Sergio estaba nervioso, muy nervioso. Tenía mucho miedo de que todo saliera mal. Estaban todos en el concierto de Adam en el Bernabeú. Había empezado hacía media hora y estaba resultando ser todo un éxito. Había agotado las entradas el primer día. Y se notaba que a la gente le gustaba Adam. Coreaban y vibraban con sus canciones. Estaban todos allí, eso sí, sin los niños. La única que estaba con ellos era María. Cumpliría 6 años el mes que viene y era su regalo anticipado de cumpleaños. Ellos estaban en la Zona Vip. Pero la zona vip que preparaba Naike. Cerca del escenario, buenas vistas, buenos asientos. 

Sergio abrazó a Naike por la cintura bajando sus manos hasta acariciar su vientre. Su bebe nacería en septiembre. Tenía unas ganas enormes de ser padre y de tener a su niña en sus brazos. De pronto su cuerpo empezó a temblar cuando las familiares notas de "Whataya want from me" empezaron a sonar. Era la canción de los dos. Su canción.

Se separó de Naike y se llevo la mano al bolsillo nervioso. Adam salió al escenario y empezó a cantar mientras  las pantallas cambiaron de color. Empezaron a salir fotos de Naike y de él. Ella se quedó sorprendida por lo que veía. Miró a Sergio y él se encogió de hombros. Al resto de sus amigos les pasó igual. Podían ver fotos de ellos en la playa, en el campo del Madrid, en Londres, en el concierto de los Lemon de Madrid, en las clases de cocina y también fotos con sus amigos. Era un pequeño resúmen de su historia de amor. Estaba casi terminando la canción cuando en la pantalla, y con letras bastante grandes podía leerse:

" ¿Quieres casarte conmigo Naike? "

El público empezó a chillar y hasta Adam se calló. Un foco iluminó a la pareja. Naike se llevó las manos a la cara emocionada. Se dio la vuelta para mirar a Sergio y abrió la boca muy sorprendida. Él estaba allí con la rodilla flexionada y con una cajita en sus manos. La abrió mirando a su novia muy concentrado. Le enseñó el anillo a Naike.

- ¿Qué me contestas rubia? –le preguntó Sergio muy nervioso

- Que si –le dijo ella sintiendo como las lágrimas inundaban sus ojos- si, si, si...

Naike se arrojo a los brazos de Sergio mientras el público aplaudía a rabiar. Sergio le puso el anillo en su dedo y volvieron a abrazarse. Dejaron de enfocarlos y ella pudo besarlo con ganas. No se podía creer lo que había hecho. Era la mejor sorpresa que le habían dado en su vida, detrás de su embarazo, claro.

- Estás loco Sergio –le dijo ella poniendo sus brazos en su cuello mirándolo embelesada

- Si que estoy loco, pero por ti

Sus amigos le dieron la enhorabuena muy felices. Siguieron viendo el resto del concierto abrazados. Sergio ya no estaba nervioso. Ahora estaba feliz. Naike sería su mujer, y la vida no podía ser mejor para ellos. 

Tres días después

Naike estaba tumbada en una hamaca en la playa. Miraba a  Sergio que jugaba al fútbol con los chicos. Llevaban dos días en Ojén. Dos maravillosos días. La casa era espectacular. Enorme. Tenían un dormitorio para cada pareja y también para los niños. Un salón-comedor muy grande con chimenea, una salita donde los chicos ya habían puesto la consola, una espaciosa cocina, 5 baños y una piscina. Tenía también mucho terreno con jardines y árboles, y hasta una zona de barbacoa. La playa la tenían muy cerca. Sólo tenían que bajar un camino y ya estaban allí. Lo bueno era que era una zona muy tranquila y muchas veces estaban prácticamente solos.

- Se supone que están de vacaciones –dijo Claudia sentándose al lado de Naike dándole una limonada

- Entre el torneo matutino de fútbol y el de por la tarde del Fifa... -dijo Andrea- están en la gloria vaya

- Deberíamos irnos de fiesta esta noche, las cuatro solas –dijo Claudia- verías tú la gracia que les haría

- Te digo yo que si les damos a elegir entre sexo o fútbol... -dijo Andrea haciendo que todas se rieran

Sergio llegó hasta ellas mirándolas sospechoso. Bajo su cabeza y le dio un beso a Naike en los labios. Acarició su barriga con mucha dulzura. Ella le dio de su bebida y se volvió para jugar. Naike lo miró embobada. Estaba tan buenísimo en bañador.

- ¡Joder que bueno está! –dijo Naike. Miró a las chicas y se puso como un tomate- lo he dicho en voz alta ¿verdad?

- Si hija, si –le dijo Claudia- no nos podemos quejar de los maridos que tenemos

- Pues no –contestó Maya- bueno Naike, ¿habéis pensado ya cuando os vais a casar?

- Si, en Navidad, creo que después de Nochebuena –les dijo ella muy contenta mientras miraba su anillo de compromiso

- Ay, qué bien –dijo Claudia- por fin voy a poder comprarme un vestido con tiempo

- ¡Tía! –le dijo Maya- que cuando yo me casé tuviste tiempo...

- Vamos a callarnos bonita, y tú –dijo señalando a Andrea- tú no hables que sólo tuve 2 semanas

- Le dijo la sartén al cazo –le contestó ella- que tú te casaste en 10 días guapa

Los días transcurrieron así, entre risas, playa, comidas...disfrutando de estar todos juntos. Ojén era un sitio increíble. Se estaba muy tranquilo, algo que se agradecía después de la temporada que habían tenido y de todos los acontecimientos vividos este año. Naike estaba tumbada en la cama después de comer acariciando su barriga. Su hija también estaba dormida. Sergio entró por la puerta y la miró con ternura. Se quitó las zapatillas y se tumbó a su lado. Se inclinó para besarle el vientre.

- Hola mi vida -dijo poniendo su boca en ella. Naike lo miraba sonriendo- espero que estés bien ahí dentro. Tú no tengas prisa por salir. Lo primero es que estés bien y que vayas cogiendo peso y fuerzas, que vas a ser una campeona. Te quiero mi vida

- Y yo te quiero a ti -le dijo Naike acariciando su pelo. Sergio se tumbó a su lado y la abrazo para que pusiera su cabeza en su pecho

- Deberíamos ir pensando en nombres rubia

- Uff. Tengo tantos en la cabeza que no sé por cual decidirme

- Pues hagamos un sorteo. Cada uno elige, no sé, tres nombres, los ponemos donde sea y el que salga así se llama

- Pero tienen que ser tres nombres que nos gusten, que si luego sale uno que yo he elegido y a ti no te gusta luego nos enfadamos

- Amor -Sergio acarició su mejilla y se inclinó para besarla- por mi puedes ponerle tú el nombre ahora mismo si quieres. Después de lo que estás pasando, te lo mereces

- Pues si, debería elegirlo yo. Pero como te quiero tanto, prefiero que lo hagamos los dos

Sergio asintió y sonrío. Se quedaron en silencio un rato disfrutando de la calma y el silencio de la casa. 

- ¿Cuántos hijos te gustaría tener Sergio?

- Contigo cuantos más mejor

- ¡Mira que eres tonto!

- Es la verdad. Muchas noches cuando te acuestas, me quedo en el comedor pensando que me encantaría tener la casa llena de niños. La ilusión de mi vida era ser padre, y ahora que lo voy a ser, creo que me va a encantar repetir

- Bueno mi vida, salgamos del primero y después ya veremos

- Naike. Tengo unas ganas tremendas de que nazca el bebé, de estar los tres juntos, de vivir tantas cosas con ella...y luego de casarme. De que todos sepan que eres mi mujer

- Yo también tengo muchas ganas de casarme contigo, y de que nuestra hija esté a nuestro lado ese día. Más feliz no puedo estar Sergio. Eres todo lo que he deseado en la vida

Sergio abrazó a Naike muy fuerte. Su corazón latía deprisa.  Sus sueños se estaban cumpliendo poco a poco, y todo gracias a una puta bechamel.