8 [El asesino de la niebla]
En otro lugar, cerca del País de las Olas.
—¿¡Fracasaron!? ¿¡Cómo que fracasaron!? ¡Yo gasté mucho dinero en ustedes, se suponía que eran asesinos certeros! —exclamó un hombre de baja estatura, con un bigote corto, traje elegante y lentes oscuros.
Se encontraba en una gran guarida, una especie de árbol gigante.
—Deja de lloriquear —respondió una voz gruesa e imponente. Era un ninja de piel grisácea, con vendas en el rostro. Tenía el dorso desnudo con una correa que atravesaba su hombro hasta la cintura, usaba pantalones holgados con líneas, sandalias y calentadores en los brazos y piernas.
El hombre de baja estatura retrocedió asustado cuando aquel ninja colocó su imponente espada apuntando a su cara.
—Esta vez lo haré yo mismo, y esta espada será lo último que verán en su vida... —continuó el ninja, seguro de sus propias palabras.
—¿Estás seguro? Por lo visto, Tazuna tiene unos guardias ninja de alto nivel, y como el primer intento falló, ya están alertados —contestó el hombre elegante.
—¿Con quién demonios crees que estás tratando, Gatō? Yo soy Zabuza Momochi, el demonio oculto entre la niebla —respondió el ninja, aún más amenazador que antes.
---
Al día siguiente, en la mañana...
El equipo 7 ahora se encontraba en una canoa, atravesando la densa niebla, de la cual solo se podía escuchar el sonido del agua alrededor del bote.
Naruto estaba en el frente del pequeño bote mientras sus compañeros solo estaban sentados detrás de él.
—O-o-oye... S-Sasuke... —empezó Hinata, hablando con voz muy baja. Aun así, debido al silencio, el Uchiha pudo escucharla.
—¿Qué quieres? —respondió él sin darle demasiada importancia y sin levantar demasiado la voz.
—Y-yo, este... eh... —comenzó ella mientras agachaba la cabeza y jugaba con sus dedos, a lo que Sasuke se vio un poco molesto, pues detestaba ese comportamiento.
Sasuke suspiró pacientemente mientras ella finalmente contestaba.
—E-eh... gracias... Fuiste muy valiente contra esos ninjas... —dijo la ojiperla reuniendo todo su valor, pues en verdad agradecía que Sasuke se hubiera puesto frente a ella en aquel momento, ya que se había paralizado.
Ella misma sabía que si aquel ninja la alcanzaba, habría muerto, y su muerte no habría sido realmente útil.
Sasuke sonrió levemente ante aquello para después contestar.
—Está bien, solo estaba cumpliendo con la misión —contestó Sasuke sin darle demasiada importancia, a lo que Hinata simplemente se quedó en silencio nuevamente.
Por otra parte, Kakashi se encontraba más atrás junto al constructor, mientras que la persona que remaba no decía nada ni encendía el motor para no hacer ruido.
—Hay mucha niebla... y es muy espesa —pensó Hinata mirando en todas direcciones.
—¿Qué habrá sido eso? Estoy seguro de que lo vi, sus ojos no eran los de siempre... ¿Será un Dōjutsu? Probablemente... Recuerdo que mi madre me habló una vez del clan Hyūga... eran rivales —pensó Sasuke, ahora con cierta intriga por su compañera.
Sasuke finalmente suspiró.
—Es extraño... —soltó él.
Su comentario no pasó desapercibido por Hinata ni Naruto, quienes lo miraron con intriga... Se había puesto así después de agradecerle.
—¿Q-q-qué... es extraño? —preguntó ella con suavidad.
El Uchiha, al darse cuenta de que lo había dicho en voz alta, no sabía cómo responder ante la pregunta, si con una excusa o con la verdad. Simplemente le había llamado la atención la idea de un poder ocular, puesto que en su difunto clan también había Dōjutsu.
—No es nada —contestó Sasuke tranquilamente, a lo que Naruto se levantó rápidamente.
—¡¿Cómo que no es nada?! ¡Escúpelo! —regañó el rubio.
—Ey, baja la voz, no hagas ruido, niño. ¿Por qué crees que vamos por la niebla y sin encender el motor? Es para ser sigilosos, ¿no ves que arriesgamos la vida al ir aquí? —dijo el remero, algo molesto, pero en voz baja.
El Genin simplemente se quedó callado para luego regresar a su posición anterior... Realmente seguía molesto con Sasuke por su burla anterior, llamándolo "miedosito".
—El puente ya no está lejos, estaremos en la Tierra de las Olas muy pronto —dijo el remero.
En poco tiempo, se logró divisar un gigantesco puente sin terminar de construir. El rubio lo veía con sorpresa en sus ojos; estaba a punto de gritar de emoción, pero recordó lo de no hacer ruido y se tapó la boca antes de poder pronunciar una sílaba.
—E-es... magnífico —admitió Hinata en voz baja.
El puente era realmente gigante, aun si no estaba terminado, era una vía bastante amplia.
—Señor Tazuna, antes de llegar al muelle quiero pedirle una cosa —dijo Kakashi.
El constructor, con la cabeza agachada y la cara algo oculta por su sombrero, solo asintió y se preparó para escuchar al ninja.
—Respecto a sus perseguidores, necesito saber más detalles de por qué lo perseguían. Si no nos lo dice, temo que tendré que dar la misión por finalizada al llegar a tierra, puesto que cumplimos con traerlo al menos hasta aquí, a pesar de su engaño —explicó Kakashi.
Los Genin, al oír al Jōnin, instintivamente se voltearon a ver al constructor, quien aún guardaba silencio; parecía meditar la situación.
—No tengo más opción que decirte la verdad. No, yo quiero que la conozcan. Como dijiste, esto se sale de la misión original. El hombre que me sigue es un magnate con una sombra mortal —empezó el constructor.
—¿Eh? ¿Una sombra mortal?... Mmm... ¿De quién se trata?
—Sé que tú lo conoces o al menos has escuchado de él. Es uno de los hombres más ricos del mundo, un magnate de las embarcaciones; su nombre es Gatō —introdujo el constructor, ante lo cual Kakashi se vio sorprendido.
—¿Gatō? ¿De transportaciones Gatō? Un líder de los negocios, todo el mundo lo conoce... —dijo Kakashi.
—Gatō es un ejecutivo muy respetado de una compañía, eso es cierto, pero en realidad, con los mismos métodos despiadados, toma ventaja de sus enemigos en los negocios y en las naciones. Él vende droga y trafica utilizando pandillas y ninjas... Fue hasta hace un año que Gatō le echó un ojo a la Tierra de las Olas —contestó Tazuna antes de tomar una pausa.
Kakashi se llevó la mano al mentón, empezando a comprender.
—Él usó su dinero para apoderarse del transporte y las embarcaciones; todos los que se interponían en su camino eran eliminados... En una isla como la Tierra de las Olas, quien tiene control del océano tiene el dominio sobre esta: finanzas, gobierno, nuestras propias vidas... Solo hay algo que lo puede detener: el puente. Este nos comunicará con tierra firme, quitándole el control que tiene... Y yo soy el constructor de ese puente... —finalizó Tazuna, haciendo énfasis en su papel en todo este asunto.
—Entonces, al acabar con usted, impide la terminación del puente y finalmente no pierde el control, ¿estoy en lo cierto? —concluyó Kakashi.
El constructor asintió con la cabeza. Los Genin, aunque permanecieron en silencio, ahora entendían la gravedad del asunto.
—No lo entiendo... Si usted sabía que él era peligroso, teniendo tanto dinero como para enviar algunos ninjas para eliminarlo, ¿por qué nos lo ocultó? —preguntó Kakashi manteniendo la frialdad.
—Porque la Tierra de las Olas se ha empobrecido. Ni nuestros nobles tienen tanto dinero, y la gente del país está pagando ese puente, por lo que no pueden pagar por una misión como A o B; es muy caro... Si ustedes me abandonan en tierra firme, no habrá ningún puente; moriré antes de llegar a casa... —explicó Tazuna, a lo que los ninjas se quedaron en silencio.
—El dinero... No todo el mundo tiene dinero... —pensó Hinata observando la situación, pues en su vida, siempre había tenido de todo, incluso dinero, al grado que prácticamente nunca se había sentado a pensar en el asunto. Siendo Naruto la excepción a eso... Pero, jamás había reflexionado en todos los que habían pasado por algo así.
—Pero no se preocupen por eso, por supuesto que mi pequeño y dulce nieto llorará —empezó Tazuna antes de gritar con una voz tonta, fingiendo la de un niño—: ¡Abuelo, quiero a mi abuelo!
Ante este comportamiento, los Genin solo lo miraron con una gran gota de sudor en sus frentes...
Justo cuando habían sentido empatía, hacia una tontería...
—Mi nieto sentenciará a los ninjas de la aldea de la hoja y vivirá su vida maldiciéndolos... No es su culpa, olvídenlo— dijo Tazuna a modo de burla, tratando de disuadirlos.
—Bien, no nos queda otra, mantendremos su seguridad— contestó Kakashi, mientras en su mente analizaba con más detenimiento —Es un asunto que afecta al país del fuego de forma indirecta... Este puente puede ser una ruta comercial, y la corrupción de Gatō tarde o temprano podría llegar muy lejos si consideramos que se va a hacer más rico si se sale con la suya...—
—¡Oh! Estoy agradecido— exclamó Tazuna mientras sonreía de forma triunfante, aunque su amenaza tenía poco o nada que ver con la decisión de Kakashi.
—Nos aproximamos a la costa, Tazuna, fuimos muy afortunados, no fuimos notados— dijo el remero, a lo que Tazuna asintió.
—Bien hecho—
Luego de cruzar un túnel sobre la canoa, se podían divisar árboles sobre el agua y, a lo lejos, algunas viviendas. Esta era la tierra de las olas.
Finalmente, el equipo 7 llegó a tierra firme, donde fueron dejados por el dueño de la barca.
—Gracias por arriesgarse— dijo Tazuna al remero, quien solo asintió.
—Tengan cuidado— dijo él antes de empezar a alejarse en su bote, perdiéndose en la neblina.
—Bien, llévenme a mi hogar en una pieza— ordenó Tazuna mientras empezaba a caminar.
—Correcto, todos quédense atrás de mí— dijo Kakashi, mientras se colocaba al frente. —El siguiente ninja que envíen no será un Chūnin, será un Jōnin, un ninja de élite con habilidades mortales.—
_____________________________________________
El equipo continuó su camino por un buen tiempo, adentrándose más en la neblina.
—No permitiré que Sasuke se quede con toda la gloria esta vez... Incluso Hinata le tuvo que agradecer...— pensó Naruto para sí mismo mientras corría varios metros al frente, empezando a mirar en todas direcciones.
—¿Eh?— Todos lo miraron con intriga mientras hacía el tonto, observando en todas direcciones como si viera algo realmente.
De la nada, el rubio arrojó un kunai a los arbustos, haciendo que todos lo miraran con gran sorpresa, pensando que había encontrado algo realmente.
—¡Jajaja, era solo una ratón!— aclaró Naruto mientras se reía como un estúpido.
—¡Naruto, esos son cuchillos kunai! ¡Son muy peligrosos, no los vayas tirando de esa manera!— regañó Kakashi.
—¡No trates de asustarme, maldito enano!— reclamó Tazuna enojado.
—¡No! ¡¿Hay alguien escondido por ahí?! ¡¡POR AHÍ!!— exclamó el rubio, para lanzar otro kunai directo a otro arbusto.
—Naruto, ya detente— ordenó Kakashi.
—Qué perdedor— dijo Sasuke, palmeándose la cara.
—¡Sé que alguien nos sigue! ¡De veras!— exclamó una vez más el rubio, mientras miraba en todas direcciones.
Kakashi se acercó a ver el paradero del kunai, solo para ver a un conejo asustado, el cual por poco casi era atravesado en la cabeza.
—Pobrecito...— dijo Hinata, acercándose al animal y tomándolo en sus brazos, tratando de calmarlo. El pobre había quedado inconsciente.
—¡Ay!... Un conejo— el rubio gritó antes de correr, colocándose junto a su compañera e intentando disculparse con el animal.
—Qué lindo conejo de nieve... ¡Eh!— La expresión de la ojiperla cambió, sin quererlo había dicho algo que en realidad era una pista obvia. —Espera... Debería haber salido huyendo en vez de quedarse aquí en este estado... No es una reacción natural...—
—¿Qué ocurre, Hinata?— preguntó el rubio al ver el rostro de la chica, quien, ante la cercanía de su compañero, no pudo evitar sonrojarse un poco.
—E-Es un conejo de nieve... Su pelaje... Creí que solo era blanco en invierno...— dijo ella, levantándose junto a Naruto, mientras miraba al animal, a lo que Kakashi le asintió con la cabeza; él también se había dado cuenta.
—En efecto... Pero también cuando están en cautiverio— aclaró el Jōnin antes de tensionarse...
La oreja del Jōnin, su agudo oído había captado algo... Se movió al instante mientras soltaba un grito.
—¡AL SUELO!— Kakashi rápidamente puso su mano en la espalda de Tazuna y se tiró al suelo, ambos cayendo.
Naruto, como pudo, hizo lo mismo con Hinata, ambos cayendo al suelo mientras el conejo terminó por huir. Sasuke, como pudo, también se agachó.
Al instante en que todos estuvieron en el piso, un objeto enorme voló sobre ellos a gran velocidad, cortando el aire a su paso, y finalmente terminó por clavarse en un árbol, el cual se estremeció. Se trataba de una gigantesca espada, una con una hoja muy gruesa y afilada.
Unos segundos después de que la cuchilla se clavara en el árbol, una persona apareció como un borrón de velocidad sobre aquella imponente arma.
—Mierda...— pensó Sasuke. —Eso estuvo cerca...—
Kakashi se colocó de pie y observó fijamente al ninja que permanecía de pie sobre la cuchilla.
—Esa espada... Esa presencia... No hay duda...— pensó Kakashi, mirando con precaución al enemigo, quien se quedó en completo silencio.
El ninja renegado se volteó a verlo, sonriendo debajo de su máscara.
—Bien, bien, así que se trata de Zabuza Momochi, un ninja renegado de Kirigakure— dijo Kakashi mientras daba un paso al frente, mientras sus Genin, al igual que Tazuna, se pusieron de pie.
—¿Ninja renegado? Lo que sea no va a detenerme— pensó Naruto mientras daba un paso adelante, con la intención de enfrentarlo, pero Kakashi lo frenó con la mano, haciéndole una seña.
—Estás en el camino, quítate— dijo el Jōnin sin despegar la mirada de Zabuza.
—¿Qué? ¿Por qué?—
—Él no es como los otros ninjas, es de otro nivel— explicó Kakashi, mientras se llevaba la mano a la bandana en su frente. —Si este es nuestro oponente, necesitaré esto.—
El peliplata mantuvo su mano sobre el protector sin levantarlo, de esta forma, sembrando una gran intriga en sus alumnos y en Tazuna.
—Esto va a ser peligroso— pensó Kakashi, observando a su oponente.
—Kakashi, el del ojo Sharingan, ¿estoy en lo correcto?— preguntó Zabuza, interesado.
—¿¡Eh!? ¡Sharingan!— pensó Sasuke, sintiendo un vacío en el estómago y un cosquilleo al escuchar esa palabra...
—Es muy interesante, sin duda, pero tú tendrás que entregarme al anciano— dijo Zabuza de forma amenazante.
—Mmm, ¿Sharingan? ¿Qué es eso?— preguntó Naruto en voz alta, estaba muy confundido.
—¡¿Él tiene ese Dōjutsu!? Pero, según sabía, era solo del clan Uchiha... Ya sabía que Kakashi tenía otro color de chakra en su red... pero no imaginé que tenía ese Dōjutsu...— pensó Hinata, bastante sorprendida, para después mirar a Zabuza. —Ese sujeto...—
El cuerpo de la Hyuga empezó a temblar nuevamente mientras el miedo la invadía, pero ella rápidamente se tomó la muñeca izquierda con su mano derecha, haciendo presión para reaccionar.
—¡Rápido! Formación de batalla Manji, su objetivo es proteger al señor Tazuna y mantenerse fuera de esta pelea— ordenó Kakashi, colocándose al frente. —Saben trabajar en equipo, es momento de que lo demuestren.—
Dicho esto, el sensei se levantó el protector que cubría su ojo. Acto seguido, abrió su párpado, revelando un ojo con el iris rojo y tres aspas alrededor de la pupila. Su ojo tenía una cicatriz que lo cruzaba verticalmente.
—¿¡Su ojo... qué tiene!?— pensó Naruto, sorprendido al ver aquel ojo.
—Parece que veré el Sharingan en acción, esto es todo un honor— contestó Zabuza ante las acciones de Kakashi.
—Todos hablan de Sharingan y Sharingan, pero ¿¡alguien podría decirme qué es eso!?— se quejó Naruto en voz alta.
Hinata tan solo se volteó a ver a Sasuke, mientras aún hacía presión en su muñeca, tratando de frenar su temblor... Si alguien sabía del sharingan, ese era Sasuke.
—El Sharingan... una habilidad muy rara que reside en los ojos. El usuario de este dōjutsu, con solo una mirada, puede comprender al instante cualquier Genjutsu, Ninjutsu, Taijutsu y replicarlo contra su oponente. El Sharingan es una forma única de dōjutsu, pero es mucho más que eso—explicó Sasuke. Sin embargo, aún parecía estar confundido, no por el Sharingan en sí, sino por Kakashi.
Zabuza observó a Sasuke por un momento antes de esbozar una sonrisa bajo las vendas de su cara.
—Tienes razón, chico. Es mucho más que eso. Eso fue muy superficial. El Sharingan puede copiar cualquier técnica hasta en el más mínimo detalle—señaló Zabuza, antes de mirar a Kakashi—. En cuanto a ti, Kakashi Hatake, estás en el libro Bingo de Kirigakure. Tenemos la orden de asesinarte. Te llaman "el hombre que ha copiado más de mil jutsus, Kakashi el ninja copia". Sin duda, esta misión será divertida; podré cobrar la recompensa por el cadáver de un ninja mundialmente famoso.
A pesar de ser enemigos, se notaba cierto respeto de parte de Zabuza hacia Kakashi, aunque no dejaba de mirarlo con hostilidad.
—¡Wow! ¡Eso es increíble! —exclamó Naruto, refiriéndose al Sharingan.
—Pero el Sharingan... es una característica rara que solo ocurre en algunos miembros del clan Uchiha, mi clan—se dijo Sasuke a sí mismo, aún mirando fijamente a Kakashi.
—Basta de charlas, debo exterminar al viejo. Ahora... la paga que obtendré por matar a Kakashi y al constructor sin duda será excelente—finalizó Zabuza, intimidando a Tazuna.
Rápidamente, los tres Genin rodearon al constructor para protegerlo. Hinata, con dificultad, apenas logró ponerse en posición. De repente, una gran cantidad de niebla comenzó a envolver el área, volviéndose cada vez más espesa.
—¿Eh?—Naruto notó que Hinata estaba temblando y tenía activado su Byakugan.
—¿Qué pasa, Hinata?... Cálmate, estamos aquí—dijo Naruto, tratando de tranquilizarla mientras le tomaba la muñeca con su mano libre.
La chica tuvo un pequeño espasmo antes de reaccionar ante Naruto, devolviéndole la mirada.
—E-es su chakra, es espantoso...—comentó ella, aún temblando.
—¿¡Eh!?—El Uzumaki no entendía a qué se refería, pero no la soltó—. Tranquila, mientras estemos en equipo, todo saldrá bien. Confía en mí.
El rubio dijo esto último para calmar a la kunoichi, quien, al escuchar sus palabras, de alguna forma se sintió más aliviada, adoptando su postura de pelea del Jūken.
—Qué pose tan extraña... debe ser un estilo propio de su clan, nada de la academia o que haya visto antes—pensó Sasuke mientras observaba la situación—. Como sea, no es momento de pensar en eso. Lo importante es que se ha calmado... y lo mejor será que los tres estemos igual.
—Así que tendré que eliminarte a ti primero, Kakashi. Entonces, así será —declaró Zabuza mientras tomaba su espada y saltaba sobre un lago, cayendo de pie y comenzando a ejecutar sellos manuales.
—¡Está parado sobre el agua! —pensó Naruto sorprendido.
—Su chakra se está acumulando en grandes cantidades... —analizó Hinata, con su mirada fija en Zabuza.
—Tal parece que hará un jutsu de su especialidad... Es un asesino, después de todo —concluyó Kakashi en su mente.
—Kirigakure no Jutsu —dijo Zabuza antes de desaparecer por completo entre la neblina, que se hacía aún más densa, cubriendo al equipo.
—Se esfumó... —Naruto miró en todas direcciones, pero solo podía ver la blanca e infinita neblina.
—Él vendrá por mí primero... Es un experto en el asesinato silencioso —dijo Kakashi mientras se colocaba en guardia.
—¿Asesinato silencioso? —preguntó Naruto.
—Como su nombre lo indica, ocurre en un instante y sin el más mínimo sonido. Es tan rápido que te mueres sin saber cómo... El Sharingan no puede neutralizar esta neblina por completo, así que no bajen la guardia —explicó el Jōnin—. Hinata, escúchame bien.
—¿S-sí, sensei?
—Será mejor que no tengas miedo. Mantente atenta, podrías evitar la muerte de tus compañeros. No es momento para titubear —declaró Kakashi, a lo que la ojiperla abrió los ojos de par en par, sintiendo el peso de la responsabilidad...
Sin embargo, este mismo peso le hacía sentir que debía esforzarse más, por lo que respiró hondo, tratando de calmar su ritmo cardíaco.
—Hai, sensei... —respondió ella, enfocando su Byakugan, el cual atravesaba la neblina con bastante facilidad. Sin embargo, esto no era suficiente, puesto que lo temible no era solo la neblina en sí, sino lo que hacía Zabuza en medio de esta... Era muy rápido.
Ella era la única capaz de verlo realmente... Pero parecía un demonio silencioso, una sombra que se movía a gran velocidad por el terreno... Apenas podía seguir su trayectoria.
Él estaba usando el suspenso y el miedo a su favor... Se tomaba su tiempo en atacar; cada segundo sembraba más miedo e incertidumbre... Ni siquiera parecía importarle que la Hyuga lo pudiera ver. De hecho, parecía consciente de eso y aun así no le daba importancia, causando más tensión en ella...
Así es un asesino... Juega con tu mente.
Naruto y Sasuke observaron a su compañera por un momento, sabiendo que tenían que confiar en ella tanto como en Kakashi, puesto que ellos dos eran los más cegados junto a Tazuna.
—Bueno, si fallamos, solo perderemos la vida —declaró Kakashi.
—La neblina se hace más espesa... —observó Naruto, notando cómo su campo de visión se reducía.
—La Tierra de las Olas está rodeada por el océano; los remolinos de neblina siempre existen —respondió Tazuna, temiendo por su vida.
La neblina se hacía tan espesa que Kakashi, quien estaba a tan solo unos metros de distancia, se hizo invisible para los tres.
Un silencio invadió todo el lugar, un silencio tan siniestro que lo único que cada uno podía escuchar era su propia respiración y la de los demás...
Pero finalmente, el silencio se rompió por aquella voz áspera, fría e intimidante, y Hinata abrió los ojos sorprendida...
—Ocho puntos... laringe, columna, hígado, yugular, pulmones, arteria subclavia, riñones, corazón... —La voz de Zabuza era penetrante—. Ahora... ¿Cuál será mi punto de ataque?
—Cambia de lugar muy rápido... Está jugando... —pensó Hinata. Literalmente, a su vista, él había cambiado de un punto a otro sin que ella pudiera seguirlo... y sin hacer ningún sonido.
Kakashi tomó aire, luego hizo un sello manual, soltando una ráfaga de chakra que dispersó parte de la neblina que lo rodeaba, volviéndose visible para su equipo nuevamente.
Por su parte, Sasuke se estaba sintiendo sofocado por aquel ambiente; sentía que no podía respirar, que su corazón latía con fuerza... Podía ver cómo los ojos de Hinata se movían de un lado al otro mientras el asesino los acechaba en medio de aquella atmósfera silenciosa.
Un sudor frío empezó a invadirlo, sus rodillas temblaron y su corazón latía con fuerza. Le costaba mantener la respiración rítmica... Por lo que tomó su kunai con ambas manos, ahora apuntándolo a su cuello.
—No... no lo soporto... —Los pensamientos suicidas empezaron a invadir al Uchiha...
Empezó a tener visiones... Esto se sentía como aquella noche... Podía imaginar a Naruto y Hinata en la misma posición que sus padres al morir, el cadáver de Kakashi y Tazuna, mientras Zabuza lo miraba con frialdad...
Podía sentir su propia muerte... Esto mientras acercaba el kunai lentamente a su cuello... Pero toda esta ilusión desapareció al escuchar la voz de su sensei.
—¡Sasuke, cálmate! Yo te protegeré con mi vida, a todos ustedes. No permitiré que mis camaradas mueran, confía en mí —dijo Kakashi, logrando calmar por un momento al Genin.
—¡Ahí está! —exclamó Hinata aterrada al ver cómo Zabuza se había colocado detrás de ellos en medio de la neblina—. ¡Es un clon!
La chica rápidamente saltó sobre sus compañeros y el constructor para colocarlos fuera de peligro, los tres cayendo al suelo mientras la cuchilla pasaba por encima de ellos.
—Sí... Justo como pensé, un Byakugan —exclamó Zabuza en su mente al ver esta acción.
El asesino miró a Hinata con una sonrisa.
—Quien lo diría... Vine por un anciano decrépito... y encontré una mina de oro... Un ninja legendario y unos ojos altamente valorados... —pensó Zabuza, levantando su espada, preparándose para atacar a la Hyuga, quien le devolvió una mirada aterrada...
Sin embargo...
Kakashi saltó con gran habilidad hacia el mercenario de la niebla y, usando su destreza, lo apuñaló en el abdomen.
—Jaja... —Zabuza se deshizo en un charco de agua mientras Kakashi se volteaba.
Por detrás, estaba el verdadero, empuñando su espada para atacar a Kakashi por la espalda.
De un solo zarpazo, Kakashi fue partido por la mitad... Pero este también se deshizo en un charco de agua.
—¿Qué...? —Zabuza fue sorprendido, pues el verdadero Kakashi se había colocado detrás de él, apuntándole un kunai al cuello.
—Se acabó —declaró Kakashi con firmeza.
El Jounin parecía haber atrapado a su oponente, y todos los presentes observaban impresionados la hazaña. Aparentemente, el enemigo estaba derrotado, pero Hinata... ella seguía en alerta.
—¡Kakashi-sensei, cuidado!— gritó la joven, algo agitada, mientras sus compañeros y maestro se ponían en estado de alerta. El que había capturado no era real.
Kakashi inmediatamente saltó justo cuando, detrás de su posición anterior, el asesino aparecía lanzando un espadazo, el cual fue evitado.
Zabuza se quedó quieto en su posición y giró la cabeza en dirección a los Genin, específicamente hacia la kunoichi.
—Me llevaré tu cabeza— declaró con voz cortante y una aura asesina. Esto asustó a la joven ninja, quien aún estaba en el suelo y retrocedió un poco, arrastrándose.
Tras un momento, una sonrisa se dibujó bajo las vendas de Zabuza, quien miraba a los ojos de la chica, dejándola paralizada.
—La fortuna que haré con esos ojos...— mencionó el renegado mientras ajustaba su arma para atacar, comenzando a correr en esa dirección.
Los Genin, al ver esto, se pusieron a la defensiva. Sentían como si el asesino fuera una bestia frenética e imparable que corría furiosa hacia ellos.
—¡CUIDADO!— gritó Naruto, intentando correr en dirección a Hinata.
De inmediato, Kakashi apareció frente a ellos, y en un pestañeo, los dos Jounin ya se habían encontrado, chocando sus armas: la gran espada contra dos kunai. Ambos forcejeaban. El ninja copia sostenía el brazo armado de su oponente, que parecía llevar la ventaja en cuanto a fuerza bruta, sometiéndolo poco a poco.
Finalmente, ambos se separaron, comenzando a intercambiar choques de acero.
—No está mal para un copión— dijo el renegado, quien tomó la delantera y, en un movimiento ágil, lanzó una patada contra el estómago de su oponente, el cual salió disparado hacia el agua, cayendo de pie sobre esta.
—Es fuerte— pensó el ninja copia, mientras veía a su adversario desaparecer de nuevo en la neblina.
Kakashi se fijó en la mirada de Hinata, notando que ya no parecía tan tensa como hace un momento. Eso solo podía significar que el ninja de la neblina no los acechaba a ellos... Lo más probable es que iba a por él. Con esto en mente, se colocó en guardia.
—¿¡Qué fue eso!?— gritó el constructor, bastante asustado. Sin embargo, los Genin no le prestaron atención; estaban más atentos al peligro que a las quejas de su cliente.
—Ese Jounin de la neblina es muy fuerte— pensó Sasuke mientras miraba en todas direcciones y luego a su compañera para ver su expresión —Está aterrada, pero no como antes. De hecho, su mirada está perdida en la distancia. ¿Qué estará mirando?—
—¿Q-qué es él?...— murmuró la joven en voz baja, levantando la intriga de sus compañeros.
—¡NO DEBERÍAS BAJAR LA GUARDIA!— exclamó el asesino mientras atacaba a Kakashi, que sin decir nada, solo se defendía de los ataques y esquivaba. De pronto, fue sorprendido por la espalda.
—¿¡Qué!?— exclamó asombrado el ninja copia al percatarse de que eran dos. El que estaba detrás de él lo pateó verticalmente, haciéndolo hundirse en el agua.
—¿Qué le pasa a esta agua? Es muy densa— dijo el peliplata mientras su oponente realizaba sellos de manos.
—Idiota— se burló Zabuza —¡Jutsu de Prisión de Agua!—
Sin más, Kakashi fue encerrado en una gran burbuja de agua, quedando inmóvil.
Hinata, sorprendida, desvió la mirada de su otro objetivo. Los otros Genin y el constructor se encontraban en shock y asustados al ver que el ninja copia estaba atrapado en la trampa del enemigo.
—Esta prisión es de agua, pero es tan fuerte como el acero— dijo el asesino mientras su clon caminaba en dirección a los Genin.
—¿Creen que por llevar una banda ninja lo son? ¿Alguna vez han arriesgado su vida?— dijo el clon con frialdad mientras se burlaba de lo patéticos que le parecían los Genin —Si has arriesgado tu vida tanto que estás en el libro Bingo, puedes considerarte un verdadero ninja... Konoha es patética; tiene novatos muy blandos y, de paso, los ocupa en tareas estúpidas—
Dicho esto, el clon desapareció en la neblina.
—¡Desapareció!— pensó Naruto, mirando en todas direcciones con miedo en los ojos.
—¡Cuidado, Naruto!— exclamó Hinata, saltando al frente del rubio.
Una fuerte patada le dio de lleno a la Hyuga en el estómago, tal era la fuerza que ella y su compañero fueron despedidos en el aire de una forma muy violenta. Naruto apenas logró agarrar a Hinata por el abdomen para usarse a sí mismo como amortiguador, cayendo a rastras contra el suelo.
La bandana de Naruto se había desprendido de su frente por la violenta fuerza del impacto. Sin embargo, la más afectada había sido Hinata, quien estaba apenas consciente a un lado de él y sangrando por la boca, pues había recibido la mayor parte de la fuerza.
—Vaya, tiene algo de agallas— dijo el clon con una risa frívola, mientras pisoteaba la bandana de Naruto.
—¡Escuchen! ¡Tomen al constructor del puente y huyan! Él está usando todo su poder para contenerme en esta prisión de agua; solo puede atacar con el clon de agua. Si este se aleja de su cuerpo, desaparecerá y no podrá seguirlos. ¡Ahora, corran! ¿Con el Byakugan de Hinata podrán evadir al enemigo?— ordenó Kakashi desde su encierro acuático.
—¿Huir? No funcionará. Aun si huimos lo suficiente, no podremos liberarlo y, después de acabar con él, nos seguirá y, sin problema, acabará con nosotros. Además, Hinata y su habilidad ocular no podrán sernos de utilidad por siempre... Sin mencionar que ese asesino es más rápido que ella; en esa situación, de hecho, nos sería más difícil protegerla si la quiere como recompensa— pensó el Uchiha, viendo la gravedad de la situación —Solos no podremos hacer nada. La única oportunidad es rescatarlo—
—Sería inútil... Esa persona que está oculta lejos, observando... No sé si es amigo o enemigo, pero claramente es un ninja de la misma aldea que Zabuza... Ha estado mirando la pelea todo el tiempo, observandonos... Presiento que no es presisamente amigo...— pensó Hinata, adolorida, tratando de ponerse en pie, ya hablando en voz alta —Tenemos que sacar a Kakashi sensei de ahi—
Fin del capítulo 8.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro