El nuevo socio no paraba de ver a Anastacia. Omar arrastro a Fátima hasta dejarla al lado de Anastasia y él volvió a su lugar para dirigirse a los hombres que ahí estaban; todos sorprendidos esperaban una explicación.

Efectivamente la iban a recibir, Omar les preguntó que tal les parecía la hermosa jefa de contabilidad, todos rieron, luego pregunto por Fátima, y nadie dijo nada, estaban serios.

Fátima se retiró a un lado cubriéndose con Omar, le incomodaban las miradas de aquellos hombres. Este no dijo nada, solo se dirigió a Anastasia:

—Dime, porque te vistes así si no quieres que mi amigo el gordito te vea— dijo señalando al señor que estaba sentado en el fondo —. ¿Acaso crees que si te vistes así tú eliges a los que te pueden ver?, sabes que eres tú la culpable de que te miren con lujuria, que tengan pensamientos contigo. Cómo es posible que te de vergüenza. ¿Porqué?, ¡Tú eliges vestirte así y luego te quejas! —continuó—.  Si vuelves a vestirte así en esta empresa estás despedida, y créeme que no vale la pena destruir tu carrera por tonterías como estas.
》 No es un juego lo que estamos haciendo, es trabajo, ¿Entiendes?. Si te exibes, no te quejes de lo que otros hombres hacen con tu imagen. No quiero más faltas en el trabajo .—  Ahora todos estaban más serios, no sólo ella tenia la culpa, los hombres deben controlar sus instintos. Siéntate que debemos terminar —miró el reloj que llevaba en sus manos y se dirigió a los presentes—. Son las 4: 45 nos tomaremos un rato más para terminar hoy, no queremos volver el lunes a esto, ¿verdad?.

—Vamos, sigamos, que no es la primera mujer que veo eh  — dice el gordito en tono burlón.

—Sigamos  — dice el socio más joven.

—Como tu digas Gustavo  — le responde Omar  —.  Y sobre el tema que debemos hablar la alianza, lo haremos el lunes entre nosotros, terminemos con otros temas importantes.

Finalmente la reunión terminó a las 5:45, se alargó un poco más de lo debido, por pequeños conflictos.

Gustavo veía de reojo a Fátima, le parecía una joven hermosa y lo mejor es que debía ser virgen.

《 wow carne fresca, esta me la tengo que ganar y pronto aunque ... la otra se ve que esta buena pero es usada, parece haber pasado por varios pero es una opción, siempre que lo haga bien ...》pensaba sin dejar de apreciar la belleza de Fátima.

Fatima se apresuró en recoger los portafolios, luego las tazas de café. Había servido dos rondas y también unas galletas, llevó todo al comedor y empezó a fregar. Omar terminó de despedirse de los socios que iban saliendo, algunos antes de irse le sonreian a Anastasia por eso Omar le pidió a Anastasia que se retirara primero para evitar algún otro problema.

Él entró a la sala de reuniones y se sorprendió al ver a Gustavo sentado aún, este le dijo que se verían el lunes pero Gustavo seguía ahí sin querer irse. Llegó Fátima para limpiar la mesa ya que era muy ordenada. Omar le pidió que dejara de limpiar y se retirara ya que le molestó como Gustavo seguia ahí viendola, notó la mala intención que tenia Gustavo con la joven.

Fátima prefirió ordenar las cosas excusandose de que los de aseo se retiraron y no podia dejar todo así hasta el lunes. Omar le pidió a Gustavo que salieran y así Fátima terminara cómodamente.

Gustavo salió, pero esperó a que ella recogiera sus cosas, al ver que se dirigia a la salida él le siguio los pasos a Fátima.

Omar iba a cerrar por eso esperaba a que fatima saliera por ser la última. Él pudo notar como Gustavo iniciaba su jugada, era como un un león detrás de su presa. Omar se estaba enojando, tenia una mezcla de sentimientos que trató de ignorar, se dijo para si mismo que no era de su importancia saber de ellos, así que fue con más calma, cerró todo, activó las alarmas y salió.

Al salir vio como Gustavo tomaba a Fátima por las manos y la conducía a su auto, pero ella se resistía. Del impulso él se les fue acercando, estaba enojado, no podía creer que iba a salvar a la tonta de Fátima, ¿Porqué ella siempre estaba en esas situaciones?

—¿Qué sucede Fátima?  — miraba fijamente al hombre que tenia en frente. — Gustavo, sueltala por favor, ella viene conmigo.— Lo ignoró, le quito de un jalón el brazo que le sujetaba a la indefensa mujer y la acercó más a él  — sabias que tu madre me a llamado, me invitó a tu casa para la cena y creo que mejor nos vamos juntos, ¿Quieres? — dijo cuidadosamente, viendo la reacción de Gustavo.

—Sí señor, vamos —susurró.

—Nada de señor, estamos fuera del trabajo y puedes decirme Omar.—  Se volteó a ver a Gustavo mientras lo fulminaba con la mirada. —Amigo, ya puedes irte, Fátima tiene con quien regresarse a su casa... ah y no vuelvas a presionarla. Ella es ajena, no es con el tipo de mujeres que acostumbras.

—Fátima, si quieres venir alguna vez conmigo ya sabes  —Insistió.

—Estoy bien con oo..Omar, no me hace falta más nada gracias... —  Ella estaba nerviosa por las miradas de Gustavo y por sentir tanta presión en su brazo. Omar seguía sujetándola mientras seguía con la mirada fija hacia Gustavo.

Gustavo subió al auto, arrancó el motor pero no se iba, esperaba a que ellos salieran antes. Los dos se desafiaban con la mirada.

Omar volteó a ver a Fátima y ella notó el odio que Omar le expresó. 

《 ¿Me salva pero también me odia?, ¡Genial!》pensó. Ella nunca lo entendía porque no sabía cómo iba a actuar, él era   indescifrable.

—No te asustes, solo sígueme el juego. Es tu salvación de este psicópata  —le susurró de cerca, ella sintió como se erizaba su piel.

—Sii, gggg..gracias.—  Se le salio una risita nerviosa, Omar la tomó por la cintura y la acercó a él. Caminaron hasta el auto deportivo

Fátima estaba nerviosa, pensó que podría ser la adrenalina de poder estar dentro de un auto de esa magnitud,  pero no era eso precisamente. Ella sentía como su corazón latia con fuerza, el tacto y el perfume embriagador de Omar le causaban todo el nerviosismo.

Él estando cerca de ella estaba tenso, controlaba sus pasos, y no la miraba. Ella levantó la cabeza para ver su reacción y notó enojo de parte de él. Al fin llegaron al auto que se encontraba muy cerca, pero esos pocos pasos fueron toda una eternidad con una mezcla de sentimientos.

Omar le abrió la puerta viendo al otro lado donde se encontraba Gustavo. Cerró con cuidado disimulando una sonrisa. Rodeó el auto, abrió la puerta y antes de subir se quitó el saco, lo dejó en la parte de atrás con su maleta, se sentó y arrancó los motores.

—Disculpame por lo que voy a hacer.—  Se acercó demasiado, sus labios rozaron cuidadosamente las  mejillas de Fatima transformandolo en un tierno beso, ella no pudo evitar sonrojarse, sin poder evitarlo disfrutó del beso que no duró mucho, la nariz de Omar rozaba aún con aquellas mejillas ya sonrojadas. Ella salío del trance al oír un susurro más.— ¡Sonríe! —le ordenó, para acomodarse en su lugar.

Bajó las ventanas del auto y pasó al frente de Gustavo. Ella se dejó llevar por la emoción del beso dándole paso a una sonrisa llena de alegría.

¡Hola!

Aquí les dejo un capítulo más.  😉😉