El racismo era algo que vivía a diario, la gente no se imaginaba lo mal que me sentía, ser juzgada hasta por mi color de piel, sufría la discriminación de muchas personas. Era horrible que simplemente se atrevieron a insultarme diciéndome “Negra”, “Fea”, no me avergonzaba mi color de piel pero sí sentía inseguridad en mí. Sólo pensaba “¿Porqué me tocó ser así?”, “Soy fea”, sus palabras me convencían que no era bonita. Perdí muchas oportunidades sólo por lo que veían en mí, no me gustaba como era y mi autoestima estaba por el subsuelo.

Cuando alguien me decía que era linda o simplemente me daba un piropo lo tomaba como una burla porque siempre pensaba que no hablaban enserio. En clases había un chico que me gustaba, él siempre se acercaba a mi asiento, reíamos aunque era un poco extraño porque al parecer él era algo tímido.

El tiempo iba pasando y cada vez más sentía que nos coqueteábamos mutuamente, él me cuidaba cuando me enfermaba en la escuela y siempre jugábamos con los demás compañeros, era hermoso, sentía chispas. Cada vez había más confianza pero yo sentía que todo lo que sucedía entre nosotros era sólo mi imaginación, nadie se fijaría en mí.

Una chica me dijo delante de todos “Le gustas a…”, quedé ofendida, pensaba que se estaban burlando de mí y que él se había dado cuenta de que me gustaba y sólo jugaba conmigo.

Mis amigas me decían que se notaba que yo le gustaba, yo sentía que no era cierto. Cualquier cosa real o falsa se desvaneció, dejamos de hablarnos por alguna extraña razón, aún me gustaba pero mi orgullo no me permitía hablarle. Un día todo sentimiento hacia él se empezó a ir, cuando me enteré de que se había besado con otra chica, al parecer era callado pero bastante mujeriego.

Cada quién hizo su camino, al final si le había gustado pero me ganó la inseguridad, poco a poco e aprendido a amarme tal y como soy, ya no me importa que me digan palabras racistas porque no me había dado cuenta de que yo había hecho lo mismo detestando a los blancos por ser tan racista, era muy irónico que yo estaba haciendo lo mismo con ellos.

El color de piel no te define como persona, digan lo que digan tu eres especial.

...

Tu seguridad vale oro, muchos desean ser más seguros de sí mismos y tapar sus oídos a las voces negativas.

Cada persona tiene ese algo que lo hace especial y sin dudas tú lo eres.

Sé portavoz y ayudador a esas personas que están atravesando por esos momentos de inseguridad y temor.