Capitulo 4
Pasaron las horas y me atrevo a decir que todo fue de maravilla el resto de la tarde.
Carson se íntegro demasiado bien al grupo en muy poco tiempo realmente.
Ahora estábamos los cinco en la sala de estar jugando a un juego de mesa en donde eran parejas y estaba Oliver con Jean, Carson conmigo y Sara en la cocina quemando unas palomitas porque no quería jugar.
Iban ganando Jean y Oliver cuando de repente Carson acompañado con mis comentarios haciendo presión lanza los dados marcando un doce marcando nuestra victoria.
—¡Si!, ¡Tomen eso!— Grito levantándome del piso para apuntarles recibiendo una mala cara el par de chicos.
—Eso no es justo, hicieron trampa— Se queja Jean con el ceño fruncido queriendo sacar su típico puchero.
—Eso es lo que tu quieres pensar caballo— Defiendo para después mirar a Carson y estrechar su mano en forma de respeto.
—¿Caballo?— Cuestiona Carson con tono muy curioso tomando aún tomando mi mano.
Ignoro nuestras manos unos segundos para responder que de niños fuimos un día a una granja y lo pateo un caballo a lo que solo reprimió una risa y miro a Jean pidiendo permiso para reírse.
Jean resignado asiente con la cabeza recibiendo la carcajada de Carson como respuesta.
Carson ríe mientras la mano que tenía con la mía la apoya en su frente tratando se calmar su risa.
Algo aseguro, y ese algo es que quiero escuchar mas de una vez su risa.
Segundos después la risa de Carson se desvaneció poco a poco hasta quedar en un silencio.
El note nuestras manos juntas y me suelta lentamente con una sonrisa leve.
Extrañamente mi mano se siente fría ante la acción.
Lo dejo pasar en cuanto Sara entra con un tazón de palomitas que milagrosamente no estaban quemadas.
Sara se sienta enseguida de Oliver en el sofá doble mientras Carson, Jean y yo estamos en el sofá más grande con Jean en medio.
—Bien, ¿qué harán el sábado?— Pregunta Oliver rodeando su brazo en los hombros de Sara y apoyando su cabeza encima de la de ella.
—Supongo que no mucho, trabajaré mañana y el sábado lo tengo libre— Yo respondo.
Jean, Sara y Carson también respondieron que no harían nada.
Claramente Carson respondió tímidamente ya que no está acostumbrado a estar con nosotros.
—Mi primo acaba de abrir un lugar para hacer días de campo con piscina y pide a alguien que lo pruebe, ¿Quieren ir?.— Invita Oliver.
Sara, Jean y yo respondimos que si iríamos, pero Carson se quedó en silencio.
Me miró en busca de ayuda a lo que yo cálidamente le sonreí y asentí levemente con la cabeza.
El sonrió y respondió que si iría.
Bien, entonces ya tenemos plan para el sábado.
♡
Pasadas algunas horas, ya se había ido Jean ya que su mamá le llamo para ir a cenar, es un amor la madre de Jean, demasiado para este mundo.
Oliver se quedaría a dormir aquí con Sara, pero el descarado se fue a dormir ya hace media hora.
Ahora estábamos Sara, Carson y yo en un mismo sofá.
Veo a Carson sobando sus piernas levemente antes de levantarse.
—Creo que yo ya me voy, deben de estar esperándome en casa— Menciona Carson apuntando la puerta con su pulgar.
—Yo me iré a dormir, el día estuvo más pesado de lo que pensé— Sara se va después de despedirse.
Yo en silencio acompaño a Carson a la puerta.
Cuando llegamos a la puerta, el la abrió y salió del departamento, sin embargo, se quedo en el umbral de la puerta para después mirarme.
—Supongo que nos vemos otro día— Dice con una pequeña curva en sus labios.
—Sí, en ese caso, buenas noches— Le tiendo la mano para estrecharla en forma de despedida.
El acepta mi mano y la estrecha balanceándola.
Cuando pienso que me va a soltar la mano, el me jala hacia adelante para para unir sus labios a mi mejilla.
Bien, eso no lo esperaba.
Siento mis mejillas arder y desvío la mirada un tanto impactada.
—Buenas noches— Carson sonríe y pone sus manos en sus bolsillos para marcharse de mi campo de visión.
Me quedo pasmada viendo hacía el pasillo pensando en lo que acaba de pasar.
—¿Qué estás haciendo?— Me sobresalto al escuchar la voz de Oliver a mis espaldas.
—Ya me iba a acostar, ¿Tú que haces despierto?— Cuestiono dándole una ultima mirada al pasillo y cerrando la puerta.
—Me despertó Eros y sus ladridos.
—¿Estaba ladrando?
Nunca me dí cuenta que Eros ladraba, trato de recordar algún sonido anterior pero no se hace presente en mi mente.
Oliver me mira con los ojos entrecerrados para después alzar sus hombros e irse a la cocina.
Inconscientemente lo sigo hacia la cocina y veo como toma dos tazones ,el cereal y la leche.
Es una especie de rutina el que cuando Sara ya esta dormida y se queda Oliver, el atraca la cocina y me paga mi silencio con comida, ya que descubrimos que a Sara le molesta que alguien coma sin que ella este presente.
Lo sé, es raro.
Tomo el Tazón con el cereal ya servido y como en silencio hasta que noto la mirada de Oliver.
Alzo mi vista y lo veo mirándome con la boca llena de cereal.
—¿Qué?— Pregunto con la boca ocupada de comida.
—Creí que me contarías sobre que Carson te beso en tu cara fea— Menciona girando su cuchara en el tazón.
Yo me atraganto con el cereal y lo toso en la ropa de Oliver.
El acostumbrado solo pone una mueca.
—Es por que no fue importante— Respondo una vez que deje de toser.
—Claro, y no te acabas de atragantar con el cereal cuando lo dije.
—Escucha, es normal que los amigos se despidan con un beso en la mejilla, ¿o no?— Defiendo acabando el cereal y levantándome para lavar el tazón.
—Ciertamente, tomaría en cuenta eso si no hubiera una cierta tensión entre ustedes a pesar de que se conocieron hace menos de tres días— Oliver se pone al lado mío para lavar también su tazón.
No puedo evitar pensar en Chris, no es tan reciente, pero se recuerda como si hubieran sido hace un par de semanas.
—Mira, no pasará nada yo...simplemente no quiero tener otra vez a alguien como Chris, ya no— Respondo sincera a lo que el me envía una sonrisa.
—Ay Sam, se que estarás lista con el tiempo, y podría ser en poco tiempo si tienes un poco de fé— Me da uno de esos abrazos que siempre me da cada vez que decae mi ánimo.
Yo no digo nada y simplemente me dejo abrazar por esos brazos que considero como los de un hermano mayor.
—Ahora si iré a dormir, descansa—Me da un beso en mi frente y se va de la cocina.
Me quedo un par de minutos en la cocina pensando, ¿De verdad podría haber alguna persona que sea para mi?
Aparto todo pensamiento de ese tipo y camino a mi habitación para acostarme.
Ya en mi cama, recibo a Eros como es costumbre.
Recuerdo el beso de Carson y siento que en mi mejilla esta una marca.
Y así es como se me duermo, con ese pensamiento.
Carson.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro