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46 [Ruptura]

El sol brillaba intensamente sobre la azotea del hospital, mientras Naruto y Sasuke estaban de pie frente a frente, en completo silencio. Sus miradas se enfrentaban como cuchillas afiladas, cargadas de tensión...

Sakura y Hinata los seguían de cerca, con la preocupación reflejada en sus rostros. Sakura apretaba los puños, mientras sus labios temblaban al intentar encontrar las palabras que calmaran aquella creciente confrontación.

—¡Esto es una locura! —pensó Sakura, con el corazón latiendo con fuerza—. ¡Sasuke! No tienes por qué compararte con él. ¡Esto no tiene sentido!

Hinata observaba a Sasuke con una mirada seria, aunque en sus ojos se reflejaba tristeza.

Sasuke… este no eres tú…—pensó, sus labios entreabiertos, sin animarse a decirlo en voz alta.

Sin embargo, ninguno de los dos chicos parecía prestar atención a sus presencias. Incluso si hubieran hablado en voz alta, sus palabras se habrían perdido en el aire, opacadas por la intensidad de la situación.

Naruto permanecía firme, con una ligera sonrisa en los labios.

—¿Qué es esta sensación…? ¿Ansiedad…? No, es otra cosa… Este temblor… ya veo… —sus pensamientos se detuvieron al llegar a una conclusión que lo hizo reír suavemente—. (Es euforia).

Sasuke frunció el ceño, desconcertado por aquella reacción.

—¿Qué es tan gracioso? —preguntó en un tono seco, sus ojos entrecerrados con desconfianza.

—No es gracioso… —respondió Naruto, su voz cargada de energía—. ¡Es que estoy emocionado! Pensar que ahora tengo la oportunidad de derrotarte…

El rostro de Sasuke permaneció impasible, aunque sus puños se apretaron levemente. Su mente lo llevó a recuerdos que no lograba borrar, palabras que Itachi había pronunciado con fría indiferencia.

Capturar a Naruto. Esas fueron las órdenes de los altos mandos de nuestra organización, Akatsuki —recordó la voz de su hermano resonando en su cabeza.

Sasuke tragó saliva, alejando la memoria. Sus ojos volvieron a Naruto con una mezcla de enojo y orgullo herido.

—Qué tonterías dices. Solo eres un perdedor que no puede defenderse solo.

Naruto inclinó la cabeza con curiosidad.

—¿Por qué hablas así? —preguntó, con una sonrisa burlona—. ¿Estás nervioso? No pareces tú mismo, Sasuke. ¿Qué pasa? ¿Tienes miedo de perder? ¿Contra alguien que no puede defenderse solo? ¿Eso en qué te convierte a ti?

—¡Cállate y lucha! —exclamó Sasuke, su voz cargada de frustración.

Naruto alzó una mano, deteniéndose por un momento.

—Espera. Antes de empezar, deberías colocarte tu banda de Konoha.

Sasuke arqueó una ceja.

—No la necesito.

—¡Hazlo! —demandó Naruto, con un tono más serio.

—No vas a poder tocarme ni un dedo, así que no veo la necesidad —replicó Sasuke.

Naruto dio un paso adelante, apretando los dientes.

—¡No! Te estoy diciendo que esto es un símbolo. ¡De que luchamos de igual a igual entre ninjas!

Sasuke dejó escapar un bufido irónico.

—Por eso te digo que estás confiado. ¿De verdad crees que estás a mi altura?

Hinata permanecía a un lado, inmóvil, observando la escena con ojos llenos de incertidumbre.

—Naruto… Sasuke… —pensó, incapaz de intervenir. Las palabras ya estaban escalando de más...

—¡Por supuesto que lo estoy! Nunca he considerado que soy inferior a ti. ¡Nunca lo he sido! No necesito que nadie me proteja, menos tú, Sasuke.

El rostro de Sasuke se torció en una mueca de frustración al oír eso último.

—¡Me estás cabreando! —gruñó mientras sus ojos Sharingan brillaban con intensidad.

Naruto sonrió, pero esta vez con un brillo desafiante en sus ojos.

—Por eso eres débil, Sasuke-chan... No toleras pensar que podemos ser iguales. No necesito que un debilucho me proteja. A lo mejor necesito un compañero de iguales que me complemente.

La expresión de Sasuke se endureció al escuchar aquella declaración acompañada del apodo burlón. Dolía en su orgullo...

Ya había visto a su amigo morir decenas de veces en el Tsukuyomi. Se sentía indefenso e impotente. Quería protegerlo... Pero, ¿cómo proteges a alguien si eres más débil que esa persona?

Más importante... ¿Cómo reaccionas cuando esa persona te dice que eres demasiado débil para protegerla?

La paciencia de Sasuke finalmente se quebró.

—¡Naruto! —rugió, cargando hacia él con furia en los ojos.

—¡Sasuke! —gritó Naruto, adelantándose para encontrarse con su oponente.

Ambos se abalanzaron el uno contra el otro, como dos torbellinos dispuestos a colisionar. Sus puños chocaron en el aire, creando un forcejeo que los mantuvo en un duelo de fuerza. Las baldosas de la azotea crujieron bajo la presión de sus movimientos.

Sasuke lanzó una patada rápida, obligando a Naruto a retroceder. Pero el rubio no perdió el ritmo. Rápidamente se apoyó en el suelo para tomar impulso y saltar por lo bajo, yendo directo hacia la cara de Sasuke, intentando darle una patada voladora.

El Uchiha apenas tuvo tiempo de bloquear con el antebrazo, sintiendo cómo su cuerpo se estremecía por la fuerza del golpe. Sin embargo, se repuso rápidamente y tomó el tobillo de Naruto.

—¿Eh? —exclamó Naruto con sorpresa.

Sasuke comenzó a girar sin soltar el tobillo, para finalmente lanzar a Naruto por los aires contra unas mantas de hospital.

El Uzumaki cayó enredado, completamente cubierto por varias de estas, mientras Sasuke hacía sellos manuales con rapidez.

—¡Estilo de fuego: balas de fuego!

Sin más, Sasuke comenzó a disparar pequeños proyectiles de fuego hacia el lugar donde Naruto luchaba por quitarse las sábanas.

—¡Mierda! —pensó Naruto mientras sostenía una de las sábanas en sus manos. Con urgencia, comenzó a hacer un sello manual, medio sello del tigre, mientras intentaba concentrarse.

Sasuke pudo observar aquello con su Sharingan, por lo que replicó rápidamente el mismo sello mientras concentraba su chakra.

—¡sincronía!—pensaron ambos, sintiendo cómo la energía fluía con más intensidad por sus cuerpos hasta que desaparecieron en un parpadeo, convertidos en borrones de velocidad.

Naruto avanzó a gran velocidad, esquivando con agilidad los proyectiles de fuego que Sasuke le lanzaba. Sus movimientos eran precisos, naturales, como si su cuerpo supiera exactamente qué hacer.

—¡Esto es asombroso! —pensó Naruto, una sonrisa brillante iluminando su rostro mientras una de las bolas de fuego pasaba a centímetros de él—. Mi sincronización de cuerpo, mente y chakra es mucho más poderosa que cuando peleé contra Lee, gracias al entrenamiento del rasengan. ¡Puedo ser más fuerte y rápido que en esa ocasión!

Finalmente, volvió a encontrarse cara a cara con Sasuke, sus ojos desafiantes chocando con el Sharingan del Uchiha. La tensión en el aire se hizo palpable mientras intercambiaban golpes a una velocidad impresionante.

—¿En qué momento se hizo tan rápido? —pensó Sasuke, sorprendido por cómo Naruto lograba moverse a la par con él.

En su pelea con Lee, Naruto apenas había logrado igualar la velocidad del genin cuando usaba sus pesas, y Sasuke recordaba lo difícil que había sido seguir los movimientos de Lee sin ellas. Incluso con el chakra rojo de antes, Naruto solo había podido competir contra el nivel de las puertas internas.

Pero ahora... ahora estaba al mismo nivel sin necesidad de ningún refuerzo.

Naruto bloqueó una serie de golpes rápidos con sus antebrazos, esperando el momento justo para reaccionar. Finalmente, aceleró, usando toda su velocidad para aparecer detrás de Sasuke.

—¡Andas muy tenso, idiota! —exclamó Naruto mientras recogía una sábana del suelo y la lanzaba rápidamente sobre la cabeza de Sasuke.

El Uchiha gruñó al sentir cómo la tela le cubría el rostro, bloqueando su visión.

—¿Qué demonios está haciendo? —pensó con frustración, forcejeando para liberarse.

Naruto tiró con todas sus fuerzas de la sábana, logrando desequilibrar a Sasuke y lanzarlo hacia la reja al borde de la azotea. El impacto hizo que el Uchiha tropezara y chocara de espaldas contra el metal.

Mientras Sasuke luchaba por quitarse la tela de la cabeza, Naruto comenzó a hacer sellos manuales con rapidez.

—¡Estilo de viento: balas de viento! —exclamó el rubio, disparando múltiples proyectiles hacia su oponente.

Sasuke logró quitarse la sábana justo a tiempo para fijar su Sharingan en los ataques que se aproximaban.

—Mierda...—pensó, todavía algo desorientado por el movimiento anterior de Naruto.

Aunque esquivó la mayoría de las balas, una de ellas se dirigía directamente hacia él. Sin más opción, levantó el brazo para protegerse.

El proyectil de viento estalló en una pequeña explosión de aire comprimido, enviando a Sasuke varios metros hacia atrás mientras caía de pie, respirando con dificultad.

Desde un costado, Hinata observaba la escena con el ceño fruncido.

Sasuke está más desorientado de lo que debería. Aún no se ha recuperado del todo por lo que ocurrió con Itachi...—pensó con preocupación—. En condiciones normales, habría esquivado eso sin problemas... Aunque no ha perdido velocidad su reacción ha disminuido...

Sasuke gruñó mientras miraba a Naruto, evaluando la situación. La explosión no le había hecho mucho daño físico, pero la onda de choque le había hecho perder el ritmo.

Naruto corrió nuevamente hacia él, dispuesto a continuar. Sasuke, por su parte, recuperó la compostura, tomando aire mientras concentraba su chakra.

Ese idiota se está confiando... —pensó el Uchiha, ajustando su postura.

Hinata, que seguía la pelea con atención, reconoció de inmediato el cambio en Sasuke.

—¡Esa postura...!—pensó, con los ojos entrecerrados.

Sasuke estaba imitando la postura básica del Jūken, claramente inspirada en ella.

Cuando Naruto se acercó para propinarle un puñetazo directo, Sasuke desvió el ataque con un movimiento fluido de su brazo, abriendo la defensa del rubio y dejando su torso completamente expuesto.

—¡Mierda! —pensó Naruto al ver la oportunidad que Sasuke había creado.

Antes de que pudiera reaccionar, Sasuke le golpeó con fuerza la palma en el estómago. Naruto perdió el aire y retrocedió un metro, jadeando mientras intentaba recuperar el equilibrio.

El Uchiha no perdió tiempo y lanzó una patada baja que hizo que Naruto perdiera el equilibrio y comenzara a caer hacia atrás. Naruto trató de apoyarse en una mano para evitar la caída, pero Sasuke ya tenía otro movimiento preparado: una patada directa a su costado, que hizo que Naruto rodara por el suelo varios metros antes de detenerse en cuclillas.

Sasuke sonrió con confianza mientras retomaba la postura del Jūken.

—Su Taijutsu...—pensó Naruto, notando lo que estaba haciendo su oponente.

Hinata analizó la situación rápidamente, impresionada por la estrategia de Sasuke.

Optó por imitar el Jūken para aumentar su eficiencia defensiva. El Taijutsu de Sasuke suele ser más agresivo, y Naruto lo sabe. Por eso hizo algo inesperado. Aunque no puede golpear el flujo de chakra ni afectar el funcionamiento interno, usa las posiciones del Jūken y las combina con agresividad para hacerlas efectivas a su manera...—pensó Hinata, observando cada movimiento con atención... Su compañero sin duda le había estado prestando atención a su estilo de pelea.

Naruto, sin perder tiempo, hizo un sello manual.

—¡Jutsu: clones de sombra! —pensó mientras creaba más de 40 clones a su alrededor.

Sasuke sonrió con desdén al verlos.

—Cuando usas este jutsu, tu concentración y chakra se reparten. Entre más clones hagas, menos eficientes son en combate cuerpo a cuerpo usando la sincronía. ¿Estás desesperado, Naruto? —pensó mientras se preparaba para enfrentarlos.

El Uchiha comenzó a destruir los clones con movimientos rápidos y fluidos, deshaciéndose de ellos sin demasiada dificultad. Sin embargo, Naruto usaba la distracción a su favor, escondiéndose entre los clones más débiles para preparar su próximo movimiento.

Solo estoy ganando tiempo... —pensó Naruto mientras comenzaba a hacer sellos manuales oculto entre los clones.

Finalmente, Naruto apareció detrás de Sasuke, liberando un ataque directo.

—¡Estilo de viento: pulso de viento! —gritó, enviando un estallido de chakra hacia Sasuke.

El Uchiha apenas tuvo tiempo de girarse y levantar los brazos para cubrirse. El impacto lo lanzó varios metros en el aire, pero Sasuke reaccionó rápidamente.

—¡Estilo de fuego: gran bola de fuego! —exclamó mientras realizaba sellos manuales y disparaba un potente ataque que cubrió la azotea.

Cuando las llamas se disiparon, dejaron ver a Naruto y uno de sus clones. Ambos estaban cubiertos con una membrana de chakra, y en sus manos se formaba un Rasengan brillante.

Sasuke observó con sorpresa y desconcierto.

—¿Qué es ese jutsu...?)—pensó, apretando los dientes mientras la energía del Rasengan iluminaba la escena.

La energía del Rasengan iluminaba tenuemente el espacio a su alrededor, mientras liberaba un zumbido.

—¡¿Qué demonios es eso?! —pensó, sus pupilas contrayéndose al reconocer el peligro latente.

Sin perder tiempo, Sasuke hizo algunos sellos y luego llevó su mano hacia abajo, canalizando su chakra eléctrico. En un instante, el Chidori rugió entre sus dedos, emitiendo un brillo azulado mientras chispas se dispersaban a su alrededor.

—¡veamos que haces con eso! — Penso apretando los dientes mientras su mirada se clavaba en el rubio.

Ambas técnicas resonaron en el aire, el sonido del Rasengan y el Chidori eran como dos bestias rugiendo, una energía densa y palpable. Naruto y Sasuke, ambos con determinación ardiente en sus ojos, se dispusieron a atacarse...

Hinata, quien había permanecido observando con creciente preocupación, reaccionó al ver la inminente colisión.

—ESO NO DEBE OCURRIR!— pensó ella aterrada ante la idea...

Activando su Byakugan, pudo discernir claramente las trayectorias de ambos ataques. Pero entonces, de reojo, notó algo más.

—ALTO! PAREN POR FAVOR!— Sakura, con el rostro lleno de pánico avanzaba con intención de interponerse entre ambos.

—¡Sakura, no lo hagas! —pensó Hinata, sus ojos analizando rápidamente la situación. Sin previo aviso, se movió.

Con un movimiento rápido y fluido, Hinata golpeó la pierna de Sakura con un golpe preciso del Jūken.

La ojiperla apenas tuvo tiempo de murmurar una disculpa interna antes de que el grito de la pelirosa resonara en el aire. Sakura cayó al suelo, con una mirada de incredulidad y dolor hacia la Hyuga.

—¡Lo siento, Sakura! —pensó Hinata con determinación, mientras se recubria a si misma de chakra...

La chica se concentro mientras usaba la sincronía...

—¡ALTO! —gritó Hinata, su voz resonando con una firmeza poco usual mientras el chakra azul claro se manifestaba alrededor de su cuerpo.

Ambos jóvenes estaban demasiado concentrados en sus ataques para escucharla. Naruto se abalanzó con su Rasengan, mientras Sasuke avanzaba con su Chidori, sus trayectorias destinadas a colisionar en cualquier momento.

Hinata se lanzo con toda su velocidad, llegando al centro, quedando en medio de ambos, quienes cambiaron su mirada a una de terror al verla en medio.

Hinata extendió los brazos mientras su chakra se hacía más intenso y ella empezaba a gritar...

—Debo hacerlo, ahora o nunca!...— Penso mientras se concentraba al máximo. —¡Kaiten!

Ella estaba girando sobre su eje con una velocidad inhumana, mientras un domo de chakra se expandió rápidamente...

Sasuke apretó los dientes al ver lo que pasaba.

—QUITATE DE AHI!— Exclamo, tratando de frenar su ataque, pero... — ya es demasiado tarde! No puedo detenerlo!—

—¡HINATA! ¡SAL DE AHÍ! —gritó Naruto con desesperación, viendo cómo su compañera se interponía en medio de ambos ataques.

Para desgracia se Hinata su Kaiten estalló en un pulso de chakra, esto debido a que aún no era perfecto... La onda de choque liberada hizo que ambos oponentes se relentizaran en el aire mientras cerraban los ojos.

—falle!— penso Hinata en shock, esto notando cómo su domo se había destruido al ser imperfecto, mientras sus compañeros apenas se habían relentizado... Pero tardarian menos de un segundo en continuar...

No obstante...

Ambas técnicas se aproximaron al domo giratorio de Hinata, las energías del Chidori y el Rasengan a punto de colisionar con su escudo de chakra. El aire se llenó de un zumbido eléctrico y vibraciones caóticas, mientras el choque parecía inevitable.

Un grito resonó sobre la azotea del hospital, cortando el aire cargado de tensión.

—¡¿Qué creen que están haciendo?! —la voz firme de Kakashi Hatake rompió el momento, llenando de impacto a todos los presentes.

Antes de que las técnicas de Naruto y Sasuke colisionaran, una sombra veloz intervino. detuvo el brazo de Sasuke, lanzándolo hacia un depósito de agua cercano con fuerza controlada, con su otro brazo detuvo a Naruto sujetándolo por la muñeca y arrojándolo al depósito opuesto.

El jounin se había colocado en frente de Hinata, para evitar el choque de las técnicas.

Naruto apenas logró estabilizarse en el aire mientras miraba al responsable.

—¡Kakashi-sensei! —pensó, sus ojos reflejando confusión.

Sasuke también en el aire lo observo levemente mientras notaba como en duelo había Sido interrumpido.

—¡Mierda!—gruñó internamente.

Kakashi permaneció de pie, su silueta proyectando una sombra imponente bajo el sol. Su ojo visible los observaba con una severidad inusual.

—¿En qué estaban pensando? —pensó mientras su mirada recorría a ambos.

Ambas técnicas chocaron finalmente contra los depósitos de agua. El impacto resonó como un trueno, dejando visibles las consecuencias: el tanque junto a Sasuke estaba perforado como si fuera papel, dejando salir una cascada de agua. El de Naruto, en cambio, solo presentaba una pequeña rajadura que apenas soltaba un chorro débil.

Hinata jadeo levantando la vista hacia el responsable...

—Kakashi-sensei...

Kakashi levantó una mano en un gesto despreocupado, aunque su tono seguía siendo firme.

—Hola, Hinata. —La saludó con una ligera inclinación de cabeza antes de añadir en sus pensamientos—. así que ella intento el kaiten?... Aunque aún no puede hacerlo de forma estable...

Naruto y Sasuke permanecían al lado de sus respectivos depósitos, observando el daño. Sasuke tiró de la pared del tanque para sacar su brazo y levantarse, con una sonrisa victoriosa al notar la diferencia entre ambos impactos.

—¿Eso es todo? Naruto—pensó, orgulloso al ver el daño que había hecho el rubio, era muy pequeño.

Kakashi apareció junto a él en un instante, su tono más severo que antes.

—Sasuke, ¿sigues con tu sentido de superioridad?

El Uchiha no respondió de inmediato, desviando la mirada.

—El Chidori no es una técnica que debas usar contra tus compañeros —continuó Kakashi, sus ojos clavados en el muchacho—. ¿Acaso intentaste matar a Naruto?

Las palabras cayeron como un peso sobre todos. Hinata dio un paso hacia adelante, sorprendida, mientras Sakura permanecía en silencio, incapaz de procesar lo que acababa de escuchar.

El encuentro con Itachi parece haberlo afectado profundamente...—concluyó Kakashi internamente, observando el rostro endurecido de Sasuke.

Sasuke gruñó entre dientes antes de darse la vuelta, alejándose con un salto ágil hacia la reja al borde de la azotea.

—Estos niños...— Pensó Kakashi agachando la mirada.

Sasuke por su lado, se sentía algo mejor por tener una prueba de que era más fuerte... Pero...

—¿¡Que demonios!?— Algo lo detuvo en seco. Giró la cabeza hacia el tanque de Naruto, y su expresión cambió al notar algo que antes había ignorado.

El tanque golpeado por el Rasengan estaba completamente destrozado en la parte trasera, con un enorme agujero que dejaba salir un torrente de agua.

—Ese agujero... —pensó, golpeando la pared a su lado con frustración—. ¿Cuándo... se hizo tan fuerte?—

Mientras tanto, en la azotea, Hinata caminaba con la cabeza gacha hacia donde estaba Sakura. Su mente era un torbellino de pensamientos y emociones.

Naruto... Sasuke... ¿Cómo fue que llegamos a esto? —pensó, recordando las palabras de Sasuke antes de que una lágrima silenciosa rodara por su mejilla.

Sakura observó a la Hyuga, sintiendo una mezcla de culpa y frustración.

Hinata... si yo me siento mal... Cómo te estás sintiendo tu ahora? —pensó, apretando los puños.

Hinata se agachó para colocarse frente a ella, golpeando su tenketsu de la pierna para reactivarlo.

—Lo siento Sakura, Sasuke tenía razón... Esto no te incumbe... Por favor, no vuelvas a intentar algo así...— Declaró con frialdad.

Sakura pudo notar al instante el cambio de actitud de la Hyuga... No estaba como siempre... Esto le afectaba profundamente.

Kakashi suspiró, llevándose una mano a la frente mientras observaba el daño causado.

—¿Dónde quedó el espíritu de equipo? Esto pudo haber terminado de la peor manera...

Cambiando su atención, se giró hacia la figura que había aparecido detrás de él.

—Supongo que fuiste tú quien le enseñó esa técnica a Naruto... —comentó Kakashi con un tono acusador, aunque calmado—. ¿No crees que es muy pronto para que aprenda a usar ese poder?

Jiraiya, estaba apoyado contra la parte trasera del deposito, el suspiro antes de responder con una seriedad y algo de sarcasmo.

—Claro, si tú lo dices.

Kakashi lo miró con seriedad.

—¿Sabes que esto pudo haber terminado muy mal para los tres? Sobre todo para Hinata. Pudo haber muerto. Esa técnica es demasiado peligrosa, incluso para protección personal. Ella intento detenerlos, talvez lo habría logrado... Pero su técnica está incompleta...

Jiraiya suspiró.

—Ja, digo lo mismo del Chidori... Es cierto que le enseñé el Rasengan, pero no pensé que lo usaría contra un compañero de equipo. ¿Qué pasa con esos dos?

—Pasan muchas cosas... —respondió Kakashi, cruzándose de brazos.

—¿Muchas?

Kakashi suspiró.

—Para simplificarlo, es similar a tu relación con Orochimaru en el pasado.

Jiraiya arqueó una ceja, su expresión más seria.

—Vaya manera de resumir...

—Naruto ve a Sasuke como un compañero, pero también como un rival. Busca su reconocimiento, algo que solo Sasuke puede darle. Esto ha pasado desde la academia, pero gracias a Hinata, la situación se había calmado... Ahora, parece que todo ha vuelto a escalar, Sasuke débio pasar por una situación muy estresante...

Jiraiya asintió lentamente.

Ya veo... Parece que Hinata era perfecta para mediar en esta rivalidad y aún así, hacer que se esforzaran, debido a la necesidad de protegerse entre ellos y ser mejores para el equipo. Pero ahora...

Kakashi continuó:

—Sasuke teme el crecimiento rápido de Naruto como el de Hinata. Se siente traicionado por su propio estancamiento, esto porque Itachi...

Jiraiya completó la idea.

—Venganza. Su hermano mayor lo está empujando al límite. Lo hace sentir débil.

Kakashi asintió.

—Por eso es imposible que Sasuke reconozca a Naruto, incluso a Hinata. Hacerlo significaría aceptar que no ha crecido, y que es débil, que no puede protegerlos.

Jiraiya dejó escapar una leve risa.

—No pasa nada. Para eso estamos nosotros. Tenemos que mostrarles el camino.

Kakashi miró al sabio con seriedad.

—En ese caso, cuida de Naruto. Yo tengo que ir a una misión... y lidiar con ese Chidori, hablaré con el.

Mientras tanto, Sakura se disponía a irse, sabiendo que solo estaba estorbando...pero se detuvo al notar las lágrimas en el rostro de la Hyuga. Permaneció en silencio, sin fuerzas para irse así nada más.

Kakashi se acercó a ambas chicas, su tono más suave esta vez.

—No te preocupes, Hinata. Todo volverá a ser como antes. —Le dedicó una sonrisa con su único ojo visible antes de desaparecer.

Hinata permaneció inmóvil, mirando el espacio vacío que Kakashi había dejado.

Kakashi-sensei...

Sakura también guardó silencio, mientras Hinata parecía sumida en sus pensamientos.

—Hinata... Podemos salir un momento, conozco un lugar...— Comento Sakura intentando sacarla de la situación.

Naruto finalmente se acercó, su rostro reflejaba preocupación.

—Oye, Hinata...

Ella levantó la mirada, pero no respondió.

Naruto suspiró al verla cubierta de lágrimas.

—Lo siento, nos dejamos llevar...— Declaró el rubio antes de agachar la mirada con resignación —Entiendo tu intención y lo que hiciste... Pero, no vuelvas a hacer algo así, pudiste haber salido herida...

El rubio estaba conflictuado, por un lado quería terminar la pelea... Pero por el otro, sabía que eso había provocado dolor a Hinata, le hacia daño que ellos pelearan.

—No volveré a pelear con el... Lo siento— Declaró el Jinchuriki antes de desaparecer en un parpadeo.

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Sasuke permanecía inmóvil, sentado en una rama baja de un árbol cerca de las afueras del pueblo. Su mirada, normalmente decidida, estaba fija en el suelo con una mezcla de frustración y melancolía.

—¿Qué he estado haciendo...? —pensó, apretando los puños con fuerza—. ¿Todo mi tiempo... todo mi esfuerzo... ha sido un desperdicio?

El silencio de su reflexión se vio interrumpido por un susurro casi imperceptible en el aire. Desde un edificio cercano, cuatro figuras lo observaban con paciencia depredadora, como si fueran sombras aguardando el momento perfecto para atacar.

—Bien, comencemos... —susurró Sakon, una sonrisa cruel asomando en su rostro.

Antes de que Sasuke pudiera reaccionar, unas cuerdas de alambre volaron hacia él con precisión mortal, atrapándolo y atándolo firmemente al tronco del árbol. El metal frío presionaba su piel, inmovilizándolo por completo.

—¡Tsk! —gruñó Sasuke, forcejeando en vano contra las cuerdas, mientras su mirada se llenaba de enojo.

De entre las sombras surgió Kakashi, sosteniendo los alambres con una mano, con una expresión serena pero cargada de reproche. Su presencia parecía imponer una autoridad inquebrantable.

—¿Qué significa esto? —espetó Sasuke, su voz llena de ira y humillación mientras sus ojos lo miraban con odio.

Kakashi permaneció impasible, inclinando ligeramente la cabeza mientras hablaba con calma.

—Bueno, digamos que si no lo hacía, habrías huido. Y sé que no eres muy fan de los sermones, pero... es necesario.

Desde lo alto del edificio, Kidomaru, uno de los observadores, dejó escapar una risa burlona.

—Vaya, ese sujeto... Es el famoso ninja que copia, Kakashi. —Su tono era despreocupado, aunque cargado de un evidente desdén.

Sasuke continuó forcejeando, cada movimiento alimentando su frustración.

—¿Quién se cree para decirme esto? —pensó, sus dientes rechinando mientras evitaba mirar directamente a su maestro.

Kakashi lo observó en silencio durante unos segundos antes de dar un paso adelante.

—Sasuke, debes dejar de buscar la venganza... —dijo finalmente, su voz cargada de una gravedad que cortaba el aire.

La reacción de Sasuke fue inmediata. Su expresión se endureció y el enojo ardió en sus ojos como brasas.

—¡Usted no sabe nada! —gritó, su voz rompiendo el aire como un rayo—. ¡No hable como si me entendiera!

Kakashi permaneció inmóvil, su mirada fija en el joven Uchiha.

—Cálmate.

—¡¿Cálmate?! —escupió Sasuke, su tono lleno de reproche y superioridad—. Dígame, Kakashi... ¿Qué pasaría si yo matara a todos sus seres queridos? ¿Qué tan fiel sería a todo lo que acaba de decir? ¿Cómo se sentiría ese vacío? ¿Ese dolor?

Por un breve instante, el aire pareció detenerse. Sasuke esperaba ver a su maestro tambalearse, perder la compostura. Sin embargo, Kakashi inclinó ligeramente la cabeza, con una expresión de reflexión tranquila.

—Vaya... Esa es una idea muy interesante —murmuró con una sonrisa seca—. Creo que podría funcionar...

Los labios de Sasuke se curvaron en una leve sonrisa de satisfacción, creyendo que había ganado la discusión.

—Pero, desafortunadamente, yo no tengo ese tipo de personas. —Las palabras de Kakashi cortaron como un cuchillo.

La sonrisa de Sasuke se desvaneció en un instante. Su mirada reflejaba una confusión completa, y por un momento no supo qué decir.

—¿Qué...? —murmuró.

Kakashi cerró su único ojo visible, dejando escapar un suspiro antes de mirarlo directamente.

—Porque esas personas de las que hablas ya fueron asesinadas. —Su voz, aunque serena, estaba cargada de una tristeza silenciosa.

Sasuke abrió los ojos de par en par, como si no pudiera creer lo que acababa de escuchar. Sus manos dejaron de forcejear contra los alambres mientras su mente trataba de procesar lo dicho.

—He vivido en una época dura, Sasuke. Sé lo doloroso que es perder a alguien. —Kakashi levantó la mirada hacia el cielo—. Pero, aunque no somos afortunados, tampoco somos los más desafortunados.

Sasuke permaneció en silencio, sus pensamientos vagando entre el pasado y el presente. La imagen de Naruto y Hinata apareció en su mente, dos figuras que, pese a todo, permanecían a su lado.

—Tú y yo... hemos encontrado preciados compañeros, se podría decir que una familia—Kakashi inclinó la cabeza hacia él, su tono más suave—. Deberías haber aprendido algo de tus pérdidas, Sasuke. El Chidori no es una técnica para usar contra tus compañeros... Ya deberías haberte dado cuenta para qué sirve ese poder, úsalo para protegerlos, no para atacarlos.

Sasuke bajó la mirada, sus manos relajándose contra los alambres. La furia en su interior parecía haberse disipado, dejando solo una tristeza latente.

—Pero... Cómo protejo a alguien si soy más débil que ese alguien?...— Cuestióno en voz alta.

Kakashi noto honestidad en aquellas palabras a lo que decidió contestar.

—No dejes todo el peso para ti solo, no eres el único de los 3 que quiere proteger a los otros 2.

Kakashi soltó los alambres con un movimiento ágil y se desvaneció en una nube de humo.

—Piensa en lo que te he dicho, dales una oportunidad de que te protejan a ti también—La voz de Kakashi resonó, a pesar de que su presencia ya no estaba allí.

Sasuke permaneció inmóvil bajo la sombra del árbol, sus hombros cayendo mientras sus pensamientos lo consumían.

—¿Qué he estado haciendo todo este tiempo...? —pensó con amargura, sin notar las figuras que aún lo observaban desde lo alto.

—Será mejor esperar a que esté totalmente solo, y nadie pueda verlo —murmuró Kidomaru, su tono lleno de malicia.

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En otro lugar...

En la asotea Hinata y Sakura estaban sentadas en la escalera del hospital, mientras Hinata parecía perdida en sus pensamientos. Mientras que Sakura parecía no querer dejarla sola.

—Hinata... —comenzó Sakura, sus dedos entrelazados con nerviosismo—. Quería hablar contigo...

Hinata giró la cabeza hacia ella, sus ojos reflejando una leve preocupación... Pero se notaba estresada...

—¿Sobre qué? —preguntó, aunque en el fondo ya lo intuía, talvez era sobre golpear su pierna...

—Quería hablar de lo de Sasuke... —empezó Sakura, pero antes de que pudiera continuar, Hinata alzó una mano para detenerla.

—Mira, Sakura... —Hinata suspiró, su tono firme—. No quiero hablar sobre si te gusta o no, ni que me aleje de él. Tengo cosas más importantes en las que pensar que en tus obsesiones. Estoy preocupada por mi equipo. Desde que te conozco, lo único de lo que hablas es "mi Sasuke", y él ni siquiera te conoce de verdad.

Las palabras de Hinata fueron un golpe directo. Sakura bajó la cabeza, sintiéndose expuesta y avergonzada, aunque esas no eran sus intenciones, realmente le había dado a Hinata todas las razones para pensar eso.

—Entiendo... —murmuró con voz apagada—. Creo que he sido muy pesada con eso...

Hinata suspiro, lamentándose por su dureza, probablemente había dicho eso al sentirse frustrada... Se desquito, ahora se sentía culpable...

Sin embargo, antes de que pudiera decir algo más, Sakura continuó.

—Pero no quería hablarte solo de Sasuke. También quería hablar de Naruto. —Levantó la mirada con sinceridad.

Hinata parpadeó, sorprendida.

—¿Naruto? —preguntó, su tono confuso.

Sakura asintió, juntando sus manos sobre su regazo.

—He notado que tu equipo está... mal. Naruto ha cambiado mucho, ya no es el niño que recuerdo. Se ha vuelto más fuerte, más serio. Y Sasuke... Bueno, él también ha cambiado, pero parece que ambos están enfrentados. ¿Cómo te hace sentir eso? Estás pasando por un mal momento... No es justo para ti...

Hinata bajó la mirada, sus manos apretando los pliegues de su falda.

—... No lo sé. —Finalmente respondió.

Sakura la observó, desconcertada.

—¿Qué quieres decir?

Hinata cerró los ojos por un momento, buscando las palabras.

—Ambos se han convertido en mi familia. Verlos en este tipo de situaciones... —Hinata tragó saliva, sintiendo un nudo en la garganta—. Me hace sentir impotente. Tengo que pensar más allá de mis sentimientos por alguno de los 2, siento que debo arreglar las cosas. Tengo que pensar en el bien de mi equipo, en mi familia. No quiero perder a ninguno de los dos.

Sakura la miró en silencio, sus propias emociones revolviéndose al escuchar la sinceridad de Hinata.

—Entiendo... —murmuró finalmente — Debe ser duro estar en medio de esto... Pero, estás respondabilizandote de más...

Hinata asintió, pero su rostro reflejaba una inquietud aún más profunda.

—Sasuke fue golpeado dónde más le dolía por su hermano... El quería venganza, y estaba dispuesto a pelear a muerte por eso... No sé lo que su hermano le haya mostrado con el genjutsu, pero... No esta bien—Su voz tembló ligeramente.

Sakura colocó una mano en el hombro de Hinata, sonriendo con suavidad.

—Debes confiar en él. Se nota que también los aprecia. No creo que esté dispuesto a perderlos para alcanzar su objetivo...

Hinata devolvió una pequeña sonrisa, aunque en su interior no podía deshacerse de un presentimiento sombrío.

Tal vez así sea... si es que este fuera el Sasuke de siempre... Pero esto es diferente... no está bien... no se lo que pasa por su cabeza... aún hay algo de mi amigo en el... pero está desorientado... tengo un mal presentimiento... Como si algo malo estuviera a punto de pasar...

Fin capitulo 46

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