro una pequeña fogata y al rededor se encontraba Arthur y Meliodas asando unos pedazos de carne, el rubio tomo un tercer pedazo y lo puso al fuego para después mirar a Akemi con una sonrisa.
-qué suerte que nos encontráramos- dijo Arthur aliviado al ver a Akemi
-tengo mucha hambreeee!- se les acercó rápidamente para acompañarlos
Una ves que la carne este lista, tomaron cada quien su pedazo para comerlo, aún que Arthur y Akemi estaban inseguros por el sabor, Meliodas fue el primero en probarlo.
-qué tal?- dijo Arthur mirándolo
-está horrible, lo pondré en el menú de la taberna!- dijo entusiasmado
-va enserio Meliodas debes aprender a cocinar- Akemi lo mira irritada para después tirar la carne al fuego
-que no dijiste que tenías tanta hambre que te comerías mi comida?- dijo asiendo un puchero
-prefiero comerme el brazo-
-no exageres Akemi- la mira con fastidio
-Capitán es poco el tiempo que llevo contigo y la hora de la comida es una tortura-
Después de un pequeño rato, Akemi se quedaba viendo la fogata, Meliodas y Arthur hablaban entre ellos.
-oye Akemi, que deseo pedirías si ganas?- le preguntó Meliodas, Akemi no dejó de ver la fogata
-ser útil para ustedes- dijo con un tono deprimido -quiero que mi poder despierte por completo para ayudarlos, en este momento soy muy débil- bajo la mirada
-si tienes esa mentalidad no podrás lograr nada- dijo Meliodas -tomate tu tiempo Akemi-
-lo sé pero me desespero- dijo haciendo un puchero
Antes de que Meliodas pudiera decir algo, se levantó y se acerco a una pared, confundidos a los demás.
-que sucede?- dijo Arthur confundido
-está aquí- dijo en voz baja
-un monstruo?!-
Meliodas recargo su mano en la pared, una sonrisa se apareció en sus labios al sentir la presencia de la princesa quien se encontraba del otro lado de la pared.
-es Elizabeth- dijo Meliodas
-Elizabeth? Que bueno entonces está bien- dijo aliviada la peli-azul
Un exquisito olor inundó las narices de los presentes, sus miradas se fijaron en una hoja donde estaba un pedazo de carne recién preparado, Arthur tomó el tenedor de madera y dio el primer bocado.
-cielos, está delicioso! Quién es el que lo cocino? Voy a contrátalo para que cocine en Camelot- dijo sorprendido por el sabor
-pero qué dices Arthur! Yo lo contrataré para que cocine en la taberna- dijo Meliodas mientras no paraba de comer el pedazo
-oye guárdame un poco!- dijo Akemi para poder comer -Dios! Esta es la mejor comida que e probado! Si Meliodas contrata a esa persona por fin comeré bien!- dijo con un brillo en sus ojos
-oye!- dijo Arthur asiendo un puchero por estar al lado del capitán
-supongo que no hay de otra, si insisten en contratarme tendré que regresar- se escuchó una voz bastante conocida
-Ban-sama!- dijo sorprendida Akemi
El ambiente se volvió extraño cuando ambos amigos cruzaron miradas, se miraban fijamente de una forma amenazante.
-que es este ambiente?- dijo Arthur un poco nervioso
-Capitán!!- dijo con alegría alzando un poco sus manos
-Ban!!- dijo Meliodas mientras alzaba los brazos
-eh?- Akemi y Arthur miraron la escena confundidos
Ambos amigos chocaron varias veces las palmas de sus manos, Ban le dio a Meliodas un puñetazo en la mejilla, este dio una sonrisa para regresar el golpe con una enorme fuerza haciendo que Ban se estrelle contra la pared.
-que gran fuerza- dijo Ban levantándose
-lo siento, me emocione- dijo Meliodas rascándose la nuca
Akemi y Arthur estaban abrazados sorprendidos por los actos de esos amigos por su reencuentro, Meliodas y Ban se colocaron en el suelo para jugar el juego de vencidas, Arthur sé acerco para ser el árbitro.
-l-listos?... ya!- al momento que lo dijo Ban fue el ganador
-vaya parece que la velocidad me ayudó- dijo con una sonrisa mientras se levantaba
-que mal, perdí- dijo Meliodas levantándose y Ban río
-Ban, viniste al festival de pelea para cumplir tu deseo?- dijo Meliodas serio
-no, solo vine a entregar un algo de sake, Escanor me lo pidió-
-estás con Escanor?- dijo un poco sorprendió el rubio
-también con Elaine- mira al capitán de modo serio mientras el estaba bastante sorprendido -no me dirás nada?- dijo con el ceño fruncido, luego Meliodas le dio un leve golpe en el pecho
-por fin estás con la mujer que amas, eso está bien- dijo con felicidad
-no lo está, yo traté de matarte- dijo van con rabia recordando aquel momento que intentó matar a su mejor amigo
-llegados a esto, deberíamos buscar a todos y salir de aquí- dijo con normalidad
-capitán... lo siento- dijo en voz baja
-vamos amigo! Hay que hacerlo por los que queremos proteger- dijo el rubio y el peli-plateado sonrió para después acceder
Meliodas se acercó con Ban al muro donde avía sentido la presencia de Elizabeth, el capitán miro a Akemi y le sonrió.
-qué tal si te ponemos aprueba- dijo sorprendiendo a la peli-azul
-eh? Yo?- se apunta a ella misma
-quieres ser útil por una vez en tu vida?- dijo burlón y Akemi se acerco asiendo un puchero
-que malo eres, quieres que derribe ese gran muro?!- dijo mirando la sima de la pared
-dale Akemi~ has algo interesante- dijo Ban mirándola
-es que...- bajo la mirada insegura y Meliodas posó una de sus manos en el hombro de Akemi
-sé que puedes hacerlo, ciento un poder dentro de ti, solo concéntrate- le dijo con simpatía, Akemi le sonrió y asintió
-vale pero no prometo nada- dijo para después ponerse frente al muro
Akemi empezó a concentrarse, cerró sus ojos recordando lo que Merlin le enseño, levanto su mano frente a la pared, unos segundos después escuchó a Arthur resoplar y una pequeña risa de Meliodas.
-vaya, eso sí que es sorprendente- dijo Ban sonriendo
Akemi abrió los ojos y miro como su mano estaba rodeada de llamas, no sentía que la quemaba ni siquiera el calor, la peli-azul sonrió y empezó alzar la mano al cielo haciendo crecer más esa enorme llama, con todas sus fuerzas lanzo la llama hacia el muro, demasiado humo se hizo se presente pero luego poco a poco se fue dispersando.
-solo le hiciste una grieta- dijo Meliodas observando la pared
Arthur callo al suelo por el resultado, Ban soltó una gran carcajada por lo sucedido.
-ese es toda la fuerza que tiene?!- dijo entre risas
-soy una vergüenza- dijo de rodillas en el suelo transmitiendo una aura depresiva
-déjalo a nosotros niña- dijo Ban agarrando a Akemi de la camisa por la parte de atrás para alejarla
-por un segundo pensé que destruirias la pared- dijo Arthur tratando de animarla pero resultó lo contrario
-lamento decepcionarte- dijo lloriqueando alterando un poco al joven.
Meliodas y Ban lograron hacer una entrada en la pared, ahí fue cuando se reencontraron con Elizabeth, Diane, Hawk, Gil y Howser, Akemi se les acercó al ver a la gigante con ellos.
-Diana estás bien!- dijo con alegría mirando a la gigante pero ella la miro confundida
-tú me conoces?- dijo diane confundida
-Akemi es mi prima- dijo Elizabeth presentando a la peli-azul
-uy! Akemi-chan! Tú poder a aumentado!- dijo Hawk sorprendido observando a Akemi
-seguro que solo muy poco- dijo un poco avergonzada por el resultado de hace un rato
-tu poder anterior era de 1,031 ahora aumento 1,850- dijo el cerdo transformado
-volviste a comer otro monstruo- dijo Meliodas mirando a Hawk
Ya todos reunidos, siguieron su camino asta al final del laberinto, se podía observar a varias personas reunidas observando cómo llegaban, frente a todos se encontraban dos figuras, era de un gigante con cuatro brazos y de un hada envuelto en tentáculos verdes.
-ellos son...- los mira Howser sorprendidos
-si van a retroceder háganlo ahora, esos son mandamientos- dijo Meliodas con seriedad
-Gloxinia y Drole- dijo en voz baja la peli-azul observándolos
-miembros de todos los clanes, bienvenidos a esta manera de matar tiempo, quiero decir, el gran festival de peleas- anunció Gloxinia con entusiasmo -lo primero es preparar el escenario donde van a pelear- dijo y luego miro a su compañero -te lo dejo a ti Drole-Kun-
Al escuchar ese nombre, Diana y otra gigante que la acompañaba, Matrona, quedaron sorprendidas, Akemi estaba nerviosa pero no era por Gloxinia y Grole, sentía que la observaban eso le causaba un escalofrío.
Drole hizo un movimiento con sus manos y la tierra formó un campo de batalla en forma de dos manos, los dedos indicaban que cada uno era un campo para cada pelea.
-maravilloso!- aplaudió con los tentáculos el demonio peli-rojo -este será el lugar donde peleen, así que los participantes deberán esperar aquí- dijo con alegría -supongo que debo limpiar el laberinto de los insectos qué hay en el- dijo mirando el laberinto
Al decir eso sus tentáculos empezaron a girar alrededor de él, una sonrisa malévola se apareció en el rostro del demonio y varias espinas fueron lanzadas hacia el laberinto acabando con las vidas de las personas que no lograron llegar.
-desu soun es una técnica que sobre para incluso al Girasol y casi nadie puede usarla, son las espinas del terror- dijo King flotando casi a la altura dónde los demonios se encontraban -más importante, Basquias es la lanza espiritual es la legendaria arma otorgado al primero- dijo sorprendido -tú eres el primer rey Hada, Gloxinia!-
Unas enormes y hermosas alas se hicieron presentes en la espalda del demonio hada, una sonrisa de lado se apareció en sus labios y miro a King
-que forma más antigua de llamarme, ahora soy un mandamiento, Gloxinia del reposo-
-acaso el rey demonio no te asesino durante la batalla de hace 3 mil años?!- dijo King
-eres del clan de las hadas- se volteó para verlo -si quieres saber solo debes ganar, te daré lo que quieras para cumplir tu deseo- dijo sin borrar su sonrisa
King frunció el ceño reprimiendo todo sus sentimientos por la situación y volvió a su lugar, el festival estaba apunto de empezar pero una figura cruzó el laberinto aterrizando sobre alguien.
-Gowther acaba de arribar- dijo haciendo una pose
-ni me acordaba de él- dijo Akemi con una gota de sudor resbalando por su cabeza
-disculpe, podría quitarse de encima- dijo un hombre en el suelo y Gowther se apartó sin deshacer la pose
-lo siento, parece que por este tipo de actos debo disculparme-
-no pasa nada- dijo mientras se alzaba -suelen decirme qué pasó desapercibido, no te preocupes- se soba la nuca y sus lentes caen al suelo cuando lo miro
-esa actitud, manera de hablar y apariencia- dijo Gowther mirándolo -tú eres Escanor, cuánto tiempo sin verte- lo apunta y Escanor grita al ver sus lentes rotos
-ese es Escanor-sama
el pecado del León?- dijo Elizabeth poco sorprendida
-se lo que quieres decir- dijo Meliodas mirando la escena
-los lentes que Melirn-san me dio se rompieron! Sin estos...- empezó a gritar descontrolado pero luego fue callado por uno de los tentáculos que lo atravesó
Meliodas junto con Ban y Elizabeth se acercaron preocupados por saber el bienestar de su compañero.
-quisiera que no intervenga con el desarrollo del festival- dijo Gloxinia quien fue el responsable
El peli-rojo logró percibir una presencia que para el era conocida, su mirada se fijó en la peli-azul quien no despegaba su mirada de ambos demonios, una alegre sonrisa se apareció en el rostro del hada.
-Akemi-chan! Que gran sorpresa encontrarte aquí-dijo con una sonrisa -eres una malagradecida después de que nos resistimos en comer tu alma y te dimos lugar para dormir, solo huyes- dijo asiendo un puchero
Akemi solo frunció el ceño sintiendo las miradas de los demás clanes presentes, Escanor estaba muy mal herido, la pel-azul dejó de tomarle importancia a lo que pasaba y se acerco a donde estaba Escanor.
-o-otra ves... no pude d-decirle a... M-Merlin-san... yo n-no quiero morir- dijo con lágrimas
Akemi miro a Gloxinia con una mirada suplicante pidiéndole con la mirada que lo salvara, Gloxinia soltó un suspiro y acerco uno de sus tentáculos hacia Escanor. El tentáculo empezó a cambiar de forma mientras que un brillo lo rodeaba, se transformó en una hermosa flor que florecía cerca del hombre, una gota dorada callo sobre Escanor causando que la enorme herida se cure por completo sorprendiendo a los presentes.
-qué alegría está bien- dijo Elizabeth mirando como Escanor se levantaba y se miraba confundido
-Drole-kun te encargo que los acomodes- mira al gigante
Drole junto sus manos causando que los integrantes fueran separados y reunidos entre los cuadriláteros.
-aquellos que están en el mismo lugar fueron elegidos como compañeros del destino, luchen con honor y la fortaleza de un guerrero- dijo Drole
Akemi miro a sus oponentes lo cual no le parecía nada bien, sus oponentes son King y Diane, la peli-azul miro a su pareja, era un hombre de cabello rojo con puntas negras, su piel color canela, sus ojos totalmente rojos que no dejaban de mirarla, su expresión era sería y firme.
-mucho gusto, soy Akemi- se presentó la joven
Una sonrisa se formó en los labios de aquel hombre, Akemi sentía que conocía a ese tipo pero no sabía dónde lo había visto.
-quien lo diría, vine aquí para cumplir mi deseo, pero veo que mi deseo ya fue cumplido- dijo confundiendo a la joven -Akemi del clan de los dragones, e esperado tanto tiempo para tenerte frente a mí-
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