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Two

Jimin guardó su celular y caminó por el amplio jardín de aquella mansión que su novio, el temido Min Yoongi, había comprado para ellos, luego de que le había pedido ser su esposo.

El era el encargado de cumplir cada uno de los mandatos que pedía el mayor, era la única persona en la que confiaba y estaba seguro que aún con sus ojos vendados no dudaría en ayudarle cuando fuese necesario.

Hacía mucho que no contactaba a Taehyung, la última vez había sido en aquel juicio que rebajó la condena de Yoongi, y por la seguridad del abogado le había pedido que tomarán distancia, al menos unos meses, así no arriesgaría su integridad, menos aún sabiendo que el mejor amigo del joven, era el maldito policía que metió a sus chico tras las rejas, mismo hombre que no tenía idea que la ayuda para el mafioso había llegado de alguien muy cercano a él.

Un solo mensaje a aquel teléfono que solo timbraba cuando su amigo era quien hacía la llamada, era la alerta perfecta para el abogado, de que debía comenzar a moverse y volver a ser el escurridizo ser que jamás nadie notó para quien trabajaba.

—Debo irme Joowoon — dijo poniéndose de pie.

El policía lo observaba desde la mampara de la cocina, con una húmeante  taza de café en sus manos y su torso descubierto, mientras hacia una mueca por no tener los suficientemente controlado al menor como para que lograra ser su prioridad por sobre todos.

Lo cierto es que había advertido el enamoramiento del muchacho y había sabido ocuparlo a su beneficio en más de una ocasión.

Si bien a él le parecía indiferente, no guardaba ningún sentimiento, jamás le correspondería, ya que le parecía alguien insignificante, la idea de un buen polvo ocasional lo mantenía queriendo tener sus garras sobre el y apretando la correa para que nunca se fuera de su lado.

— Quédate, aún no nos hemos divertido lo suficiente.

El menor mordió su labio inferior, deseoso por acatar la petición pero lo suficientemente comprometido con su trabajo como para no ceder.

—Lo siento, el deber me llama.

—Deberías dejar ese maldito trabajo, ni siquiera te paga lo suficiente.

Taehyung frunció el ceño, habian ocasiones como aquellas en que aborrecía este Comportamiento, amaba a Woon , eso creía,  pero no toleraba que fuese tan denigrante y que siempre tratara de ofenderlo.

—Te lo he dicho Muchas veces, Woon, respeta mi trabajo así  como yo respeto el tuyo.

—Esta bien — Bufó — Hoy no vengas, tengo planes — dijo sin más.

Aquello había sido un golpe bajo  a su corazón.

Si bien sabía que no tenían algo formal, esperaba que tal vez con algo de suerte el mayor lo considerara siquiera para hacerlo su novio, cosa que no pasaba.

El seguía saliendo con chicos y chicas sin importarle sus sentimientos y volviendo cada vez que no lograba cazar a alguien, llamándolo a media noche y pidiéndole ir a su casa, a tratar de calmar lo que no consiguió en otro sitio.

Tontamente pensaba que eso era mejor a nada.

—No me llames si algo no sale bien, está noche no vendré.

—Ni por la mañana, encanto, planeo follar a alguien hasta el amanecer y si tiene suerte tal vez al despertar se la meta otra vez — dijo descarado.

Eso sin duda alguna lo había asqueado y solo quería huir de allí, ser más fuerte y no volver a caer en sus garras.

Asintió hacia el y dejo el lugar con su corazón apretado, molesto de pensar en que momento Joowoon había cambiado tanto, ni siquiera parecía ese tierno adolescente de quince años que le había dado su primer beso.

Taehyung subió a su auto luego de enviar un mensaje de texto a su amigo, avisando que ya iba en camino.

Quizás era por  el silencio de las calles o simplemente quería dejar de pensar en la extraña actitud de Woon que comenzó a recordar los primeros meses después de recibir su título de abogado donde se encontraba demasiado desanimado por no encontrar un trabajo a pesar de sus buenas calificaciones y buena recomendación por parte de su universidad.

Cada tarde pasaba horas mirando su teléfono, yendo a entrevistas en distintas firmas de abogados, recibiendo varias respuestas negativas, quizás si no fuera por su amigo Jimin ya se hubiera dado por vencido ya que el mayor se encargaba de animarlo cada día después de las largas búsquedas de empleos.

Recordaba claramente cuando su amigo  lo había llamado llorando qué necesitaba su  ayuda urgente sin imaginar que ese día cambiaría su vida por completo, se imaginó escenarios distintos para que su amigo pidiera por él entre sollozos, de forma tan angustiada.

Flashback

— Espera ¿me estás diciendo que tu novio es un criminal y que quieres que lo saque de la cárcel y que evite qué sea condenado a muchos años? — pregunto algo sorprendido—¿Sabes que soy un abogado inexperto, que recibió su título sólo hace algunos meses? — exclamó casi sin aliento sin creer en las palabras de su amigo.

— Solo tú puedes ayudarme, no podría confiar en nadie más, confío tanto en ti que pondría mi vida en tus manos— le dijo entre lágrimas.

Verlo así de angustiado solo lograba hacer que su corazón se apretara dolorosamente, jamás podría decirle que no a Jimin, el había Sido su amigo durante tanto tiempo y lo había apoyado en casa una de sus decisiones, era lo justo devolver la mano cuando el contrario más lo necesitaba.

—Yo no sé si podré ganar, pero trataré de hacer mi mejor esfuerzo — respondió aun dudando de si mismo pero intentando dar consuelo a Jimin—necesito un trago para calmarme y pensar en un plan, conocer a tu novio, revisar su caso y  tratar de encontrar una solución.

Así pasaron los días hasta la audiencia de esa mañana.

Había sido muy cuidadoso en cada información y cada detalle que pudiera servirle para tener éxito, aunque la presión por demostrar que realmente servía para su profesión, terminaba por abordarlo y abrumarlo.

El sabía que su caso era difícil de ganar, las pruebas  contra  su cliente eran demasiadas y sabía que esto podría salir muy mal y perfectamente se ganaría por lo menos unos 15 a 20 años en prisión.

Se encontraba ansioso, más aún después de escuchar los rumores en los pasillos donde prácticamente se burlaban por estar a cargo de un juicio tan importante sin tener experiencia, juzgandolo por ser un novato, aunque  eso solo hacía que sus ansias de ganar y callar todas esas bocas aumentaran.

Se  propuso terminar la misión con éxito, o al menos con un acuerdo favorable para su cliente, que dicho sea de paso era un mafioso,uno de los grandes,  que estaba seguro lo mataría si las cosas no salían a su beneficio.

Tras varias horas del juicio que parecían interminable y del que cada vez más pruebas comenzaban a aparecer, mismas que logró desestimar en más de una ocasión, haciendo que una leve esperanza se presentara en el abogado, el juez dio su veredicto.

—Tras la evidencia entregada, informes de la fiscalia y el buen trabajo del Abogado Kim, se le dará la pena mínima de 2 años por delito menor a partir de la fecha 30 de abril del presente año, la cual se hará efectiva desde el término de este juicio y se cumplirá en la prision  de Seúl, Seodaemun-Gu, dónde estará recluido a máxima seguridad, hasta que el periodo de condena finalice.
Dicho esto, damos por terminada esta sesión, pueden llevar al recluso al transporte que lo dirigirá a su nueva residencia — dijo golpeando con el mazo y poniendo fin al juicio.

Fin Flashback

Recuerda perfectamente como aquel sujeto lejos de estar molesto por no conseguir la libertad, le sonrió tranquilo mientras se despedía fugazmente de su novio y era llevado del lugar de inmediato.

El secreto de que había salvado al temido mafioso de una larga condena, una que había sido impuesta por su propio amigo Joowoon, quien no estaba enterado de todo lo que hacía el abogado, había muerto allí, una vez que se cerraron aquellas puertas.

En cierto modo lo había traicionado, pero no se arrepentía de ello, su futuro se había trazado con aquella traición que se llevaría hasta la tumba.

Una semana después del juicio, el mafioso lo haría presentarse en la prisión para agradecer y asegurarle que si se mantenía leal a el, jamás tendría que buscar otro trabajo, tendría el dinero y la reputación suficiente como para tener su propio buffet.

Cada cosa que Min Yoongi le prometió, se cumplió.

A la fecha podía decir que tenía más dinero del que necesitaba y su carrera solo iba en ascenso, ya que la voz se corrió y los grandes magnates de las empresas, acudían a el en cada pequeño problemita que tenían con la ley.

Su vida había tomado el rumbo que esperaba, aunque si bien lo planeaba hacer con personas realmente inocentes, ni estaba mal tener a todos esos importantes empresarios de su lado, confiando ciegamente en sus capacidades.

Una vez llegó a la mansión Min, estacionó su vehículo y entró con confianza al lugar siendo recibido amablemente por los empleados, quienes lo dirigieron hasta la oficina del dueño de casa, dónde su hermoso novio, Park Jimin, aguardaba por su abogado.

Gracias por seguir aquí 🌸

🌸ErLith_🌸

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