Estoy apunto de entrar en pánico, sin saber que esperar de aquella situación, quizás Tom podría enfadarse debido a que lo estaba espiando. Pero el simplemente hace su libro a un lado, y se pone de pie para llegar hasta mí.

—¿Se hizo algún daño? —cuestiona.
—¿C-como dices? —pregunto entre balbuceos, me distraje lo suficientemente con aquellos ojos azules mirándome, demasiado como para poner atención a sus palabras.
—Tu teléfono —ríe—, ¿se hizo algún daño? Sufrió una fuerte caída  —me mira jocoso.
—Ah, yo... creo que si se rompió un poco.

Retiro el teléfono del bolsillo de mis jeans, y efectivamente está más que roto, ya ni siquiera enciende. Resuello con frustración, anteriormente ya había roto otro teléfono, éste me lo regalo mi padre no hace mucho, es relativamente nuevo.

—Papá va a matarme cuando se entere...
—No tiene por qué hacerlo —sonríe, a lo que arrugo el seño sin entender— compraremos uno nuevo antes de que vuelvan.
—¿¡Qué!? ¡Claro que no!
—¿Por qué no? —me mira inquisitivo
—P-pues porque no quiero que gastes dinero en mí, ¡es obvio el por qué!
—Es lo menos que puedo hacer —su rostro se ve entristecido— quiero compensarte el haberme alejado tanto tiempo.
—No es necesario —sonrío—, estás aquí, eso es lo que importa.
—De todos modos pienso comprártelo, no vas a convencerme de lo contrario.
—Gracias Tom —me sonrojo nuevamente.
—Por favor —te mira fijamente, siempre le ha causado ternura el que te sonrojes, más si el es el causante—, ¿Te parece si nos vamos en cuanto acabe el capítulo de mi libro? —Pregunta regresando hacia la cama.
—No hay problema —Esbozo una sonrisa.

Tom se regresa a su cómoda, retoma su postura anterior para continuar con su lectura y yo solo me quedo parada viéndolo, sin mover ni un solo músculo. Es evidente que mi incomodidad se nota a leguas, en consecuencia me mira y sonríe de lado, a su vez da dos ligeros toques sobre su cama. Lo pienso durante un momento, aunque no tardo demasiado en aceptar su invitación, y camino lentamente hacia el para recostarme a su lado.

Tom lee tranquilamente las páginas de su libro, mientras me mantiene aferrada a él con su otro brazo; cada tanto siento como juega con mi cabello, o acaricia mis mejillas enrojecidas, a más no poder.
Por un breve instante me dejo llevar por la situación y cierro los ojos, acomodándome sobre su pecho; el sonríe a causa de aquello, y sigue con lo suyo. Al sentir los latidos de su corazón no puedo evitar ponerme nerviosa. Aquella esencia que se desprende de él causa en mi todo un revuelo de emociones.
Inconscientemente comienzo a imaginar cosas que quizás en algún otro momento nunca se me vendrían a la cabeza, pero simplemente sucede.

¿Qué se sentirá besar a Tom?

Mk mente recrea automáticamente una situación en la que aquello sucede. Ambos sólos en una habitación, justo como ahora, uniendo nuedtros labios de una forma tan única... tan impecable... tan... sutil, que sólo sería posible en mi imaginación.
Aquella escena se queda plasmada en mi memoria. Imaginarme con él en esa circunstancia... sus labios tan suaves y delicados jugando con los míos, Simplemente causa que me estremezca, y sin poder retenerlo, suelto un pequeño gemido.

Tú no eres capaz de notarlo, pues estás demasiado ocupada en soñar despierta en estos momentos. A pesar de ello, Tom consigue distinguir aquél pequeño pero audible quejido, detiene su lectura unos segundos para observarte. Se toma su tiempo para contemplar, tus ojos que se encuentran cerrados, muerdes tu labio inferior, y posteriormente a eso sueltas un suspiro. Un leve color bermellón aparece en las mejillas del pelirrubio; no tiene ni la más remota idea de lo que esté pasando por tu cabeza. Tom cierra su libro con delicadeza para no exaltarte, y te mira.
Te encuentras sumida en tus pensamientos con el británico, mientras que le abrazas, y te aferras a su camiseta.
Quizás el ya tenga una idea aproximada de lo que sucede aquí. Aunque no quiere realizar conjeturas al respecto, pero puede que lo estés haciendo demasiado evidente. Él  simplemente decide esperar a que te despabiles, no quiere que te sientas avergonzada al respecto.
Poco a poco, sin quererlo así, caes profundamente dormida.
El hombre que se mantiene a tu lado no tarda en darse cuenta de aquello, y sonríe, deja su libro en la pequeña mesa de noche y se acuesta contigo, cubriéndote con las sábanas. Por otro lado, Tom no tiene ni una pizca de sueño, y se dedica a contemplar tus facciones. Se posiciona de costado, quedando frente a ti, y timidamente acerca su mano hasta tus mejillas, enreda sus dedos en tu cabello; finalmente regresa a tu rostro, y se detiene justo antes de llegar a tus labios.

Allí se mantuvo unos segundos; quizás el también tenga curiosidad al respecto. Ha pasado mucho desde que Tom se fue de Londres, y no ha sabido nada sobre ti, hasta ahora. Sin embargo has cambiado notablemente, él no esperaba encontrarse con una mujer, más bien esperaba ver a la pequeña _____ que a penas y podía caminar. Tu drástico cambio hizo que la mente de Tom se confundiera, y el lo sabe.
Sin embargo, el británico evalúa los pros y contras de sus acciones antes de llevarlas a cabo. Posiblemente es lo que haya estado deseando desde que llegó, puede que en el fondo sienta algo más por ti, y el besarte significara  el poder expresarlo de la mejor forma

Finalmente suspira, el quiere hacerlo.

Con sutileza se aproxima a tu rostro, hasta llegar a tus labios; siente perfectamente tu respiración, tan calma, que le derrite el corazón.

Y se aleja.

Aún no tiene el coraje suficiente como para cometer una acción tan descabellada. El besarte, incluso el creer sentir algo por ti sería prácticamente una traición hacia tu familia, y el no soportaría cargar con la culpa de ello. Así que sin más, se da la vuelta, intentando ignorar lo sucedido.