Estuvimos unos minutos en la misma posición. 

Sus brazos estaban rodeando mi espalda y su mano en mi hombro mientras que su otra mano estaba en mi cabeza, esta misma reposaba en mi pecho mientras intentado calmar las lagrimas que salían de mis ojos. 

En toda mi vida he recibido muchos abrazos. 

Pero no tan cálidos como en el que estoy ahora.

Es algo realmente indescriptible. 

Su piel cálida roza con mi ropa, pero el calor que irradia traspasa mi ligero suéter negro. 

—¿Ya te sientes mejor?— Pregunta en cuanto mi respiración vuelve a estar estable. 

Yo solo puedo asentir con la cabeza. 

—Lamento que  hayas tenido que presenciar todo eso— Me disculpo limpiando las lagrimas restantes de mi mejilla izquierda. 

El pone su mano en mi otra mejilla y limpia las otras lagrimas que me quedaban. 

—No debes disculparte por algo que no es tu culpa, y menos por algo que sabia que se debía detener— Mantiene su mano en mi mejilla cuando acaba de limpiar las lagrimas. 

Yo solo le sonrío ante sus palabras. 

—Gracias. 

—No tienes que agradecerme, era mi deber— El me guiña un ojo sonriendo. 

No puedo negar que fue un gesto irresistible. 

¿No te gustaría besarlo aquí mismo?  

Me reclama mi conciencia pero la ignoro. 

Solo me limito a sonreír y alejarme poco a poco sintiendo mi temperatura corporal bajar conforme me alejo. 

—¿Ahora eres un caballero de la noche como Batman?— Pregunto dejando atrás el hecho de que me acababa de guiñar un ojo. 

—Tal vez lo sea y no lo sabemos— Toma un pañuelo algo grande que sobresalía de mi bolso y se lo pone alrededor de sus hombros como capa. 

 —Prefiero Marvel— En cuanto mis palabras salen de mi boca, su expresión cambia totalmente de una divertida a una ofendida. 

—¿Cómo vas a preferir Marvel antes que DC?— Se quita su mini capa y empieza a seguirme ya que empece a caminar al rededor de la plaza en la que estábamos. 

—Siempre quise ser una super soldado o una genio millonaria playboy filántropa desde niña. 

Y es en serio, un día me golpee con un bote de basura de metal por que pensé que después de vacunarme seria como Steve Rogers. 

Carson solo me mira con indignación mientras solo sigue caminando a mi paso. 

—No tendremos una pelea para saber cual es mejor, ¿o si?— Le pregunto en cuanto me doy cuenta que no estaba hablando. 

 —Estaba armando argumentos en mi cabeza pero ya se esfumaron— Menciona poniendo el pañuelo arriba de su cabeza y amarrándolo en su barbilla para formar una pañoleta que usan las señoras en funeral. 

—Posiblemente no estabas ni armando esos famosos argumentos— Digo retando. 

—Eso es por que posiblemente no necesito argumentos para demostrarte que DC es mejor. 

Y así fue todo el camino de la plaza a los departamentos, debatiendo sobre cual compañía era mejor. 

Cuando menos pensé ya estábamos afuera de la entrada del edificio. 

Entramos juntos entre risas al edificio recibiendo la atención total de Carlos. 

—¿Y ustedes qué hacen llegando al mismo tiempo?— Pregunta en tono acusador con las cejas fruncidas.

—Una larga historia, Carlos, deberías de controlar a tu sobrino sobre que argumentos lanza en un debate serio— Menciono recordando su argumento de que DC es mejor por que tiene un nombre aparentemente mas fácil. 

Carlos solo nos mira confundido a mi y a Carson uno a la vez repetidas veces. 

—Claro...¿Cómo le fue señorita Connor?— Pregunta el amable portero volviendo a su estado de ánimo normal. 

Recapitulo mi día y realmente hubiera estado bien todo mi día si no fuera por Aaron.

Miro a Carlos y le lanzó la mirada de siempre para darle a entender que Aaron estuvo presente.

El Solo resopla y voltea los ojos con cansancio.

—Tendré que hablar de nuevo con el gerente, Carson.— Mira al mencionado. —¿Podrías cubrirme mientras voy a hablar?— Carlos sale del mostrador para darle espacio a Carson de que entre.

—Yo te acompaño— Anuncia Carson y Carlos le da una mirada que no pude descifrar.

—Necesito a alguien que cuide el Lobby, quédate aquí muchacho— Responde Carlos para desordenar el cabello de Carson con su mano.

Carson vacila y asiente con la cabeza apoyando sus brazos en el mostrador.

—Bueno, creo que iré al departamento, hay que madrugar— Menciono captando su atención. 

Hago con mis manos una señal de despedida antes de que el salga del mostrador apresurado. 

—Espera, te acompaño. 

—Pero Carlos dijo que te quedaras aquí— Le recuerdo. 

El murmura algo para si mismo y ve al señor Smith pasar por la entrada. 

—Pst, ¡Chuck!—Llama lo suficientemente bajo para que Carlos no escuche, pero a un volumen moderadamente alto para llamar la atención de aquel anciano tierno con problemas de audición. 

 El señor Smith desorientado busca a su alrededor el origen del sonido para terminar en frente de Carson. 

Carson le hace una seña para que vaya a donde esta el lo cual resulta en Chuck mirando a los lados y apuntarse a el mismo cuestionando.

Carson asiente con la cabeza y el señor avanza lentamente hacia el. 

Yo solo observo divertida mientras Carson observa al pobre anciano avanzar lentamente. 

Luego de diez segundos que parecieron minutos, el llega con Carson. 

—Necesito que cuides unos minutos el mostrador, ¿Podrías hacerlo?— Pregunta Carson rápidamente y cerca de la oreja de el señor Smith. 

El asiente rápidamente y le hace una seña a Carson para que se vaya. 

Sin previo aviso, Carson me toma de la mano jalándome hasta el ascensor. 

Las puertas eléctricas se abren para después adentrarnos ahí. 

El silencio inunda el lugar pero no incómodo, sino uno en donde los dos estábamos en nuestro propio mundo. 

—Gracias por venir aunque no debías— Agradezco sinceramente para romper el silencio de alguna manera. 

—No es nada, además no querría que te encontraras con alguien no deseado— Responde recargando su cabeza en la pared del ascensor. 

Me causa un escalofrío pensar en Aaron, a pesar de que ha sido pesado durante mucho tiempo, no se había atrevido a tanto nunca. 

De repente en mis pensamientos se cruza Chris. 

Sacudo la cabeza apartando todo tipo de pensamientos. 

Justo en ese momento se detiene el ascensor y a los segundos se abren las puertas. 

Carson y yo salimos del ascensor al mismo tiempo y cruzamos el corredor con cuidado de no encontrarnos a Aaron. 

Cuando llegamos al departamento yo abro la puerta y me quedo viendo el interior de el mismo. 

—Bueno, supongo que te veré mañana— Menciona Carson caminando en dirección al corredor. 

—Cierto, mañana iremos a donde propuso Oliver— Recuerdo por primera vez en el día sobre los planes puestos. 

—Sí, y para eso habrá que madrugar— Concuerda volviendo a en frente de la puerta para apoyarse un momento en esta. 

—Entonces nos veremos mañana Batman— Menciono divertida causando una pequeña carcajada de su parte formando pequeñas arrugas en sus mejillas. 

—Entonces supongo que si nos veremos mañana chica que no tiene buenos gustos— Responde riendo. 

Yo río ante sus palabras. 

—Eres malo con los apodos, ¿no te lo habían dicho?— Pregunto divertida para apoyarme en el otro extremo de la puerta. 

—Ya encontrare uno, solo ten paciencia.

—Oh, tal como dijo el Capitán Ame... 

Carson me pone un dedo suyo encima de mi boca para cesar mi habla. 

 —Se que lo dijo el Capitán América, esta en contra de mis principios pero es icónico para la cultura general.  

Riendo tomo su mano con mis dos manos para quitar su dedo de mi boca. 

Por aluna razón que desconozco, me resulta difícil soltar su mano, así que me quedo con su mano encima de las mías. 

—Alguna vez aceptaras que Marvel es mejor y ese día estaré para reclamar— Reto con los ojos a Carson mientras mi sonrisa sigue intacta. 

—En mi funeral sera ese día, y no estaré para decirlo— El acerca su cara a la mía de forma desafiante a lo que mantengo la mirada en esos ojos. 

—En ese caso te obligaré a decirlo e tu lecho de muerte— Me acerco quedando frente con frente casi pegada. 

—¿Qué están haciendo?. 

Se escucha una voz adentro del departamento causando que tanto Carson como yo giremos nuestras cabezas hacia la dirección en la que provenía la voz. 

En cuanto giramos la cabeza encontramos a un Oliver sin camisa con una botella de agua en sus manos mirándonos con expresión extraña. 

—Oliver, ¿Y Sara?— Pregunto tratando de evitar la pregunta que formuló hace unos segundos mientras soltaba las manos de Carson lentamente. 

—Volvió cansada de su trabajo y se acostó a descansar— Responde mirando a Carson con una sonrisa rara a lo que el regresando la sonrisa se endereza ya que se tuvo que agachar un poco. 

Yo asiento con la cabeza y hay unos segundos en los que el silencio reina entre todos. 

—Bueno creo que yo me iré, el señor Smith de seguramente ya se durmió en el mostrador, los veo mañana — Se despide para irse lentamente por el corredor no sin antes de que Oliver y yo nos despidamos de el. 

Una vez la presencia de Carson desaparece, cierro la puerta esperando no recibir una de esas miradas de Oliver. 

Mentira.

En cuanto gire mi cuerpo recibí su mirada. 

—No— Menciono yendo a la cocina para abrir el refrigerador y sacar el tarro de agua y un vaso de un mueble. 

—No dije nada— El se apoya en una barra de la cocina con una sonrisa. 

—¿Qué esta pasando?— Hace presencia la voz de Sara en la cocina.

—Tu novio esta creando escenarios ficticios— Respondo sirviéndome mi vaso de agua y dándole un sorbo. 

—No es mi culpa que haya visto como la cara de Carson estaba pegada a la tuya intencionalmente— Defiende Oliver causando que escupa el agua que ya tenia en la boca causando un quejido del rubio. 

—Espera, ¿Qué tu cara que?— Sara pregunta después de unos segundos de procesar la información. 

—No paso nada lo que este piensa y ahora tu piensas— Respondo apuntándolos en orden con mi vaso con agua. 

—Claro y no estabas con la frente adherida a la de el— Dice Sara con tono ofendido. 

Se que no es por la situación en si, sino por que no estuvo presente.

Yo finjo exageradamente un bostezo para librarme de la posición en la que me encuentro. 

—Vaya que hace sueño por Dios— Exclamo saliendo poco a poco de la cocina causando que Sara me siga. 

Eso me alarma así que tomo la decisión mas madura del día. 

Salir corriendo hacia mi habitación. 

Con Sara literalmente a centímetros de mi espalda, salgo hecha polvo de la cocina para cruzar el pasillo y entrar rápidamente a mi habitación no sin antes cerrar con seguro la puerta. 

Me quedo un par de minutos con la oreja pegada a la puerta esperando algún ruido. 

Pero no escuche nada. 

Así que doy por hecho que mañana tendré que darles explicaciones. 

Me dispongo a alistar las cosas para mañana y después ponerme mi ropa para dormir. 

una vez con mi pijama puesta, me recuesto en mi cama quedándome dormida enseguida.