Capítulo 2
-Marlon te has salvado de la reprimenda que iba a darte-le suelto cerrando la puerta tras de mí y acercándome al salón donde él se encuentra.-Me has desconcentrado de mi tarea y no he podido llegar al final ¡Con lo bien que lo estaba pasando!-me encamino enfurruñada a mi dormitorio.
Él me mira con cara contenida. Se le ve que está a punto de cachondearse. Se estará imaginando lo que ha interrumpido.
-Bueno mujer. Ahora ya me lo habrás perdonado después de haber leído la nota ¿no?-dice sonriente e ilusionado. -Ingrid se ha estirado y dice que nos invita a cenar en ese restaurante que tanto nos gusta (aunque cueste un ojo de la cara), porque nos tiene que contar algo-levanta sus cejas con ímpetu para darle más énfasis al plan- después podremos ir a darlo todo al Karaoke que hay cerca. Seguro que tienen las nuevas novedades y podremos salir al escenario a darlo todo-se acerca para recogerme un mechón rebelde de mi moño improvisado. -Si tienes suerte y ligas podrás quitarte las telarañas y limpiar las tuberías con algún sable.
Lo miro con cara alucinada por la fresca que me ha soltado.
-El que quiere afilar el sable eres tú. No me hace falta ningún maromo ahora. Con mi Terminator sé apañarmelas bien siempre y cuando no me interrumpan claro-lo fulmino con la mirada por su última interrupción. - Además, estarás de coña ¿no? Porque siempre que salimos os pillais el contentazo del siglo y se os escapa mi verdadero nombre como si fuese una proeza y me los acabais espantando a todos-pongo mis manos en las caderas para encararlo para saber que me suelta a continuación.
-Perdóname cariño, pero es que es ver a alguien con rabo con su cara bonita y se me nubla la razón-dice risueño mirando hacia arriba pensativo.
-Mira que tienes pajarillos en esa cabeza. No quiero pensar el día que te enamores como te vas a poner. Espero que no sufras por amor, mi diva (que así lo llamo cariñosamente) porque con ese corazón noble que tienes y esas ideas de amor eterno te pueden dar más de un problema si la otra persona no piensa lo mismo que tú con esas ideas claras que tienes-le digo observándole.
Marlon hace poco que ha salido del armario como quien dice. Le daba pavor saber lo que pensaba su familia y por eso siempre se acercaba a nosotras para que ellos no desconfiaran pero con lo que no contaban es el día que lo sentaron en una silla para tener una charla con él. Le dijeron hasta cuando iba a seguir sin expresar su verdadero yo, porque sabían perfectamente de sus gustos sexuales desde que se colaba en la habitación de sus padres para vestirse con la ropa de su madre ( que aún sigue haciendo con la nuestra) con la que le sirve claro porque las partes de arriba con tanto músculo ni le entran. La que más le sirve es la mía porque al tener una cuarenta y cuatro y una talla L de arriba se desquita. El pobre no sabía dónde meterse ese día y no tuvo más remedio que confesar que le gustaban los chicos. Aún me acuerdo la cara con la que entró en casa ese día. Parecía que le había tocado la lotería tenía un brillo en sus ojos oscuros y una sonrisa que no se le quitó en varios días y es que el pobre, se había quitado un peso de encima. Podía dejar de fingir con su padre y hablar de las modelos de Victoria Secret cada vez que se sentaban a la mesa.
Yo siempre lo acepté como era por eso es mi mejor amigo a Ingrid le costó un poquito más. Ahora que no me oye he decir que tiene la mente más cerrada y cuadriculada. Solo se rige por sus normas por algo se hizo abogada. Para seguir sus reglas y no salir de su sitio de confort. Siempre se escandaliza con algún caso inverosímil y Marlon y yo nos partimos con sus reacciones. Pero la queremos igual porque tiene otras cosas buenas. Tiene buen corazón y siempre que estamos apurados de pasta tanto a Marlon como a mí nos ayuda sin esperar nada a cambio lo que si no quiere que le toquemos bajo ninguna circunstancia es sus trajes de Channel. Solo le falta tenerlos en una vitrina y que "ponga se mira pero no sé toca".
-Tienes razón. No puedo negar lo evidente. Sabes lo cortado que soy para ligar y lo que me cuesta por eso bebo para perder la vergüenza. Me resulta más cómodo y me ayuda a desinhibirme. Me ayuda a escoger mejor a mis presas.
-Lo sé. Claro que lo sé. Algún día no te hará falta ya lo verás. Pero escúchame una cosa Diva. Espero que esta vez te comportes y no os paséis con cierto tema y tampoco empineis tanto el codo, sobre todo por vuestro bien, porque el día que me tome mi revancha no habrá quien me pare y tendréis que buscar un escondite para que no os encuentre porque la venganza será terrible-le digo poniéndole mi peor cara y con voz más grave para darle más énfasis a mis palabras.
-¡Anda! No digas tonterías. ¿Qué ibas a hacer tú, sino le haces daño ni a una mosca?-me mira incrédulo.
-No me subestimes chato-me encierro en mi habitación para que no note que me estoy riendo y para acabar de prepararme. Ingrid odia la impuntualidad y no quiero cabrearla ya que es otro de mis defectos.
A los pocos minutos escucho golpes en la puerta y a continuación a Marlon entrar por ella.
-Vaya nena hoy te has lucido, pero aún te queda calzarte. Espabila antes de que salga Ingrid de su cueva y empiece a gritar por tu impuntualidad y le de vueltas la cabeza como la niña del exorcista. Un día de estos se convertirá de verdad y tendremos que contratar a un sacerdote para que le haga un exorcismo como en aquella peli-dice mientras abre mi armario y coge mis botas altas hasta la rodilla de ante negras. Irán ideal con el visto azul celeste con estampados de flores en negro. Me he dejado el pelo suelto. Lo tengo por debajo de los hombros y le he echado espuma para rizarmelo un poco para terminar me he maquillado muy natural ya que a mí se me da fatal. Marlon mientras yo me calzo va hacia mi estuche de maquillaje y saca un pintalabios atrevido que casi nunca me pongo, al menos que yo recuerde.
-¿A donde vas con eso?-le miro esquivandolo un poco.
-No pensarás irte sin pintarte los labios ¿Verdad?-me mira incrédulo.
-Esa era mi intención la verdad ¿Has visto como lo tengo de hinchado por la caída de antes?-lo miro enfurruñada.
-Vamos Tina. Estarás estupenda te lo prometo y no se notará te lo prometo. Déjate guiar-me mira con cara de perrito abandonado y poniendo ojitos. Sonrió poco a poco y es que no lo puedo evitar siempre se sale con la suya.
Abro mis labios para facilitarle la tarea y después de unos segundos me miro al espejo y me sorprendo con el resultado. Mi Diva tiene razón no me reconozco y mis labios pintados con ese tono de rojo ni se aprecia que lo tenga un poco hinchado. ¡¡Bendita mi herencia de labios carnosos!!
Le doy un fuerte abrazo porque sabe que me ha gustado el resultado.
-Marlon la verdad que no sé cómo no te has dedicado a la estética con lo que te gusta ayudarnos con nuestro estilismo-le miro de reojo antes de echar un último vistazo a mi pelo.
-Es mi profesión frustrada reina, sino no iba a estar levantándome a horas intempestivas para hacer la ración diaria de dulces y de pan para el resto-suelta un poco nostálgico-. Además llámame lo que quieras pero un día me gustaría vestirme de Drag Queen-suelta de pronto.
Me quedó callada unos segundos pero no lo asimiló mucho porque no me sorprende sabiendo su historial.
-Creo que no me dices nada nuevo Diva. No sé porque pero ya me lo imaginaba-le acarició con una sonrisa y él se muestra contento por mi reacción.
-¡Eres la mejor!. Nunca me juzgas por mis locuras-suelta ilusionado con un ligero brillo en sus ojos.
-Sabes que no. Cada uno es como es y eso va también por mí que me aceptas con mi multitud de defectos y aún no te has marchado de mi lado como el resto despavoridos-le digo nostálgica.
-¡Anda no digas tonterías!-se encamina hacia la puerta cuando escuchamos ruido al otro lado. Antes de salir, escuchamos el grito de nuestra amiga que empieza a cabrearse porque no estamos fuera. Le está saliendo la vena suicida (se la he visto) la que tiene justo en el cuello en el lateral izquierdo y antes de que se ponga peor, y empiece a despotricar contra nosotros, salimos corriendo, antes de que cambie su humor. Últimamente está demasiado rara e irascible. Su estado de ánimo de últimamente me lo confirma, sobre todo después de bajar en un perfecto silencio cuando es ella la primera en romperlo siempre. Supongo que estará preocupada por algunos de sus casos así que no le doy mucha importancia. Ya hablará cuando lo necesite ya que siempre lo hace. Cuando llegamos a la calle, nos ponemos rumbo al restaurante después de montarnos en su fabuloso coche de lujo de marca Audi.
Hasta aquí otro capítulo
¿Qué os ha parecido? Recordar darle a la estrellita si os gusta nos vemos en el próximo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro