1. Érase una vez
Era el año 1998, una joven pareja paseaba por las calles de la Ciudad de México aquella pareja gozaba del día del sol y de la compañía mutua que ambos se brindaban, celebraban un año de noviazgo y que mejor que celebrarlo que comiendo en un restaurante.
Aquel era uno muy modesto pero a ella no le importaba en que lugar estuvieran mientras estuviera con su amado aquel lugar sería el mejor en el que pudieran estar.
Para el muchacho Francisco Gutiérrez quién era conocido por sus amigos como el Lynn le hubiera gustado llevar a su amada a un mejor lugar pero lamentablemente no podía, su trabajo de albañilería no era bien pagado e incluso pensaba a veces en renunciar y empezar su propio negocio, un restaurante familiar parecido al que algunos estadounidenses tenían, era su sueño desde niño y gracias a eso era molestado en su escuela ya que para los demás niños la cocina era un lugar en el que solo las mujeres debían estar, eso y la educación machista que esos niños recibían por parte de sus padres hizo que Francisco o Lynn como lo quieran llamar desistiera de su idea hasta que la conoció a ella, aquella mujer que tenía un cuerpo bien desarrollado, con perfectas curvas y una personalidad agradable que supo respetar sus gustos y no lo hizo menos por estos.
Era la primera vez desde su madre que una mujer lo apreciaba y no le decía que era menos hombre por tener ese gusto, su última novia antes de ella le había expresado su disgusto por aquel deseo que Lynn tuvo desde niño, ella le decía quiero a un hombre no a un maricon cosa que afecto a Lynn.
Ricarda Guadalupe o Rita cómo de cariño le decía su novio era una chica que difícilmente pasaba desapercibida en las calles de la ciudad mexicana, sus curvas llamaban la atención y era víctima de muchos piropos que si en verdad no le molestaban al principio cada vez eran más y más molestos al grado que parecía que la acosaban en lugar de alagarla, pero que podía hacer ella con su cuerpo que se desarrollo mucho antes y que el tiempo se encargó de agraciar conforme este pasaba?? Sus pechos eran de un tamaño estándar pero a veces su ropa los hacia ver grandes lo que hacía que no pasará discretamente en ningún lugar al que iba.
Ella apreciaba a Lynn mucho ya que era el primero que no trato de llevarla a la cama por su cuerpo o qué solo buscaba presumir el tener una chica voluptuosa como novia, no el era diferente era caballeroso y atento pero a veces llegaba a tomar un poco de más y eso le molestaba aunque agradecía que el no se tratara de sobrepasar con ella estando en ese estado, además de que se quejaba si ella lo solía hacer??, Obvio la diferencia era que ella lo hacía porque ella sabía tomar y mientras Lynn solo lo hacía para no verse menos hombre y que apenas a las tres ya estaba mareado y decía tonterías, quizá a veces parecía tierno pero otras hasta ella misma admitía que si no fuera por su amor ella misma lo hubiera golpeado.
Ella quería ser doctora, de hecho iba a comenzar pronto a estudiar la universidad en una de las mejores universidades de México, el Instituto Politécnico Nacional en la carrera de medicina, de hecho después de terminar la prepa ella decidió tomarse unos años sabáticos para trabajar como ayudante en una clínica dental y agarrar experiencia pese a que algunas personas le decían que lo mejor era que consiguiera marido y que la mantuviera, que solo se encargará de mantener limpio y fuera la esposa ideal pero ella quería marcar diferencia y no ser otra mujer mexicana encerrada en casa en un mundo machista.
-Cuando comienzas a estudiar amor??-
-En unos meses amor, estoy muy emocionada-
-Lo se y me da gusto verte así, pronto te podré decir Doctora Rita-
-Si, y que has pensado de estudiar una carrera, sería bueno para ti digo un empleo respaldado con carrera paga más sabes- una mueca de disgusto apareció en el rostro de Lynn, este se limitó a responderle.
-Ya se amor pero sabes bien que mi condición económica no es la mejor, estuvieron cerca de embargar mi casa y además para eso del estudio jamás he sido bueno- Rita se preocupó por aquellas palabras, ella quería ver al hombre que ella amaba siendo un profesional, que no solo ella fuera la egresada si no que también Lynn pudiera tener algo con que defenderse en el mundo laboral.
-Lo se y entiendo solo lo digo por tu bien amor, mejor dejemos el tema hasta aquí y celebremos- eso era algo que a Lynn le encantaba de Rita su optimismo pero hasta el sabía que toda persona debía mínimo ser realista alguna vez en su vida.
Ese día comieron, quizá no fue lo más fino pero si fue lo más delicioso unos tacos de carnitas, suadero, tripa y unos refrescos acompañaron la comida de la pareja quiénes festejaron a gusto el primer año de noviazgo que tenían.
Lynn pago la cuenta y se fueron, el no se lo había dicho pero tuvo que pedir prestado para llevar a su amada a comer y para comprarle un regalo, un oso grande de peluche.
Estaba nervioso pues sabía que tenía que pagar ese dinero pero ver a Rita feliz lo alegraba y valia la pena ahora tenía que ver como le haría para pagar pero ese no era momento para pensar en eso, solo quería ver a Rita feliz.
Llegaron a su casa, una residencia modesta ubicada en una vecindad su "departamento" de soltero como a el le gustaba decirle, llegaron ahí y ambos compartieron un momento íntimo, era su aniversario y la primera vez que consumarian su amor, Rita había sido educada para solo dar su virginidad al hombre adecuado y no a cualquiera como alguna de sus amigas, no ella era diferente.
Lynn ya no era puro de hecho el había perdido su virginidad antes pero era algo que el no quería recordar, no se sentía nervioso pues ya lo había hecho antes con otras chicas en fiestas donde el alcohol permitía que el trato de consumara y así el fue ganando más experiencia.
Aquel fue un momento hermoso pero corto, Rita sintió dolor pero conforme paso el tiempo sintió placer, lástima que fuera primeriza y no pudiera evitar correrse rápido pero aquello había sido intenso, mucha adrenalina sentía y estaba feliz pues por fin había encontrado al hombre con quién pasar sus días.
Lynn se sentía bien pero con dudas y no exactamente si ella había disfrutado sino que sentía que algo se le había olvidado, pero que podía ser quizá no era nada importante así que se dedicó a disfrutar el momento y sobre todo disfrutar de estar con una mujer como Rita.
-Me seguirás amando sin importar lo que pase Lynn??-
-Sin importar lo que pase te seguiré amando- un beso sello todo y ambos pudieron disfrutar de aquella tarde llena de pasión sin pensar que aquello traería repercusiones a futuro.
******
-Señorita Ricarda, ya se que es lo que ha estado ocasionando sus nauseas-
-Digame doctor- aquello había sido una bomba para la muchacha, seguía sin creerlo, sin musitar palabra alguna sabía de cierta forma que sus esperanzas de tener una carrera habían sido cortadas de manera abrupta.
-Embarazada??-
Paso la tarde y ella estaba preocupada sin saber que hacer o cómo le iba a hacer necesitaba hablar con Lynn y sobre todo necesitaba explicarle a su padre que su hijita tendría pronto un hijo, ya sabía la opinión de su padre sobre Lynn pero permitía la relación ahora esto era el pretexto perfecto para que su padre intentará separarlos.
-Lynn necesitamos hablar, es urgente puedo verte en tu casa cuando salgas del trabajo- Lynn no entendió porque ella lloraba quizá algo le había pasado al padre de esta ese tal Alberto que jamás miro bien que su hija estuviera con un albañil, un gato como el se refería "cariñosamente" a este.
Lynn estaba impaciente por saber lo que su amada quería decirle, estaba llorando y trataba de decirle pero siempre las lágrimas evitaban que palabra alguna saliera de su boca, fue hasta que se calmó que le dijo.
-Lynn, vamos a ser padres estoy embarazada- aquellas simples palabras dejaron mudo a Lynn, sería padre, en ese momento recordó lo que lo había mantenido nervioso ese día, ahora tendría un problema más encima, uno más de los que ya tenía.
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