7 [Misiónes]
Algunas horas después de la prueba de supervivencia, en el complejo Hyuga.
Kakashi había visitado a los líderes Hyuga, justo como el día anterior, esta vez para darles la buena noticia.
Por su parte, Hinata nuevamente se colocó junto a la puerta de la sala para escuchar la conversación, pues sabía que a ellos no les importaba; es más, podían decir lo que fuera sin importarles su presencia.
—Puedo ver que me estaban esperando —dijo Kakashi al ver a los líderes Hyuga arrodillados junto a una mesa de té. Pero no eran los únicos; Kurenai también estaba en el lugar, a lo que el Jounin solo pensó—: Ojalá Hinata no le diga su plan durante mi prueba...
—Kakashi, has reprobado muchos equipos; es normal que haya venido a saber tu veredicto —dijo Kurenai mientras Kakashi avanzaba, colocándose de rodillas frente a la mesa.
—Dinos, Kakashi, ¿alguna novedad? —cuestionó Hiashi.
—Pasó lo que esperaba, francamente. El equipo aprobó; oficialmente, su hija y sus compañeros son Genin —dijo Kakashi tranquilamente. Kurenai no pudo evitar soltar un pequeño suspiro de alivio y una sonrisa orgullosa por ello.
Por su parte, Hinata se puso nerviosa. Hubo un largo silencio, cosa que la impacientó mucho, pues quería escuchar la reacción de su padre ante la buena noticia.
—Ya veo. En ese caso, empezarán a hacer misiones desde mañana, ¿verdad? —contestó Hiashi, tan estoico como siempre.
Hinata no pudo evitar sentir un vacío en el estómago ante tal respuesta, un simple "Ya veo"... Ni siquiera parecía darle importancia.
—Entonces ya es una ninja. Bien, en ese caso, ella ya es responsable de sus acciones, ya tiene edad y permiso para luchar e incluso matar si es necesario. Mientras no denigre o mancille al clan Hyuga, está bien —dijo Hiroshi, estoico, a lo que Kakashi solo asintió con la cabeza.
—Solo evite que estorbe en las misiones importantes —finalizó Hiashi.
—Hai, Hiroshi-sama, Hiashi-sama —contestó el peliplata.
Pero, aunque no lo pareciera, tanto Kakashi como Kurenai se sentían repudiados por el comportamiento de ambos Hyuga. Pero era de esperarse, debido a su tradicionalismo.
—Pueden retirarse —dijo Hiroshi, a lo cual Hinata, aún sabiendo que ellos sabían que estaba ahí, se retiró del lugar; no tenía nada más que escuchar.
Kakashi y Kurenai se pusieron de pie y estaban a punto de irse.
—Kakashi, una cosa más —agregó Hiroshi, a lo que ambos Jounin se voltearon.
—Como dijimos, que haga lo que quiera. Pero, por favor, mantenga a salvo el Byakugan. Si ella cae, asegúrese de recuperar la cabeza —dicho esto, Kakashi asintió para luego marcharse junto a Kurenai, dejando solos a los dos líderes Hyuga.
—Te lo dije, Hiashi; deberíamos colocarle el sello del ave enjaulada o exiliar a esa niña y dejarle el cargo de heredera a Hanabi. Tarde o temprano, terminará poniendo en peligro el Byakugan —declaró Hiroshi, a lo que Hiashi solo permaneció estoico.
—Las reglas del clan son muy claras, padre. No podemos hacer eso sin una razón válida. En este caso, es la heredera, aunque no nos guste. Además, el débil se puede hacer fuerte —contestó Hiashi, a lo que el anciano solo se vio algo molesto.
—El clan Hyuga solía ser un clan poderoso. En el pasado, hubo eslabones muy fuertes. Tu hija es una vergüenza en comparación con eso. Aun así, tienes razón; la tradición es la tradición —finalizó el anciano, antes de ponerse de pie mientras Hiashi se mantuvo calmado.
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9 semanas después
Era mediodía. El equipo 7 se encontraba en medio de una misión de suma importancia.
—Lo veo, cambio —dijo Naruto mientras se mantenía en sigilo tras un árbol.
—El objetivo está en la mira, cambio —contestó Sasuke a través del radio.
—S-sí, también lo veo, c-cambio —dijo Hinata.
—¿Cuál es tu distancia del objetivo? Cambio —preguntó Kakashi desde la distancia.
—Cinco metros, solo denos la señal y actuaremos, cambio —dijo Naruto, preparándose.
—Estoy listo, cambio —respondió Sasuke.
—L-lista, cambio —finalizó la ojiperla.
Tras un breve momento de silencio, Kakashi finalmente dio la orden.
—Muy bien, ¡ahora! —exclamó el Jounin.
Los tres Genin se abalanzaron lo más rápido que pudieron sobre el objetivo. Sin embargo, es Naruto quien logra tomar al animal, sujetándolo con sus dos brazos y aplicando fuerza, mientras este maullaba y forcejeaba frenéticamente para poder escaparse del agarre.
—¡Lo tengo! ¡Lo tengo! —exclamó el rubio, mientras el gato seguía forcejeando, llegando a arañarlo y morderlo, pero Naruto mantenía su agarre.
—Sasuke, ¿puedes verificar la cinta en su oreja derecha? Cambio —ordenó Kakashi.
—Afirmativo, la identificación fue positiva, cambio —respondió el Uchiha.
—Bien hecho, la mascota perdida, Thora, fue capturada. Misión cumplida —finalizó Kakashi.
—¡¿NO PODEMOS TENER UNA MEJOR MISIÓN?! ¡ODIO LOS GATOS! —exclamó Naruto a través del comunicador, mientras el gato aún luchaba por soltarse.
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Momentos más tarde, la mascota fue entregada a la dueña, la esposa del señor Daimyō del País del Fuego, una mujer gorda y de gran tamaño, quien tomó al animal con fuerza para empezar a abrazarlo, casi aplastándolo entre sus kilos de grasa.
—¡Ay! Mi linda Thora, ¡cómo te extrañé! —exclamó la mujer, aumentando la fuerza de su agarre, a lo que el gato soltó un chillido ahogado.
—Gato tonto, te lo mereces —dijo Naruto para después reírse, mientras la mujer se retiraba de la habitación. Hinata, por su parte, rió por el comentario, aunque le daba un poco de lástima el animal...
Con solo ver a su dueña, entendía por qué se había escapado...
—Bueno, para el equipo 7 tenemos varias misiones disponibles —dijo el Sandaime, mientras tomaba varios pergaminos de su escritorio lleno de papeleo.
—Cuidar al bebé del consejero del poblado norte.
—Limpiar un templo feudal.
—Ir por las compras de...
Sin embargo, antes de que el Hokage siguiera, se escuchó un grito:
—¡NOOO! ¡Quiero estar en una misión real, no en estas estupideces! ¡Quiero algo retador, algo emocionante! Vamos, viejo... —dijo el Jinchūriki, casi a modo de súplica.
—Por más que lo deteste, concuerdo con él; con estas patéticas misiones, nos estamos estancando —pensó Sasuke.
Por su parte, Hinata solo empezó a jugar con sus dedos... No decía nada, pero estaba de acuerdo.
—Tal vez tenga razón... Pero no sé si estemos listos para misiones más avanzadas... —pensó la ojiperla, colocándose en duda sobre sus propias capacidades. Realmente no sabía cómo medirse a sí misma en este punto, y eso era algo que sus compañeros también estaban pasando.
Qué tan bajo era el peldaño en el que se encontraban en este gran y gigantesco mundo lleno de ninjas, ninjas como Kakashi, el Hokage, etc. Era muy difícil para ellos, e incluso algo triste en sus metas, no saber qué tan abajo se encontraban.
—Ya me lo esperaba —pensó Kakashi, analizando la expresión de sus tres alumnos, pudiendo leerlos con bastante facilidad.
—¿¡Cómo te atreves!? Eres solo un clase D. Al igual que los demás, harás misiones simples para empezar y desarrollar tus habilidades —exclamó Iruka, tratando de corregir el comportamiento de Naruto, quien solo se vio más molesto.
—¿¡Hablas en serio!? Cuidar a un bebé no es una misión, ¡es un trabajo de niñera!... ¿¡Y cómo mejoraré mis habilidades cambiando pañales!? —exclamó Naruto.
—Con trabajos tan simples desarrollas paciencia, tolerancia, responsabilidad y sentido del deber —respondió Iruka. Naruto estaba a punto de contestar, pero Kakashi lo calló dándole un puño en la cabeza.
—¿Puedes comportarte al menos una vez? —dijo el Jounin, a lo que Naruto solo gruñó.
El Hokage solo suspiró, antes de empezar...
—Naruto, ya deberías entender cómo funciona nuestro sistema de misiones; no deberías pedir más de lo que estás capacitado —declaró el viejo—. Todos los días, la aldea recibe numerosas misiones de todo el país, desde misiones de hacer de niñera, hasta asesinatos. Las misiones van clasificadas dependiendo de su nivel de dificultad, por letras, A, B, C y D, dónde A es el más complejo y D el más sencillo... También existen las misiones superiores (S) pero esas no son comunes—
El Hokage extendió un pergamino mientras continuaba su explicación.
En total, los ninjas tienen un sistema de jerarquía basado en las habilidades de liderazgo, responsabilidad y combate... Siendo Hokage el rango más alto, seguido por Jōnin, Chūnin y Genin, este sistema es una cadena de mando.
Además, existe el sistema de niveles, S, A, B, C y D, para determinar a qué misiones puede ir un ninja. Estas son independientes de su jerarquía hasta cierto punto. El nivel se define por las habilidades ninja en general: ninjutsu, taijutsu, genjutsu, destreza, etc., como algo individual.
Los Jōnin son ninjas que sí o sí están en un nivel A o superior, destacando por sus habilidades, responsabilidad y gran capacidad de liderazgo, con gran experiencia en comandar grandes grupos, tomar decisiones críticas, y manejar información secreta, ya que presentan gran lealtad, lo que les permite guiar misiones de alto rango, de todos los tipos. Además, hacen de maestros para equipos novatos, asegurando el cuidado de estos... Son la élite.
Por otro lado, los Chūnin son ninjas que mínimo alcanzan el nivel B, siendo fuertes y destacados, con suficiente responsabilidad y liderazgo, pero con restricciones de mando en cuanto a información. Dominan grupos pequeños, lo que les permite guiar misiones de rango B o inferior, además de tener roles como maestros de clases, secretarios u otras funciones.
Y los Genin son el rango jerárquicamente más bajo en la cadena de mando. Estos pueden ir desde el nivel S hasta el D, pero carecen de habilidades de liderazgo, responsabilidad y otros factores, siendo más que nada soldados.
Aún así, tanto Chūnin como Genin, dependiendo de su nivel, del S al D, pueden participar en misiones acordes a su nivel, siempre y cuando sean supervisados por un ninja de rango superior capacitado para guiar dichas misiones.
Básicamente, un Genin puede ser de nivel A, pero no puede ir a esa misión solo ni liderarla, carece de la autoridad o de la habilidad para tomar decisiones adecuadas. Sin embargo, por sus habilidades puede participar, siempre y cuando sea acompañado por un ninja de mayor rango, en este caso un Jōnin, encargado de la labor de guiar.
Resumidamente, existe el rango que define tu nivel de autoridad en la cadena de mando, y el nivel, que define a qué tipo de misiones puedes ir, claro, respetando tu nivel jerárquico y tu rol...
...
Hiruzen continuó explicando por qué unos Genin novatos con apenas unas semanas de graduados no podían hacer misiones de rangos mayores...
—Y debido a que ustedes son Genin sin entrenamiento, deberán empezar por tareas de nivel D como todo shinobi —finalizó el anciano con una sonrisa, pero al levantar la mirada— ¿eh? —
Para su sorpresa, todo el equipo 7 estaba prestando atención a lo que decía Naruto acerca del ramen, mientras él había estado hablando solo por más de 3 minutos seguidos... Nadie le había prestado atención.
—Entonces, ayer comí ramen con ketchup y hoy se me antoja mizu-ramen —dijo Naruto aún ignorando al Hokage, quien terminó golpeando el escritorio.
—¡SILENCIO! ¡Qué falta de respeto ignorarme! —
—¿Eh? Lo siento... Es que ya me sabía esa charla —dijo Kakashi un poco apenado mientras se frotaba la nuca.
Sasuke y Hinata solo miraron en otra dirección sin decir nada.
—¡Ah! Usted siempre me sermonea como si fuera mi abuelo o algo así, pero no soy solo un pequeño que se la pasa molestando. ¡Ahora soy un ninja y quiero una misión ninja! —exclamó Naruto al anciano.
—Naruto, hablaremos de esto luego —dijo Kakashi, mientras que Iruka por su parte no pudo evitar reír para sí mismo por la actitud del rubio. Por su parte, el Hokage soltó una sonrisa mientras meditaba.
—Naruto quiere demostrarnos que es todo un ninja ahora, salió con la actitud de su madre —pensó el Hokage mientras reía un poco, para después aclararse la garganta—. Bien, así será.
Al escuchar esta afirmación, todos se vieron sorprendidos por el cambio de parecer del Hokage.
—Aunque no lo digan, puedo ver que los tres están dispuestos, entonces les daré una misión de categoría C. Deberán ser guardaespaldas en un viaje —explicó el Hokage mientras tomaba un pergamino.
Naruto de inmediato se volteó con una sonrisa y una expresión de alegría muy clara en su rostro.
—¿¡A quién!? ¿¡A quién escoltaremos?! ¿A una princesa? ¿A un canciller? ¡Díganos! —exclamó el impaciente Jinchūriki.
—Paciencia, lo traeré aquí pronto —dijo el anciano antes de volverse hacia otro ninja—. ¡Traigan a nuestro visitante!
El ninja de inmediato desapareció en una nube de humo. Tras unos minutos, no más de 10, la puerta de la oficina se abrió.
Un hombre de avanzada edad entró al lugar. Se encontraba bebiendo de una botella de sake, traía una toalla alrededor del cuello, usaba lentes, y tenía una barba y cabello grisáceo.
—¿¡Qué rayos!? Son solo un montón de niños mocosos —se quejó el viejo, para después tomar un largo trago de su botella.
El equipo solo se limitó a observarlo en silencio y con cierta curiosidad.
—¿Y realmente quieren que crea que eso es un ninja? Hablo del enano con expresión de tarado en el rostro —señaló Tazuna mientras bajaba su botella.
Este comentario hizo que instintivamente los tres se compararan tamaños entre ellos, dándose cuenta de que Sasuke era el más alto y que Hinata y Naruto estaban igual, pero era obvio que el comentario era para Naruto, quien instantáneamente se enojó.
—¡Acabaré contigo! ¡Voy a destruirte! —exclamó enojado mientras empezaba a correr hacia el anciano.
Sin embargo, antes de que avanzara más de unos tres pasos, Kakashi lo agarró de la chaqueta, frenándolo con facilidad.
—No puedes atacar a un cliente, así no es como funciona esto —dijo Kakashi tratando de calmar a Naruto.
Por su parte, el viejo solo suspiró antes de tomar otro trago.
—Bien, mi nombre es Tazuna, soy un gran e importante constructor de puentes y debo regresar a mi país. Estoy construyendo un puente muy importante que cambiará nuestro mundo y espero que ustedes me lleven ahí sano y salvo, aunque eso signifique sacrificar sus vidas —dijo el viejo a modo de presentación rápida.
—Un placer —dijo Kakashi haciendo una reverencia—. Muy bien, en media hora nos encontraremos en la puerta de la aldea, traigan su equipo ninja y una mochila de provisiones.
Dada la orden, los tres Genin se retiraron.
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Luego de un momento, todos los Genin hicieron lo que ordenó Kakashi. Ahora se encontraban en las puertas de la aldea, listos para la misión.
—¡SÍ! ¡MUY BIEN! —exclamó Naruto más emocionado de lo usual mientras salía de la muralla y miraba en todas direcciones con una sonrisa.
—¿Q-qu-qué sucede, Naruto? —preguntó Hinata mientras jugaba con sus dedos, intrigada por el comportamiento del rubio.
—¡Es la primera vez que salgo de la aldea! Y ya sabes lo que dijo Kakashi-sensei, ¡el mundo es gigante! —exclamó con una sonrisa el Uzumaki, para después voltearse a verla—. ¿¡Tú ya habías salido!?
La Hyūga pensó un momento antes de contestar de forma tímida.
—S-sí... Pero creo que nunca había pensado en lo maravilloso que realmente era... —admitió ella con una sonrisa.
—¿Se supone que debo confiarle mi vida a este par de debiluchos? ¡Son una broma! ¡Ni siquiera conocen el mundo que les rodea! —exclamó Tazuna con cierto tono de fastidio—. Uno tarado, el otro oscuro, y la otra cobarde. Y ¿qué le pasa a sus ojos? ¿Qué? ¿Es ciega?
El constructor solo suspiró, mientras Hinata bajaba la cabeza con tristeza debido a sus comentarios. Naruto, al ver la expresión de Hinata, se molestó más con el viejo.
—¿¡A quiénes llamas débiles!? ¡Nunca insultes a un ninja, eso es un gran error! Algún día seré Hokage, ¡mi nombre es Naruto Uzumaki, recuérdelo! —regañó Naruto con gran determinación mientras le apuntaba con el dedo—. ¡Además! ¡No hable de lo que no sabe! ¡Los ojos de Hinata son de los mejores del mundo!
Esta última declaración hizo que la ojiperla agachara la cabeza, pero esta vez sonrojada y sintiéndose bastante feliz, aunque un poco avergonzada por su gran timidez.
—Tranquilo, señor Tazuna, yo soy un Jōnin, un ninja de élite, estará bien —dijo Kakashi tratando de calmar la situación.
—¡Qué viejo tan grosero!— Pensó Naruto
—Los Hokages son poderosos y sabios, tú estás enclenque y tarado. El día en que te hagas Hokage, me saldrán alas y volaré— contestó Tazuna a modo de burla, lo que hizo que Naruto se molestara aún más.
—¡Diga todo lo que quiera, algún día seré Hokage y hasta usted tendrá que reconocer que soy el mejor!— respondió el rubio con firmeza.
—Naruto...— pensó Hinata con cierta admiración.
—¿Qué perdedor? ¿En serio va a discutir con un viejo borracho?— pensó Sasuke, viendo la situación como una tontería.
—Tú podrás ser Hokage mil veces, pero para mí seguirás siendo un enclenque tarado— contestó el constructor sin darle importancia a las palabras del chico.
—¡Ya verá!—
Antes de que el rubio pudiera moverse, Kakashi lo detuvo sosteniéndolo del hombro y mirándolo fijamente con su ojo.
—Ya cálmate, debes proteger al cliente, no destruirlo. Para eso nos pagan. Si no entiendes eso, no puedes ser un ninja— dijo Kakashi, a lo que Naruto solo gruñó y movió su hombro para soltar la mano del peliplata, comenzando a caminar al frente.
Sin más, todos empezaron a marchar hacia el destino de la misión, la Tierra de las Olas.
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Al día siguiente...
El equipo ninja continuaba su camino. Ya habían avanzado un gran territorio del País del Fuego; era casi el mediodía. Sin embargo, estaban empezando a ser observados desde la distancia.
—S-sensei...— comenzó Hinata, quien durante ese día había estado tan callada como el resto, atentos al camino.
—¿Qué sucede, Hinata?— respondió el Jounin.
—E-en la Tierra de las Olas... ¿hay ninjas?— cuestionó ella, a lo que Kakashi solo miró al cielo un rato antes de responder.
—No, en la Tierra de las Olas no hay ninjas, es un país muy pequeño. En la mayoría de los países, por lo general, sí hay, sin embargo, sus culturas y estilos de vida son diferentes al nuestro. Pero los países más pequeños con determinada ubicación geográfica, como el País de las Olas, suelen no tener aldea ninja, y en muchos casos, ni la necesitan o no tienen los recursos para una— contestó Kakashi.
—Em... entonces, po-por eso nos contrató, ya que su país no posee ninjas...— dijo Hinata ante la explicación.
—Esa afirmación es correcta— declaró Kakashi.
—En-entonces... ¿no nos dirigimos hacia enemigos muy fuertes o algo así?— preguntó la ojiperla, a lo que Kakashi solo sonrió mientras pasaba su mano por el cabello de la chica para tranquilizarla.
—Jaja, no, nada por el estilo.
—El mundo es enorme... El continente en el que vivimos es gigante, la mayoría de los países tienen un sistema ninja... En ese caso, todos los países, por sí solos, son prácticamente un mundo separado... Miles de ninjas en cada país... Al verlo de esa forma... Incluso el clan Hyuga se siente como algo insignificante— pensó la ojiperla para sí, reflexionando sobre lo que había aprendido con Kakashi.
Sin embargo, ella no era la única; Naruto también había tenido un pensamiento similar. No obstante, esto solo le hizo ver lo grande que se convertiría una vez fuera Hokage, ya que no solo obtendría el respeto de la aldea, sino el del país... No, el del continente entero. Ciertamente, el sueño de ser Hokage era un gran sueño, pero eso no lo detendría.
Mientras ambos se encontraban en sus pensamientos, Sasuke pudo notar algo: se trataba de Tazuna, quien, al oír la explicación de Kakashi, parecía más nervioso.
Tras un momento, el grupo pasó junto a un charco. Tan solo unos pasos después, fueron atacados por un par de ninjas que salieron de ese charco. Estos primero se lanzaron contra Kakashi, envolviéndolo con una gran cadena de acero afilado.
—¿¡Pero qué!?— exclamó el Jounin.
Ambos ninjas tiraron con fuerza de la cadena en direcciones opuestas; de inmediato, el peliplata fue destrozado completamente... Sobra decir que esto levantó el pánico.
Hinata abrió los ojos de par en par; se veía paralizada. En su vida, nunca había visto tal cosa. Su cuerpo se quedó rígido, su corazón empezó a latir con fuerza, su respiración se agitó. Estaba en shock.
—¡Ka-Kakashi sensei!— exclamó Naruto.
Uno de los sujetos se colocó detrás de Naruto, listo para atacarlo. Aunque logró verlos, su miedo lo paralizó instantáneamente. Sin embargo, Sasuke, con un movimiento ágil, lanzó un shuriken a la cadena, haciendo que se clavara en un árbol, y con un kunai la ancló, dejando la cadena trabada al tronco.
—¡Sasuke!— pensó Hinata al ver a su compañero en acción, apenas volviendo en sí.
Los ninjas quedaron estancados por su propia cadena, por lo que Sasuke aprovechó para propinarles una patada en el rostro a cada uno, mientras que Naruto solo podía mirar, aún en shock.
Sin embargo, los ninjas no desistieron, soltaron la cadena de sus guanteletes y salieron corriendo, uno en dirección a Naruto y el otro en dirección a Tazuna.
Hinata, apenas consciente de lo que estaba pasando, logró colocarse frente a Tazuna, tratando de usarse como escudo humano, mientras sus ojos se transformaban, adquiriendo venas pronunciadas y pupilas agrietadas.
Tanto Naruto como Hinata estaban al alcance de los dos ninjas. Sasuke, por su lado, en un intento desesperado, se desplazó con toda su velocidad, logrando colocarse frente a Hinata para recibir el ataque.
Parecía que los ninjas salidos de la nada estaban a punto de ganar... Pero finalmente, todo acabó con un poderoso estruendo.
Una figura veloz se movió entre la pelea, acabando con todo en un santiamén. Se trataba de Kakashi, quien estaba intacto y, con un solo movimiento, había noqueado a los dos ninjas. Ahora los sostenía del cuello.
—Hola— dijo el Jounin con simpleza.
Al verlo, Hinata regresó por completo en sí misma, dejando escapar un suspiro de alivio y llevándose la mano al pecho. Su corazón aún latía con fuerza; tal había sido su adrenalina que su Byakugan se había activado por simple reflejo. Pero su cuerpo estaba paralizado, actuando nada más como un escudo de carne para Tazuna.
—¡Kakashi sensei! ¡Pero usted había...!— exclamó Naruto, muy confundido.
Al ver el lugar donde el Jounin supuestamente había sido despedazado, solo había un tronco roto en pedazos.
—Se sustituyó— pensaron Naruto y Hinata.
—Presumido— pensó Sasuke al ver nuevamente a Kakashi.
El Uchiha se volteó para ver a Hinata y al constructor.
Al ver el rostro de la ojiperla, se percató de que era diferente. Sus ojos y su contorno eran más ásperos, incluso intimidantes; sin embargo, estos volvieron lentamente a la normalidad.
—¿Acaso era...? No importa— se dijo a sí mismo el Uchiha, quitándole importancia al asunto.
El Uchiha no sabía mucho sobre los demás clanes; era algo que no se enseñaba en la academia, y por cuenta propia nunca le llamó la atención. Para él, solo existía un clan importante: su clan.
Tazuna también dejó escapar un suspiro de alivio. Él también se había quedado paralizado, pero agradecía aún estar en una pieza.
—Lo siento, Naruto, por no haberte ayudado antes. No quería que te lastimaran, pero no pensé que te paralizarías de esa manera ante el miedo— dijo Kakashi, para después mirar en dirección a Sasuke y Hinata—. Buen trabajo.
—Después de todo... sí me salvó— pensó Tazuna, aliviado.
—¡Fui un inútil, y Sasuke, tan tranquilo como si no fuera nada! ¡No se asustó en absoluto!— pensó Naruto con frustración—. ¡Ni siquiera tuvo un rasguño, me siento tan débil, hasta tuvo que salvarme!—
—Y-yo... Realmente estaba aterrorizada... De no ser por Sasuke, ni siquiera hubiera reaccionado... Y aunque lo hice... Me volví a quedar paralizada viendo cómo el enemigo se acercaba a mí...— pensó Hinata, bastante frustrada. Aun si había logrado escudar a Tazuna, de no ser por Sasuke y Kakashi, probablemente habría muerto, y el siguiente en ser atacado habría sido Tazuna, fracasando por completo.
—Oye— dijo Sasuke, refiriéndose a Naruto.
—¿¡Sí!?—
—No estás herido, ¿verdad? Miedosito— se burló el Uchiha, a lo cual el Uzumaki abrió los ojos de par en par, claramente sintiéndose humillado.
Hinata, por su parte, entendió el sentimiento, pues se sentía mediocre.
—¡Sasuke!— exclamó Naruto molesto. Sin embargo, fue interrumpido por Kakashi.
—Naruto, no te muevas. Las garras de esos ninjas tenían veneno, tenemos que sacarlo de tu herida. Si te mueves mucho, se esparcirá en tu sangre—dijo Kakashi, señalando un rasguño en la mano izquierda del Uzumaki.
Al instante, Naruto se paralizó al ver su herida.
—Por cierto, señor Tazuna—dijo Kakashi.
—¿Eh? ¿Qué ocurre?—
—Tenemos que hablar—dijo el Jōnin con seriedad.
...
Momentos después, el Jōnin había atado a un árbol a los ninjas atacantes.
—Esos dos son chūnin renegados de Kiri, su especialidad es el ataque implacable. Siguen atacando sin importar cuál sea el sacrificio—declaró Kakashi, a lo que uno de ellos lo miró fijamente.
—¿Cómo supiste de nuestra emboscada?—
—¿Un charco en un día soleado? ¿Cuando no ha llovido en semanas? Fue fácil de deducir—contestó Kakashi.
—Entonces, ¿por qué dejaste que los genin se enfrentaran en combate?—dijo Tazuna.
—Pude haber acabado con esto desde el principio, pero debía estar seguro de cuál era su objetivo—respondió el peliplata.
—¿Y qué fue lo que descubriste?—El constructor se veía nervioso, aunque trataba de esconderlo bajo su sombrero.
—Me preguntaba si venían tras nosotros. Ninjas renegados atacando y asaltando a ninjas en misiones es común. También debía ver si venían por usted, el gran constructor de puentes—contestó Kakashi, señalando al viejo—. Cuando usted llenó su solicitud pidió una protección estándar contra ladrones o bandidos, no mencionó que había ninjas buscándolo o persiguiéndolo—.
Tazuna retrocedió un paso mientras Kakashi continuaba.
—Si lo hubiera hecho, esta misión habría sido de clase B o más alta. Nuestra tarea era llevarlo hasta su destino y mantenerlo a salvo mientras terminaba de construir su puente. Si hubiéramos sabido de los ninjas, habría sido un equipo más avanzado y habríamos cobrado el costo de una misión de rango B. Usted mintió, tal vez tenía sus razones, pero esto está más allá del costo de esta misión—explicó Kakashi con firmeza.
Tazuna se quedó congelado ante esta explicación, pero Kakashi simplemente se volteó mirando a Naruto.
—Supongo que debemos regresar a la aldea. La mano de Naruto puede ser un problema—dijo el Jōnin.
—¡¿Eh?! ¡Ni hablar!—exclamó Naruto al oír esto.
En un acto impulsivo, rápidamente tomó un kunai de su riñonera y, sin pensarlo dos veces, lo clavó en la herida, haciéndola más grande y provocando que empezara a sangrar, derramando la sangre envenenada, todo ante la mirada de asombro de los demás.
Hinata era la más impactada, por lo que extendió ligeramente una mano en dirección al rubio, quien solo tembló un poco ante el dolor y su enojo, para luego empezar a hablar.
—¿¡Por qué soy diferente!? ¿Por qué soy tan...?—exclamó Naruto reprochándose a sí mismo.
El resto solo lo miró en silencio.
—¡Trabajé tan duro para llegar hasta aquí! Entrené duro hasta lastimarme, entreno yo solo por horas, ¡lo que sea para ser fuerte! ¡Jamás volveré a retractarme! ¡Jamás dejaré que alguien me vuelva a rescatar! ¡Jamás escaparé, y no perderé ante Sasuke ni nadie!—exclamó el rubio con determinación, mientras la sangre aún goteaba de su mano.
Él sonrió mientras retiraba el cuchillo.
—¡Se los prometo ante esta herida! Señor constructor, terminaré esta misión, lo respetaré y protegeré con este kunai. ¡Un verdadero ninja jamás se da por vencido, y yo no lo haré! ¡No se preocupen por mí, estaré bien! ¡Ahora vámonos!—declaró el joven con una gran sonrisa.
Hinata no pudo evitar sonreír ante su valentía, prometiendo no volver a acobardarse. Sin embargo, su timidez no le permitió decirlo en voz alta, pero también se lo había prometido a sí misma.
Kakashi notó cómo estas palabras habían resonado en todo el equipo, por lo que solo suspiró antes de colocarse frente a Naruto.
—Naruto, eso fue realmente grandioso. Eres muy valiente; incluso cortaste la irrigación del veneno—declaró el Jōnin, para luego sonreír con un gesto bromista mientras le tomaba la mano—, pero si pierdes un poco más de sangre... mmm, vas a morir.
Hubo un momento de silencio, donde Naruto sudó incómodo.
—Deberías detener el sangrado, ¿no crees?—cuestionó Kakashi.
—¡Soy muy joven para morir! ¡Nooo! ¡No!—exclamó el rubio mientras se movía de lado a lado, pero el peliplata rápidamente lo frenó tomándolo del brazo.
—Muéstrame tu mano—ordenó el Jōnin mientras se colocaba en cuclillas para verla de cerca—. No es nada... He visto ninjas más jóvenes sobrevivir a peores.
Hinata se acercó para mirar de cerca, mientras extraía un pequeño recipiente de su riñonera. Tanto ella como Kakashi observaron la herida de cerca, percatándose de algo.
—La herida está comenzando a sanar—pensó el Jōnin mientras analizaba la herida.
—¿Eh? La herida sana muy rápido—pensó Hinata, sin entender cómo...
—¿¡Eh!? Tienes una expresión muy seria, ¿estoy bien?—le dijo Naruto al Jōnin, pero su atención fue rápidamente atraída por la ojiperla—. ¿Eh? ¿Hinata, qué haces? ¿Qué es eso?—
Esto último iba dirigido al recipiente que traía la Hyūga en sus manos.
—Ehm... Yo... Este...—respondió algo nerviosa antes de simplemente extender sus manos con el recipiente mientras agachaba su cabeza.
—Es un ungüento curativo, un remedio secreto de su clan. Servirá para que la herida cierre más rápido—explicó Kakashi mientras tomaba el mencionado recipiente y aplicaba parte de su contenido sobre la herida, la cual se cerró casi instantáneamente.
Aun así, Kakashi tomó una venda y cubrió la mano con rapidez, tratando de evitar que resaltara.
—¿Eh? Esto es muy extraño... Juraría que...—pensó Hinata nuevamente...
—No hay duda, esta habilidad curativa es del Kyūbi...—analizó Kakashi mientras terminaba de vendar.
El Jōnin miró a Tazuna antes de hablar.
—Bien, señor Tazuna, vamos a continuar con la misión—declaró el Jōnin colocándose en pie y pensando para sí mismo—. Tengo la sensación de que será una buena oportunidad para los muchachos, para entender más lo que es un ninja... Crecerán con esto—.
Fin Capítulo 7
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