Solo podía ver cómo sonaba el celular, no tenía la valentía suficiente para contestar. Pero como dicen a mal tiempo buena cara, no se que significa pero teniendo en cuenta que ya teníamos a el culpable había una posibilidad que esa llamada fuera de spam o algo. Al contestar la llamada no se escuchaba nada.

— ¿Hola?... ¿Quién habla? — nadie me contestaba así que estaba a nada de colgar cuando escucho una respiración.

— Acaso crees que es tan fácil? Si esto apenas comienza... Debiste hacerme caso Mc, ¿no te basto con ver a tu amigo morir? Ahora vas a presenciar la muerte de todos tus amigos: Jessy, Dan, Lilly, Cleo, Thomas e incluso a ese hacker. Y al finalizar será tu turno...

— ¿Qué quieres de mi? — le grite a esa voz que nunca logro reconocer por ese distorsionador.

— Te dije que dejaras todo esto, ahora todos sufrirán por tu culpa, incluso esos amigos que están cerca tuyo... ¿Cómo se llamaban?... Por supuesto, Dylan y Zack.

— ¡Quiero ver cómo les tocas un pelo de encima y verás lo que es justicia ciudadana!

— Ya no hay marcha atrás, sabes demasiado... Por cierto te deje un regalo en tu puerta, disfrútalo — y me cuelga. Intento regresar la llamada pero dice que está fuera de servicio...

Con el cuerpo temblando camino hacia la salida, veo que los chicos salen de sus cuartos y me hablan pero no soy conciente... Al abrir la puerta lo veo... Estoy marcada.

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