Capítulo 29
Solo dejo esta canción por qué quiero que tengan buenos gustos, estoy alimentando su cultura.
♡
—Mierda, Sam ¿Qué es eso?— Sara, que estaba arreglando mi maquillaje, me tomó de la barbilla y alzó mi rostro para ver mi cuello.
—¿Qué? ¿De qué hablas?— aparte su mano de mi barbilla y caminé hacia el espejo y miré mi cuello.
Oh, por el amor de Dios.
¿¡Cuánto tiempo tuve esto!?
—Parece un...¿Chupetón?— Sara me miró con unas ganas tremendas de soltar una carcajada.
Sentí mis mejillas calentarse excesivamente y tomé el maquillaje de Sara para cubrirme de alguna manera... Eso.
—D-de seguro solo me golpeé el cuello.
Sara comienza a reírse en frente de mi cara y yo le lanzo una mirada asesina.
Que excusa más tonta, Sam.
Cállate.
—Sam, cálmate, no te voy a juzgar ¿Recuerdas la vez que papá me descubrió un chupetón después de haber ido con Oliver a su casa?— la pelirroja toma su maquillaje y toma un polvo para comenzar a cubrir el chupetón.
—Sí, estuviste como un mes sin poder ver a Oliver— le respondí sonriendo al recordar el drama que se formó ese día.
Después de un par de minutos, Sara logró cubrir la marca. Después de agradecerle, salimos de la pequeña habitación.
Estábamos apunto de llegar con papá cuando la mujer que anteriormente me había llamado apareció frente a mí.
—La ceremonia va a comenzar en cinco minutos más, necesito que me acompañes- ella toma mi brazo y miro a Sara antes de que ella me sonriera y yo me dejara llevar nuevamente con la mujer.
Caminamos a lo largo de la iglesia hasta llegar a la pequeña habitación de la novia.
Al entrar, la mujer me dejó sola. La habitación era igual que la de papá y ví a la señorita Mercury caminando por toda la habitación. En cuanto me miró, sus mejillas se enrojecieron y paró de caminar.
—Samantha Connor— se acerca a mí lentamente sonriendo con su vestido de novia que era, obviamente, blanco y tenía escote en forma de corazón y la falda era un corte princesa con encaje de flores del mismo color.
Tuve un impulso de dar un paso atrás, y cuando lo hice ella borró ligeramente la sonrisa que tenía en cuanto me vió.
—Lo siento, yo no quise...— estaba por disculparme pero ella interrumpió mi oración.
—Está bien, comprendo— ella me dedicó una sonrisa más grande que la anterior. —. Se que no es fácil ver a tu padre casarse con una mujer que no habías visto en años.
Ella se rasca la nuca, nerviosa mientras me miraba. Yo solo sonreí y moví mi mano con desdén.
—Es raro, pero estoy contenta que haya sido usted, señorita Mercury— le dí ánimos y ella sonrió con unas mejillas totalmente rosas.
—Puedes llamarme Olivia... E-es decir, si quieres, si no quieres no tienes por qué llamarme así, no te querría obligar a hablarme por mi nombre si no lo deseas, así...
—Olivia, está bien, se que mi padre es feliz contigo— alcé mis hombros sonriendo mientras tomaba su mano en busca de darle ánimos.
Ella me tomó la mano fuertemente provocando una queja interna por mi parte, la señori... Olivia, me jaló el brazo y me dió un fuerte abrazo provocando, nuevamente, una queja de mi parte.
—Se que podrá ser difícil adaptarnos, pero podríamos lograrlo, me alegra que la hija de mi futuro esposo sea mi alumna favorita de todos los que he tenido— me guiñó un ojo con una sonrisa pero segundos después, su sonrisa desapareció levemente. —. Madre mía, futuro esposo.
Comenzó a caminar nuevamente por la habitación mientras se hacía aire con sus manos.
Quería darle unas palabras de ánimos, pero realmente no sabía que decirle, es decir, no podría decirle lo mismo que le dije a papá por qué sería realmente falso.
En cambio, me acerqué a ella y le di un par de palmadas en su espalda.
—Todo saldrá bien, ahora vamos que te están esperando todos, especialmente mi padre— tendí mi mano para que ella la tomara y al parecer entendió perfectamente ya que sonrió al ver mi mano y la tomó.
Ambas caminamos hasta la entrada del altar donde estaban varias chicas con un mismo vestido, imaginaba que eran las damas de honor.
—Genial, ya llegaron, Samantha, tu irás justo delante de las damas y de Olivia ya que eres la única dama del novio, después de llegar al templo irás con tu padre y las damas de honor de Olivia irán con ella, tenemos tres minutos antes de salir— la mujer de antes apareció nuevamente a dar indicaciones y justo después de eso, se acercó a mi y me dió un ramo de flores que tenían las demás damas de honor, después de eso comenzó a hablar por un auricular de manos libres.
Le agradecí y las damas de honor de Olivia se acercaron a la susodicha y comenzaron a darle ánimos entre todas, yo me aleje de la pequeña bola de mujeres ya se todas se acercaron al mismo tiempo.
Estaba golpeando mi cabeza con el ramo de flores cuando, otra vez, se acercó la organizadora a decirnos cómo deberíamos formarnos, terminé hasta el principio de la fila mientras la mujer de siempre nos decía que faltaban dos minutos para salir al altar.
When the night has come
And the land is dark
And the moon is the only light we'll see
No, I won't be afraid, oh, I won't be afraid...
Que buenos gustos tienes, voz interior.
Lo sé.
La melodía de piano que es típica en las bodas me sacaron de mis pensamientos. Justo después de que empezó aquella canción, las puertas del pasillo se abrieron dejando ver a todos los invitados por un largo pasillo y al final, estaba papá mirándome con una sonrisa con una sonrisa.
la mujer me hizo una seña para comenzar a caminar y mis pies comenzaron a avanzar hacia adelante mientras miraba fijamente hacia en frente, realmente no quería ver a mi alrededor.
Sin embargo, una mirada hizo que mirara hacia el frente. Carson estaba mirándome a través de sus anteojos, mientras se mordía su labio inferior, reprimiendo una sonrisa y sus mejillas estaban enrojecidas.
Me obligué a reprimir una sonrisa también mientras lo miraba y caminaba a través del largo pasillo de aquella iglesia.
Por unos segundos, estuve mirando fijamente a Carson mientras caminaba hasta que regresé a la realidad y miré de nuevo a papá.
Oh, oh.
Ahora el hombre en el altar que estaba hasta hace unos segundos sonriente, miraba fijamente a Carson con el ceño fruncido.
Por suerte, pocos segundos después ya habíamos llegado con el.
Me paré al lado de papá y le di unas palmadas en su brazo.
—Luego te explico, lo prometo— le susurré antes de de obligarlo a ver a Olivia.
Pude ver qué en cuanto papá miró a Olivia, su sonrisa se extendió notoriamente.
Sonreí, nostálgica, y segundos después comenzó la ceremonia.
♡
—Sigues siendo el mismo, Jean— papá veía con desaprobación al chico castaño mientras se metía un dedo a una oreja.
El susodicho solo estaba sentado en una silla de muchas de la recepción mientras todos estábamos luchando por contener una risa.
Después de la ceremonia, hicieron la típica salida en dónde los invitados lanzaban arroz a los recién casados.
Yo estaba ocupada luchando por no llorar así que no pude presenciar el como Jean lanzó el arroz con una fuerza tan bruta a los novios que le metió arroz a papá en su oído.
—Lo siento, Richard, estaba muy distraído y no noté con cuál fuerza lanzaba el arroz— el castaño, cabizbajo, se disculpaba con papá mientras el golpeaba su cabeza intentando sacar el contenido que no debería de ir ahí.
—Lo estás asustando, Richard— Olivia llega con papá y lo abraza de la cintura, papá sonríe y abraza a su ahora esposa con fuerza.
—No quiero más problemas, niño— papá apunta a Jean con su dedo mientras le lanzaba una mirada mordaz. Mi amigo, sin dudar, asiente con la cabeza y se va corriendo hacia el baño de hombres del lugar.
El lugar estaba decorado muy sencillo pero se veía muy lindo, todas las mesas tenían manteles blancos con flores en el centro de la mesa junto con unas luces, el lugar era abierto y tenía muchas decoraciones blancas y sencillas que lo hacían ver realmente bello.
De pronto, siento muchas miradas puestas en mí. Miro a mi costado y puedo ver a Oliver, Sara, Yanay y Carson mirándome fijamente.
Miro a Carson jugar con sus manos nerviosamente, así que camino hasta todos ellos y tomo la mano de Carson después de saludar a Sara y a Oliver ya que Yanay desapareció de repente.
—¿Quieres ir con papá?— jalo a Carson a través del lugar, acercándome a papá y a Olivia.
Por alguna razón todavía no empezaba la fiesta en si, ya que los novios tenían que estar antes en la recepción para su sesión de fotografías.
—No sé si me entusiasme la idea después de ver cómo miró a Jean—el toma mi mano fuertemente, provocando que que mis pies paren en frente de el.
—Pero Jean es Jean, mi papá lo odia por el simple hecho de ser Jean— alcé mis hombros y jale de nuevo de su mano para guiarlo hacia donde estaban papá y Olivia posando para un par de fotografías.
Esperamos a que el fotógrafo terminara, y tan pronto como el se fue con Olivia a tomarle unas fotografías individuales, Carson y yo nos acercamos a papá.
—Papá, el es Carson— el hombre en frente de mi nos vió en cuanto captamos su atención y mira fijamente a Carson con una expresión bastante neutra.
En cambio, Carson me tomó mi mano y la apretó fuertemente mientras su otra mano se extendía en frente de papá.
—Carson Brown, para servirle— su mano temblaba mientras se la tendía a papá, el cual parecía escanear a Carson con sus ojos ya que lo miraba de pies a cabeza.
Después de unos segundos, los labios de papá formaron una curva, formando una sonrisa y aceptando la mano de Carson, estrechando ambas manos.
—¿Así que eres el muchacho que hace sonreír de manera tan linda a mi hija?
—Papá— sentí mis mejillas calentarse y sentí la mirada de Carson a mi lado.
—Eso espero, señor— el castaño le sonríe al hombre mientras asentía con su cabeza.
El fotógrafo llamó a papá y se despidió de Carson con un apretón de manos y de mi con un beso en la frente, cuando se fué, Carson me tomó de la cintura y me sonrió.
—No te fue tan mal— pasé mis brazos por encima de sus hombros y acerqué mi rostro al suyo para quedar muy cerca de el.
—Así que soy el muchacho que te hace sonreír de manera tan linda— afirma el castaño acercando su rostro al mío aún más.
—¿Con eso te bastará para que tú ego aumente?— lo miro con una sonrisa tratando de evitar que mis mejillas se calienten más.
El solo puso una cara pensativa mientras movía su cabeza a los lados.
—No, ya que así como yo te causo sonrisas lindas, tu me provocas sonrisas más lindas.
¿Carsonitis?
Mucha.
Sin pensarlo, hice desaparecer la distancia que había entre nuestros labios y los junté en un dulce beso.
Carson, sorprendido, segundos después ya estaba correspondiendo el beso, sujetando con más firmeza mi cintura, acercando mi pecho al suyo.
Un murmuro se hizo presente al lado de nosotros, obligando a nuestros labios a separarse y mirar al lado.
Carson y yo miramos fijamente a la mujer en frente de nosotros mientras ella solo nos miraba con desprecio.
—Samantha— dijo mi nombre firmemente y yo solo la miré neutral.
—Tía Lucy— dije su nombre con tanto desprecio que hasta sentí la mirada de Carson a mi lado.
La mujer se miraba más arreglada que de costumbre, tenía un vestido que le hacía resaltar el cuerpo tan lindo que tenía.
No vale la pena un cuerpo lindo cuando su actitud es una persona de mierda.
—Veo que no han perdido el gusto de hacer espectáculos— ella hace una mueca viendo con desagrado total a Carson.
Mi respeto sobre ella desapareció en aquella cafetería, así que al carajo.
—Veo que no ha perdido el gusto de arruinar la felicidad de otros— le digo de una manera más hostil de la que esperaba, la tía Lucy alzó sus cejas, sorprendida.
—Nunca has sido más una mocosa insolente— sus cejas se fruncen mientras se acerca levemente a mi de forma amenazante.
—Y usted nunca ha sido más que una pen...—
—Sam, eso es lo que quiere, verte enojada por el resto de la noche— Carson me susurra al oído, interrumpiendo la oración que estaba por terminar, sus manos, aún en mi cintura, viajan hacia mi espalda mientras comenzaba a acariciarla.
Bufé mirando directamente a la tía Lucy, la cual me miraba con una sonrisa arrogante mientras sus manos estaban en su cintura, su aire emanaba aires de superioridad, cosa que me hacía enfadar aún más.
No vale la pena.
—Que disfrute la fiesta— le dediqué la sonrisa más falsa que alguien hubiera podido hacer y tomé la mano de Carson para jalar de el lo más lejos que se pudiera de aquella mujer.
Carson y yo caminamos por el lugar hasta llegar a una mesa en dónde estaban Oliver, Sara, Jean y Yanay sentados.
—Quiero irme a dormir— con ambos puños en sus mejillas, Yanay se queja mientras cabeceaba en ocasiones.
—Yo te puedo arrullar si quieres— Jean se acerca a ella alzando sus cejas a lo que en respuesta, la rubia golpea su rostro, alejándolo con una mueca falsa.
Yo reí y me senté en una de las sillas libres en aquella mesa, Carson hizo igual y se sentó al lado de mi.
Después de varios minutos comenzaron a llegar más personas, y cuando ya el lugar estaba con las suficientes personas, papá y Olivia se pararon en un pequeño escalón, pero era lo suficientemente alto como para verse en todo el lugar.
Papá alzó una copa y con una pequeña cuchara golpeó la copa, llamando la atención de todos.
—Buenas noches a todos, mi esposa y yo queremos agradecerles por acompáñanos está noche, es una noche muy especial para nosotros y estamos felices de poder compartirlo con ustedes— su mirada viajaba en todo el lugar mientras tenía una sonrisa, se quedó en silencio por unos segundos hasta que sus ojos cayeron en mi.
Al momento en el que su mirada cayó en la mía, su sonrisa se extendió aún más.
—En especial a mi hija, Sam— alzó su copa en mi dirrección, provocando que todos los invitados giraran sus cabezas a para mirarme directamente.
Hola, pánico social.
—Le quiero agradecer por venir y porque, a pesar de todas la circunstancias, nunca dejó de ser mi hija, te amo, Sam.
Todos empezaron a aplaudir y yo solo podía ver a papá con mis ojos comenzando a cristalizarse y con una sonrisa mientras yo comenzaba a aplaudir.
Después de ese escenario tan corto pero emotivo, dieron unos cuantos agradecimientos más y comenzaron a bailar su primer baile de marido y mujer.
—Esos podríamos ser tu y yo en unos años, cielo— una voz muy cerca y detrás de mi hizo que me espantara en un sobresalto, giré mi cuerpo y ví esos ojos grises que me trajeron muchos recuerdos.
—¡Theo!— una sonrisa grande se expandió por mis labios y lo abracé fuertemente al ver que era mi amigo desde el preescolar.
Desde que éramos niños, Theo siempre me dejó en claro el cuan enamorado estaba de mi, siempre creí que era broma hasta que llegó con papá y mamá a pedir mi mano. Para desgracia de el, a mí nunca me gustó, hubo unos años en los que realmente lo intenté pero simplemente sentía que nos llevaríamos mucho mejor como amigos que como pareja.
—Hace años que no te veía, luz de mis ojos— el acunó mi cara entre sus manos a lo que yo, aparté sus manos con gentileza mientras reía.
—Deberías centrar tu atención en otras mujeres, Theo— estiré mi mano hasta su cabello rubio con rulos y los despeine de manera desastrosa.
El se puso una mano en el pecho y negó con la cabeza con una expresión falsamente indignada.
—Jamás podré dejar de lado al amor de mi infancia y de mi vida entera— giró su cabeza dramáticamente antes de quejarse por qué se había dañado el cuello con giro tan abrupto.
A este punto, el baile de los novios ya había terminado y varias parejas se habían acercado a la pista de baile a bailar.
De pronto, el rostro de Carson apareció en mi mente y miré hacia atrás.
El solo miraba a Theo de manera neutral mientras sus labios formaban una línea recta.
Tomé su mano, logrando captar su atención, el me miró de la misma manera y yo solo le dí una mirada de "Luego te explico". El me tomó la mano igualmente y lo acerqué a mi para que quedara en frente de Theo.
Theo lo miró y le sonrió antes de mirarme a mi.
—¿Tu primo?
—Mi novio— le respondí alzando nuestras manos tomadas.
Theo borró su sonrisa y en su lugar, fue reemplazado por un puchero; reacción que no duró mucho ya que a los pocos segundos quitó su puchero y alzó sus hombros.
—Tal vez en otra vida— suspiró apartando una lágrima falsa que aparentemente salía de sus ojos, después de eso miro a Carson para tender su mano en frente de el. —, hermano, felicidades, cuídala ¿Sí?
—Eso haré— Carson responde de manera dura antes de estrechar su mano con la de Theo de manera tan firme.
—Bueno, iré a buscar a tu tía Mary.
—Sigue casada.
—¿Es que acaso todo el mundo está casado, se está casando o se va a casar?— Theo pone una mueca antes de irse sacudiendo sus brazos exageradamente.
Rei antes de mirar a Carson, el cual todavía miraba a Theo seriamente.
—Vamos, el es así desde nacimiento— besé su mejilla y el me miró con una mueca.
—¿Cielo? ¿Luz de mis ojos?— frunce su ceño mientras se alejaba de mi levemente, no obstante, nunca dejó de sostener mi mano.
—Escucha, prometo que no volverá a pasar, Theo siempre ha sido así, con el simple hecho de querer buscar a la tía Mary te darías cuenta que es un juego— le expliqué tranquilamente mientras acariciaba su mano con mi pulgar. —; lo siento.
El negó con la cabeza y me besó mis labios antes de acariciar mi mejilla con su mano libre.
—No tienes por que disculparte, al contrario, perdóname por molestarme por tal tontería— Carson besa mi frente antes de tomar mis mejillas y acercar su rostro al mío.
—Lamento interrumpir pero ¿Puedo bailar con mi hija?— la voz de papá provoca que tanto Carson y yo nos alejemos ligeramente uno del otro.
—Claro— Carson se alejó de nosotros y en cuanto se sentó en una silla, papá me tendió una mano.
Yo la acepté y fuimos hasta la pista de baile en dónde directamente, papá y yo comenzamos a bailar una canción lenta mientras que Olivia bailaba con un hombre algo mayor, supongo que era su padre.
—Gracias por aceptar venir, Sam, no me cansaré de decir que estoy tan agradecido de que estés aquí— dice papá mientras nuestros pies se deslizaban de un lado a otro.
—No todos los días puedes ir a la boda de tu padre— sonreí alzando mis hombros y el río antes de abrazarme fuertemente mientras seguíamos bailando.
Ambos nos quedamos en silencio mientras bailamos, aunque ninguno de los dos dijo algo, yo sabía que ambos estábamos pensando lo mismo.
Ambos supimos salir adelante. Después de la muerte de mamá, todo pareció tener fin, la felicidad, la unión, el amor y muchas cosas más, estuvimos tirados en el piso por tanto tiempo que no supimos cómo levantarnos.
Y creo que hubo algo significativo que nos hizo a papá y a mí salir adelante.
Olive y Carson.
Aunque papá y yo no supimos salir adelante juntos, hubo una persona en nuestras vidas que nos prepararon para esto, para estar bien uno con el otro.
Y realmente me sentía bien.
Me sentía bien con estaba etapa de mi vida y realmente esperaba que nunca terminara.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro