Esto transcurre al mismo tiempo en que Jimin y Baekhyun hablan en el capítulo pasado. Es solo la versión de Jungkook de lo que sucedió.

Estaba enojado, mucho. ¿Quién rayos se creía qué era ese omega para decirle a mi padre qué somos destinados sin saber si me parecía bien?
Me senté en mi cama pasando una mano por mi cabello e intentando calmarme, mi padre estaba ahí y Jimin también, y las feromonas de un alfa enojado podrían alterar a sus omegas.

«Y ahora por qué mierda me preocupa que su omega se altere? Se lo merece por lengua larga»

Unos toques en la puerta me sacaron de mis pensamientos, sabía que era mi padre, de seguro venía a reclamarme por mi actitud, y la verdad no quería escuchar su sermón ahora.

—¡Jeon Jungkook abre la maldita puerta de una vez! —dijo enojado después de unos minutos de estar tocando la puerta y que yo lo ignorara.

Me paré con pesadez de la cama y abrí la puerta, el entró y se sentó en mi cama mirándome serio.

—Espero que te disculpes con él.

—¿Por qué debería hacerlo? —pregunté con una ceja enarcada.

—Me contó que no es tu omega, no conozco a ese chico, pero se nota que te quiere Jungkook, además es tu destinado, ¿piensas desperdiciar una oportunidad así?

—¿Por qué nadie me entiende? Amo a mi omega papá, desde que lo conocí sentí algo especial por él, ¿debo olvidarlo solo porque apareció mi destinado?

—No tienes ni idea de la conexión que hay entre dos destinados, las dimensiones que abarca tal unión entre ambos lobos es simplemente impresionante e increíble, te lo digo por experiencia propia, jamás en tu vida te sentirás tan satisfecho como en ese momento.

—Pero tengo mi omega...

—Entiendo que ahora pienses así Jungkookie, pero no todos tienen la suerte de hallar a su destinado. ¿Vas a desperdiciar la oportunidad de ser feliz junto a la pareja qué te otorgó la diosa Luna? —me miró negando con la cabeza—. Ella es sabia hijo, piensa bien las cosas pequeño, no vaya a ser que termines arrepintiéndote.

Papá me abrazó y luego salió del cuarto sin decir nada más, dejándome hecho un lío con mis pensamientos. Era obvio que no podía negar que sentía atracción por Jimin, es un omega precioso, pero de ahí a sentir algo más profundo...

¡No! Amo a Taehyung, y soy muy feliz con él a pesar de las peleas. Es cierto que ahora estamos un poco distanciados, pero no es nada por lo que tengamos que preocuparnos.

Salí del cuarto dispuesto a reclamarle a Jimin por lo que había hecho, pero luego de escucharlo preguntarme el porqué lo había besado si no sentía nada por él y ver su rostro lleno de lágrimas...mi lobo solo quería consolarlo, y por más que lo negara yo también. A pesar de que nunca lo admitiría en voz alta, tenerlo así de cerca, con su naricita y mejillas rojas debido al llanto causaba estragos en mí.

Pero a mi mente llegaba la imagen de Taehyung y me sentía culpable por mis deseos de besarlo, de querer acariciar su piel, de ansiar tenerlo solo para mí...pero al sentir sus labios rozar los míos todo pensamiento sobre Taehyung desapareció.

«Al carajo todo»

Me pareció adorable que se tuviera que poner de puntillas para poder besarme, tanto que quise reír, pero al sentir sus labios moviéndose suavemente sobre los míos todo pensamiento racional huyó de mi, me sentía como un adolescente dando su primer beso.
Y para mí fue un shock ese pensamiento, porque me acababa de dar cuenta de que lo que sentía por él era algo más profundo que solo una simple atracción, Jimin me gustaba, me gustaba muchísisimo.

Me sentía un adicto a él en estos momentos, posé mi mano en su cintura en un intento de acercarlo más a mí, y a pesar de que me quedaba sin aire no quería separarme de él, sus labios tenían un sabor delicioso y eran tan suaves, que me daban ganas de seguir besándolo toda la noche. Pero al sentir que ya no podría controlarme si seguíamos tuve que separarme, mi respiración se encontraba agitada, dejé nuestras frentes unidas, no queriendo eliminar la cercanía que teníamos, me sentía idiotizado por su aroma, no sabía que me sucedía, lo único que tenía en mente es que no quería alejarme de él en estos momentos.

—Te quiero Kook.

Mi corazón comenzó a latir como loco al escuchar esas palabras salir de su boca, ya para estos momentos comenzaba a dudar de lo que sentía por Taehyung, y es que no sabía como me podía encontrar tan feliz de que el haya dicho eso si supuestamente amaba tanto a Tae.

Durante toda mi vida crecí escuchando acerca de los destinados, y siempre deseé encontrar al mío, ahora lo tenía frente a mí y la felicidad que sentíamos ambos, mi lobo y yo, no era comparable a ninguna que hubiera sentido antes, ni siquiera cuando Tae aceptó ser mi novio. Y me asustaban esos pensamientos, no tenía ni idea de que iba a suceder de ahora en adelante, pero si estando así con Jimin me hacia feliz, no iba a reprimirme más, ahora solo me quedaba pensar en como le miraría de nuevo la cara a Taehyung, sin sentirme culpable por haberme besado con Jimin.

—¿P-puedo dormir contigo? —preguntó avergonzado y con las mejillas sonrojadas cuando le dije que lo mejor era dormir ya.

Me pareció demasiado tierno lo feliz que se puso cuando le dije que si, Jimin tenía una personalidad extraña, a veces podía ser muy dominante y sexy, y otras podía ser una linda bolita de ternura; y lo peor es que esa dualidad me comenzaba a encantar.

Fuimos a mi cuarto y como si de un niño se tratase saltó hacia mi cama, supongo que feliz de que nuestra relación al fin hubiera avanzado un poco más, tal vez demasiado rápido ya que el hecho de que lo dejara dormir junto a mí era algo íntimo, hasta ahora solo lo había hecho un par de veces con Taehyung. No me gustaba dormir con nadie, pero extrañamente, me sentía demasiado cómodo con Jimin, tal vez era por el hecho de que somos destinados, no lo sé, pero tampoco quería pensar sobre eso hoy, mañana pondría en orden mi cabeza y pensaría fríamente sobre lo que iba a hacer.

Desperté sintiendo unas suaves caricias en mi cabello, y el aroma a vainilla y galletas que tanto me gustaba, abrí los ojos con lentitud, observando a Jimin, viéndome con una sonrisa en la cara, sonreí un poco, antes de acercarme a su cara y dejar un suave beso en sus labios. Creo que después de lo de ayer me será imposible el evitar besarlo cada que lo vea. Él me miró con las mejillas rojas y yo solo reí al verlo así, me sorprende que se avergüence por algo así cuando ayer se ofreció descaradamente a ayudarme con mi erección.

—Buenos días —murmuró.

—Muy buenos diría yo —susurré escondiendo mi cara en su cuello inhalando su aroma.

—¿Esto parece un sueño sabes? Estoy feliz de estar así, aquí, contigo —me separé de su cuello viéndolo sonreír.

No quería arruinar el momento, pero debíamos hablar seriamente y analizar como sería nuestra convivencia a partir de ahora.

—Jimin yo estoy muy confundido ahora, no quiero que te ilusiones y termines sufriendo por mi culpa, es lo que menos quiero, de verdad —la sonrisa en su rostro se fue borrando, y sus ojos se cristalizaron, quise maldecirme mil veces en ese instante—. No, no, no, no llores Jiminie.

—No me digas esto ahora Jungkook ¿cómo no quieres qué me ilusione?

—Lo que quiero decirte es que me des un tiempo para organizar mis sentimientos, me gustas Jimin, mucho, de verdad, pero sigo amando a Taehyung, debo pensar bien en lo que quiero.

—¿Eso quiere decir qué seguirás con él? ¿Y yo? ¿Lo qué sucedió ayer no significó absolutamente nada para ti? —quiso alejarse de mí pero lo detuve, y lo abracé a pesar de sus intentos por alejarse.

—Lo lamento, sé que soy un egoísta, pero es lo que puedo ofrecerte por ahora —dije con pesar, no quería que se sintiera mal por mi causa, y estoy consciente de que soy un jodido egoísta, no quiero perder a Tae, pero tampoco quiero perderlo a él.

—¿Quieres qué sea tu amante? ¿Es eso lo qué me ofreces? ¡Eres un maldito descarado! —gritó golpeándome el pecho para que lo soltara.

Lo tomé por las muñecas, y se detuvo, mirándome con sus ojitos llenos de lágrimas, así que solo hice lo que mi lobo me pedía desde hace unos minutos, y lo besé, sintiendo como correspondía después de unos segundos, sintiendo el sabor salado de sus lágrimas, y odiándome a mí mismo porque lo estaba haciendo sufrir.

¿Ya estás más calmado? —susurré después de separarnos.

—¿Cuánto más me harás llorar? —preguntó con la voz quebrada, haciendo que una punzada apareciera en mi pecho.

Acaricié su mejilla, y aparté sus rosados cabellos de su frente, sintiendo mis ojos cristalizarse también, tal vez Jimin era más importante para mí de lo que pensaba.

—Perdóname...mereces un alfa mejor que yo.

—P-pero yo te quiero a ti, Jungkookie —dijo sorbiéndose la nariz—. ¿No puedes solo mirarme a mí?

—Yo. .lo siento Jimin.

Me levanté de la cama y salí del cuarto, huyendo de su mirada. Hoy era domingo, por lo que no teníamos que ir a la universidad, y yo necesitaba hablar con alguien o iba a explotar. Me sentía tan confundido, ya había aceptado que me gustaba Jimin, ahora debía averiguar lo que realmente sentía por Taehyung, pero antes de eso debía hablar con Jin hyung, él siempre ha sido bueno dando consejos, y yo necesitaba mucho de uno en estos momentos.