Una semana tranquila
Ella hacia su trabajo como era debido. Él realmente era muy solitario, casi no le hablaba a menos que fuera necesario; se servía el café solo, muchas veces ella se ofrecía a servirle, pero era muy cruel y la ignoraba.
A Fátima le molestaba esa actitud, de alguna forma le dolía el rechazo. Pero eso era parte de su supervivencia, trataba de reprimir sus emociones y seguía con su trabajo.
Habían pasado algunos días y no conocía mucho de Omar. Aún no sabia si era casado.
Nadie lo llamaba, eran unos pocos socios los que se comunicaban.
Cuando Omar nesesitaba algo la llamaba a la oficina pero siempre le daba la espalda, trataba de evitarla a toda costa.
《 Solo trabajo, ¿Está bien no? ¿Pero porqué me siento tan mal?》 pensaba.
Pasó la semana tranquila, aunque sus compañeras de trabajo habían corrido el rumor de que ellos eran novios ya que eran los dos de la misma religión, pero nadie se atrevía a hablar del tema frente a ellos.
Anastasia, una mujer hermosa, con veinticinco años de edad era la jefa en contabilidad. Ella estaba enloquecida por Omar, ya lo había visto en varias ocasiones, pero él era muy distante y siempre evitaba contacto con las mujeres, en especial con ella.
Omar siendo un hombre alto y atletico, con la piel bronceada, ojos marrones y cabello negro llamaba la atención de varias chicas en la empresa. Él era joven pero muy serio para su edad, siempre vestía camisas de diferentes colores neutros y su típico pantalón negro, zapatos y saco sin corbata, llevaba sus primeros botones desabrochados dentro de su oficina, el cabello bien peinado y su perfume de Cartier, embriagador como el cuerpo que lo llevaba impregnado en sus vestimentas.
Fátima, una joven hermosa de piel blanca, ojos chocolate claros y unas curvas que ocultaba bien con sus vestimentas, su rostro que lucia siempre adornado con una timida y hermosa sonrisa provocaba celos en Anastasia, ella siempre trataba de hacer algo en contra de Fátima, buscaba pequeños errores para culparla, buscaba pretextos para entrar a la oficina del jefe y así poder verlo. Pero nada de eso funcionaba con Omar. Él era muy cortante y serio en el asunto.
Omar permanecía siempre en su oficina, muy pocas veces salía. La rutina diaria era hacer su trabajo y se retirarse a la hora de salida. Casi no hablaba con nadie a menos que fuera cuestión de trabajo.
Anastasia trataba de vestir más seductora cada vez que podía para llamar la atención de un jefe que no le interesaban ese tipo de relaciones. Ya estaba desesperada para hacer caer en sus redes al jefe de turno, había conseguido mucho con khalik gracias a su belleza, pero Omar no era igual.
El viernes tuvieron una reunión. Uno de los socios presentes, que era regordete miraba con lujuria a Anastasia que vestía muy seductora, ella indignada por tal acoso se acercó a Omar y se hizo la ofendida. Él le ignoró y continuó con su trabajo; sin embargo ella para llamar más su atención le sujetó de los brazos y se le fue acercando más, Fátima quien estaba parada en una esquina veía la escena indignada.
《 Claro y esta que se le quiere subir encima, anda de exhibicionista y ahora se queja porque el que la mira es un gordo, ¡aighh!, que asco de mujer...》 Estaba demasiado frustrada por no poder hacer nada, ya quería gritarle a esa atrevida 《¡¡sueltaloo!!》 . Trató de disimular bien su incomodidad o eso es lo que ella creía.
Omar cansado de no poder quitársela de encima actuó rápidamente. La tomó de las manos y la apartó lo suficiente, le pidió que se parara frente a todos los presentes en la sala, donde todos la pudieran ver; Ella creyendo que él la iba a defender, feliz se acomodó muy bien.
Anastacia llevaba una falda muy corta, normalmente permitían hasta las rodillas pero ella excedió el limite, aparte de eso llevaba una camisa blanca donde mostraba su escote, se dejó dos botones abiertos y se puso unos tacones altos, todo de negro, el pelo suelto y mucho maquillaje; ya ubicada frente a los presentes vio como todos los hombres la miraban incluyendo al gordito. Indignada se empezó a abrochar los botones de la blusa, luego trató de bajarse la falda pero era imposible por lo corta que era, algo nerviosa se quedó parada sin saber cómo reaccionar, todos esperaban la razon por la que habian hecho una pausa. Ella se percató de que Omar en ningún momento la había visto y vio tambien como Fátima agachaba la mirada, Anastasia no sabia que pensar:
《 ¿Porqué Omar me paró frente a todos y es el único que no me ve con tal lujuria? 》 pensó.
Aunque entre los presentes había un socio joven y muy guapo, quien llamó su atención inmediatamente, éste le guiñó el ojo mostrando una sonrisa pícara, cosa que dejó pasar en el momento.
Ella devolvió su mirada hacia Omar. ¿Porqué el hombre por el que ella se vistió así no la miraba?, se preguntó. En realidad eran otros los que estarían imaginando cochinadas, o tendrían ideas perversas, porque sus miradas los delataban. La vergüenza se hizo presente, ella no quería ser exhibida de esta manera.
Continuará...
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