Narrador omnisciente

—¿Quieres salir a algún lugar? —preguntó Yoongi tomando de la mano a Jimin.

Finalmente habían acabado.

Hoy terminaron con las últimas escenas y fotos para el álbum, aunque el staff los invitó a cenar declinaron en la invitación debido a que querían festejar a solas, a su manera y disfrutar de un buen descanso.

—¿A dónde iremos?

—Ya verás, Jiminie.

Subiendo a la camioneta con un chófer, iniciaron el viaje a un lugar desconocido para el modelo, entre charlas y música lograron llegar.

—¡Son unas cascadas! —emocionado Jimin agarró de la mano al mayor comenzando a caminar.

Yoongi solo observaba a Jimin hablar de tantas cosas con una sonrisa en sus labios, verlo feliz siempre fue su propósito desde que se dio cuenta de sus sentimientos por el modelo.

—¿Me estás escuchando?

—Eres bonito, me distraes.

—¡Yoongi!

Durante el corto camino el rapero intentaba avergonzar a Jimin quien solo reía dándole empujones, siempre teniendo cuidado de no chocar contra otras personas. Por supuesto que ambos estaban con tapabocas y gorros para no ser identificados, tampoco es que les importara lo que piense la gente pero tampoco querían que los acosaran en ese lindo día.

Pronto llegaron a las pequeñas cascadas, el sonido del agua caer era relajante a sus oídos aunque el clima un poco frío daba un aspecto triste. Estuvieron un buen rato tomándose fotos y disfrutando de aquel momento juntos hasta que tuvieron suficiente, decidiendo ir al departamento de Yoongi para cenar.

Una vez que llegaron se dejaron caer abrazados en el sofá de la sala, Yoongi dejaba pequeños besos en los cachetes de Jimin mientras este descansaba con los ojos cerrados y su cuerpo sobre el torso del mayor, de vez en cuando también besaba el cuello de Yoongi quien reía por las cosquillas.

Así unos buenos minutos hasta que el estómago del menor hizo ruido avisando que tenía hambre, rápidamente Yoongi se levantó junto a Jimin yendo a la cocina.

—¿Qué quieres comer?

—Kimchi.

—Está bien, amante del kimchi.

Jimin en respuesta le dio un golpe en el hombro recibiendo una carcajada por parte del rapero quien lo abrazó con fuerza besando su rostro por todas partes, el menor se quejaba pero no hacía nada por alejarlo.

—Te amo, Jiminie.

—Te amo, Gigi.

Dicho esto, el mayor se alejó comenzando a hacer la cena mientras Jimin lo observaba sentado en la mesada, lo vio moverse de un lado a otro cocinando y el delicioso aroma tentaba a su estómago.

—Aquí tienes.

Dejó un plato con kimchi delante de Jimin y otro para él, luego buscó dos vasos junto a una botella de vino para celebrar.

—Estaba pensando en que ahora que terminamos con el álbum, me gustaría seguir trabajando juntos si surge algo más. —recibió una mirada sorprendida por parte del menor, sonrió.

—Que sorpresa, pero me encantaría trabajar en muchas más cosas contigo Yoonie, aún tenemos un largo camino.

—Seremos llamados algo así como el Equipo Yoonmin, suena gracioso.

—Es un nombre ridículo pero me gusta.

—No digas eso que acabo de crearlo.

Ambos rieron continuando con la cena, cuando terminaron Jimin se ofreció para lavar los platos, Yoongi lo ayudó acomodando todo en su lugar.

En un parpadeo ya estaban acostados en la cama de Yoongi quien invitó a Jimin para que se quedara con él, por supuesto que no se negó, estuvieron tan ocupados esos días que se extrañaban mucho. La luz de la luna entraba por la ventana alumbrando la habitación delicadamente sin molestar a ambos.

—¿Estás despierto, Jimin?

—Sí. —se acomodó sobre el torso del mayor apoyando sus manos juntas y arriba su barbilla, así pudo mirarlo a los ojos con la poca luz que había. —¿Qué pasa?

—Hace días que tenía en mente esto y aunque quise pensar en una situación mucho más bonita, no pude, estaba en blanco así que mejor tomo valentía y te lo pregunto ahora que la oscuridad me oculta un poco. —murmuró observando los ojos de Jimin quien sonrió animándolo a seguir, Yoongi acercó su mano tomando la del menor y apretándolo suspiró nervioso. —Te dije que iríamos lento y paso por paso pero tampoco es que aguante tanto sabiendo que ambos nos gustamos y hacemos cosas de pareja. —rió siendo seguido por el pelinegro. —Jiminie, ¿quieres ser mi novio, mi pareja, mi amante, mi amigo y mi todo?

—Tonto, lo estaba esperando desde el primer día y aunque quise decírtelo decidí disfrutar de todos estos momentos juntos, admito que la paso muy bien a tu lado, me haces sentir cómodo y que todo está bien. —se deslizó sobre el cuerpo de Yoongi posando sus labios en su cachete y dejando un beso para luego apoyar su cabeza en el hombro. —Sí quiero ser tu novio, creo que es demasiado obvio.

Yoongi no esperó más de cinco segundos en envolver el pequeño cuerpo entre sus brazos apretándolo en un abrazo cálido, estaba muy feliz.

Park Jimin es su novio oficialmente, aunque a ojos del mundo ya lo era.

Tomó los labios de Jimin acariciándolos con dulzura, saboreando el dulce en su boca y disfrutando de cada segundo a su lado. Una mano la posó en la cabellera, ahora negra, y la cepilló suavemente recibiendo un suspiro como respuesta. Se separó al sentir que su miembro se ponía duro.

¿Acaso se calentó por un beso? Sí pero en su defensa, extrañaba a Jimin.

—Por cierto, aún espero aquel baile privado.

De inmediato la habitación se llenó de risas cuando Jimin comenzó a tocarlo buscando cosquillas, aunque Yoongi también contraatacó de la misma manera.

Hasta que finalmente se cansaron volviendo a acomodarse, esta vez Jimin se apegó al cuerpo de Yoongi dándole la espalda y formando así una cucharita, ninguno dijo nada a pesar de que el menor sintió su erección, no era algo que les incomodara.

—Te amo, mi amor. Buenas noches. —susurró en su oído besando su cuello suavemente.

—Te amo, Gigi. Descansa, nuevo novio.

Cuando menos lo esperaron, sus respiraciones se hicieron lentas avisándole a la luna que dormían tranquilos y en su mundo lleno del más puro amor.