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Días después...

Había tenido mucha carga de trabajo por esas dos últimas semanas, y exhausta, ingresaba una tabla dinámica, para ver los gastos, de servicios, de motos del mes pasado y deseé abrir el relicario para mirar a mi Layne unos instantes.

Me cercioré de que no viniera nadie y rápido me saqué el relicario y lo abrí. Su dulce rostro angelical me alegraba y me sacaba todo el estrés que podía tener.

Con los ojos fijos en su retrato, me llené de sonrisas y de sueños locos junto a él. Me encantaba mirarlo una y otra vez; me fascinaba cada vez que abría mi relicario y me encontraba con su rostro viéndome y sonriéndome.

—Mi Layne, cuanto te amo. Sé que esto es una locura, pero ya no puedo negarlo. Estoy enamorada de ti...

Me encerré en mi habitación y con deseos de volver a verlo, coloqué el video "Man in the box."

Hipnotizada frente a Layne, amaba más cada una de sus tomas. El corazón se me iba a salir del pecho.

—Te amo tanto, Layne, amor mío...

De pronto, él cantando en una escena, comenzó a moverse de verdad, y yo encantada frente a su video y canción, no me di cuenta de ese suceso.

Atónito e impresionado, no entendía nada y moviéndose por mecanismo para la próxima escena, me miró tras la pantalla y quedó cautivado.

<< ¿Qué es esto? >>

<< ¿Por qué estoy aquí? Si yo estoy muerto. >>

Volví a mirarme y me vio sonreír con destellos y su corazón empezó otra vez a latir, lo que más lo impresionó.

<< ¡Mi corazón está latiendo de nuevo! >>

<<Pero ¡¿Cómo?! >>

<< ¡¿Qué está pasándome?! >>

<< ¿Y quién es esa joven mujer? >>

Vio a su alrededor, donde se encontraba, y más se exasperó y confundió.

<< Esto es el video de nuestra canción "Man in the box." >>

Se vio a sí mismo, su ropa, su largo cabello y se tocó el rostro; se miró las manos con urgencia.

—Esto no puede ser ¿A caso, he regresado de la muerte?...

El video acabó y yo apagué el televisor. Necesitaba una ducha urgente y fui a dármela...

Atónito, vio que sus amigos eran solo parte de aquel video. Todo lo era, menos él, y desconcertado, salió de la granja a buscar alguna respuesta, pero vio que no había nada más que aquel lugar solitario.

Regresó a la granja y volvió a mirarlo todo. Era como si el tiempo se hubiera detenido justo en aquel video musical. Estaba atrapado en esa cinta, y aún confundido, recordó a aquella joven mujer y el corazón se le aceleró sin razón.

—Esa mujer no logró verme, es decir, me vio, pero solo a través del video.

Preocupado, se sentó en la paja y soltó un suspiro con pesadez; volvió a pensar con detenimiento y luego esbozó una cándida sonrisa.

—Tenía una dulce sonrisa, además de ser hermosa...

Volvió a sonreír y se sintió contento, a pesar de estar ofuscado por toda la situación.

Continuó pensando en ella. No dejaba de hacerlo y pensó en algo en concreto.

—De lo único que ahora estoy consciente es que existo en este video. Que ironía, soy el hombre en la caja...

Me sequé el cabello, y sin razón, sentí muchos deseos y anhelos de mirar de nuevo el video y con ansias, lo puse otra vez.

Él aún sentado sobre la tiesa paja, vio de pronto una extraña luz; se enderezó y se sorprendió al verme otra vez tras la pantalla.

—Es ella otra vez...

Con la toalla enrollada en mi cuerpo, me senté en la cama para solo mirar el video, e hipnotizada frente a Layne, me dejaba atrapar más y más por su ronca voz, el estribillo de la canción y su rockero ritmo. El corazón se me iba a salir del pecho de emoción y alegría y Layne viéndome sonreír, me miró con destellos en su rostro, frente a la toalla enrollada en mi cuerpo.

A la mañana siguiente...

Me coloqué el relicario con su foto y me fui al centro a pasear un rato. Había quedado de juntarme con unos amigos...

Mis primos me vieron salir de la casa, sonrieron con malicia y fueron tras de mí.

Yo a punto de cruzar la calle, ellos me llamaron.

—¿A dónde vas con tanta prisa? — los miré en seco a ambos.

—Quizás tiene una cita.

—No lo creo, o sea vestida así, dudo que un hombre quiera salir con ella — eso me dolió y los dos largaron a reírse.

—Imbéciles. Pero no perderé el tiempo con ustedes.

Les dije irritada, me di vuelta; pretendía irme y alejarme de ellos, pero Fernando sacó rápido unas tijeras del bolsillo y me rasgó parte del vestido.

—¡NO!

David estalló en risas, y yo desesperada al verme parte del vestido rasgado, se me agitó la respiración y las lágrimas corrieron por mis mejillas.

—Ahora si que puedes juntarte con tu supuesto novio. Te ves excelente con ese vestido — mencionó Fernando con ironía y los dos rieron más a carcajadas.

Yo no pude más y me devolví llorando a la casa.

—Ahora sí que acabamos con ella.

—Eso se merece y mucho más.

—La destruiste arruinando su jodido vestido.

—Así no podrá juntarse con nadie, en especial con el estúpido novio...

Destruida llegué a la casa y mi madre me vio.

—Pero ¿Qué rayos te pasó, Florencia? ¿Por qué tienes el vestido rasgado?

—... Fue Fernando. Él me lo rasgó con unas tijeras — mi madre frunció el ceño.

—Otra vez no. Te ha puesto que estaban jugando, como de costumbre a hacerse bromas, y por eso traes el vestido así — la miré con los ojos hundidos en lágrimas.

—No. Jamás nos hemos llevado bien los tres, porque ellos siempre me han molestado, desde que tengo uso y razón, pero papá y tú nunca lo han querido ver.

—¡Ay por favor! Tú eres la que siempre se ha quejado de tus primos. Florencia, ya no eres una niña. Tienes que madurar y entender que hay ciertas bromas, y eso son. Aceptarlas y reír.

—¿Qué?

—Siempre te has llevado así con David y Fernando, entonces, no tienes ahora porque quejarte y actuar, así como lo estás haciendo. Tú sola te buscaste eso.

—... No puedo creer lo que me estás diciendo.

—Te lo digo porque es así, y aunque no te guste, Fernando y David serán tus primos siempre, que no se te olvide...

Acabada por completo, la miré con desilusión, y ahogada, me alejé de ella y me encerré en mi habitación.

Desesperada, lloré con gemidos y corrí a encender el televisor. Solo quería ver a Layne y coloqué el video "Man in the Box".

Con la mirada en el nublado cielo, estaba apoyado en la puerta del granero y vio aquella extraña luz.

—Es ella...

Sonrió y corrió adentro, para verme tras la pantalla...

Su rostro volvió a llenarse de paz al mirarme, y yo ida en su video, amaba como cantaba. Amaba rodo de él sin conocerlo, y con el corazón encantado, me sentí un poco mejor al mirarlo y oír su voz.

Layne me vio seria y advirtió que algo me ocurría.

—Se le ve seria y triste ¿Qué le pasará?

De pronto, me vio llorar y más se preocupó.

—Está llorando...

Tenía un nudo en la garganta. Me sentía muy triste y deprimida; no tenía ánimos de nada y me recosté en la cama. Era todo tan injusto.

Layne más que preocupado al verme llorar, deseó salir de allí solo para abrazarme y consolarme en sus brazos y a punto de terminar el video, se exasperó.

—¡No! ¡Aún no, por favor!

Gritó y se puso otro video musical.

<< No puede ser. >>

Afligido, solo pensó en mí y sintió impotencia de no poder hacer nada y tenerme en sus brazos, como tanto anhelaba.

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