14. Érase una vez, una princesa que conoció a un monstruo.
Advertencia: violencia sexual.
PARTE V.
31 de enero de 1975
ayer tube un sueño muy largo
soñaba que escribia muchas cartas pero las escribia para no olvidarme de algien pero ya no me acuerdo de quien
sana me regalo este cuaderno porque hoy es mi cunple y me dijo que podia dibujar aqui pero yo no quiero dibujar quiero escribirle cosas a mi papi para que nunca me olvide de el
ya tengo 7 años papi ogala tanbien estubieras aqui porque tanbien es tu cunple de papi porque ya tienes 7 años de ser mi papa
te quiero mucho papi y te estraño mucho tanbien
por eso miro al sielo todo los dias pero estoy triste porque las estrellas solo salen cuando es de noche y yo te echo de menos de dia tanbien
sana me dijo que el sol es una estrella tanbien pero el sol no sale de noche asique e desidido que serias la luna papi porque veo la luna de noche y tanbien de dia
Asta pronto papi te quiero mucho
es mama linda? el sielo es lindo? espero que si papi porque tu solo puedes ir a sitios lindos
Miyeon :)
⊰✽⊱
1 de setienbre de 1975
Hola papi felis cunpleaños!!!
oi es tu cunpleaños
sana me dijo que cunples 36 años eso es mucho papi!!!!! cuando yo tenga 36 años quiero ser como tu quiero ser buena y bonita
yo no cunplo 36 años de ser tu ija :( pero sana me dijo que algun dia los cunplire
oi voy a visitar tu tunba con el tio jimin que es muy bueno tanbien y muy muy guapo
jimin me dijo que erais buenos amigos yo tanbien quiero amigos porque taehyun se fue contigo al sielo asique ya no tengo amigos pero cuando vaia a la escuela los tendre y sere felis como te prometi
papi ya no lloro antes de dormir pero sigo teniendo sueños raros
ayer soñe que corria en un bosque y llevaba un vestido bonito como yungyi creo que estaba uyendo pero ya no me acuerdo
felis cunpleaños papa espero que en el sielo aya pastel de cunpleaños y belitas y ojala puedas desayunar sopita de algas porque oi es tu cunpleaños
Miyeon :)
⊰✽⊱
30 de dicienbre de 1975
papi oi se cunple 1 año desde que te fuiste al sielo
te estraño muchisimo
el tio bogum me dijo que el abuelito tanbien se fue al sielo un 30 de dicienbre
espero que en el sielo todos esteis bien
saludos a mama
oi tanbien e ido a visitar tu tunba y te llebe tus flores faboritas
te echo de menos papi
ayer tube un sueño y taehyun aparecia en el soñe que caminabamos por la playa y el me daba un beso pero me desperte
saludos a mami y tanbien a taehyun y grasias por la cansion me a gustado mucho y llore un poquito pero es porque te estraño
Miyeon :)
⊰✽⊱
31 de enero de 1976
Hola papá!
Oi es mi cumpleaños. Cumplo 8 años! Y tu tambien cumples 8 años asique felis cumpleaños por ser mi papá :)
Te cuento que e empesado el cole y e hecho muchos amigos. Sana me regalo un violin y estoy yendo a clases de violin para aprender a tocar. Ase dos dias tuve un sueño con Taehyung, el tocaba el piano y yo el violin. La cancion era Lacrimosa, asique la quiero aprender para tocarla de nuevo
El tio Jimin me lleva siempre al parque con sus hijos y ahora somos amigos. Su hijo es muy bonito como el y a su hija le gusta cantar pero es muy timida.
Por mi cumpleaños le pedi a todo el mundo que viniera a mi fiesta de te pero mi prima Dahyun tuvo su bebe, asique ahora hay dos niñas que cumplen el 31 de enero en la familia. Estoy contenta!!! El año que viene haremos 2 fiestas.
Te quiero mucho papi y te estraño mucho, pero miro la luna para no llorar. El tio Jimin me dijo que la luna esta echa de queso, asique espero que este rica porque aveces te la comes y se queda a la mitad y otras veces desaparece!!! Pero me dijo Jimin que tu la vuelves a construir para que yo no me sienta triste asique no pasa nada papi
Comete todas las lunas que quieras pero no muchito porque te puede doler la tripita y tampoco quiero que costruyas muchas lunas porque no quiero que te canses, vale papi?
Miyeon :)
⊰✽⊱
1 de setiembre de 1976
Feliz cumpleaños, papi!!!
Ya tienes 37 años, estoy muy impresionada porque esos son muchos años. Si ves al abuelito contigo dile que muchas felicidades porque ya tiene 37 añitos de ser tu papá ~
Hoy e ido con Sana y con el tio Nam y Koya al sementerio para aserte una visita. El tio Jimin no pudo acompañarnos porque le dolia el corazón, asique cuando volvi le di un beso y me dijo que se curo :)
Siento mucho no aver podido curarte a ti, papi
Miyeon :(
⊰✽⊱
30 de diciembre de 1976
Papi ya falta poco para que sea otro año. Ya cumplire 9 años y tu también de ser mi papá. Te estraño todos los días pero miro a la luna y me calmo un poquito porque se que estas cuidandome desde el cielo.
Me va muy bien en el colegio y ya tengo muchos amigos. Algunos niños me molestan y me dicen que no tengo papá ni mamá asique llore un poquito por eso pero Sana me dijo que no les hiciera caso. Me duele un poquito porque yo si tengo papá.
Esos niños son tontos verdad papi?
Bueno... Ya hace 2 años que te fuiste con mamá. Espero que en el cielo pueda tener un ermanito para que te aga compañia y no te sientas tan solito :( quisiera poder ir al cielo contigo pero todavia tengo que crecer porque Sana me dijo que me iria cuando sea viejita y tenga el pelo blanco.
Te quiero mucho papi. El tio Jimin tambien te quiere mucho a veces llora por ti cuando esta solo. Hoy lo iso asique le di un abrazo y me dijo que se puso muy feliz :)
Mañana te volvere a escribir cosas. Buenas noches papi.
Miyeon ❤️
⊰✽⊱
31 de enero de 1977
Papá, ya tengo 9 años.
Te echo de menos, papá. Hoy no es un feliz cumpleaños para ti pero espero que en el cielo tu si estes comiendo pastel porque también es tu cumpleaños de papá. Feliz papápleaños :)
Estoy triste, papá. Los niños de la escuela se siguen burlando de mi porque no estas conmigo. Cuando les dije que estabas en el cielo, me dijeron que era una maldita huerfana pero yo no se que significa eso asique no les hize caso.
Me dijeron que Sana solo me quiere porque tengo mucho dinero y que cuando crezca se lo llevara todo a Japon porque eso es lo que hacen los japoneses en Corea.
Sana me dijo que ella nunca lo haria pero no se si creerle. Ella no es mi mamá. No tengo mamá... ni papá.
Tengo mucho miedo de que Sana también me abandone. El tio Jimin tiene a sus hijos y el tio Namjoon esta todo el tiempo en el hospital. La tia Jenni y los tios Bogum y Haein ya son abuelitos asique no pueden ser mis papas.
Quiero que Sana sea mi mamá... Pero no quiero erir los sentimientos de mamá. Puedes preguntarle si puedo tener otra mamá? Solo hasta que vaya al cielo con vosotros.
Miyeon :)
⊰✽⊱
30 de diciembre de 1977
Ya hace 3 años que te fuiste al cielo, papá.
Hoy e llorado mucho por ti. Lo siento papá, pero ya no me siento una niña fuerte. Quiero intentarlo porque no quiero que estes triste por mi culpa, pero no soporto la idea de ya no escuchar tu voz.
En la grabacion solo te oigo cantar y tengo miedo de que cuando me haga mayor, ya no me acuerde de como suena tu voz. Por favor papá, visitame en un sueño y hablame bonito.
Atentamente,
Miyeon :) triste pero feliz para que no te preocupes.
⊰✽⊱
31 de enero de 1978.
¡Papá, ya tengo 10 años!
Hoy si es un feliz cumpleaños para mi. Sana me ha regalado muchos juguetes, también el tío Jimin, el tío Namjoon y los tíos Bogum, Haein y la tía Jenni.
Todos me han regalado muchas cosas lindas, aunque Sana me ha dado el mejor regalo de todos... Le pregunté si queria ser mi mamá y me dijo que si. ¡Todo gracias a ti, papá! Porque apareciste en mi sueño y me dijiste que mamá y tú me queríais sin importar que.
Muchas gracias por aparecer en mi sueño, papá. Tu voz no se me olvida y espero que no se me olvide jamás.
¡Feliz papápleaños número 10!
Happy Miyeon!! x)
⊰✽⊱
1 de septiembre de 1978
Mi papá precioso... Feliz cumpleaños. Ojala haya velitas de numeros 3 y 9 para tu pastel. Soplalas y pide un deseo.
Se que es tu deseo y tu desicion, pero por favor... ¿podrias desear volver conmigo? Es que te echo tanto de menos, papá.
Te quiero mucho y muchos besos y abrazos a todos los que estan en el cielo contigo, especialmente a Taehyung y el abuelito.
Te quiere para siempre,
Jeon Miyeon... Tu florecita de loto.
⊰✽⊱
30 de diciembre de 1978
Papá, han pasado 4 años desde que te fuiste.
Si debo ser sincera, tal y como me enseñaste y pediste que fuera, diría que te echo en falta todos los días. Que lloro todas las noches cuando miro la luna y que el vacío que tu partida me dejó me ha hecho una chica débil.
Sin embargo, papá, te prometo que procuro todos los dias para salir adelante.
Recuerdo el violin del abuelo que me dejaste. Lo he reparado un poco para poder tocarlo. Sana me lleva a clases de violin, luego ire a clases de piano y tambien de guitarra porque ya se lo que quiero ser cuando sea mayor.
Quiero ser musico. Quiero poder cantar canciones tan geniales como la que tú has compuesto y escrito para mi.
Te quiero, papá.
Miyeon ❤️
⊰✽⊱
31 de enero de 1979.
Papá, hoy cumplo 11 años... Y tu no estas. Nunca mas estaras.
Me ha tomado tiempo asimilarlo, pero creo que por fin lo entiendo.
Te escribo todos los dias para no olvidarte, al menos eso es lo único que ha funcionado desde que has muerto. Pero creo que enfocarme solo en ti, ha hecho que me olvidara de alguien más.
Le he preguntado a mamá si me falta alguien, pero ella me dice que no. A ratos me pregunto a mi misma si es a mi madre biologica a quien he olvidado, pero luego recuerdo que nunca la he conocido... Entonces, si no me he olvidado de nadie, ¿entonces a quien no recuerdo? Pensar en eso me hace daño en el corazón.
Otra de las cosas que ya no recuerdo, son las historias que solias contarme ni de los personas de las que hablabas.
Es un poco triste que estas cosas nublen el día de mi cumpleaños, pero ya no siento que este día sea especial desde que te fuiste.
No obstante, papá, feliz papápleaños numero 10. ❤️
Jeon Miyeon :)
⊰✽⊱
1 de septiembre de 1979.
Papá, feliz cumpleaños.
Si estuvieras vivo, estarias cumpliendo 40 años. Me gustaria poder verte porque cuando era pequeña no tenia habilidades o dones especiales que me permitieran hacerte un regalo. Ahora se tocar el violin y el piano, tambien estoy aprendiendo a tocar la guitarra. Cuando sea mayor sere una gran cantante y todos los primeros de septiembre lanzare un beso al cielo para que te llegue mi amor.
Espero que seas feliz alla arriba. Me decias que los besos curaban los corazones y como ahora ya no puedo verte, oirte o tocarte, no se como te sientes, asi que independientemente de tu felicidad o dolor, te mandare besos esperando que alguno te vuelva a curar.
Yo lo tengo mas dificil. No puedo recibir besos tuyos, por lo tanto te buscare en cada nota musical que componga y tambien te dedicare cada cancion que escriba.
Ese sera mi regalo, papá.
Te quiere muchisimo,
Jeon Miyeon :)
⊰✽⊱
31 de enero de 1980.
Papá, he cumplido 11 años.
Es un día solitario para mi. He perdido a mis amigas y ya nadie se junta conmigo en la escuela. No se que paso, aunque pienso que Lee Taeseok esparcio el rumor de que soy huerfana y por eso ya nadie me habla.
No entiendo, ser huerfana no es una enfermedad.
Se lo he contado a mamá. Ella me dijo que, aunque vosotros os hayais ido, me quisisteis mas de lo que puedo imaginarme. Y le creo.
Ahora se que mamá, mamá Liên, murio al darme a luz despues de un accidente. Ella aguanto tanto dolor para que yo viviera y tu no podias impedir que la enfermedad se extendiera. Ahora lo se.
Siento mucho haberte odiado un poquito antes. Pensaba que me habias abandonado apesar de que te seguia queriendo mucho.
Mi cumpleaños es solitario, pero no estoy triste como otras veces... Porque mi papá me ha querido muchisimo y se que todavia lo haces, estes donde estes.
La madre de Jimin era budista y el me conto lo que es la reencarnacion.
Papá, si reencarnas, por favor vuelve conmigo.
Te quiero mucho. Feliz papápleaños numero 10.
Miyeon :)
Miyeon siguió escribiendo diario tras diario. Le escribía a su padre todos los días de todas las semanas, aunque a veces se saltaba un día o dos cuando sentía que no tenía nada interesante que contarle, jamás se saltaba las tres fechas más importantes: su cumpleaños, el de su padre y su aniversario de muerte.
Miyeon recordaba a Jungkook con mucha claridad, como si siguiera a su lado, vivo, todos los días porque no dejaba que muriera su imagen en su memoria. Aunque, por alguna razón, sentía que ya había vivido esa experiencia — de escribir constantemente a alguien que no estaba — antes.
También se acordaba de su madre y sabía cómo se veía. Evidentemente, no conocía su voz o su personalidad, pero la única fotografía que Jungkook conservaba de ella cuando estaba embarazada, era suficiente para que Miyeon pudiera ponerle una cara.
De quienes no lograba acordarse, eran de Taehyung, de Yoongi, Hoseok y Seokjin porque aquellas historias de cuentos de hadas que su padre le contaba antes de dormir, también murieron con él. De hecho, Miyeon poco recordaba el castillo encantado.
Sana pensaba que se debía al trauma que le dejó todas aquellas actividades paranormales que vivió, sobre todo su roce con la muerte cuando se ahogó en la fuente. Y Namjoon pensaba que era una reacción a la muerte de Jungkook, la cual resultó traumática para ella.
Fuera lo que fuera, Miyeon no recordaba a Jungkook ni a Youngyi.
Durante la primavera de 1986, cuando Miyeon tenía diecisiete años y Jungkook debería cumplir los cuarenta y siete, Jeon Bogum fue asesinado cuando salía del banco.
Aunque se investigó el crimen, nunca llegaron a una conclusión concreta. La policía decía que estaban demasiado ocupados con los protestantes y que tenían la teoría de que habría sido alguno de ellos muy radical. Jenni no lo creía así, ella tenía la certeza de que se trataba del partido de Park Chunghee porque Bogum estaba en contra de su dictadura.
El país estaba pasando por una dura crisis democrática. Murieron muchísimos civiles y otros tantos no fueron hallados. El servicio de inteligencia de Corea del sur se había manchado las manos de sangre y para proteger a su familia, Jeon Haein, quien había asumido el mando de la empresa, decidió llevar a su familia a Estados Unidos.
Le preguntó a Sana, en ese momento ya comprometida con Kim Namjoon, si podía llevarse a Miyeon con ellos porque sus hijas y sus nietas eran muy unidas a ella. Sana lo habló con ella y Miyeon aceptó de inmediato porque vio la oportunidad de crecer musicalmente ya que se había quedado impactada por la oleada de la música estadounidense a principio de los ochentas.
1 de septiembre de 1986.
Papá, feliz cumpleaños número cuarenta y siete.
Hay tantas cosas que quiero contarte, así que seré un poco rápida porque esta tarde debo ir a clases de guitarra.
¡Me he mudado a Estados Unidos con el tío Haein y los primos! Dentro de una semana vendrá Chaeyoung, la hija de Jimin y mi mejor amiga, para hacerme compañía. Me habría gustado que viniera su hermano también, pero como ya está en último año de universidad, no puede dejarla.
No es que aún no me haya adaptado, pero me siento tan fuera de lugar. Estoy sola con el tío Haein y sus hijos y todavía hecho mucho de menos al tío Bogum (por cierto, ¿has podido verlo en el Cielo? Siempre ha hablado de reencontrarse contigo cuando su tiempo llegara y sé que ha llegado demasiado pronto e inesperadamente, pero espero que hayáis podido reencontraros). Me siento fuera de lugar porque nadie puede comprenderme verdaderamente, solo Chaeyoung puede hacerlo.
El tío Jimin contactó conmigo y se dio cuenta de que estaba un poco triste, así que habló con ella para que viniera a California. De momento estamos quedándonos en Las Vegas. ¡Es hermosa, papá! Me gustaría que estuvieras aquí.
Bueno, te hablaré un poco sobre los demás, papá... Mamá y Namjoon están comprometidos. Pienso que se han tardado un poco en darse cuenta de lo que sentían, aunque también pienso que me lo han ocultado para protegerme. Estoy segura de que se gustaron la primera vez que se vieron. Estoy feliz por ellos, me gusta que Namjoon esté con mamá.
Por cierto, ¿qué tal todo en el Cielo con mamá Liên? La tía Jenni me contó que no os habíais casado, ¿lo habéis hecho ya? ¿Sí? ¿No? :)
A otro que le ha estado yendo bien, es al tío Jimin. Con el dinero que ha heredado de ti, ha comprado un terreno enorme a las afueras de Busan y ha invertido en ella. Ha querido fundar una empresa agraria y ganadera, pero con la dictadura y el desastre que está ocurriendo en la sociedad, la ha tenido que posponer. Tras las elecciones, planea lanzarse al mercado, ¿no es genial, papá? Le va bien, pero te sigue echando de menos.
Yo también te echo de menos y también a él. Extraño las historias que me contaba sobre ti y pasar el rato, quedar en su casa, ir de acampada... Lo echo un montón de menos.
Pero ahora estoy aquí, dispuesta a cumplir mi sueño de ser cantante; de dedicarme a la música y en el proceso poder grabar tu canción y tenerla para siempre conmigo.
Te amo, papá. Te quiero muchísimo, te querré toda la vida... Hasta que volvamos a vernos y pueda darte un abrazo.
Con mucho amor,
Tu Miyeon. ❤️
Miyeon continuó sus estudios y se graduó con las mejores notas en el verano del 88. Aunque Haein le insistió que continuase estudiando y que fuera a la universidad, Miyeon optó por desenvolverse en el mundo de la música.
Su sueño era pertenecer a un grupo de música; quería ser una artista, una cantante de rock. Los amigos que no pudo hacer en Corea, logró tenerlos en Estados Unidos porque la sociedad coreana-americana la acogió. Hizo amigos en la iglesia y también perteneció al coro, donde descubrió su talento para cantar, después decidió crear un grupo de música en el garaje de su casa con Chaeyoung como la segunda vocalista y otras dos muchachas más, Soojin como bajista y Soyeon como la guitarrista.
Soyeon conocía a Minnie, una amiga de la secundaria. Era una muchacha tailandesa que trabajaba como camarera en el restaurante de los padres de Soyeon con mucho talento, por lo tanto, le invitó a unirse al grupo. Audicionó para Miyeon y se quedó como la baterista y vocalista de apoyo.
Cuando Corea del sur recuperó su democracia, tras las elecciones presidenciales de 1987, Namjoon y Sana planearon su boda, pero debido a la repentina enfermedad cancerígena de Jenni que no logró superar, tuvieron que posponerla.
Miyeon quiso estar con su tía y acompañarla en todo el proceso, pero Jenni decidió llevar su tratamiento en secreto. Había desarrollado cáncer de cuello uterino y murió en el hospital de Namjoon en el invierno de 1989.
Miyeon le escribió a Jungkook acerca de esto en uno de sus tantos diarios.
24 de junio de 1989.
Te he escrito tantas veces y te he contado todo lo que ha acontecido en mi vida desde que te marchaste, pero ahora estoy triste, papá... No me había podido recuperar de la muerte del tío Bogum, la cual fue tan injusta y cuando creía que sería capaz de hacerlo, la tía Jenni también se va de mi lado.
Ella ha estado luchando contra su enfermedad en silencio y no quiso rendirse, pero al final terminó llevándosela como te llevó a ti; como cuando te arrancó de mí y me dejó sangrando.
Mamá, el tío Namjoon y el tío Jimin estuvieron a su lado en el momento de su partida. El tío Jimin me contó cuáles fueron sus últimas palabras... "Puedo ver a nuestro Jungkookie" después de eso, se durmió y no volvió a despertar, tal cual lo hiciste tú.
Papá, estoy sufriendo como no tienes idea. Me duele en el alma que ya no pueda estar a nuestro lado, sin embargo, espero que las puertas del Cielo la reciban con una cálida bienvenida, pues siempre ha sido una mujer amable y cariñosa. Tan solo espero que podáis daros amor cuando os reencontréis.
Siento lástima del tío Haein, porque de vosotros, es el único que queda. Él volverá a Corea del sur para el entierro y yo me quedaré con la tía Haeri y con mis primos porque ellos están estudiando la carrera y desean terminarla antes de volver.
Echo de menos nuestra casa. Echo de menos nuestras tardes de té, nuestros juegos... Echo de menos tantas cosas que ya no recuerdo si las hacíamos o si me las he inventado simplemente para llenar el vacío que has dejado en mí. No obstante, de lo que estoy sumamente segura es de que te sigo amando y extrañando como si la herida de tu partida jamás hubiera cicatrizado. Sigues estando tan presente en mi vida, papá... En cada decisión que tomo, en cada pensamiento sobre el futuro que tengo...
Quiero que estés orgulloso de mí.
Sé que jamás oiré esas palabras de ti, sin embargo, lucharé hasta morir para que cuando nos volvamos a encontrar, ya sea después de la muerte o en nuestra siguiente vida, pueda oírlo.
Papá, te echo tanto de menos. Tanto que quisiera poder verte, al menos un segundo, una vez más.
Con amor,
Jeon Miyeon :)
Miyeon se esforzó tanto en conseguir sus sueños que logró un contrato con una empresa importante dentro de la industria musical. El proceso del grupo y del álbum debut duró alrededor de un año ("poco tiempo" opinaba Soojin) y en otoño de 1990, lanzaron un sencillo.
Esa misma tarde, Sana la llamó para felicitarla y decirle lo orgullosa que estaba de ella. Miyeon se emocionó tanto que tardó en procesar lo que le dijo a continuación.
— Te he enviado un regalo... Tu padre quería que te lo diese cuando cumplieras la mayoría de edad, pero han pasado tantas cosas que no pude enviártelo antes. Te quiero, mi amor. Estoy muy orgullosa de ti.
— Gracias, mamá — besó el teléfono —. Te echo de menos.
— Yo más, mi preciosa florecita de loto.
Tras colgar la llamada, Miyeon conversó con su tía y le preguntó si le había llegado algún paquete. La mujer le respondió que había llegado algo para ella en la mañana pero que se le había olvidado entregarle. Miyeon no dijo nada, pues hacía unos meses que tanto sus primos como ella misma, sospechaban que podría tener algún primer indicio de Alzheimer o demencia.
Al recibir el paquete, se dio cuenta de que era pequeño. Lo llevó a su habitación y lo abrió. Se sorprendió cuando halló un sobre y un cassette, pero su corazón se llenó de dicha al leer el reverso de la carta y la etiqueta del cassette.
En el sobre decía: "Con amor, papá".
Y en la etiqueta del cassette decía: "Para mi amada hija, estas son las palabras de papá :)".
Lo primero que hizo, con el corazón acelerado, fue leer la carta.
27 de diciembre de 1974.
A mi querida hija;
Si estás leyendo esto, mi amor, es porque te has convertido en una gran mujer. Le pedí a Sana que te la entregara cuando cumplieras la mayoría de edad junto con la grabación.
Incluso ahora, mientras te escribo esto y te tengo a mi lado jugando con tu peluche favorito, Koya, ya te echo de menos.
Perdóname por irme de esta manera. Espero que no me odies ni que por ninguna razón, te sientas culpable de esto. Nadie tiene la culpa, aunque quizás yo sí la tenga... en parte.
Cuando tenía tu edad, deseaba morir porque me habían arrebatado a una persona muy importante y había desconocido la felicidad que por fin había alcanzado, pero ahora me arrepiento de mi pensamiento tan egoísta.
Tú eres mi felicidad, Miyeon.
Te amaba incluso antes de tenerte en mis brazos y te amaré aun después de haberme ido.
Estaré cuidando de ti siempre. Aunque no me veas, yo seguiré estando contigo.
Mi preciosa y amada hija... Eres el amor de mi vida. Eres toda mi vida. Mientras tú sigas con vida, jamás moriré, porque seguiré existiendo en tu corazoncito aunque en el futuro alguien más lo llegue a ocupar.
Por favor, hija mía, no me olvides.
Te ama,
Papá.
Miyeon se cubrió el rostro y lloró. Le respondió al aire que jamás se olvidaría de él, que moriría recordando a su buen padre hasta el día que muriera y después de aquello, tomó el cassette y corrió hasta una televisión y lo metió dentro del reproductor.
La imagen corría. Se notaba que era una grabación de hace dos décadas. Reconoció el fondo donde se encontraba aquella silla, el piano que solía tocar con alguien que ya no recordaba estaba allí.
"— ¿Está grabando? — oyó la voz de su padre y su corazón se alteró. Las lágrimas le brotaron de los ojos.
— Sí, creo que sí. — era su tío Haein.
— Bien, pues... empezaré.
Jungkook apareció después en la pantalla y se sentó con dificultad en la silla. Parecía que le dolía el cuerpo, pero trataba de ocultarlo con una sonrisa. Se veía delgado y pálido, pero risueño.
Estaba vestido con un pantalón marrón y suéter blanco y Miyeon se dio cuenta de que era el mismo suéter que llevaba ella puesto.
Comenzó a hablarle a la cámara:
"Oh... ¿Miyeon-ah? ¿Estás bien? Espero que sí, cariño, espero que sí — sonrió ampliamente —. Yo... Uhm... Quería decirte muchas cosas en este vídeo, pero... Pero lo he olvidado. Estoy un poco nervioso — esta vez se rio nervioso y Miyeon sonrió en respuesta —. Pero bueno, si estás viendo y oyendo esto, mi hermoso cariño, significa que papá ha muerto.
Sé que esa palabra suena fea, pero te juro que estoy bien. Papá está bien. No lo parece; quizás me veas cansado y un poco delgado, pero mi corazón está en paz. Tú has salvado mi alma y mi corazón.
Una vez, hace mucho tiempo, alguien me preguntó cuál es el mejor amor de todos. Yo respondí, sin siquiera saber lo que decía, que el mejor amor de todos es el que salva. En ese momento, me sentí salvado por él, pero entonces me perdí y tú me ayudaste a salir de la oscuridad. Tu amor me salvó. Mi amor por ti me salvó. Tú me salvaste, Miyeon.
Mi preciosa hija... Me pregunto cómo te verás mientras miras este vídeo. ¿Te pareces más a tu madre o a mí? Quizás te parezcas a tu abuela materna o paterna; puede que incluso te parezcas a alguna de tus bisabuelas. No importa a quién te parezcas o no, ¿cierto? Porque eres mi hija y eres hermosa de todos modos.
Ay... — suspiró — Me gustaría poder vivir más. Tengo mucha curiosidad de ver en la persona que te convertirás y saber cuáles serán tus sueños y tus metas. Aunque, en realidad, solo deseo que hagas lo que te haga a ti feliz.
Cada día me siento más cansado, quizás no sobreviva para tu séptimo cumpleaños y lo siento mucho, mi pequeña. Papá lo siente de verdad... — sollozó, aunque rápidamente se secó las lágrimas y continuó sonriendo — Soy un mal padre y un mal cónyuge, ¿verdad? Le prometí a tu madre que cuidaría de ti y ahora te estoy dejando sola."
Miyeon negó con la cabeza, pensando y diciéndole en sus pensamientos que no era lo uno ni lo otro.
"Mi amor hermoso, mi dulce cariño... Eres la luz de mi vida. Mi bella flor de loto. Te prometo que no estoy sufriendo; no me duele nada a excepción del alma por tener que dejarte... Pero Sana es buena, confío en ella y sé que te cuidará y hará que te conviertas en una chica fuerte. Pórtate bien con ella, ¿sí?
Tienes que ser una chica buena y una chica amable. Tienes que ser amable con la gente. Sé que parece que te pido que seas sumisa, pero no es así... Ser amable no cuesta nada. Nadie lo fue conmigo, así que mis días se nublaban y oscurecían por completo. Cuando conocí a tu madre, ella fue tan amable conmigo. Taehyung y Jimin también lo fueron, ellos iluminaron mi vida mientras te esperaba aun cuando no sabía que vendrías.
La gente siente mucho dolor, cariño... Hay tantas dolencias que no se perciben ni son ocultadas debajo de las vendas o las tiritas, así que un gesto amable o un cálido saludo podría alegrar a alguien que lo esté pasando mal.
Aliméntate bien, mi amor, ¿vale? Come saludable y cuídate mucho. Bebe mucha agua y sé tan feliz como puedas.
La felicidad es algo inestable, lo sé. Tendrás días malos y días soleados, pero siempre trata de ser feliz y que los pensamientos negativos no se adueñen de ti. No quiero que te destruyas, no quiero que seas lo que yo fui en el pasado ni tampoco quiero que te conviertas en tu abuelo... Probablemente no sepas lo que le pasó al abuelo, pero ahora eres mayor, ¿cierto? Ahora puedes saberlo y comprenderlo.
Y hablando del abuelo... — sonrió como si recordara algo bonito y cálido — Me recuerdas a él. Es difícil de explicar el porqué, pero lo haces.
Oh, mi niña... Me pregunto si sigues teniendo esos sueños. Espero que en el futuro aquellos sueños te dejen en paz.
Todavía tengo tanto que decirte, Miyeon, pero nunca terminaría de hablar. Sé que te haces una idea de todas las palabras que no te he dicho.
En este momento, aún eres pequeña y no sabes nada del mundo, por eso te protejo tanto. Sé que algún día comprenderás todo esto que te digo y que no me he ido de tu lado porque quisiera... Pero hasta entonces, prefiero que seas mi princesa, mi niña pequeña e inocente que desea casarse con el príncipe Kim Taehyung — sonrió como si se le hubiera venido a la mente un buen recuerdo —. Te amo.
Gracias por haberme escogido para ser tu padre. Gracias por dejarme amarte. Gracias por hacerme feliz, Jeon Miyeon. Eres y siempre serás el amor de mi vida.
Te prometo que volveremos a vernos algún día y dudaremos juntos eternidades — lanzó un beso hacia la cámara cuando el sollozo de su tío Haein se oyó de fondo. Miyeon fingió coger el beso y se lo llevó a su corazón —. Hasta luego, mi preciosa y única hija."
La grabación se detuvo. Miyeon había llorado tanto, que cuando acabó, se había quedado seca y con un gran vacío en el alma.
Se cubrió el rostro pensando y tratando de digerir todo lo que había pasado; visto y oído. Entre sus tantas preguntas, quiso saber quién era Kim Taehyung y por qué creía conocerle; por qué su nombre le sonaba tanto.
De un momento a otro, se acordó de las historias que su padre le contaba y de las personas que las protagonizaban. Jimin le había hablado de alguna de ellas, de Yoongi, Hoseok y también le comentó sobre Seokjin. Miyeon tenía un vago recuerdo sobre ellos por las historias que su padre le contaba, pero con Kim Taehyung sentía algo especial. Sentía que su existencia iba más allá que un simple cuento para ayudarla a dormir.
Había olvidado muchas cosas desde que se marchó de aquel lugar, pero su cuerpo no olvidaba — ¿o quizás era su alma la que no lo hacía? — pues tembló y su corazón se aceleró al pronunciar reiteradamente ese nombre en su cabeza.
Ahora que ya podía recordar la voz de su padre y también sus gestos en su afable rostro, Miyeon continuó su vida llena de felicidad hasta aquel invierno del corriente año.
Una semana antes de que se cumpliera el décimo sexto aniversario de la muerte de Jungkook, Miyeon tuvo un sueño; que más que un sueño, parecía un recuerdo.
— Me encanta el sonido del mar... — dijo ella, pero su voz no se oyó como su voz.
— A mí también, me genera mucha paz — le respondió un hombre.
— Las olas se ven preciosas... Cuando chocan contra las rocas y empapan la arena de la playa — continuó diciendo, sin saber por qué su voz sonaba como la de otra persona.
— La bahía está solitaria, ¿quiere bajar y andar por la playa? — aquella voz masculina se le hacía muy familiar.
— Hace mucho frío... El agua estará congelada — trató de evadir la sugerencia porque sentía... ¿miedo?
— No lo está, confíe en mí ¿Quiere dar un paseo? — vio la mano de aquel hombre extendida frente a ella y no pudo negarse tras ver su rostro y sentir que le conocía. Que le conocía demasiado bien.
Miyeon sonrió con un entusiasmo que no pudo ocultar y tomó la mano del caballero que pidió al conductor del carruaje que detuviera a los caballos. Primero bajó él y después ella. Tan pronto como sintió su tacto, se dio cuenta de que sus manos estaban heridas. Reconoció las ampollas que dejaba el arco del violín.
Al bajar a la playa, aquel muchacho le dijo que se sacara los zapatos. Había piedras y conchas esparcidas sobre la arena pero le prometió que no se haría daño. Las piedras estaban frías, el viento también era gélido al igual que la playa, pero cuando el agua besó las puntas de sus pies antes de retirarse nuevamente debido a las olas, se impresionó por su tibieza.
— Vaya... No está tan fría como esperaba — comentó sorprendida.
— Se lo he dicho, es increíble. Deberíamos caminar más cerca del agua, ¿no le parece? — sugirió nuevamente aquel muchacho con una encantadora sonrisa de la que Miyeon se sintió cautivada.
La muchacha asintió con una sonrisa, aunque a lo lejos, mar adentro, vio pequeñas siluetas de embarcaciones pesqueras. El joven también las notó.
— He de admitir que la playa de esta península es preciosa. Quizás haya más playas hermosas como la de Haeundae, pues he oído que su belleza es genuina, pero esta me ha deslumbrado nada más verla — el joven siguió hablándole y su manera de hablar le causaba mucha curiosidad.
— El mar Amarillo es precioso, lo sé — agregó emocionada.
— ¿Ha estado usted en Qing, mi joven señor?
"¿Joven señor?" Pensó Miyeon. Ella no era un chico, pero por alguna razón —aún cuando en otras circunstancias se hubiera enfadado —, sintió mucha familiaridad con aquel trato.
— No. Aún no, mi padre me ha dicho que lo acompañaría cuando cumpliera los veinte, o sea, pronto... Así aprenderé cosas sobre el negocio — respondió la muchacha y sin embargo, no sabía por qué se refería a China como Qing ni por qué hablaba de su padre como si estuviera vivo, mucho menos como si fuera un empresario siendo que Jungkook había sido músico y artista (a veces también le contaba a la gente que era militar).
— Qing está a unas pocas horas de aquí, incluso podríamos llegar cruzando la bahía nadando. Supongo que si algún día, cuando quiera escapar, recordará este sitio.
"¿Escapar? ¿Escapar a dónde? ¿Por qué querría escaparme?" Pensó confundida, pero no pudo expresar esos pensamientos en voz alta.
— No creo que exista una razón para huir de Joseon, mi señor, el imperio japonés ya no nos oprime y... No puedo dejar atrás a mi familia — dijo dejándose a sí misma todavía más confundida. Ella no había vivido el imperialismo ni tampoco le tocó vivir en Corea cuando solía ser Joseon.
— La opresión no debe ser necesariamente de los japoneses sobre usted o sobre mí. Hay muchas otras formas de sentirse oprimido y otras tantas de liberarse. No debe tomar al pie de la letra mis palabras, mi joven señor, soy un poeta y las metáforas forman parte de mí... Lo que quiero decirle es que echarse al agua y nadar hasta que el peso del mundo desaparezca de sus hombros, ya sea hacia Qing o a donde quiera, es lo que debería hacer para sentirse libre.
Miyeon seguía confundida, pero no dijo nada. No podía decir nada, ni siquiera era capaz de controlar su propio cuerpo. Nunca, en ninguno de los sueños que recordaba, era capaz de hacer lo que quería, pero aquel sueño se sentía diferente porque ella era consciente de que aquello era un sueño.
El muchacho de palabras seductoras se detuvo frente a ella. El viento desordenó su cabello y las nubes del cielo se abrieron poco a poco dejando que los rayos del sol les besaran las pieles. Le tomó las manos y la miró de una manera que la joven no reconoció y se sintió confundida... Porque nunca antes alguien lo había mirado así.
"Pero... ¿Y a este qué le pasa?" Pensó confundiéndose todavía más.
— Sé que siente lo mismo que yo y sé que, si le pido que nos sumerjamos en el agua y nademos hacia el fin del mundo con tal de estar juntos, usted querrá hacerlo... Pero no lo hará — dijo el muchacho con una mirada que, más que de pena, parecía de súplica.
— ¿Qué queréis decirme...?
— Llevo poco tiempo bajo su techo pero siento que han sido eternidades a su lado. Me doy cuenta de todo lo que pasa a mi alrededor, no soy tonto.
— Mi señor... — frunció el ceño y pensó que ese hombre estaba volviéndose loco.
El muchacho acarició su mejilla y Miyeon notó que le dolía.
— Reconozco la forma en que me mira; reconozco ese brillo en sus ojos cuando me ve y la sonrisa que pone en su rostro cuando habla conmigo. Es como si escuchara su corazón latir cada vez más rápido y fuerte cuando está cerca de mí... Lo sé todo. No tiene que fingir más, mi joven señor.
"Y dale con "mi joven señor"... ¡Soy una chica!" Exclamó en su interior. Pero su cuerpo no pensó de la misma manera, pues tembló como un cervatillo asustado y a punto de llorar.
— L-lo siento... — murmuró atemorizada y luego se arrodilló como se arrodillan las ancianas frente a los altares de Buda. — ¡Siento mucho haberos incomodado, mi señor! Juro que esas no eran mis intenciones... — chilló, pero seguía preguntándose (en ese momento un poco más fastidiada por no poder controlarse) ¿Por qué le llamaba "mi señor"?
— No quería asustarlo... — dijo el muchacho poniéndose a su altura y tomándola de los hombros. Miyeon levantó su mirada lentamente, las lágrimas abarrotadas en sus ojos brotaron como gotas de rocío en medio de una tempestad — No me ha incomodado, mi joven señor, al contrario... Me ha inspirado.
— ¿Inspirado?... — preguntó, pero lo que pensó fue "¿Y ahora qué dice este?"
— Incorpórese — le pidió y Miyeon hizo caso.
— Mi señor, no os comprendo... — estaba harta de llamarlo de aquella manera que, de alguna u otra forma, le dolía pronunciar.
— Nunca sube al desván, pero si lo hiciera, vería algo como esto... Cómo los colores del cielo; el amarillo y el rojo fundiéndose en un tierno naranja; como el azul y el rosa crean un suave púrpura; cómo las horas de oro y las azules se sienten al mismo tiempo y el gris de las nubes desaparece de su corazón. Usted, mi joven señor Jeon, es como el sol; es soberano, gigante y sorprendente. Está en los cielos, lejos, muy alto y se ve en los espejos de las personas que lo ven pequeño sin saber que es abrasador, pero en realidad es una estrella con tanta gravedad en la que yo me pierdo y me siento atraído.
Miyeon pensó "Vaya..." sintiendo que ponía cara de idiota "Este tipo sí que sabe seducir al hablar".
— Oh, mi señor... No sé a dónde queréis llegar...
El chico tomó sus muñecas y acercó sus manos hacia su corazón.
— No tiene que esconderse de mí, soy igual que usted. Yo amo mujeres y amo hombres; yo me enamoro de las personas. Me gustan las personas; me gustan todas las historias y poesías que tienen para contar. Quizás sea porque soy un apasionado y un cazador de corazones sangrantes de amor, pero desde que lo vi, mi joven Jeon, no hay albas en las que no despierte pensando en usted; no hay ocasos en los que no vaya a mi lecho sin tenerlo en mi corazón... Aguardando que se sincere conmigo y me diga que usted también me ama; no como señor, no como amigo... sino como hombre; como amante.
A pesar de que llevaba rato sintiendo vergüenza de aquel momento, cuando el joven le confesó su amor de aquella manera, una lamparita se encendió en su memoria y recordó quién era él... Era Taehyung. Kim Taehyung.
— No sé... que deciros... Yo... — por primera vez, su mente y sus labios estuvieron de acuerdo en aquello que pronunciaron.
— No es necesario decir con palabras lo que se puede decir con el corazón.
Taehyung lo tomó del rostro con ambas manos y la joven Jeon supo lo que venía después. No se resistió, sino que se soltó como las olas y cerró sus ojos esperando aquel beso dotado de ternura. La tibieza de los labios del artista sobre los de la chica fue el acto definitivo; así como las olas que besaban las orillas, un enamorado besó a su "amada" y una "amante" se dejó besar por el suyo.
Sin embargo, cuando Taehyung soltó sus labios y se alejó de su boca, Miyeon abrió los ojos y se transportó a otro sitio.
Conocía ese lugar, o al menos eso creía. Era la casa donde murió su padre y era su habitación, pero lucía diferente.
Miyeon sintió frío. Se tocó los brazos y notó que estaba desnuda. Observó hacia todas partes. La habitación estaba iluminada por velas y el violín de su abuelo, intacto y casi nuevo, reposaba sobre la silla. Aunque quiso acercarse, alguien la interrumpió con golpes en su puerta.
Rápidamente cogió la ropa de cama que estaba sobre sus sábanas, se vistió y abrió la puerta.
— ¿Qué pasa? — preguntó asustada.
— Tu padre nos ha descubierto y ha amenazado con hacerte daño si no abandono la casa hoy.
"¿Mi padre?" Se preguntó Miyeon "Mi padre es incapaz de..."
— ¿Y q-qué haremos...? — cuestionó alterada.
— Sabemos qué hacer. Nos hemos preparado para esto desde que enterramos a la señora Minhee.
— Pero es muy pronto aún, el barco no zarpa hasta dentro de tres días.
— Nos quedaremos en una posada de la capital y saldremos del país por otro medio, no importa. Lo importante es que estemos juntos, ¿de acuerdo?
La joven asintió y Taehyung le dio un beso.
— Tú saldrás primero y yo después, espérame donde acordamos. Trataré de llevar cosas de valor para venderlas a buen precio.
— No os tardéis, por favor — le hizo prometer.
— No lo haré. Confía en mí — le dijo Taehyung acariciando su barbilla con suavidad y una cálida sonrisa.
Miyeon asintió creyéndole, pero la abrazó un terrible dolor por detrás y su voz interior gritó, como si la torturaran, que se fueran juntos. Incluso si no pudo decirle lo que gritaba en su corazón, tomó a Taehyung de la muñeca.
— Volveré... a buscaros.
— ¿Qué? — dijo confundido — No, no, no... No puedes. Espérame donde te he dicho.
"¡Vas a morir, vas a morir!" Gritaba en su interior "¡Detenlo! ¡No os separéis! ¡Él morirá, detenlo!"
Taehyung le dio un último beso para tranquilizarla.
— ¡Detente!
— ¿Qué sucede ahora?
— Algo malo te pasará... Sal tú primero, ¿sí? — finalmente, era ella quien hablaba, pero ni siquiera sabía lo que estaba diciendo — Yo me encargaré de llevar las cosas de valor. Quedaremos donde nos hemos prometido, pero... Vete ya. No hay tiempo.
— Pero...
— Sin peros, Kim Taehyung.
— Está bien — sonrió —. Te estaré esperando fuera.
Miyeon asintió y las lágrimas se le escaparon. Su corazón brincó varias veces y se sintió aliviada por algo que ni siquiera comprendía.
La joven guardó todo lo que había en su habitación que le pareciera de valor en una bolsa y también cogió su violín y el cofre que estaba sobre la mesita de noche. Su pensamiento al tomar aquel objeto, fue que lo reconocía. Cuando salió de su cuarto, se detuvo abruptamente tras oír que alguien tosía como si se ahogara.
Su cuerpo la condujo hacia aquella habitación. No podía controlarse. Al abrir la puerta, encontró a una mujer sentada frente al tocador.
La conocía. La había visto alguna vez, estaba segura.
Las erupciones en su piel le habían desfigurado el rostro, pero sus ojos seguían siendo los mismos, aunque la joven Jeon percibió algo distinto esa vez.
— Madre... — susurró al verla.
La mirada de la mujer era de una tristeza tan profunda y por primera vez en su vida, la joven sintió que su madre lo observaba como si realmente fuera su madre.
— Sé lo que harás, lo que pensáis hacer... — le dijo. Miyeon percibió en su voz culpa y resignación.
— ¿Y qué hará usted, madre? ¿Llamará a padre y verá como me mata a golpes porque según él... estoy enfermo?
Ella le sonrió.
— No... — respondió — Solo voy a desearte una vida plena y feliz. Si esto es lo que quieres hacer; si esto es lo que te traerá felicidad, ¿cómo puede una madre negársela a su hijo?
Miyeon lloró. Sus labios temblaron y sus ojos se nublaron por sus lágrimas.
— Puedes coger tantos vestidos como quieras, llévate todo lo que necesites.
La joven se apresuró. Abrió el armario y metió tanto como pudo en su bolso. Antes de salir, su madre le extendió un collar de jade y otro de piedras preciosas.
— Con esto podréis obtener tanto dinero como queráis.
Extendió su mano para tomarla, pero las manos de la mujer estaban cubiertas de las erupciones causadas por la enfermedad, así que vaciló.
— Acerca la bolsa, las dejaré dentro.
Hizo lo que le pidió. Después de dejarlas caer en el interior, volvió a mirarse en el espejo y tomó su cepillo para el pelo; antes de que su hijo saliera por la puerta, le dijo: — Lamento haber sido una mala madre para ti. Siento no haber sabido protegerte como se supone que debería hacerlo como madre, pero siempre te he amado y siempre te amaré. No importa en quién te conviertas o a quién ames. He sido una madre terrible pero te amo a mi manera.
— No ha sido la mejor manera.
— No, no la ha sido. Soy culpable por ello, pero aún así estoy contenta de que seas un chico tan bueno y no un monstruo como.
— Perfectamente sabes que eso no ha sido mérito tuyo.
— Lo sé. Si pudiera volver atrás en el tiempo, te habría amado como te merecías.
— Pero no puedes.
— También lo sé, y viviré con la culpa el tiempo que me resta de vida. Te amo, hijo mío, que tu vida sea bienaventurada.
— Adiós, madre. Te tendré en mis oraciones para que tu muerte sea indolora — se despidió Miyeon sabiendo que aquella mujer era la misma que habitaba la casa junto a Taehyung.
El tiempo se le acababa. Se arrancó la ropa en medio del pasillo; rasgó la tela como si se tratasen de cadenas. Aún no estaba fuera de la casa, pero no podía esperar a ser libre. Cuando estuvo en ropa interior, cogió uno de los vestidos que su abuela Youngyi le había dejado y se lo puso. Apenas pudo lograr ponérselo a la perfección, pero cuando ya lo tenía puesto, bajó la escalera corriendo y salió de aquella casa.
Su corazón latió como nunca, casi podía saborear la libertad.
Taehyung le hizo prometer que no miraría atrás. En su cabeza podía oír la voz de un hombre que desconocía, pero que decía: "No mires atrás. Hoy, primero de septiembre, soy libre. No mires atrás. Hoy, primero de septiembre, soy libre. No mires atrás... ¡Hoy, primero de septiembre de mil novecientos seis, soy libre! ¡Soy un hombre libre!"
Miyeon corrió atravesando el bosque con aquello en la cabeza como si fuera un mantra. Corrió y tropezó un par de veces. Observaba hacia el cielo nocturno de vez en cuando para mirar la luna llena.
Tropezó por última vez y se deslizó sobre la tierra rodando y golpeándose la espalda contra un árbol. El dolor le había dejado aturdida, pero consiguió levantarse.
Antes de que siguiera corriendo, las aves que dormían en las copas de los árboles volaron en manada repentinamente.
Miyeon no lo comprendió, pero tuvo un mal presentimiento.
— "Tranquilo" — dijo en voz alta — "Él vendrá. Él te lo ha prometido. Él te está esperando al final del camino..." — se armó de valor y continuó corriendo.
Corrió y corrió hasta que amaneció.
Al final del bosque, no encontró a Taehyung por ninguna parte. Su corazón se rompió, pero aun así, se sentó y esperó.
Esperó...
Y cuando supo que no vendría, sacó su violín y tocó una canción. La tocó hasta el final y después, lloró. Se lamentó preocupada y clamó el nombre del joven del que la persona en la que se encontraba atrapada estaba enamorada.
Alguien la tomó del brazo y la arrastró de nuevo hacia el interior del bosque. Aunque Miyeon quiso gritar, no pudo hacerlo porque le cubrió la boca con fuerza.
— ¡Maldito desagradecido! ¡Desgraciado, hijo de puta! — con mucha fuerza y violencia, lanzó el cuerpo de la chica contra un árbol bastante robusto. Miyeon pensó que le había roto las costillas.
Chilló, gritó, sollozó y gimió debido al dolor. Aunque trató de levantarse, tampoco lo logró. Su agresor le propinó una patada en el estómago y otra en el rostro, después volvió a cogerla del cabello y la insultó, sin embargo, era consciente de que todo ese odio que descargaba sobre ella no le iba dirigido.
Miyeon se arrastró intentando huir, pero él hombre tomó su vestido y tiró de la falda hacia él. La obligó a ponerse con la espalda hacia el suelo para que pudiera ver su rostro. Miyeon nunca había conocido a ese hombre antes, pero recordaba haber visto su rostro en las fotografías que habían en la casa de sus tíos.
— ¡Padre! — salió de sus labios — ¡Por favor, no!
— ¡Te voy a matar, asqueroso animal! ¡Enfermo! — cogió una piedra y golpeó su tobillo con fuerza. Miyeon gritó al sentir tanto dolor — ¡¿Cómo te atreves a abandonarme?! ¡¿Ah?! ¡Con ese insulso animal depravado que te ha quemado el cerebro!
— ¡Lo siento, padre! ¡Lo siento, lo siento, lo siento!
Miyeon recordó entonces, mientras rogaba de rodillas y lloraba para que detuviera sus golpes, que ese sujeto era su bisabuelo. Sus tíos le hablaron de él una vez, pero no le habían contado nada relevante. No sabía la clase de monstruo que era.
Miyeon gimió de dolor cuando volvió a cogerla del cabello y tiró su cabeza hacia atrás violentamente. Trató de apartar su mano de su cuerpo, pero no pudo, incluso le arañó y golpeó su piel para defenderse, pero no fue suficiente.
— ¿Cómo te has atrevido a pensar siquiera que podías dejarme y vivir sin mí? — le dijo estando muy cerca de su rostro — Sé que ese hijo de perra te sedujo y te folló enfrente de mis propias narices — le escupió con asco, pero Miyeon siguió negando con la cabeza —, pero aun así... ¿Creíste que era idiota y vosotros más listos que yo? Tú me perteneces. Eres mi estúpido y asqueroso hijo. Eres mi propiedad, y mataré a cualquiera que quiera robarme lo que es mío. ¡¿Me has oído?!
Al oír sus palabras, Miyeon lloró. Gritó como si se le quemara la garganta.
— ¡¿Qué le has hecho?! ¡¿Qué le has hecho a Taehyung?! — le cuestionó llena de dolor.
— ¿Yo? Yo no le he hecho nada, hijo mío... — sonrió con maldad — Él se ha ido por su cuenta.
— Mentira...
— Le ofrecí irse con vida y con dinero para que nunca vuelva a contactar contigo porque es un muerto de hambre, ¿lo sabes, no? Simplemente te sedujo porque eres rico, Jeon Jungseok; porque eres mi hijo y porque eres hijo de tu madre, quien aún sigue siendo una puta Noble.
Miyeon negó con la cabeza, incrédula.
— Le he dado lo que quería — continuó mintiéndole — ¿Es que acaso creías que te quería? ¿Qué te amaba? ¡Por favor, Jungseok! No seas imbécil — tiró con más fuerza de su cabello y luego le dio un puñetazo en el ojo que la dejó aturdida en el suelo — ¿Cómo iba a querer a un puto maricón inútil como tú? Solo quería mi dinero. Te utilizó como a una puta y te folló como a una puta simplemente porque Youngyi y la estúpida sirvienta muerta eran unas viejas asquerosas que dan asco hasta verlas, pero tú... — volteó su cuerpo con el pie. Miyeon le miraba con las lágrimas cubriendo sus ojos. Se imaginaba toda aquella situación que aquel hombre le contaba sobre Taehyung y deseó la muerte con mucha intensidad — Tú, mi único hijo, eres carne joven y tu piel sigue siendo lisa. Tienes hasta un rostro precioso... — comentó al acuclillarse a su lado y tomar su mandíbula. Con su dedo le retiró la sangre de los labios y luego los introdujo dentro de su boca hasta que Miyeon sintió arcadas.
Cuando retiró sus dedos, la muchacha tosió. Su bisabuelo se incorporó rápidamente y se desabrochó el cinturón. Aterrorizada, Miyeon trató de huir, pero no pudo ir lejos.
— Te voy a enseñar una lección que te haga comprender por qué eres mío, Jeon Jungseok... — la tomó de las piernas y después de las caderas y la volteó bocabajo.
— No... Padre, ¡no! ¡Te lo suplico! ¡Padre, padre, padre! ¡S-soy tu hijo! ¡Padre! ¡So-socorro! ¡Socorro! ¡Auxilio! ¡Padre, por favor! ¡Taehyung! ¡Taehyung, por favor, Taehyung! ¡Ayúdame! ¡Que alguien me ayude! — gritó dolorida — Papá... Por favor... Soy tu hijo, ¡Socorro! ¡No me hagas daño, papá! ¡Taehyung, ayúdame, por favor! Por favor... que alguien me escuche...
— ¡Deja de llamar el nombre de ese maldito muerto de hambre! — tiró de su cabello nuevamente y golpeó su rostro contra el suelo con fuerza — ¡No va a venir, te ha abandonado! ¡¿Es que estás sordo?! ¡¿Eres imbécil, Jungseok?!
Miyeon gritó cuando sintió el miembro de aquel hombre ingresar dentro de su cuerpo de una manera dolorosa y violenta, pero su bisabuelo cubrió su boca para evitar que gritara.
Jungseok siguió implorando por ayuda; siguió llamando a Taehyung.
La embistió con rudeza. La desgarró por dentro.
Jungseok tuvo muchos pensamientos en ese instante, pero todos giraban alrededor de Taehyung. Cuando su padre se arrimó sobre su espalda colocando todo el peso de su cuerpo sobre él y le respiró jadeando en la nuca tras morder de manera lujuriosa el lóbulo de su oreja, en la cabeza del joven solamente surgió un único pensamiento; que deseaba la muerte.
— ¿Es esto lo que te gusta, no es así? Asqueroso... Asqueroso depravado... — jadeó, hasta que finalmente eyaculó dentro del muchacho.
Se apartó de ella. Miyeon, a pesar de que se sentía sucia, ultrajada, moribunda y lisiada, se arrastró hacia la dirección donde se encontraba la salida del bosque. La intención que surgió en su cabeza era llegar a la carretera y esperar que un coche o un carruaje la arrollase o la golpease y la matase. Pero sabía que ese pensamiento no era suyo, sino de su abuelo, Jungseok.
— Aún no he acabado contigo — le dijo el hombre cogiendo su falda de nuevo. Miyeon ni siquiera pudo gritar cuando fue arrastrada nuevamente hacia su agresor. Su bisabuelo la mantuvo bocarriba enseñándole su erección —. Dime que eres mío, Jungseok. Dímelo, ¡dímelo! ¡Dime que eres mío! ¡Dime que me perteneces! Dime que Kim Taehyung merecía morir y que jamás volverás a intentar abandonarme. Prométeme que desde ahora en adelante, serás únicamente mío y de nadie más.
Aunque Miyeon no contestó, trató de luchar de nuevo cuando su bisabuelo quiso volver a penetrarla, pero su cuerpo se había debilitado debido a todas las lesiones. Incluso pensaba que tenía hemorragias internas.
No logró vencerlo, aquel monstruo volvió a violarla mientras le decía que era suya (que Jungseok lo era) y que nadie más volvería a intentar separarlos. Repetía, constantemente, que Taehyung merecía haber muerto, pero la mente de la muchacha — y la de Jungseok — se había nublado; la joven se había disociado completamente, y aquella información no le llegaba.
Como en aquel entonces, Jungseok no respondía a lo que su padre le decía en medio del acto, el mayor se enfureció y lo estranguló.
— ¡Maldito! ¡Hijo de puta! ¡¿Cómo te atreves a ignorarme?! ¡¿Es que acaso no te gusta?! ¡Si eres un depravado, esto es lo que te gusta! ¡Te gusta que te follen como a una furcia! — Miyeon trató de luchar para que la soltara — ¡¿Qué es lo que el malnacido de Kim Taehyung te ha hecho?! ¡¿Es que te follaba tan bien?! ¡¿Ah?! ¡Respóndeme!
— É-él... y yo... nu... nunca... lo... h-hemos... he-hecho...
Tras oír su confesión, la soltó, pero continuó penetrándola. Le rasgó incluso la tela y rompió el corset para lamerle los pezones y el pecho como un animal sediento y hambriento.
Y cuando todo ese infierno pareció concluir y el monstruo de su bisabuelo había concluido su crimen, le ordenó que se levantara.
Miyeon lo hizo, pero ya no se sentía ella. Le dolía todo el cuerpo, le dolía el recto y el corazón.
— Volvamos a casa, Jungseok — le dijo más calmado —. Olvidarás este momento en el futuro, como te olvidarás del traidor de tu amante.
Tomó su muñeca y la condujo de regreso a casa. Miyeon ni siquiera podía andar, sentía su entrepierna pegajosa, su piel húmeda y su interior desgarrado. Su violador siguió hablando sobre el futuro y sobre que ella seguiría siendo suya a toda costa, pero Miyeon no oía. Estaba en blanco.
Al llegar de nuevo a la casa, el malvado brujo la tomó de los hombros y la obligó a mirarle.
— Jungseok... ¿Quién es tu dueño?
— Usted, padre...
— Jungseok, ¿a quién perteneces?
— A ti, padre...
— Sabes que todo lo hice porque te amo, ¿verdad? Porque... ¿Cómo iba a permitir que un timador se llevara a mi único hijo de mi lado? — intentó acariciar su mejilla, pero Miyeon alejó su rostro de su mano porque temía que le hiciera daño — Lo entiendes, ¿verdad? Entiendes que hago todo esto por amor y que como eres mío, no puedes traicionarme. Y como hijo mío, debes amarme, obedecerme y corresponder mi amor, ¿cierto?
Miyeon sollozó cuando le apretó los glúteos. Ni siquiera podía mirarle del asco y del miedo que le daba, pero aquel asqueroso hombre tomó su barbilla y le robó un beso de los labios.
— Contéstame, Jungseok.
— Sí, padre...
Una vez dentro de la casa, Miyeon observó cómo su bisabuelo cerraba la puerta y se sintió de nuevo en la cárcel. Ahora ya no era un ave que no sabía volar; ahora era un ave mutilada a la que se le fueron arrancadas las alas.
Miyeon subió las escaleras soportando todo el dolor de su cuerpo. Había un espejo, que no sabía que estaba, en medio del pasillo cerca de la habitación de Youngyi. Se miró en él y no reconoció su reflejo porque no era ella, ni era su padre a quien creía que se parecía demasiado, era su abuelo Jungseok.
Su reflejo era Jungseok. Ella era Jungseok.
Tocó la puerta de la habitación de su abuela, pero no oyó su voz. Volvió a tocar unos segundos más tarde, hasta que la voz femenina de Youngyi le dijo que pasara.
Arrastró su pierna herida y se plantó en medio de la habitación. Quiso decirle tantas cosas, pero lo primero que salió de sus labios fue:
— Lo siento, madre. He roto tu vestido y he perdido tus joyas.
Miyeon despertó de la pesadilla.
Se había caído de la cama, pero no le importó. Sintió que el estómago se le había revuelto, por lo que corrió hasta el baño donde vomitó al pensar en todo lo que había visto en aquel sueño.
⊰✽⊱
Después de aquel sueño, Miyeon siguió soñando con el pasado de su abuelo. En cada sueño, ella sufría en carne propia lo que su bisabuelo le hizo a Jungseok.
Tenía tanto miedo que no quería dormirse.
Después de la muerte de su madre, Jungseok se convirtió en el objeto sexual principal de su padre y también en su saco de boxeo. Con la excusa de que Jungseok le pertenecía, siguió abusando de él de todas las maneras posibles.
Soñó con el momento en el que le forzó a contraer matrimonio con Kim Jisoo, una aristócrata millonaria de la que quería aprovecharse de su dinero. Jungseok se negó a casarse con una niña, pero al final tuvo que aceptar su destino después de que su padre le sometiera a una tortura sexual.
Miyeon soñó con la relación que Jungseok desarrolló con Jisoo. Como la madre de Jisoo no quería mandar a su hija a casa de los Jeon, Jungseok tuvo que vivir durante un tiempo en la casa de Jisoo. Durante ese momento, Jungseok logró sanar un poco y volvió a sonreír, por supuesto, su dolor no desapareció y seguía echando de menos a Taehyung.
Todo cambió cuando su padre visitó la casa de Jisoo en su cumpleaños número diecinueve, tras la discusión que tuvo con Jungseok acerca de la consumación de su matrimonio. Jeon Hanyeol — que es así como se llamaba el verdugo de Jungseok — lo obligó a acostarse con Jisoo para que le diera un nieto.
Jungseok no quiso hacerlo. Su cuerpo aún no se recuperaba de todos los abusos que había sufrido, de la misma manera que tampoco lo hacía su corazón que seguía añorando a Taehyung todos los días.
Jungseok no podía corromper la inocencia de Jisoo. Intentó protegerla. Intentó que conservara sus escrúpulos y fuera feliz. Como nunca había tenido una relación sexual donde hubiera amor, creía que aquel acto era violento y doloroso. ¡Lloraba de tan solo pensar que podía dañarla como su padre lo dañó a él! Pero aquel día, Jeon Hanyeol lo violó nuevamente y lo torturó quemando su piel diciéndole cuán excitante encontraba marcar su piel con cera caliente, acero ardiente o cigarrillos encendidos. Después de toda aquella crueldad, le dijo que le haría lo mismo a Jisoo si no concebía un hijo.
Jungseok se vio obligado a acostarse con ella.
Otra noche, Miyeon soñó con los intentos de suicidio que Jungseok realizó a lo largo de su vida. La primera vez, tras haber mantenido relaciones sexuales con Jisoo, Jungseok ingirió todos los fármacos que encontró en la casa. De no ser porque Hanyeol lo encontró en el suelo, habría muerto aquella vez.
Y durante todas las siguientes veces que trató de quitarse la vida, Hanyeol le había impedido morir. Él decía que lo había rescatado y que su vida no era suya; que su vida, así como su cuerpo y su alma, le pertenecían.
Las personas que lo rodeaban comentaban que Hanyeol era un buen padre que se preocupaba por su hijo problemático. Cada vez que Jungseok se encontraba en peligro, Hanyeol actuaba como si ya se hubiera muerto y se desesperaba y lloraba. Aunque todo era una fachada, pues cuando volvía a casa o le daban de alta, Hanyeol lo encerraba en el sótano, en una especie de jaula y lo mantenía allí durante días. Le mentía a Jisoo diciéndole que Jungseok estaba fuera por asunto de negocios, pero mientras ella ignoraba la situación y esperaba el regreso de su amado esposo, Hanyeol torturaba a Jungseok en la oscuridad de aquel sucio lugar.
Lo violaba todos los días y después le obligaba a comer para que no pudiera morir de hambre. Lo mantenía esposado a unos barrotes para que no pudiera lesionarse de muerte con lo que encontrase a su alrededor.
Un día antes del aniversario de muerte de Jungkook, Miyeon soñó con una de aquellas torturas que había sufrido su abuelo.
El sótano era espeluznantemente oscuro y frío. Miyeon sintió que su vista se había adaptado a la oscuridad. Cuando intentó moverse, le dolieron las muñecas debido a las esposas y también sintió un terrible dolor desde las caderas hasta los pies. Supo, entonces, que habían agredido sexualmente a su abuelo hacía no mucho tiempo; quizás hacía unas pocas horas, pero como no había luz natural en aquel sitio, no estaba segura de si era de día o de noche.
Oyó un sonido y su cuerpo reaccionó. Tuvo miedo. Y cuando se encendió la luz, vio a su abuelo acercándose a la jaula. Miyeon simplemente pudo chillar pensando en lo que venía a hacerle.
Cubrió su rostro entre sus piernas y sollozó.
Hanyeol ingresó a la jaula para quitarle las esposas. Miyeon no quiso tener cerca su rostro, pero también pensaba en golpearlo y salir huyendo. Quizás habría funcionado, pero no tenía fuerza en los brazos ni energías para correr.
Después de que le hubiera liberado, su padre comenzó a besar su cuello y succionar su piel. Miyeon dejó que lo hiciera, después de todo, pronto dejaría de ser consciente de todo lo que le hacía. No obstante, aquella vez, a Hanyeol se le cayó una especie de cuchilla del bolsillo. Ni siquiera recordaba por qué la tenía allí, pero se trataba de un pedazo de metal de algún objeto que se había roto en su oficina. Jungseok llevaba encerrado alrededor de tres semanas en ese lugar. Hanyeol le dijo a Jisoo que Jungseok se había marchado a Qing por unos asuntos de negocios.
Miyeon vio la oportunidad y cogió aquel pedazo de metal puntiagudo y trató de tragarlo. Claramente, la intención de Jungseok era morir ahogado o esperaba que el objeto le hiciera heridas profundas en la garganta que lograran ahogarlo con la sangre, sin embargo, Hanyeol se dio cuenta de ello y se lo impidió.
— ¡Maldito hijo de puta! — lo insultó al tratar de detenerlo. Miyeon luchó contra su fuerza, pero no consiguió acercar el objeto a su boca. Hanyeol intentó quitárselo de la mano, pero la muchacha le mordió con fuerza.
— ¡Déjame! ¡Déjame morir! ¡Te odio, te odio, te odio! ¡Déjame ir! — aunque la mordedura fue profunda, Hanyeol no lo soltó.
— ¡Miserable!
— ¡Déjame morir o mátame! — gritó Miyeon llena de adrenalina — ¡Déjame morir o mátame como mataste a mi madre! ¡Déjame o mátame!
— ¡Jungseok, suelta eso ya!
Al darse cuenta de que no podría tragárselo, rápidamente utilizó la punta del objeto y se abrió la piel; desde la muñeca hasta el final del antebrazo. Cuando la sangre brotó, Miyeon dejó de luchar.
— No... — Hanyeol soltó su agarre — ¡No, no, no! ¡Jungseok! ¡¡Jungseok!! — trató de que reaccionara pero la muchacha sonreía como si saboreara la libertad — ¡Joder! ¡¿Pero qué has hecho?! ¡¿Por qué sigues intentando abandonarme?! ¡Pequeña mierda desgraciada y miserable!
El corte no fue profundo porque el objeto no lo era. Hanyeol se rasgó la ropa y envolvió el brazo de su hijo con la tela. Presionó con fuerza sabiendo que no moriría, pero aún así lucía desesperado.
— Bastardo... — murmuró iracundo — ¿Por qué sigues haciendo esta mierda? ¿Es que acaso no has aprendido? Si me abandonas, mataré a tu esposa y a tu hijo... — sonrió con maldad — O mejor aún, si mueres, convertiré a Bogum en mi puta después de deshacerme de Jisoo.
Miyeon sollozó al quebrarse de nuevo.
— No toques a mi hijo... — chilló — Por favor, no le hagas daño a mi Bogum...
Hanyeol se burló de él con una sonrisa malévola.
— Es curioso — decía mientras se quitaba el cinturón y se bajaba el pantalón y el calzoncillo —. Tu madre me dijo lo mismo antes de morir sobre ti — se acercó a su oído izquierdo y susurró como si se burlara de Youngyi al imitar su voz — "Por favor, no mates a mi Jungseok..."
Miyeon ni siquiera lloró después de eso. Sintió que los ojos de su abuelo ni siquiera podían dar más de lo que ya habían dado, por lo tanto, simplemente apartó la vista y dejó que todo ocurriera.
Cuando la chica abrió los ojos, se encontraba en una habitación que también conocía. Era la habitación de su tío Bogum que pertenecía a la casa que tenían en Seúl; un terreno con una construcción muy típica de las casas de Joseon. Supo que donde todo ocurría, era en el ala este de la casa, aquel sitio deshabitado, donde Jisoo no podía oír los gritos de su marido y, por ende, tampoco sabía qué ocurría exactamente.
Miyeon se miró al espejo y vio a su abuelo reflejado en él. Sintió tanta lástima y quiso llorar; quiso poder darle un abrazo y rescatarlo de aquel infierno, pero era un sueño simplemente. Una terrible pesadilla.
Su bisabuelo tomó su brazo herido repentinamente. La chica jadeó de dolor. Hanyeol limpió la sangre del borde de la herida con un trapo húmedo y después la desinfectó y la vendó. Por último, besó la tela blanca y Miyeon retiró el brazo inmediatamente y su bisabuelo la miró enseriado.
Tomó de nuevo su muñeca.
— Eso que me has dicho antes — dijo acariciando su mano —, no es verdad, ¿cierto? No es verdad que me odias.
Miyeon no le respondió.
— Jungseok, mírame.
Miyeon no lo hizo, pero tomó su barbilla con fuerza y la obligó a mirarlo.
— Todo lo que hago, hijo mío, es porque te amo. ¿Por qué no puedes entenderlo? Quiero que seas un hombre — le acarició la mejilla.
— Echo de menos... — murmuró el joven — Cuando me menospreciabas e ignorabas mi existencia — dibujó una sonrisa que le había costado mucha energía —. ¿Que me amas? No digas estupideces, tú no amas nada ni a nadie, solo te amas a ti mismo.
Negó con la cabeza.
— Ay, Jungseok... ¿Por qué le dices algo tan cruel a tu padre? ¿Es que acaso tienes ganas de ir con mamá? Ah, cierto... Es verdad que si te atreves a morir, me follaré a Bogum, a Haein y a Jisoo... O quizás haga que Bogum...
— ¡Basta! — se levantó de la cama respirando de manera errática — No pronuncies los nombres de mis hijos con tu asquerosa voz... Voy a vivir, te lo prometo y no huiré de ti. Hazme lo que quieras, no me importa, puedo soportarlo, pero déjalos en paz. Ellos son inocentes.
Aquella noche, Jungseok pudo volver con Jisoo. Se bañó y se frotó la piel como si quisiera arrancársela y lloró debajo de la ducha. Estuvo allí durante al menos dos horas y después fue a la habitación.
En la cuna descansaba Haein y Bogum se encontraba dormido al lado de su madre.
Jungseok se quedó viéndolos durante unos minutos y después se acostó al lado del pequeño.
Bogum abrió los ojos al sentir el cuerpo de su padre a su lado.
— ¿Papá?
— Hola... — susurró con ternura — Habrás tenido un mal sueño, ¿no es así? — acarició su espalda cuando el niño asintió — Lo entiendo... Yo también los tengo. Ven a dormir con nosotros cuando quieras.
— ¿Te has lastimado, papá?
— Solo es una pequeña herida. No me duele — lo arropó mejor y también arropó a Jisoo —. Vuelve a dormir.
⊰✽⊱
Miyeon sonrió cuando los ojos de Minnie se llenaron de lágrimas.
— ¿Pero por qué lloras? — se rio — Solo me iré poco tiempo.
— ¿Pero por qué justo ahora? — la chica hizo un puchero para evitar llorar — ¡Que nos va tan bien!
— Tengo algo que hacer en Corea.
— ¿Tu madre se casa ya? — le preguntó Soojin muy curiosa.
— No, no es eso. Es otra cosa... Ya os contaré cuando vuelva.
Las chicas se abrazaron y le desearon a Miyeon un buen viaje. Después, en el día del viaje, la llevaron al aeropuerto, junto con su tía, sus primas y otros amigos para despedirla. Miyeon pensó que estaban exagerando. Bromearon y jugaron a las cartas mientras esperaban la hora del embarque.
Miyeon prometió que volvería en febrero, pero sus amigas y compañeras de grupo actuaron como si no fuera a volver en cuarenta años.
Ya en el avión, Miyeon se colocó los auriculares y reprodujo el cassette de su walmart. Había grabado la voz de su padre, por lo tanto, oyó su voz durante todo el viaje.
Eran alrededor de catorce horas de vuelo. Miyeon no quería dormir. Aquello que tenía que hacer, era volver a la casa donde murió su padre, pues unos días antes, mientras veía nuevamente el vídeo que su padre le dejó, notó que había una silueta detrás de él y entonces recordó quién era Taehyung. Si realmente era lo que pensaba, él debería estar allí todavía.
Necesitaba verlo, necesitaba hablar con él... Pero sobre todo, necesitaba visitar la tumba de su abuelo.
Aunque luchó contra sí misma para no quedarse dormida, no logró mantenerse despierta y volvió a soñar.
A diferencia de todas esas veces, aquel sueño fue más triste que doloroso.
Soñó con el nacimiento de su padre y la muerte de su abuela. Jungseok estuvo presente durante el parto, al igual que Jeon Hanyeol. Incluso viéndole sufrir y llamar el nombre de Jisoo como si se le fuera la vida en ello tras su muerte, aquel hombre se burló de él.
— ¡Jisoo! ¡Jisoo, por favor...! ¡Por favor no me dejes! — lloró intensamente, pero la muchacha ya se había ido — ¡Jisoo, despierta! ¡Te lo suplico, te lo ruego! ¡No me dejes, por favor! ¡Socorro! ¡Ayudadla, por favor! ¡Que alguien salve a mi esposa!
— Lo lamentamos mucho — le dijo la doctora tratando de consolarlo. Miyeon no soltó la mano de la chica en ningún momento y se negó a desprenderse. Sentía el dolor de su abuelo como si su alma se quemara dentro de su cuerpo. Sintió las ganas de irse con ella; de morir junto a su mejor amiga. La única, después de Taehyung, a la que le había importado su vida y había aceptado su existencia. Sin ella, se encontraba en un pozo profundo y oscuro.
— Oh... Vaya, vaya... Es un niño — escuchó la voz de Hanyeol.
Los ojos de Miyeon se dirigieron iracundos hacia él y su corazón brincó irascible al ver que cargaba a Jungkook en sus brazos.
Se levantó del suelo y se acercó a él para arrebatarle al recién nacido de sus brazos.
— ¡¡NO!! — Gritó con una fuerza y rabia terrible — ¡No le pongas las manos encima a mi hijo! — espetó.
Jungkook lloró debido al ruido y Jungseok lo arrulló y abrazó con un poco de fuerza apartando su cuerpecito de su padre.
— Dejadnos a solas, por favor — pidió Hanyeol y las enfermeras se marcharon. La doctora le pidió a Jungseok que le entregara al bebé y él cedió después de pensarlo bastante tiempo —. Deja de actuar, Jungseok, tanto tú como yo sabemos que odias a tus hijos.
— No los odio... ¡Te odio a ti!
— No digas estupideces — trató de acercarse a él, pero Miyeon supo cuáles eran sus intenciones.
— ¡Aléjate de mí! — cogió las tijeras ensangrentadas que estaban sobre la bandeja — Soy un hombre viudo... Acabo de perder a mi esposa en el parto de mi cuarto hijo; hijo que me has obligado a tener después de haberme torturado y violado... Así que estoy loco. No quieras tocarme en este estado, o no sabré responder por mis actos.
Hanyeol, furioso, trató de quitarle la tijera.
— ¡Déjame en paz o me mato!
— ¿Tengo que repetirte lo que sucederá si mueres, Jungseok?
— Nada ocurrirá si tú también mueres — sonrió —. Vamos, papá... Atrévete a tocar a mis hijos y te mataré y después me mataré yo. Los protegeré de ti aunque no quede nada de mí. Aunque no me queden sentimientos que ofrecerles y me odien por ser un padre insensible e indiferente... No permitiré que les hagas daño.
⊰✽⊱
Miyeon llegó a casa, con su madre. Sana la recibió con los brazos abiertos y el reencuentro estuvo cargado de emociones.
Durante los primeros días que estuvo en casa, Miyeon ayudó a su madre con los preparativos para la boda. Visitó a su padrastro, Namjoon, en el hospital y se reunió con Jimin y con el hijo de este, del cual todavía seguía enamorada.
Los momentos compartidos fueron como si el tiempo no hubiera pasado y Miyeon jamás se hubiera ido, pero tampoco faltaban las preguntas acerca de su experiencia viviendo en el extranjero. Miyeon les habló de todo. A Jimin le contó cómo le iba a su hija. Les habló del grupo de música, del proyecto musical que tenía en mente y también del sencillo que había lanzado. Y después de varios días conviviendo, Miyeon visitó a su tío Haein y le pidió que la llevara a la sepultura de su abuelo.
Haein la llevó un día, y al día siguiente, Miyeon volvió con un ramo de flores violetas y azules, los colores favoritos de Jungseok, y las dejó sobre sobre el altar, frente a su fotografía.
— Nadie sabe lo que te ha pasado... — susurró con la mano en el nicho — Lo siento tanto, abuelo.
Miyeon comenzó a llorar.
— Siento tanto que nadie haya podido estar de tu lado en ese momento. Siento tanto que hayas tenido que soportar aquel infierno y que... Que nunca hayas tenido paz — apoyó su frente sobre la piedra y sollozó —. Abuelo... Jeon Jungseok... Perdóname. Perdóname, perdóname, perdóname...
Miyeon lloró amargamente y siguió disculpándose. Era evidente que ella no tenía la culpa de todo lo que le había ocurrido, pero aún así, sentía que Jungseok necesitaba oír una disculpa de alguien porque nadie le pidió perdón en toda su vida.
— No sé por qué estoy viendo todo esto... Pero, pero está bien. Si quieres compartir tu dolor conmigo para sentirte comprendido, abuelo, puedes dármelo todo a mí. Seguiré durmiendo... Seguiré robándote el dolor para que puedas descansar en paz.
Miyeon besó la fotografía de su abuelo.
— Lo siento mucho... Sé que hay una razón para esto. Nada pasa porque sí. Aún puedo oír tu voz en mi cabeza deseando dos simples cosas: volver a ver a Taehyung y tener una familia que te ame, te defienda y te proteja... — acarició su fotografía — Mi pobre abuelo, cuánto has sufrido... Pero no te preocupes por eso ahora. Entiendo que somos uno, que estamos unidos de alguna forma. Si tu alma ahora es mía, me congratula decirte que en esta vida has tenido al mejor padre, a la mejor madre, a los mejores tíos, primos y amigos. Que ahora eres feliz y nada duele de la misma manera que antes. Todo lo que no has podido tener antes, lo tienes ahora. Incluso a Taehyung... Lo iré a ver. Te lo prometo. Volveré a verlo por ti. Cumpliré el último deseo de tu alma.
⊰✽⊱
Después de la visita, Sana se preocupó al oír la petición de su hija. Namjoon se sorprendió al escucharla, pero tuvo que consolar a su futura esposa para que no se pusiera nerviosa.
— Miyeon-ah... — le habló con delicadeza, buscando comprender su decisión — ¿Por qué quieres volver allí? ¿Por qué querrías... volver a esa casa?
— Esto no será difícil de comprender — la chica tomó las manos de su madre y le sonrió buscando que confiara en ella —, pero sé que hay alguien esperándome.
— ¿Alguien? ¿Quién?
— Un viejo amor.
He decidido partir este capítulo por la mitad, por lo tanto, todavía quedan dos capítulos y el epílogo para el final. 🥲
En el siguiente episodio conoceremos un poco más del pasado de Taehyung. 😊
Pero ahora sí... Hablemos de este capítulo, el cual ha sido el capítulo de Miyeon... y Jungseok.
Por si no ha quedado claro antes, Miyeon es la reencarnación de Jungseok. Con una diferencia de tiempo de muchos años, padre e hijo pidieron el mismo deseo: Jungkook deseó que su padre tuviera buenos padres en su siguiente vida y que él volviera a ser su hijo y poder recibir su amor, por lo tanto, Miyeon ha nacido como su hija y Jungkook le ha tocado ser su padre. Sabemos que se ha esforzado mucho, aunque tuvo poco tiempo... Pero, aún así, Miyeon creció siendo una niña feliz. 🥰
Sé que las primeras cartas dan un poco de cáncer visual, pero no iba a escribir con buena ortografía las cartas de una niña de seis años, ¿no? Jajaja.
Y bueno... Hablando de cartas... Jungseok realmente nunca contó todo lo que sufrió en ellas. Los sueños de Miyeon sirven para dar el "punto de vista" de Jungseok y saber todo lo que sufrió. No lo hago para excusar que no haya sido el mejor padre, sino para que se pueda comprender por qué estaba tan obsesionado con volver a encontrarse con Taehyung... Y bueno, sé que no era necesario explicar su depresión y suicidio, pero todo lo que le pasó y más, fueron sus razones.
Y sí, le he puesto un nombre al viejo ese. Al principio no quería, no pretendía que mereciera tener uno, pero el esperpento ese ha cobrado más relevancia de lo que imaginaba. 🥲🥲🥲 Sorry.
Lamento revivir el trauma.
Nos leemos en el siguiente capítulo. 💖
P.D: Lamento si hay faltas. Al finalizar la obra, me dedicaré a las correcciones.
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