Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 17

Quite mi cabeza del hombro de Carson para mirarlo con detenimiento mientras cantaba la misma canción en voz baja.

En cuanto acabo la canción, abrió los ojos para mírame, y vi un destello en sus ojos, un destello que se vio brillante aunque estemos en la oscuridad.

Le sonreí al ver su rostro, se veía tan tranquilo y seguro con una sonrisa tierna.

Un ladrido de Eros llama mi atención provocando que corte con el contacto visual anteriormente establecido.

—Iré a darle de comer, ya vuelvo— tomo el collar del can después de ver a Carson asentir con su cabeza.

Pongo la comida para perro en el tazón de Eros junto con agua en otro tazón y rápidamente vuelvo para encontrar a Carson cabeceando mientras se esfuerza por no cerrar los ojos.

Al momento en que el castaño siente mi presencia, abre los ojos por completo para después levantarse.

—Creo que ya debería irme, el camino es largo y no quiero llegar muy tarde— camina hacia frotando sus ojos con sus manos.

Sam, ¿Qué estás apunto de hacer?

Una estupidez tal vez, tendremos que descubrirlo.

—Ya es muy noche, ¿No crees? Deberías quedarte aquí— la pena me invade después de terminar rápidamente la oración.

Carson abre los ojos de par en par con la boca abierta sin emitir ningún sonido.

—¿Aquí? ¿Aquí en dónde vives? ¿Aquí en este lugar?, ¿No temes que te podría matar en la noche o algo por el estilo?— hace bastantes preguntas después de estar algunos segundos en silencio mientras su rostro se empieza a colorear.

—Confio en ti, además puedo dormir en el sofá si así quieres, es más cómodo de lo que parece ser— entro a paso apresurado a la habitación y tomo una almohada junto con una frazada para salir de la habitación.

Estoy en la puerta de la habitación cuando siento las manos de Carson detenerme con un agarre en mis hombros.

—No podría dejar que la dueña de la habitación no duerma en la cama— defiende quitándome ambos objetos de mis manos. —, yo dormiré en el sofá, demasiado haces con dejarme quedar aquí.

Veo que está por salir de la habitación así que lo tomo del brazo.

—Y yo no puedo dejar que una visita duerma en el sofá— le quitó la almohada de sus manos lo que hace que me mire.

Ambos nos quedamos en silencio y miro el sofá.

Sin pensarlo voy corriendo hacia el sofá y siento los pasos rápidos de Carson en mis talones.

Me detengo abruptamente al ver a Eros ya dormido en el sofá, miro el otro sofá y estaba la comida para perro y agua esparcido en todo el sofá.

Miro con indignación al can que está cómodamente dormido.

—Parece que se puso algo loco Eros— murmura Carson detrás de mi. 

¿Y ahora qué?

Me quedo pensando algunos segundos.

—Lo tengo, sígueme— exclamo yendo de vuelta hacia la habitación.

Carson me sigue hasta adentro de la habitación mientras pongo algunas frazadas en el piso junto con la almohada.

Tan pronto como termino, rápidamente me acuesto en la pequeña montaña de frazadas.

—Ahí está mi cama, no te preocupes, es cómoda— me acomodo y cierro los ojos lista para dormir.

Escucho un suspiro de Carson, creí que era de resignación y que por fin dormiría en dónde dije.

Que equivocada estaba.

Fue cuestión de segundos en los que sentí unas manos alrededor de mi cuerpo y sentí que me elevaba y descendía para terminar en mi cama.

Miro a Carson con molestia, pero el solo se sienta en el piso a ordenar las frazadas encima de el.

Pero mi orgullo pesa más que Carson.

Mi cuerpo gira en la cama haciendo que me desplace a la orilla.

Sin dudarlo, hago caer mi cuerpo entero al piso con un golpe seco.

—Dios Sam, ¿Por qué no duermes en tu cama?— miro su rostro posarse en frente de mi.

—Por que sería descortés de mi parte no dejarte mi cama— respondo tratando de convencerlo.

—Okay, ven aquí— Carson se levanta del suelo para tender su mano hacia mi, tomo su mano y me levanta, observo como se sienta en la cama recargando su espalda en la cabecera, dejando un espacio del lado derecho.

Dios, ¿Es qué acaso quiere...?

Carson da unas palmadas al lado sobrante respondiendo mi pregunta.

Si, si quiere, ahora ve.

Lentamente, me acerco a mi cama para sentarme dudosa.

—¿Estás segura? Ya he dormido en el piso cuando Sara pelea con Oliver— le aseguro ligeramente nerviosa.

—Es esto o ambos en el piso, tu decides princesa— menciona antes de sentir mi piel erizarse.

Suspiro resignada y lentamente, me recuesto totalmente en mi cama, pero estaba paralizada, no podía moverme de dónde estaba.

Siento al lado de mi como Carson se recuesta, no soy capaz de mirarlo así que mantengo mi vista en el techo.

Mi ritmo cardíaco empieza a aumentar cuando siento su mirada en mi.

Reúno coraje para mirar al lado, y al momento de hacerlo, observo como me mira con una sonrisa.

—¿Qué?— cuestiono sintiendo mi mano temblar.

—Eres bastante obstinada cuando quieres— menciona causando una risa de parte mía.

—Es parte de tener una familia grande donde la mayoría son hombres— respondo jugando con mis manos.

—Eso es increíble— dice somnoliento, poco a poco iba cerrando sus ojos.

Observo solo su semblante se va relajando y su respiración se torna ligeramente más pesada.

Llegó a la conclusión de que ya estaba dormido.

Cierro los ojos lentamente apunto de establecer una relación duradera con el sueño, pero algo me obliga a abrir los ojos repentinamente.

El brazo de Carson rodea mi abdomen hasta llegar a mi cintura y siento mi cuerpo desplazarse más cerca de el.

Suavemente, giro mi cabeza para mirarlo, pero estaba dormido, con una mano temblorosa decido quitarle los anteojos lentamente para después ponerlos en mi mesita de noche.

Mi corazón empieza a latir más rápido de lo normal, pero no me aparte, por qué quiera o no, me resultó agradable.

Hace años no sentía la sensación de dormir con alguien, aunque esta vez es diferente, no sentía inquietud, me sentía realmente a salvó, como si estuviera en un fuerte.

Logro adaptarme a la posición en la que estaba, cerré los ojos y a los segundos, caí en un profundo sueño.

                                                                   ♡

Los rayos de sol traspasan por mi ventana como es costumbre.

Aparto mi vista del sol y me acomodo mejor en el torso que estaba abrazando.

...¿Qué?

Abro los ojos rápidamente para ver mi brazo alrededor del abdomen de Carson, una mano del castaño se posa en mi brazo y la otra la siento en mi cadera. 

Miro el rostro de Carson, dormido se ve tan tranquilo que me produce paz.

Suspirando, apoyé mi cabeza de nuevo en su hombro con el sueño queriendo ganarme.

Unos leves toques en la puerta me espantan ligeramente el sueño obligando a mis ojos a abrirse.

—¡Samantha!¡Soy tu tía Lucy!— la voz de mi tía hace que mis músculos estén con tensión en cuestión de milisegundos.

¿¡Que carajos!? ¿Que hace aquí la tía Lucy?.

Me siento en mi cama y sin querer aplaste el abdomen de Carson recibiendo una queja de su parte, dicha queja fue callada por mi al poner mi mano en sus labios provocando que arrugue sus cejas.

—¿Samantha? No me digas que estas dormida— la expresión de Carson se convierte en una de pánico al escuchar la voz femenina provocando que ruede hasta la esquina de la cama.

Algo de lo que no me di cuenta es que el aún tenía su brazo en mi cadera, así que al rodar por la cama, me llevó consigo causando que yo acabara en el suelo con Carson encima provocando una queja mía.

—Voy a entrar— se escucha la voz a través de la puerta y la manija moviéndose lentamente.

—¡No! Estoy cambiándome, salgo en un momento— le contesto en el piso, al parecer se tragó esa mentira ya que se deja de escuchar y a cambio suenan unos tacones alejarse poco a poco.

Una vez el ruido desapareció completamente, suspiré aliviada golpeando mi cabeza con el suelo.

Miro a Carson arriba de mi e inmediatamente la pena me invade.

El se da cuenta ya que se aparta de encima y me ofrece la mano para levantarme.

—Creo que debería irme, no falta mucho para que deba ir a trabajar— Carson mira la hora en su teléfono antes de guardarlo en su bolsillo trasero.

—Y yo debo ir afuera así que...Demonios, ¿Cómo se supone que salgas sin que se de cuenta?— pregunto de forma histérica pero silenciosa.

La pequeña sonrisa de Carson va desapareciendo y se va convirtiendo en una expresión de horror.

—Bueno, no puedo salir por la ventana, moriría— murmura viendo la ventana y haciendo notar un escalofrío.

—Estoy jodida— digo frustrada mientras me sentaba en mi cama.

Un Carson despeinado camina de un lado a otro en la habitación en silencio.

—¿Qué tal si tú vas primero y mientras la distraes yo salgo?— propone ganando mi atención.

Mi tía Lucy tiene muchos defectos y uno de ellos es que es que es muy despistada, no sé suele dar cuenta de nada.

—Okay, hagamos eso— acepto desesperada caminando hacia la puerta. —, en ese caso, aquí nos despedimos— le ofrezco la mano en forma de despedida mientras abro la puerta por completo.

Carson toma mi mano y la jala hacia su dirección para tomar mi mejilla con su mano y besar mi otra mejilla.

—Sam, ¿Qué tanto estás...— la tía Lucy se hace presente y su pregunta se queda suspendida en el aire al vernos.

Ambos nos quedamos paralizados al sentir a la tía Lucy al lado.

—Mierda— susurra Carson mientras siento como su mano en mi mejilla se tensa.

Creo que está vez no será tan bonita la escena como anoche, eh.

Suspiro resignada y tomo la mano de Carson para apartarla de mi mejilla causando que el se aleje ligeramente por su cuenta.

Miro la expresión de mi tía Lucy, sus cejas delgadas están alzadas mientras sus labios y ojos están abiertos como platos.

—¡Tia Lucy!, ¿Qué haces aquí?— voy hacia ella abrazándola tratando que olvide todo lo que está pasando, cosa que por obvias razones, no pasa.

La mujer no me contesta, en cambio se le queda mirando fijamente a Carson, el castaño solo le sonríe intimidado.

Pongo mis pies de puntas para hacerme más alta y me coloco entre la tía Lucy y Carson para cubrirlo.

Mantengo mi sonrisa, cosa que no dura mucho ya que la tía Lucy decidió ahora mirarme a mí.

La tía Lucy, la hermana de mamá y de la tía Mary, podría decirse que es la más amargada de las tres, no nos gustaba hacer reuniones familiares con ella ya que tenía el don de arruinar la velada con sus comentarios.

—Samantha Connor, ¿Quien es este?— apunta hacia Carson cuestionando.

—Se llama Carson y es mi amigo— respondo quitando mi cuerpo de en medio y empujando levemente a Carson de la espalda.

Los amigos no se besan en la boca Samantha.

Cállate voz interior.

—Mucho gusto— Carson se seca las manos en su pantalón y le tiende una a la tía Lucy.

La mujer pelinegra mira la mano de Carson con expresión de asco y con una uña suya la hace a un lado.

¿Recuerdan a ese pequeño demonio que ayer despertó? Volvió a despertar.

—¡Oiga!, Tia, eso no es...— estaba apunto de reclamarle cuando Carson me pone su mano en mi espalda discretamente.

—Me temo que empezamos en unas circunstancias bastantes incómodas, soy Carson Brown, amigo de su sobrina— Carson le vuelve a tender la mano a la mujer, cosa que no fue muy efectiva ya que siguió con su mueca de asco.

La tía Lucy nos da la espalda y se va caminando por el pasillo.

—Mary te está esperando en la sala de estar.

Mis sentidos se activan al escuchar el nombre mencionado.

—Espere, ¿Mi tía Mary está aquí?— me acerco a la tía Lucy recibiendo un asentimiento de su parte.

Rápidamente le aviso a Carson que ya volvía para salir corriendo a la sala de estar en dónde estaba la tía Mary.

Sigue igual de como la última vez que la ví.

Al parecer ella siente mi presencia ya que mira al lado para sonreír.

Estoy tan sorprendida que no se que hacer, no me muevo de mi lugar, la mujer rubia lo nota ya que se acerca a mí con sus ojos comenzando a verse cristalizados.

—Mi niña, has crecido tanto— murmura antes de abrazarme con fuerza.

Las lágrimas comienzan a salir de mis ojos, aprieto a aquella mujer gentil con fuerza mientras lloro.

—¿Cómo lograron saber dónde estaba? — cuestiono con la voz entrecortada.

—Logramos contactar a Sara, pero sigue dormida junto con Oliver— una voz de hace presente y al instante logro reconocer quién es.

Dejo de abrazar a la tía Mary para ver a aquella chica castaña.

—Yanay— corro hacia ella abrazándola efusivamente dejando correr las lágrimas.

—Sammy wammy— me nombra con el apodo que solía tener para mí de niña mientras me abrazaba y acariciaba mi cabeza.

—¿Pero que están haciendo aquí?—  pregunto una vez que termino de lloriquear.

—Ya estábamos cansadas de ni verte mi niña, te extrañamos muchísimo— responde la tía Mary provocando una sonrisa muy grande de mi parte.

—Las extrañe tanto— abrazo a Yanay y a Mary con mucha fuerza.

—Alto ahí niño, tu no te vas— escucho hablar a la tía Lucy y maldigo mentalmente.

Tanto la tía Mary como Yanay dejan de abrazarme para observar a Carson al lado de la tía Lucy.

Y seguía despeinado.

—Vaya, ¿Quien es este Jóven Sam?— cuestiona la tía Mary acercándose a Carson.

—Carson Brown, amigo de Sam, trabajo en el café Dragon's, soy buena persona lo juro— Carson le tiende una mano temblando pero sonriendo.

Trato de reprimir una sonrisa, pero me resulta tan imposible que solo tapo con una mano mía mi sonrisa.

—Okay Carson Brown que es amigo de Sam, trabaja en el café Dragon's y jura que es buena persona, ¿Deberíamos saber tus antecedentes penales?— La tía Mary bromea estrechando la mano con la de Carson.

—Lo siento— Carson se disculpa sonriendo más aliviado.

Siento un golpe en mi espalda, miro hacia atrás y miro a Yanay con una cara extraña mientras sube y baja sus cejas continuamente, le devuelvo el golpe sonriendo y miro de nuevo hacia adelante.

—¿Que hace aquí tan temprano jóven?— pregunta la tía Mary mientras se sentaba en el sofá.

—Verá, Samantha me llamo para arreglar algo de su baño, ya que soy sobrino de alguien que trabaja aquí así que, por eso vine— argumenta falsamente disminuyendo mi tensión.

—Claro, besuqueando a mi sobrina preciosa e inocente en su habitación— la voz de la tía Lucy se hace presente de forma sarcástica.

Mi ritmo cardíaco comienza a aumentar mientras miro a la tía Lucy como si hubiera matado a Eros, mientras que Carson

—Lucy, debes tratar ese tipo de cosas— la tía Mary golpea el hombro de la mujer pelinegra. —, son jóvenes, pueden hacer lo que quieran cuando quieran, ¿Es que acaso tú no solías escapar con Mario de jóven?— defiende ganándose una mirada asesina de su hermana.

—Además, ¿No te sientes orgullosa de que tú sobrina esté saliendo con alguien?— Yanay me abraza por detrás mientras siento mis mejillas arder.

—Ah no, no estamos...— Carson intenta explicar antes de que la tía Lucy interfiera.

—¿Se besan sin estar saliendo?— pregunta enfadada.

—Es decir, si pero yo...— el castaño me mira suplicando ayuda.

—Eso es un tema que no es apropiado hablar en frente de los menores tía— Apunto hacia Eros. —, y aún no estando el, el tema no le incumbe, ahora sí lo disculpas tía, Carson tiene que ir a trabajar— voy hacia Carson y lo empujó levemente de la espalda.

—Bueno en ese caso, ¿Qué tal si vamos a la cafetería en dónde trabaja Carson?— propone Yanay comiéndose una manzana en la cocina y ganando una mirada fea de mi parte.

—¡Es una gran idea!— exclama la tía Mary.

Miro a Carson con pesar.

—Lo siento— me disculpo susurrando mientras nos detenemos.

—Todo está bien, supongo que le vendría bien a la cafetería, y así podría verte más— susurra empezando a sonreír.

Golpeo su pecho sonriendo y la tía Mary llega con nosotros.

—Carson, querido ¿te molestaría si vamos a la cafetería junto contigo?— pregunta con una sonrisa tierna.

—Claro que no, ustedes pueden ir cuando sea, sería un gusto— afirma el castaño sonriendo.

—Bien, entonces vámonos— Exclama Yanay yendo a la puerta.

—Vayan ustedes, yo iré a ponerme zapatos— aviso mostrando mis pies y caminando a la habitación.

Una vez en la habitación, encuentro mis zapatos y me siento en mi cama para ponerme el calzado.

Escucho toques en la puerta de mi habitación y miro hacia al lado para encontrar a Carson a la entrada de mi habitación.

—Olvide mis anteojos— explica antes de entrar a la habitación y caminar hasta la mesita de noche.

—Lamento todo esto, no te querría involucrar en esta situación tan extraña— me disculpo atando las agujetas de mis zapatos.

Siento como se hunde la cama al lado de mi.

—Esta bien, no todos los días la tía de alguien me dice que besuqueo a su sobrina— el castaño me empuja levemente con su brazo.

—La tía Lucy suele ser así, no hagas mucho caso a lo que diga— comento después de terminar con las agujetas de mis zapatos.

—En algo tuvo razón— menciona jugando con sus anteojos en sus manos.

—¿Qué cosa?— pregunto curiosamente, debió ser algo revelador para que la tía Lucy tenga razón.

—Que eres preciosa, princesa— dice lentamente mientras su pierna derecha comienza a moverse continuamente.

Río al no poder formular alguna oración, mientras siento mis mejillas calentarse.

—Tu eres feo, spiderman, conozco a un doctor que te puede operar la cara— me levanto y me pongo frente a el para darle un beso en la mejilla y quitarle los anteojos de las manos. —, ahora vamos antes de que la tía Lucy vuelva cargada de escenarios falsos— le pongo los anteojos y lo levanto jalando de el.

Mis sentimientos se están saliendo de control, y no sé que haré el día en que admita que es lo que estoy sintiendo por Carson.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro