CAP 28 (Final): No me dejes solo
—¡Hyung, Jin hyung necesito ayuda, Jungkook salió a buscar a Minho y no sé qué hacer! —dije de forma rápida, apretando mi celular entre mis manos en un intento de calmar la ansiedad que comenzaba a carcomer mi interior.
—¿Jimin, qué sucede? No entendí nada, habla más lento —dijo con voz suave.
—Jungkook sabe ya que mi padrastro fue el culpable del accidente y fue a buscarlo, ¡Ayúdame por favor, no sé qué hacer! —me encontraba desesperado porque temía lo que ese maldito pudiera llegar a hacerle.
—¡¿Tú padrastro fue el culpable?!
—¡Sí, eso estoy diciendo, maldita sea! —espeté entre dientes, ya comenzaba a hartarme.
—Haber cálmate ¿donde estás?
—Voy a mi casa, tal vez esté ahí —respondí quedamente, no tenía otra idea.
—¿Cómo Jungkook sabe dónde vives?
—¡Se lo dije una vez, eso no importa ahora! ¿Podrías por favor centrarte en lo que interesa de verdad?
—Bien, mándame tu dirección por un mensaje, nos vemos allí —ordenó y asentí a pesar de que no me veía.
—Está bien, gracias Jin hyung —colgué y le envié el mensaje tal como pidió.
Tardé unos veinte minutos en llegar a mi casa. Jin hyung estaba esperándome afuera mientras miraba sorprendido la mansión. Era normal su reacción teniendo en cuenta el tamaño de esta.
—¡Wow, tú casa es muy bonita!
—Vamos —tomé su mano y nos acercamos a la puerta. Comencé a golpear con fuerza, escuchando a mi madre decir que abría en un momento.
—¿Qué haces aquí? —en otras circunstancias me hubiera dolido que esa fuera su primera pregunta desde de no haberme visto por tanto tiempo, pero ahora eso no tenía importancia, encontrar a Jungkook era la prioridad.
—¡¿Dónde está Minho?!
—¿Todos están locos hoy? Primero Minho se enfadó tanto porque Hyungsik canceló su boda que comenzó a tirar y romper todo. Después se marchó echando humo por las orejas, luego vino ese chico que dice ser tu alfa buscándolo también y ahora ustedes.
—Perdí a mi cachorro por su causa, si en verdad te consideras madre dime dónde está —dije serio, y ella se sorprendió al oírme, de seguro no pensaba que su marido sería capaz de hacer algo así, aunque la creí cómplice en un inicio ahora me daba cuenta de que no tenía idea.
—Está en la fábrica abandonada que compró hace unos años, recuerdas que quería repararla y...
—Sí, nos vemos luego —la interrumpí y agarré a Jin del brazo para marcharnos de allí.
Tomamos un taxi que nos llevó hasta allá. La fábrica quedaba un poco alejada de la ciudad, durante todo el camino mis manos temblaban y no paraba de mover la pierna de arriba a abajo. Tenía miedo de lo que haría si se llegaba a topar con Jungkook, si a mí fue capaz de mandarme a atropellar no quería ni saber lo que le haría a él.
Bajamos del auto mirando la vieja fábrica abandonada, el sol comenzaba a esconderse y los nervios me estaban matando, Jin iba a entrar pero tomé su mano para que no lo hiciera, era muy peligroso y más en su condición.
—Llama a la policía Jin hyung —murmuré.
—¿Y qué se supone que voy a decirles? —me miró con una ceja alzada.
—Que el famoso empresario Lee Minho es culpable de intento de homicidio —respondí y me adentré en la fábrica.
—Wow, no esperaba visitas hoy, bienvenido Jeon Jungkook —dijo con burla mientras dos alfas estaban delante de él. El muy cobarde ni siquiera podía enfrentarme solo.
—Eres un maldito hijo de... —respiré profundo—. ¡¿Cómo te atreviste a hacerle eso a Jimin?!
—Hmm, veo que Beomgyu abrió la boca, parece que no le importó mi advertencia —habló con tono burlesco y debo decir que casi vomité del asco que sentía al verlo frente a mí, tan cínico y despreciable.
—¡Eres una basura, amenazaste a tu propio hijo, un pequeño de 6 años! ¡¿Qué más eres capaz de hacer?! —estaba tan enojado, mi lobo gruñía con fuerza en mi interior deseando salir y morder la garganta de ese sujeto frente a mí.
—¡Todo es tu culpa, alfa de pacotilla! ¡Arruinaste todos mis planes, se suponía qué Jimin se casaría con alguien rico qué pudiera sacarnos de la quiebra, pero no, tuviste qué marcarlo y embarazarlo!
Apreté los puños, sintiendo como mis garras salían y cortaban la piel.
—Tenía que deshacerme de ese cachorro, la marca se quitaría cuando Hyungsik la reemplazara, pero ese cachorro solo era una molestia, tuve que atrasar la boda por eso, pero al final lograron arruinarme, y pagarán por eso, principalmente tu lindo omega —rió como todo un loco de manicomio.
Comencé a acercarme, ya no pudiendo controlar más a mi lobo. Estaba dispuesto a matarlo, por su culpa perdí a mi bebé, todo lo que sucedió fue por su causa. No fue mi culpa, nada fue mi culpa y aún así lo lamenté tanto. El maldito merecía pagar.
—Encárguense de él, rápido —ordenó, y comenzó a marcharse mientras sus matones se acercaban a mi de manera amenazante.
¿Creen qué son rival para mí? Les demostraré lo que es capaz de hacer un Jeon.
Estaba buscando como loco, mirando para todos lados en el espacioso y, hasta un poco laberíntico lugar, solo con la esperanza de hallar un indicio de que él estaba aquí. Mi omega estaba tan intranquilo que me era difícil controlarme, estaba asustado y a la vez demasiado preocupado, no solo por mí, sino por Jin y Jungkook, si uno de ellos se encontraba con él acabaría muerto, estaba completamente seguro de ello. Después de que perdió todo enloqueció demasiado, y ahora con lo del Hyungsik y el matrimonio cancelado solo fue la gota que rebasó el vaso.
—A ti te quería encontrar —su voz me causó escalofríos que recorrieron toda mi columna vertebral. Me giré lentamente viéndolo apuntarme con un arma.
Mi corazón comenzó a latir de forma frenética, el miedo se había apoderado de mi cuerpo dejándome inmóvil. Tragué con dificultad levantando las manos a la altura de mi cabeza, ingeniado algo para convencerlo de desistir de esta locura.
—Minho no hagas esto, no eres un asesino.
—Me hiciste perder todo mi dinero, ahora yo te haré perder la vida —rió como si fuera un psicópata, de esos que salen en las películas y te hielan la piel al escucharlos—. Vas a morir hoy, Park Jimin —dijo decidido, y estaba seguro de que lo haría, Minho iba a disparar ese arma como fuera.
Solo cerré mis ojos, no queriendo que su cara sea la última cosa que ver antes de morir. Salté en mi lugar cuando el sonido de la pistola siendo disparada hizo eco en el lugar. Pasó un segundo, dos, tres...nada sucedía. Abrí los ojos con demasía al ver a Jungkook frente a mi con una sonrisa rota en su rostro.
—Justo a tiempo, Jimin-ah.
Luego de eso comenzó a salir algo de sangre de su boca. Él había....había recibido la bala en mi lugar. Se tambaleó hacia delante pero lo sostuve, y con cuidado me senté en el suelo con el recostado sobre mí.
El nudo en mi garganta no me permitía respirar, apenas asimilaba lo que sucedía frente a mí. La sangre comenzaba a salir a borbotones de su herida, y solo en ese momento pude salir del shock en el cual parecía haber estado, comenzando a hacer presión en un intento de detener la hemorragia.
Las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas mientras un intenso dolor se hacía presente en mi pecho, un dolor que nunca antes había sentido....el dolor de estar perdiendo a mi destinado, a mi alfa.
—Sal de aquí Jimin —apenas y pudo decir esas palabras, negué con la cabeza repetidamente ya que las palabras no salían de mi boca —. Vete...Jimin-ah.
—N-no, no voy a dejarte —negué una vez más, haciendo el esfuerzo de abrir mi boca para que de esta salieran las palabras—, la policía viene en camino, te vas a poner bien, solo aguanta un poco más.
Él me miró y una de sus manos ensangrentada fue a mi mejilla. Me miraba como si fuera lo más hermoso que había visto nunca, haciendo que el dolor en mi pecho solo incrementara a cada segundo, al igual que mis sollozos. Me destrozaba ver como poco a poco perdía el brillo que caracterizaba su mirada.
—Te amo Jimin-ah, e-eres lo mejor que...me ha pasado —susurró con dificultad.
—¡Yo también te amo Kookie, no me hagas esto! ¡Tienes qué ser fuerte, debes estar a mi lado y al de nuestro cachorrito! —grité con la desesperación adueñándose de mi cuerpo.
—¿Qué?
—Estoy encinta, mi celo nunca llegó y fui al médico, me dijeron que estaba esperando otro cachorrito ¡así qué debes ser fuerte y superar esto!
—Lo s-siento tanto, p-perdón por dejarte..solo con e-esto —sus ojos se cerraron, y yo solo sentí como algo en mi interior se rompía, algo que sabía nunca se volvería a reparar.
Mi llanto se hizo presente, mientras sacudía con fuerza su cuerpo, en un vano intento de hacerlo abrir sus lindos ojos de nuevo.
—Sabes que, ya no te mataré, prefiero verte sufrir toda tu vida por la muerte de tu alfa —dijo Minho mientras salía de la instalación.
—Vete a la mierda —lo escuché reír una vez más antes de que desapareciera de mi vista.
—Vamos Jungkookie, no me dejes solo, sabes que eres lo único que tengo. ¡Lo qué dije no es verdad, no te odio, eres lo más importante qué tengo, tú y el pequeño cachorrito qué estoy esperando, así que despierta, tienes qué conocerlo! —me cansé de zarandear su cuerpo, pero este seguía inmóvil—. ¡Jungkook maldita sea, despierta de una puta vez! ¡No puedes dejarme, no puedo vivir sin ti!
Escuché un jadeo de sorpresa y levanté la cabeza, viendo a Jin y dos policías mirarme, con Jungkook en mis brazos. Jin negó con una mano tapando su boca y con sus ojos llenos de lágrimas.
Uno de los policías se acercó pero un gruñido salió de mi boca a modo de advertencia, no quería que nadie se acercara.
—Señor Park venga conmigo.
—¡No! —espeté.
—Solo quiero comprobar si sigue con vida —dijo acercándose lentamente pero yo solo abracé más fuerte su cuerpo.
—Aléjenlo de él por favor, solo se hace más daño, está encinta, puede afectar al cachorro —murmuró Jin y los dos vinieron en mi dirección.
—¡No! ¡Suéltame! —grité intentando safarme del agarre de uno de ellos—. ¡Por favor es mi alfa, no me alejes de él, te lo pido!
Ambos me miraron con lástima, y el otro policía acercó la mano a su cuello y luego negó con la cabeza, estaba muerto...
Mi Jungkookie estaba muerto.
Ya no tenía fuerzas para seguir oponiéndome, así que solo me quedé mirando el cuerpo inerte de mi alfa siendo cubierto por una sábana.
Caí de rodillas con las manos en la cara, mi llanto escuchándose por todo el lugar, sentí a Jin abrazarme pero nada podía consolarme.
—Quiero estar a su lado, déjame ir Jin, por favor —supliqué sin fuerzas—. ¿Por qué tenía qué pasarle a él? ¡No es justo!
Por favor Jungkookie, vuelve a mí, te amo.
Y este es el final, el próximo capítulo es el epílogo.
Muchas gracias por haber apoyado mi historia, de verdad que jamás pensé que tantas personas la leerían. Estoy pensando en hacer algunos extras, díganme qué piensan.
Nos vemos 👋
Nota actual: sigan leyendo que también subí el epílogo.
Pd: no me maten, plis :)
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