Llegaron a la entrada del hospital donde los padres de Fátima los esperaban impacientes.

El padre se veía más calmado, preguntó a Fátima si ella estaba  bien y si era feliz, ella solo sonrió forzosamente. El padre quedó más relajado al creer que su hija decidió tener una relación con aquel joven  por su propia cuenta y que Omar no era un aprovechado.

Omar dio la cara y se disculpó con los padres de ella, explicó brevemente de que no eran novios y luego les dijo su nombre y el de su padre para darse a conocer.  Omar sabía cómo calmar la situación y Fátima quedó impresionada, la madre les confesó que llevaban seis meses que no pagaban los gastos del hospital y que tenía un crédito y facturas que pagar. El dinero lo usaba para los medicamentos y gastos de la casa, del ahorro sólo quedaban apenas 1000 y no alcanzaba ni para pagar las facturas del hospital, los médicos y cardiologos, etc.
Fatima y Omar solo escuchaban, ya se lo esperaban.

Ellos entraron a la oficina de cobros y ajustes de precio (oficina del hospital donde dan plazo para pagar los gastos del hospital y a los médicos),  era ahí donde ellos debían pagar el crédito que su madre tenía y por suerte no era una gran cantidad de dinero que necesitaban.  Omar terminó de cancelar la suma de siete mil quinientos dólares.
Fatima aun revizaba con mucho cuidado las facturas, pudo ver que estaba detallado todo con fecha y monto.

El padre de Fátima no tenia seguro, y sus constantes ataques cardiacos, más sus tratamientos de las piernas y fisioterapia eran costosos. Además llamaban al cardiologo de una clínica privada para ver su caso y cada cita le costaba cien dólares.

Revisando los papeles y firmando los pagos finalizaron con los tramites, eso era todo por ahora,  pagar las facturas. Pero su padre aún no estaba en buenas condiciones y debía  visitar el hospital cada semana y hacerse revisión con los médicos, también debia hacer sus terapias en casa.

Al fin salieron a la entrada principal, Fátima se acercó a sus padres y juntos esperaron a Omar. Mientras, él se apresuraba en traer su auto.

Omar sabía que debía darles un poco de tiempo para que aclararan el asunto del dinero y Fátima ya sabia que decir; ya lo habían conversado antes de regresar con sus padres.

Fatima se dio cuenta que Omar era precavido y  siempre sabía actuar según la situación. Cada día se sorprendía más.

Al fin llegó, ellas pasaron a los asientos de atrás y el padre de ella iba de copiloto. Durante el camino hablaron de sus familias.

Yusuf el padre de Fátima habló sobre como su hermano dejó de enviar las ganancias de sus tierras y que él tendría que viajar para resolver el problema, preguntó a Omar sobre su padre y su accidente, luego de cómo estaba su tío khalik.

Omar contó su situación sin dar muchos detalles y evitó hablar sobre lo mal que iba con su tío. Habló de su madre y Fátima se sorprendió al escuchar de ella.

Los dos hombres conversaban como si ellas no estuvieran en el auto, Halima podia notar interés en el rostro de Fatima, también pudo notar que ponía demasiada atención a la conversación de los dos hombres que no se dio cuenta de que su madre la miraba durante todo el camino.  
Fátima quería saber más de Omar. Él contaba sobre su trayecto de vida y realmente era una vida muy dura, sintió culpa al hablarle groseramente, ella entendió como provocó tal furia en él. 

Al fin llegaron a casa, ellos insistían en que él pasara pero se excusó para retirarse, ayudó a bajar al señor Yusuf y Fátima le dio las gracias y se adentro a la casa, acomodó las cosas para que su padre pudiera moverse fácilmente en su silla de ruedas.

Fatima trató de evitar a su padre para que no tocara los temas sobre Omar, pero sabía que en cualquier momento debía hablar del tema. Ya en la cena su padre la tomó desprevenida.

—Hija, sé que se gustan y confío en ustedes de que no están haciendo nada Haram (indebido), pero dime: ¿Está él muy serio para pedirte matrimonio?... Porque si no es así, te pido que te alejes, eres muy joven y no quiero que sufras —dijo sin esperar respuestas—. Y  de las cuotas sobre la deuda está complicado, deberías converzar bien sobre eso. Con tu salario nos mantenemos y no quiero que trabajes más de lo debido, haremos algo para recuperar los bienes que me corresponden y así pagar la deuda, no se como tu madre te ocultó este problema por tanto tiempo —suspiró para luego continuar, Yusuf estaba muy preocupado por su hija.
—Sabes que Omar es un buen chico pero seguramente es algo amargado por lo difícil que fue su vida.

—Vi a Fátima sonrojarse varias veces y cada vez que Omar reía Fátima se sonreía un poco —interrumpió Halima en la conversación y con su comentario hizo reír a Yusuf—.  Hija,  ¿Estás segura que Omar es el ejido?

—Madre, ¿bromeas? —dijo un poco apenada—. Es mi jefe y nos ayudó por que conoce a papá y sabe que su madre y su padre harían lo mismo, no lo hace por mi. Además me negué a que nos ayudara.

—Vi a Khadija en estos días, me dijo que va a casar a su hijo pero no sabe cómo, porque él no se relaciona con las mujeres y las que ella propone no las toma en cuenta, las niega de inmediato. Es por ti, ¿No lo crees?.  ¿Acaso khadija no sabe lo de ustedes? — preguntó muy interesada en la respuesta.

Sonó el teléfono así que Fátima aprovechó para levantarse y evitar dar respuestas que ni ella misma sabía, pero su madre se adelantó haciendole señas para que se volviera a sentar y terminara la cena.

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