Cap. #2
https://youtu.be/OdNPL9ajvgs
I
—¡¿Lucy Loud?1 —Jordan no pensó que una hermana de su amigo estuviera con ellas, mucho menos la chica espeluznante.
—La acogí bajo el calor de mi compañía —respondía Mollie.
Les contó todo lo que le dijo Lucy. Todas se compadecieron por lo que le pasó, pero tratarían de hacerla sentir cómoda con ellas.
—Serás una de las nuestras, niña —agregaba Cookie mientras ordenaba unas mesas.
Lucy pudo percatarse que estaban haciendo algo muy grande, pareciera que sería un gran evento. También pudo darse cuenta que no había rastro de algún adulto.
—Jordan, ¿no están tus padres? —preguntó la menor de todas.
—Fueron a visitar a mis abuelos, regresarán en dos días, es por eso que estoy aprovechando en hacer los preparativos para la fiesta de esta noche —empezó a ayudar a Cristina y Paige.
La pelinegra no preguntó más y empezó a ayudar a todas allí. Adaptarse a ese pequeño grupo no era tan difícil porque la casa Loud era un sitio repleto de puro estrógeno.
II
—¡Llegan tarde, chicos! —Cristina les llamó la atención a sus amigos.
—¡Oye, no me hables en ese tono de voz! Yo no sabía que ellas tardarían en llegar a Royal Woods en autobús —Chandler se sentía ofendido.
Las dos chicas estaban entrando y viendo como quedaba toda la decoración cuando se percataron de la presencia de alguien en particular.
—¡¿Lucy?! —estaba demasiado confundida y sorprendida.
—Oh, hola Ronnie, Sid y Chandler —saludaba con su típico tono sombrío de voz.
Mollie los puso al corriente con lo de Lucy, no quería que fastidiaran a su protegida con preguntas obvias y entrometidas. La pálida estaba agradecida con Mollie por tomarse esas molestias.
—Descuida, Lucy, la pasarás bien con nosotros —agregaba Sid muy alegre.
El celular de Lucy empieza a sonar, al fijarse quién era el que realizaba la llamada, pudo saber que era el señor Quejón. Se alejó del grupo y se dispuso a contestar.
—Hola señor Quejón.
—Hola Loud, tus padres me dijeron que te quedaste sola y que esté al tanto de ti, así que solo te llamaré, tengo unos juanetes terribles en mis pies y no quiero moverme, adiós —le cortó de manera tempestiva.
Lucy se detuvo a pensar en lo que ahora mismo su familia pensaba hacer, más allá de que aún seguían en el vuelo. Habían planeado esas vacaciones con antelación, inclusive ella tenía pensado en hacer algunas cosas, sin embargo... ni ella sabía que se despertaría tarde. Después de horas siente el sentimiento de abandono.
—¿Problemas? —preguntó la pelirrubia oscura.
—N-No... solo que... en verdad estoy sola —Mollie se sentía confundida—, no me refiero a cuestión de amigos... por primera vez mi familia no está a mi lado, suspiro... —se podía sentir su tristeza.
Se sentó en el pasto y luego se acostó bocarriba para mirar el cielo y tratar de no ponerse más triste de lo que se iba a sentir. Mollie se acostó a su lado e hizo lo mismo que ella.
—No pienses que soy odiosa, pero pensé que una persona como tú gustaba de estar sola y sacrificar cachorritos —era muy sincera.
—Me gusta ser solitaria o mejor dicho "independiente", no me gusta hablar más allá de lo que me fascina porque siento que aburriré a cualquier persona... es por eso que prefiero estar sola... aunque, no siempre es así, Lincoln o Lynn o los demás suelen estar ahí, nunca se los digo, pero... son muy importantes para mí, suspiro... —no pensaba que se abriría a una conocida.
—Eso es lindo de tu parte, deberías decírselo algún día, niña —su tono de voz era el correcto para tratar con Lucy—. ¡Ánimo, chica! Desde ahora esa timidez se acabará lentamente —se incorporó e hizo lo mismo por su amiga.
III
—¡¿Qué?! —Jordan se notaba muy enojada.
—¿Qué tiene de malo? —preguntaron tontamente el pelirrojo y la chica de rizos pelirrojos.
—No pueden invitar a personas de grados mayores, me sorprende que les hayan hecho caso —se mantenía arreglando la pequeña mezcladora de dj y los estéreos.
Chandler había invitado a George Sully y a Ruth Mazzy, Cristina había invitado a Benny Stein y a Carol Pingrey. Jordan les había dicho que invitaran a algunos amigos, pero no especificó la edad.
Lucy y Mollie arreglaban las cintas de las mesas con paciencia... paciencia que se terminó por el ruido de un convertible de color púrpura casi oscuro, era imposible que nadie de las personas jóvenes de la ciudad no reconociera quién conducía ese coche.
—¡Just dance! Gonna be okay, da da, doo doom, ¡Just dance! —era lo que decía la canción a volumen alto en ese convertible. la persona de allí dentro bajó la ventana y miró a las personas que estaban en la entrada—. ¡Es Britney, brujas! —lo decía de una manera altanera y con sus gafas negras puestas.
—Llegas justo a tiempo, Carol —Cristina estaba muy sonriente.
—No pensé que una chica universitaria aceptara estar en mi fiesta —Jordan respondía con sarcasmo.
—Estoy libre por el momento, Jay, Cristina me invitó y una que no quiere... pero ya estoy aquí, Jay —bajaba del convertible de manera deslumbrante.
Se percató de la presencia de la Loud de cabello negro, se acercó con buenas intenciones. Carol era una de las chicas más divertidas y amigables de la ciudad.
—¿Cómo estás, pequeña Lucy? ¿Y cómo está el tierno Linky? —lo decía muy sonrojada por la última pregunta.
—Eh... bueno, suspiro... —sabía que tenía que poner al tanto a todo aquel que le preguntara algo.
Mollie sabía que tenía que poner al tanto a la chica de cabello rubio claro, pero también quería hacer que su amiguita se sintiera menos sola. Lucy lentamente le empezaba a fascinar las ocurrencias con los amigos de sus hermanos...
26/10/2021
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