Me decían “Nerd” porque era inteligente, me decían que me hacía la “santa” por ser callada, no ser parte de ellos y enfocarme en las clases, siempre fue así , hasta que un año se triplicó todo, fue el peor año escolar de mi vida, pasó algo en particular.

Aunque siempre me hacían bullying por absolutamente todo de mí, un día la maestra nos dejó solos en el aula para bajar a la dirección ósea la oficina del director, y los chicos aprovecharon para hacer sus locuras, ruidos y caos por todos lados, yo simplemente me quedé en mi asiento haciendo la clase correspondiente. Al regresar la maestra, todos se volvieron a posicionar pero ya ella los había visto por lo cual los dejó sin receso, ella dijo “Todos se quedan aquí en la hora de receso menos…” La maestra me había dejado sólo a mi salir a la hora del recreo, todos estaban molestos y decían que yo también  había hecho ruido y caos.

Me fui a mi receso y aunque no lo disfruté tanto porque mi mejor amiga también estaba de castigo en el aula, tomé un libro de la biblioteca y empecé a leer hasta que acabó el recreo.

Cuando entré, nadie me hablaba y me ignoraban, realmente al principio no me importaba tanto porque ellos siempre habían demostrado que detestaban que fuera una de las mejores estudiantes pero al ver que ninguno de los chicos que me hablaban no se acercaban a mí, me sorprendió mucho pero me dolió y sorprendió más cuando vi que mi mejor amiga estaba del lado de ellos.
Absolutamente todos se pusieron en mi contra sólo por una tontería.

Las personas que me hacían bullying se encargaron de llenarles la cabeza de cucarachas a mis amigos y conspiraron contra mí.

Me sentí traicionada y sola, después de días las cosas se calmaron pero yo no olvidaba la traición, los que eran mis amigos me pidieron perdón y me dijeron que las personas de la esquina habían convencido a toda la clase de ignorarme y tratarme mal.

Tiempo después llegó la presidencia del curso, fui seleccionada como presidenta del aula y la gran mayoría no estaba de acuerdo, se quejaban de las normas de disciplina y todas las ideas que implicaba, todos decían que no era buena para ser la presidenta y lucharon hasta hacer que yo renunciara y otra persona se quedara con el puesto.

Ese año sentí el desprecio de todos, las burlas, los ataques, las humillaciones, la traición. Después de eso aprendí que incluso la persona que crees que está de tu lado en cualquier momento te puede señalar, que no importa si eres bueno o malo la gente siempre encontrará con qué criticarte y juzgarte.

No vivir por la aprobación de los demás es la mejor elección porque sabes que hoy o mañana ellos no tienen control sobre ti y no te hundirán. No tengo ningún rencor hacia alguno de ellos, me arreglé con mi mejor amiga pero aprendí muchas cosas del peor año escolar de mi vida.

...

No importa lo que hagas te dañarán igual, tú sigue caminando sin mirar a los lados.

Esta historia es algo que me sucedió a mí cuando tenía 12 años.