Narrador omnisciente

Tocaron las siete de la tarde cuando salieron del acuario, fuera hacía mucho frío.

Frío que Yoongi aprovechó para tomar la mano de Jimin y meterlas en su bolsillo para calentarlas, a este tampoco le molestó y se acercó al cuerpo cálido del mayor, juntitos comenzaron a caminar hacia un pequeño restaurante que se encontraba cerca. Algo simple para pasar desapercibidos, aparte solo comerían algo simple.

De vez en cuando el rapero se acercaba a Jimin para oler el delicioso perfume dulce que tenía este, era muy rico. Jimin tomando más confianza dejaba pequeños besos sobre los labios de Yoongi, aunque los separaba las telas de los cubre bocas, cosa que les molestaba.

Una vez llegaron solo bastó decir el nombre de Yoongi para que les dieran un lugar lejos de la gente, no tanto pero sí para poder conversar sin que nadie los escuchara. Decidieron pedir kimchi y bibimbap a petición del menor.

—Hoy de nuevo me divertí mucho, Gigi.

Yoongi se sintió morir de amor, de verdad le gustaba que lo llame así.

—Mh, yo también. Me alegra que te haya gustado. —sonrió observando al rubio comer y haciendo gestos por lo delicioso que estaba. —Quiero ser sincero, Jimin. —llamó su atención. —Me gustas mucho.

Jimin sin esperar aquello se atragantó comenzando a toser, su carita volviéndose roja. El mayor rápido le acercó el vaso con agua y le dio palmadas en la espalds hasta que lo vio recuperarse.

No podía creer lo que escuchó, nunca se esperó eso de Yoongi. Pensaba que tenía cero posibilidades de que le gustara.

—Perdón, me sorprendiste.

—Lo sé. Hasta a mí me sorprende. —recibió una mirada extraña. —Quiero decir, estuve en varias relaciones y lo habrás visto. —por supuesto que lo hizo. —Pero contigo es diferente, ayer estuve pensando en nosotros, en mí y en lo que siento. Me di cuenta que siempre que estoy a tu lado me haces sentir bien, que no importa lo que haga sé que no me sentiré juzgado por ti. —se detuvo un momento para tomar agua, de los nervios que sentía estaba seco de la garganta. —Me encanta lo dulce y amable que eres con todos, a veces hasta me siento celoso y esa fue una razón por la que me enojé aquel día cuando te vi junto a Jungkook y sé que fui un imbécil por actuar así, estaba cegado.

La dulce risa de Jimin lo detuvo, él se agarraba del estómago sin poder creer lo que escuchaba.

—¿De verdad estabas celoso por eso? Dios, ahora entiendo todo. —negó entre risas.

—Hablando en serio, me gustas de todas las maneras posibles que puedas pensar, si me pidieras enumerar lo que me gusta de ti no terminaría nunca porque aunque las tenga en mente ahora mismo, todavía tendrías muchas más por mostrar y la añadiría a mi lista. Eres muy dulce y amable, tu personalidad es una combinación perfecta de timidez y atrevimiento, no hay ninguna persona que no se le escape una sonrisa a tu lado y eso es justo lo que me encanta, que haces a mi corazón agitarse de felicidad, siento esa paz que necesitaba en mi vida, eres un tipo de analgésico. Ni hablemos de tu hermoso físico, tengo mucho por ver, tocar y experimentar contigo que incluso ahora me emociono. —rieron al unísono sintiendo sus corazones correr una maratón.

Jimin mordió sus labios emocionado por lo que escuchaba, suspiró tratando de calmarse o explotaría de la felicidad, debía pensar con la cabeza fría.

—Yoongi. —tomó sus manos dándoles un apretón. —Tú también me gustas, mi caso es diferente porque a pesar de que siento lo mismo, esto es de hace años.

—¿Hace años? —preguntó sorprendido.

—Siempre te seguía y escuchaba desde la distancia, nunca dije nada porque sabía que me odiabas.

—Un odio erróneo, lo siento.

—No tienes que disculparte, ya lo tenemos claro. —sonrió apretando la pequeña nariz del rapero entre sus dedos. —Te vi crecer, estaba al tanto de tu vida por la televisión e internet, siempre intentaba saber aunque sea algo de ti y cuando menos me di cuenta me comenzaste a gustar, esos sentimientos fueron creciendo y ahora estamos juntos cenando, diciéndonos estas cosas que hasta me parecen un sueño del cual nunca quiero despertar.

—Quiero proponerte algo. —Jimin asintió escuchándolo. —Sé que ambos nos gustamos y aunque quisiera comerte enterito ahora mismo, deseo que vayamos paso por paso, no me importa si tardamos mucho o poco pero como dije anteriormente, si me lo permites quiero devolverte esa felicidad que me das con acciones. Quiero conocerte más a fondo, poder acariciarnos cuando queramos, tenernos confianza, hablarnos hasta altas horas, quiero hacer de todo contigo y luego al fin oficializar, hacerte completamente mío.

Jimin se hizo pequeño en su lugar, las palabras calando en lo más profundo de su corazón acelerado.

—Está bien, acepto. —respondió recibiendo esa linda sonrisa que mostraba las encías del rapero, hasta que una duda vino a su mente. —¿Qué pasará con la prensa y tus fans?

Debía admitir que tenía un poco de miedo, aquella vez que le mandaban mensajes y amenazas se sintió como un bebé, necesitando de protección. No era una sensación bonita para nadie, incluso se metieron con sus amigos. Por esa razón, no podía trabajar como siempre, tenía cerrados los mensajes y solo usaba email de trabajo que manejaba su mánager.

—Espero que no te importe esa gente, a mí me vale tres hectáreas de mierda, nadie debe manejar mi vida más que yo. Si decido estar en una relación deben respetarla y callarse, hay una puerta de salida para todo y para ellos no va a ser la excepción.

—Es solo que todo esto del acoso me incomoda y duele un poco.

—En ese caso que se preparen para una demanda, no voy a permitir que te lastimen, daría la vida y la cara para protegerte. Solo se tú mismo, ¿sí?

Jimin asintió encantado, no daba más de enamorado, ese hombre lo tenía loquísimo a pesar de su actitud fuerte pero eso le daba su toque especial.

—Prepárate Jimin, te volveré adicto a mí, seré tu droga. —murmuró moviendo sus cejas de arriba hacia abajo.

—¡Min Yoongi!

En el próximo se caen de orto, único aviso 🤙