Fátima estaba cansada de esperar una mirada de parte de Omar,  tal vez debía interrumpir lo que él hacia para llamar su atención. Se decidió y habló sin pensarlo dos veces.

—¿Puedes darme otra habitación?, Es muy incómodo —dijo ella algo temerosa, él en cambio siguió en silencio—.  No quiero compartir habitación —dijo esta vez con la voz un poco elevada para que le pusiera atención.

Él la miró serio, parecía que interrumpía algo importante. Sus miradas se cruzaron y ella notó furia en él, sin embargo, parecía estar controlándose, ella con un poco de temor se apresuró en desviar la mirada.

—No pusimos reglas en el trato, ¿Podemos hablar?. Por favor. —insistió Fátima,  esta vez habló con delicadeza.

Omar apagó su aparato y lo dejó en el escritorio, luego la sujetó de la mano y la sentó en la cama sin decir palabra alguna.

—¿Qué haces?, ¡No voy a dormir contigo sabes!—. Ella estaba un poco asustada, no podía creer que iba a ser violada, cualquier cosa iba a gritar para que Khadija la salvara... pensó mientras él cerraba los ojos con mucha fuerza.

—Lo sé... ¿Crees que yo sí?, ¿Acaso no entiendes la situación? —suspiró para continuar—. ¿Cómo puedes dormir en otra habitación?, ¿Crees que es fácil para mí?... ¿O es que acaso sientes el sofá incómodo? —tomó una pausa larga esperando respuestas, pero ella no emitió sonido alguno.

—¡Puedo dormir aquí y tú en la cama! —le dijo tratando de que ella entendiera las cosas—. No puedes dejar esta habitación. Tampoco quiero hablar del trato, no tenemos nada de qué hablar. Debes arreglarte con mi mamá, actúa como mi mujer y se feliz.

》 Tienes todo: casa, comida y ropa, ok... mañana voy a trabajar y te dejo en casa de tus padres, puedes quedarte allá unos días. Y recuerda, debes acostumbrarte a compartir la habitación porque yo estoy haciendo un gran esfuerzo.

—¿Me puedo quedar con mis padres?, pero se ve mal que... 

Ella se sentía feliz y a la vez triste. No comprendía aquella situación.

—Ya hablé con tu padre y me pidió que te diera unos días con ellos. No te estoy dejando allá por que quiera, ellos así lo desean. Además, tienes muchas cosas de que hablar con ellos.

—Está bien—. Se levantó de la cama, cogió una almohada y se sentó en el sofá. Omar sólo veía lo que ella hacía, luego cruzó sus manos sobre su pecho esperando alguna explicación. Aunque era obvio, quería oírlo de su boca.

—Dormiré en el sofá, es tu cama. Además, estoy cómoda aquí, es solo que me molesta estar en la misma habitación.

—¡Bien, como quieras! —dijo sin darle importancia.

—¿Y mi trabajo?, ¿Cuando empiezo? —preguntó aún cuando la conversación había finalizado.

—Pienso que es mejor dejar de trabajar, ya no me debes y no te quiero todo el tiempo conmigo.

—Claro que si te debo, y voy a seguir trabajando, tu madre me dijo que si podía. Además quiero pagarte, no soy el tipo de mujer que anda pidiendo dinero —aclaró.

—¿Ah no? —rió con amargura—. Pues si me quieres pagar creo que tienes una deuda grande, anda no seas orgullosa y dejemos el tema.

—¿De que hablas?, ¿No son sólo siete mil los que te debo?

—Dejemos el tema y duerme, si te incómoda el sofá puedes dormir aquí en la cama.— Ella abrió los ojos después de oír lo que dijo Omar, él al notarlo se apresuró en aclarar lo que quiso decir —Es decir, cambiamos de lugar... es decir no compartirla, ¿entiendes?

—Ya lo sé. Estoy bien, es tu cama y no quiero dormir ahí.— Ella se cubrió de pies a cabeza con una cobija y fingió estar dormida.

Omar apagó la luz y se acostó sobre la cama. Siempre tomaba unos minutos para reflexionar antes de quedar rendido ante el sueño. 

Él no entendía si Fátima era muy  orgullosa o simplemente estaba fingiendo con él sobre la deuda. Porque había empezado a odiarla por ser una interesada, sentía que lo usaba para sus beneficios al igual que sus padres.

Muy en el fondo Omar deseaba que Fátima fuera un tanto orgullosa y estuviera dispuesta a pagar las deudas de su padre. Quizás le devolvería todo el dinero, él no lo deseaba, pero de seguro sí la iba a poner a prueba.

Fátima estaba pensando sobre las cuentas. ¿Cuanto le debía?, ¿Porqué Omar había dicho eso, acaso Halima le había sacado más dinero?, ¿Que pudo haber pasado?.

Ella pensaba en dos opciones, que Omar exageraba o que sus padres estaban en graves problemas económicos y acumularon más deudas.
Lo primero que iba a hacer al día siguiente era averiguar sobre eso.

Ella deseaba que fuera la primera opción, que Omar estuviera exagerando, porque realmente no podría pagar tanto dinero dentro de un año.

Ella tenía que averiguar la verdad pasara lo que pasara ya que le empezaba a molestar tener que deberle tanto a Omar.

Al día siguiente Fátima se levantó y se tomó un baño para bajar y  preparar el desayuno. Omar se había levantado, había orado y se había vuelto a dormir ya que tenia tiempo suficiente para ir a trabajar.

Desayunaron y se despidieron de Khadija, Omar la dejó en casa de sus padres y le dijo que se podía quedar hasta el fin de semana, él no tenía problema alguno. Ella se despidió y su madre salió a recibirla. Antes de que Omar se fuera Halima se acercó al auto para invitarlo a cenar, éste se excusó porque no quería asistir, luego se retiró.

Entraron a casa y Fátima ayudaba a su madre con algunos trabajos. Ellos estaban empacando cosas porque iban a vender la mayoría de los muebles. Ella sin más rodeo empezó a cuestionar a su madre. Quería saber la verdad cuanto antes.

—Madre, ¿Qué está pasando?, ¡No entiendo nada!

—De que hablas hija, no pasa nada, solo vamos a ir a nuestro país por un tiempo.— Desvío la mirada acusadora de Fátima.

—No hablo de su viaje, es obvio al ver todo empacado y a donde más podrían ir dejándome sola.

—Hija, entonces que quieres que te diga.

—Sólo la verdad de todo y sabes a lo que me refiero.— Su madre permaneció en silencio desviando la mirada de Fátima, pero ella insistió.

—Dime Cuánto dinero le pidieron a Omar y quiero toda la verdad.— Aún su madre no era capaz de emitir ningún sonido, empezaba a ponerse nerviosa y sabía que tenía que decir la verdad —Sabes, me duele creer que todo lo que había a mi alrededor era falso, pero me duele más que tú hayas provocado parte de esto mamá  —dijo con los ojos llorosos, el silencio de su madre le confirmaba lo peor.

—Hija...

—¿Acaso papá sabe de esto?, Dime qué rayos pasa porque estoy cansada de descubrir las cosas tarde... ¿Prefieren decirle a Omar?

Para Fátima el silencio de su madre le confirmaba lo peor,  unas cuantas lágrimas rebeldes empezaban a mojar su mejilla. La punzada en su pecho cada vez aumentaba y sentía que el mundo se le caía a sus pies. ¿Cómo era posible ser traicionada por sus propios padres?, ¿Acaso ella había sido una marioneta?, ¿Acaso Omar tuvo la razón siempre?, ¿Tenía él derecho a juzgarla como interesada?...

¡HOLA!

Hola a todos, como algunos sabrán,  estoy mejorando los capítulos y empiezo a tardarme más de lo que debo. Pero aquí estoy, esforzándome y mejorando cada día un poco más. 

Recuerden, acepto críticas constructivas, siempre con respeto. Si les gustó este capítulo no olviden votar. Dejen sus comentarios, y los espero en la continuación.

😉😉