ꕤ「capitulo 9」
"Una oportunidad"
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—¿Qué? P-por supuesto que no.
Decir que estaba avergonzado se quedaba corto, estaba súper avergonzado de que me viera mirándole el trasero, el seguía observándome interrogante, con una ceja alzada
—¿Ah no? ¿Y qué mirabas entonces?
Comenzó a caminar hacia donde yo estaba contoneando la cadera de un lado a otro, y se paró frente a mí, revoloteando sus pestañas coquetamente.
—Y-yo —puso una mano en mi pecho, y pasó la lengua por su labio inferior humedeciéndolo, todo esto sin dejar de mirarme ni por un segundo, y en ese momento me di cuenta de todo—. ¡Ja, ya se lo qué planean!
—¿De qué hablas, Kook? —preguntó con tono inocente ladeando un poco la cabeza.
—Tú y Jin, planeas seducirme con su ayuda cierto, es demasiado obvio.
Taehyung nunca había actuado así antes, y empezó a actuar así de extraño luego de pasar tiempo con Jin hyung, y conociéndolo como lo hago, puedo asegurar que todo esto fue un plan suyo.
—¿Y funciona? —aún así siguió con su tono seductor.
«¡Maldición! ¡Claro que funciona!»
—¡O-obvio no!
—Ese bulto en tu pantalón dice todo lo contrario
¡Maldita sea! Eso me pasa por estarle mirando el trasero. Ya en verdad no debería sorprenderme por las reacciones que tenía mi cuerpo frente a cualquier acción de Taehyung.
De pronto el se agachó de pronto frente a mí, poniéndome más nervioso de lo que ya estaba.
—¿Q-qué estás haciendo? —pregunté alarmado cuando lo vi con la intención de bajar mis shorts.
—Solo voy a ayudarte con esto, ¿o prefieres quedarte así?
¿Por qué me pasa esto a mí? Es que en serio, solo yo puedo estar en este tipo de situación. Por una parte prefería huir y encerrarme en mi habitación para alejarme lo más posible de él, pero otra muy grande quería quedarse a comprobar de lo que era capaz.
—Continu... —el timbre sonó de pronto quitándome de la cabeza la locura que estaba a punto de cometer. No se en que rayos estaba pensando.
Taehyung estaba jugando demasiado con mi autocontrol, además de que desde que llegó no he podido tener sexo, porque Mingyu no quiere que él nos escuche, y en su casa tampoco podemos hacerlo, y además, ha estado muy ocupado con los exámenes.
Rápidamente me acomodé bien el short y fui a abrir la puerta, para mi gran sorpresa se trataba de mi papá, el cuál me abrazó apenas abrí. Rápido le correspondí porque de verdad lo echaba mucho de menos, había olvidado completamente ir a visitarlo, pero no es mi culpa, desde la llegada de Taehyung mi vida es un compeleto caos.
Se separó y me miró de arriba a abajo y sonrió.
—Cada día está más guapo mi pequeño —iba a volver a abrazarme cuando miró detrás de mí y vió a Tae.
—¿Es tu omega? ¡Es precioso! —chilló abrazando a Taehyung, quien se veía algo confundido y sorprendido. Mi padre nunca llegó a conocer a Mingyu, en realidad sólo le dije que tenía omega.
—Papá, él es...
—Soy su destinado —dijo Tae sonriendo, y si mi mandíbula no estuviera pegada a mi cara ahora mismo estaría en el suelo. ¿Cómo se atreve a decirle eso a mi padre?— Kim Taehyung, un gusto señor Jeon.
—Ahh, eres muy educado, me gusta, eres perfecto para mi Jungkookie —exclamó emocionado—. Puedes llamarme Mark o suegro, pero prefiero más suegro.
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Luego de que el papá de Jungkook dijo eso, este solo se puso de pie, dio un bufido molesto y fue hacia el cuarto, dejándonos a ambos sorprendidos a ambos al escuchar el fuerte portazo que dió a la puerta de su habitación.
—¿Crees qué se molestó porque vine de sorpresa? —preguntó confundido su padre.
—Creo que más bien...se molestó conmigo —dije cabizbajo, sintiendo como poco a poco un sentimiento de tristeza se adueñaba de mi pecho.
—¿Qué? ¿Por qué? No has hecho nada Taehyungie.
—Porque le dije que soy su destinado —murmuré
—¡Pero eso es algo bueno! —exclamó, en su rostro se veía la confusión que le causaba la situación.
—Porque soy su destinado —hice una corta pausa— pero no su omega.
—¡¿Qué?!
—Su omega se llama Mingyu, yo solo lo conocí hace unas semanas, y como no tengo a donde ir él me acogió.
—Mi hijo es un tonto, es indéntico a su padre, Jackson era muy terco y algo idiota —dijo con una sonrisa triste—, y Jungkook es una copia de él, sé que ahora tal vez él no te vea como su omega, pero lo terminará haciendo.
—¿Cómo lo sabe?
—Porque si otra persona hubiera dicho eso, lo habría desmentido al instante, desde pequeño siempre fue muy directo, le decía lo que pensaba a las personas sin medir sus palabras, no le importaba cuanto daño hicieran, sin embargo contigo solo se aguantó y se marchó para no decirte algo hiriente.
—¿En serio lo cree?
—Por supuesto, ahora iré a hablar con él.
Yo solo me quedé ahí, reflexionando acerca de lo que había dicho el señor Mark, todos dicen que el en el futuro se dará cuenta de que su lugar es a mi lado, pero cada vez lo dudo más, al pensar en eso no pude evitar que un par de lágrimas se escaparan de mis ojos, nadie tiene ni la mínima idea de cuánto sufre mi lobo por el rechazo de su alfa.
El señor Mark salió unos diez minutos después, él me miró con una sonrisa que a mí parecer fue algo falsa, se acercó y me abrazó, revolvió un poco mi pelo y besó mi frente.
—Debes tenerle mucha paciencia a mi hijo, Taehyungie —suspiró y se fue del apartamento.
¿De qué habrán hablado?
Esa pregunta no salía de mi cabeza, y el semblante con el que salió y el tono con el que me dijo aquello parecían como una alerta de lo que iba a suceder después.
El aroma a enojo de Jungkook se coló por mis fosas nasales y sus fuertes pasos se escuchaban por el pasillo, en dirección a la sala, donde yo aún estaba.
—¡¿Qué derecho crees qué tienes para decirle eso a mí padre sin mi consentimiento?! ¡¿Eh?! —el que me hablara de esa forma solo me hizo enojar.
—¡¿Podrías ponerte en mi lugar por un segundo?! ¡¿Tienes una idea de cómo me siento después de cada rechazo o desprecio tuyo?!
—¡¿Y quién mierda se pone en mi lugar?! Llevo dos años enamorado de Mingyu, dos años Tae, no dos días ni dos meses, dos malditos años. ¡¿Y quieres qué solo porque llegaste tú y dices qué eres mi destinado, deje de sentir todo lo que he sentido durante tanto tiempo?!
—Ni siquiera te has dado el tiempo de conocerme, de hacerte ver que puedes enamorarte de mí, si solo...
—Mingyu es mi omega, no sé porqué sigues insistiendo Tae.
—No eres el alfa de Mingyu —dije con falsa calma—. ¡Eres mi alfa! No puedes negar que tú lobo a quien quiere es a mí, no por nada dices "Mío" cuando me ves junto a otro alfa.
—Eso es culpa de mi estúpido lobo que no acaba de entender.
—Eres mi alfa, puedes decir lo que quieras Jungkook, pero eso no va a cambiar el hecho de que somos destinados.
—¡Maldita sea Taehyung! ¡Ya te dije qué no te quiero!
—¿Y por qué me besaste? ¡¿Si no te gusto ni siquiera un poco por qué me besaste?! —para ese momento las lágrimas bajaban por mis ojos como una cascada, de seguro me veía muy patético, yo me sentía patético.
—No llores Tae —dijo cambiando su semblante a uno más amable—. Te lo dejé claro desde un inicio para que no sufrieras, pero te empeñaste en que yo era tu alfa y por eso ahora estás así —se acercó a mí y limpió con suavidad las lágrimas que descendían de mis ojos.
—Porque te quiero Jungkook, no eres solo un capricho, eres mi pareja destinada, la que la diosa Luna me dio para formar una familia, si tan solo me dieras una oportunidad...
—Tae —dijo en tono de regaño cuando me acerqué más, sus manos seguían en mis mejillas y nuestros rostros estaban muy cerca—. No quiero hacerte daño —dijo en apenas un susurro, su aliento caliente chocando contra mi rostro debido a la cercanía.
—Aunque sean solo unos minutos, el dolor valdrá la pena —murmuré rozando sus labios.
—¿Por qué me haces esto? —susurró, su voz se había hecho un par de tonos más grave—. Haces que pierda el maldito control y te desee tanto.
Esa era la señal que esperaba, me puse de puntillas y uní nuestros labios en un tierno y suave beso, al principio él solo se quedó quieto, pero luego sonreí internamente cuando comenzó a corresponderme, llevando una de sus manos a mi cintura apegándome más a él y la otra se mantenía acariciando de forma suave mi mejilla.
Solo bastaron un par de segundos después para que él tomara el control del beso, volviéndolo más profundo e intenso, pasé mis manos por su cuello acariciando sus suaves cabellos negros.
Nos separamos un par de minutos después, ambos respirábamos pesadamente, nuestras frentes estaban unidas y él tenía los ojos cerrados.
—Es mejor que nos detengamos ahora, a menos que quieras que esto pase a más —dijo agitado, abriendo los ojos, haciendo que me quedara hipnotizado en sus brillantes ojos negros que parecían estar repleto de estrellas.
—Te quiero, Koo.
—Yo...
—No lo hagas, solo dilo cuando en verdad lo sientas —lo interrumpí y él asintió, robándome un pequeño beso antes de soltarme.
—Es tarde, mejor vamos a dormir —iba a caminar hacia su cuarto pero lo detuve.
—¿P-puedo dormir contigo? —pregunté avergonzado, sintiendo mis mejillas calientes.
Él me analizó por unos segundos, pero luego suspiró y asintió, en seguida una sonrisa se dibujó en mi rostro, y mis feromonas de felicidad comenzaron a regarse por el apartamento.
—¿Tan feliz te pone que te deje dormir conmigo? —preguntó con una pequeña sonrisa.
—¡Si! —asentí emocionado y me colgué de su brazo.
El solo negó sonriendo y comenzamos a caminar hacia su cuarto. Al entrar mi omega empezó a saltar de felicidad al verse todo envuelto del olor de su alfa. Salté hacia su cama, como si fuera un niño de seis años a los que sus padres le dicen que puede dormir con ellos, y él solo me miraba riendo.
Se acostó a mi lado y rápidamente escondí mi rostro en su cuello, sintiendo su delicioso aroma achocolatado penetrar mis fosas nasales. Ese probablemente era el día más feliz de mi vida, y lo fue aún más cuando pasó una mano por mi cintura acercándome a él, dió un beso en mi cabello y me deseó buenas noches.
—Buenos noches, Jungkookie —murmuré antes de cerrar los ojos y quedarme dormido.
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