CAP 16: Inseguridades
El pelinegro suspiró y miró al omega pelirrosa, quién lo examinaba con la mirada, tragó saliva intentando bajar el nudo que se formaba en su garganta, mirando al castaño frente a él que se veía enfadado.
—Tae yo...
—Me sentía triste y Jungkook me abrazó para consolarme —interrumpió Jimin, no queriendo que el alfa le dijera al omega que lo había engañado. A pesar de no ser amigos no quería lastimarlo de más, con que Jungkook pusiera una excusa bastaría.
—Si...eso —murmuró confundido por la interrupción de su omega.
—Ohh...yo lo lamento, perdón por ponerme así, mi lobo ha estado algo intranquilo últimamente.
—Jimin ya tiene que irse a trabajar, supongo que nos vemos en la noche —él solo asintió y salió diciendo una vaga despedida.
—Jungkook ¿podemos hablar?
—Tae yo... —hizo una pausa, no sabiendo cómo decirle todo al omega frente a él, que lo miraba con los ojos cristalizados, como si supiera lo que diría a continuación.
—¿Me vas a dejar cierto? —murmuró con la voz rota—. Haz estado distante últimamente y apenas y me llamas, no me escribes, ni siquiera nos vemos fuera de la universidad.
—Yo...
—No me dejes Jungkook, por favor, no soportaré perderte a ti también —al alfa le dolió ver cómo las lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas del bonito omega.
—¿A qué te refieres?
—Mamá tiene un tumor, lo descubrieron hace días. Es demasiado grande, ya no se puede intervenir quirúrgicamente y los médicos dijeron que no tiene mucho tiempo, por favor no me dejes, no soportaré perderlos a los dos al mismo tiempo.
El pelinegro se sorprendió al escuchar esa noticia, no podía negar que le afectaba, esa omega había sido muy cariñosa desde que la conoció, quería mucho a las madres de Tae, y si a él le dolía, no podía ni imaginar lo que estaba sintiendo el castaño en esos momentos.
Lo abrazó con fuerza. A pesar de que ya no lo amaba como antes lo seguía queriendo mucho, y no podía dejarlo solo en esa situación, tal vez se buscaría problemas con Jimin pero no podía dejar así a Tae.
—Cariño solo iba a decirte que te extrañaba, no voy a dejarte —mintió sintiendo su corazón estrujarse.
—Y-yo también te extrañé mucho —apretó el agarre que tenía en el cuello del alfa, marcándolo con su aroma para hacer desaparecer el dulce olor de Jimin de él.
—Estaré contigo, no debes preocuparte por otra cosa que no sea tu mamá —acarició su cabello con suavidad.
El omega se separó y se acercó a él, besando sus labios con suavidad. Sintió a su lobo reclamar ante la acción, gruñendo en su interior totalmente descontento con ello.
—Te amo, Jungkook.
—Yo también te amo, Tae.
Y a pesar de todo no mintió, amaba a Taehyung, solo que ahora de una forma diferente, más como un lazo fraternal y como el recuerdo de un bonito amor, o un mejor amigo; más no como su pareja, ese lugar era ahora indiscutiblemente de su querido Jimin, su único omega.
El omega miraba la pastelería frente a él con los ojos brillantes, todo era muy colorido y emanaba un aura alegre. Entró con una sonrisa, mirando a su amigo con su alfa siendo melosos. Inevitablemente el recuerdo de Jungkook pidiéndole más besos llegó a su mente.
Su omega había estado un poco reacio a dejar al alfa y aquel omega solos porque de pronto sus inseguridades se hacían presentes. El menor le había dicho que lo amaba, pero aún así no podía evitar pensar en que él tal vez aún sentía algo por el castaño, y tenía miedo, miedo de que Jungkook se arrepintiera de su relación y terminará marcando a Taehyung para borrar su marca de él.
—Hola Jiminie —lo saludó el omega mayor al darse cuenta de su presencia.
—Hola Jin hyung, director Kim —hizo una leve reverencia.
—Puedes decirme solo Namjoon, Jimin, no estamos en la universidad —le dijo amablemente.
—Bien, ven conmigo, te presentaré a mi madre.
Luego de haber conocido a la madre de Jin le dieron todas las instrucciones y comenzó a trabajar. Ese día había muchas personas, aunque al parecer era algo normal en el local. Vio a Jin colocándose un delantal y tomar una libreta para anotar los pedidos, obviamente el solo no podía, así que Seokjin también debía trabajar.
—¿Y Namjoon hyung?
—Ya se fue, necesita trabajar en unas cosas y luego irá a visitar a su madre, está muy enferma.
Asintió y tomó una bandeja para llevarla a la mesa que correspondía, pero la soltó de inmediato cuando sintió un fuerte dolor en su cuello, más exactamente en su marca. Llevó una mano a ella, quejándose audiblemente, siendo escuchado por el mayor.
—¿Qué te sucede? ¿Te sientes mal?
—Estoy bien, iré al baño un momento.
Casi corrió al baño, bajando rápido el suéter para revisar la marca, se asustó al ver unas gotas de sangre deslizarse por su piel.
—¿Qué sucede? —le preguntó a su omega, que se encontraba chillando adolorido en su interior.
Nuestro alfa nos está traicionando.
Cerró sus ojos con fuerza, evitando que las lágrimas salieran de sus ojos. Se dijo a sí mismo que ya no volvería a llorar, debía ser fuerte, como lo había sido siempre. Por eso cortó el lazo, no quería que el alfa sintiera su dolor.
Despejó su mente de los malos pensamientos y salió nuevamente, fingiendo a la perfección que se encontraba bien a pesar del dolor punzante que sentía en su pecho.
Cuando terminó su turno comenzó a recoger sus cosas para marcharse. Ya estaba anocheciendo, salió directo al apartamento, decidido a tener una seria charla con el pelinegro, lo que no se esperaba era que al llegar se encontraría allí un alfa que no era el suyo.
—¡¿Qué haces aquí?! —preguntó asustado, siendo presa del pánico.
—Te dije que te encontraría Jiminie —sonrió de forma macabra mientras se acercaba a él—, volverás conmigo a casa.
—¡No, no pienso volver ahí nunca más! —le gritó.
—Vendrás conmigo, quieras o no.
Narra Jimin
—¡¿Qué quieres de mí?!
—No quiero nada de ti ¿que podría yo querer de alguien como tú?
Me miró mal, agarrando fuertemente mi brazo, lastimándome en el proceso.
—Eres una basura Park, siempre lo has sido, igual de estúpido que tú padre, por eso tu madre me prefirió a mi antes que a ti, mira que rechazar a su propio hijo por su esposo —dijo de forma despectiva.
—¡Sueltame imbécil, y no te atrevas a hablar mal de mi padre! —grité intentando safarme del agarre en mi brazo, con las lágrimas corriendo por mis mejillas ante el recuerdo de mi papá—. ¡Fue mejor alfa de lo qué tú serás nunca!
—¡Callate! —todo sucedió demasiado rápido, tanto, que no me di cuenta de nada hasta que sentí el fuerte dolor en mi mejilla, me había golpeado una vez más—. ¡¿Tú padre mejor alfa que yo?! No me hagas reír omega idiota, tu padre era un imbécil, y es una verdadera lástima que seas igual a él.
—¡Sueltame! ¡Déjame ir, no quiero volver a esa casa! !Por favor! —supliqué para que me soltara, estaba tan cansado de seguir luchando solo, y moría de miedo, tenía frente a mi al hombre responsable de todos mis miedos.
—Eso es, ruega y tal vez sienta un poco de lástima por ti, suplica como la basura que eres, incluso tu destinado prefiere a otro omega antes que a ti.
Sus palabras calaron hasta el fondo de mi alma, y se metieron profundamente en mi interior, lástimando tanto a mi omega como a mi parte humana. Se sentía como si un millón de agujas se enterraran, torturando de forma lenta en mi corazón, dejando solo una estela del insoportable dolor; porque por más que lo negara el tenía razón, mi alfa prefiere a otro omega por encima de mí, y lo seguirá prefiriendo a él mil veces más, porque solo soy un estúpido juego del que lamentablemente yo acepté ser partícipe. Pero ni siquiera puedo culparlo ¿quién se fijaría en un omega como yo? Imperfecto, terco y obstinado, ningún alfa aceptaría un omega así, solo soy una maldita falla.
—¡Jimin estoy de vuelta! —el grito de Jungkook hizo que por todo mi cuerpo corriera una sensación de alivio enorme.
—Tienes mucha suerte, pero no te creas que ese alfa de pacotilla te salvará siempre —masculló y salió por la ventana, bajando por la escalera de emergencias antes de que Jeongguk se diera cuenta de su presencia.
Corrí hacia la sala, viéndolo quitarse la chaqueta que llevaba puesta ese día, y no lo pensé dos veces para lanzarme a sus brazos. Me correspondió el abrazo al instante y yo escondí mi cara en su cuello, aspirando su fuerte y delicioso aroma achocolatado.
—Creo que alguien me extrañó demasiado hoy —dijo y soltó una pequeña carcajada pero paró de reír cuando los sollozos comenzaron a salir de mi boca—. ¿Jimin qué sucedió? —preguntó con evidente preocupación, intentando separarme para verme.
—Solo abrázame ¿sí? Solo necesito tu abrazo.
—¡¿Jimin qué sucedió?! ¿De quién es ese olor, por qué tienes el aroma de otro alfa encima? ¡¿Alguien te hizo daño?!
—Dime que me prefieres a mí antes que a él, aunque sea una mentira solo dilo, necesito escucharte decirlo, por favor —le pedí, con la voz quebrada, recordando las palabras que minutos atrás escuché salir de la boca de mi padrastro.
—Jimin-ah, mírame —ordenó de forma seria. Me aparté un poco y lo miré directo a los ojos, llevó sus manos a mis mejillas, secando mis lágrimas con suavidad—. Sé que quizás piensas que solo estoy jugando contigo pero no es así, voy a dejarlo...solo que ahora no es un buen momento y no quiero ser cruel con él.
—¿Me quieres a mí? —pregunté, con la inseguridad haciéndose presente en mi interior.
—Por supuesto que te quiero a ti, mi pollito —dio un pequeño beso en mi nariz y otro en mis labios.
—Te quiero, Gguk —lo abracé nuevamente, mi omega calmándose y sintiéndose seguro con su alfa, y por un momento olvidándome de lo que había sucedido en la tarde con la marca.
Holaa, espero que les haya gustado el capítulo, de seguro muchas están decepcionadas de que Jungkook no le dijera la verdad a Tae, pero no podía ser todo tan fácil, aún les espera un montón de cosas por afrontar a la parejita.
Actualizaré pronto 👋👋👋
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