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42 [La apuesta]

Luego de unos momentos, el grupo de Jiraiya llegó al lugar donde se encontraba Tsunade. Ella había entrado a un restaurante unos minutos atrás y ya estaba empezando a tomar alcohol.

—Así que está aquí, ¿verdad? —murmuró Jiraiya mientras miraba el local desde afuera.

—Sí, la vi entrar —respondió Hinata

—¿Qué estamos esperando? ¡Entremos de una vez! —exclamó Naruto, ansioso.

—Bien, entremos —dijo Jiraiya.

Al entrar, pudieron ver a la rubia sentada en una mesa junto a su asistente. Sobre la mesa ya había varias botellas de alcohol.

—¡Deme más cerveza, señor! —gritó Tsunade al camarero.

Shizune, estaba muy preocupada mientras la observaba.

Ya ha tomado un poco, pero está empezando a pasarse de tragos—

—Por favor, Tsunade-sama, contrólese.

—Pff, déjame tomar tranquila, ¿eh? —respondió Tsunade con fastidio, pero al voltear notó al grupo que acababa de entrar—. ¡Jiraiya!

—Tsunade —saludó él con calma.

—Para tener 50 años, se ve muy joven... igual que en la foto del pervertido— pensó Naruto mientras observaba a la Sannin.

—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó Tsunade con sospecha—. —¿Y por qué está con dos niños?—

La rubia miro sutilmente a Hinata, intrigada por los lentes oscuros que traían, con solo verlos podía reconocer que eran formulados para el exceso de luz, no eran simplemente estéticos.

—Por fin te encontramos —contestó Jiraiya.

Los genin y el Sannin se sentaron en la mesa junto a Tsunade y Shizune.

—Hoy me he encontrado con una persona que me trae malos recuerdos... Y ahora me encuentro contigo, qué coincidencia, ¿no? —dijo Tsunade con una sonrisa amarga.

—¿Orochimaru? ¿Qué pasó? —preguntó Jiraiya, entrecerrando los ojos.

Tsunade miró a su asistente, indicándole con la mirada que no hablara.

—No mucho, solo hablamos un poco.

Yo vi varias cosas... Pero estoy confundida al respecto...— pensó Hinata.

Sospechoso...— reflexionó Jiraiya mientras miraba de reojo a la Hyuga.

—¿A qué has venido? —preguntó Tsunade, frunciendo el ceño

—Seré directo: El consejo de Konoha quiere que seas la Quinta Hokage —declaró Jiraiya sin rodeos.

Naruto y Hinata ya estaban al tanto, por lo que permanecieron en silencio mientras las dos mujeres reaccionaban con sorpresa... No obstante, Naruto no parecía muy emocionado con la idea...

Era muy pronto para el, ¿un nuevo Hokage?...
Pero Jiraiya ya se lo había dicho... No dependía de ellos, son decisiones de más arriba, además, así funciona el sistema.

—¿Por qué tendría que ser yo?— preguntó Tsunade, desconfiada.

—Porque eres de las personas mas capacitadas actualmente, además eres una de los 3 legendarios sannin... Después de que Orochimaru acabará con el viejo, y con todo lo que ha ocurrido en el país, es necesario una figura fuerte como tú al poder. Para devolver la confianza al país.

—¿¡Acaso ese tipo serpiente es tan fuerte!? —exclamó Naruto, alarmado.

Ya había oído de como este había Sido responsable de la muerte del tercero, e incluso el caos que dejó en todo el país con su atentado... Pero, que aún así, se necesitará que alguien muy fuerte y de gran influencia fuera el nuevo hokage, para lidiar con su amenaza aún latente y las consecuencias que dejó... Daba mucho que pensar.

—... —Hinata no dijo nada, pero era inevitable pensarlo —Da miedo pensar en ese sujeto...—

Tsunade se volteo a ver a los niños, esto por el grito de Naruto, por lo que finalmente decidió preguntar.

—¿Quiénes son estos mocosos? ¿Es que ahora eres niñera? ¿Te cansaste de los libros? —bromeó Tsunade, mirando al grupo.

—No, ¿cómo crees? —rió Jiraiya—. Él es Naruto Uzumaki... Y ella, es Hinata Sarutobi... Es una larga historia.

La mirada de Tsunade cambio por completo... Fijándose más en los 2... Viendo por un momento atravez de los lentes de Hinata, notando sus ojos perlados...

Este chico es el del Kyubi... Y esa niña parece ser una Hyuga... Renegada? No tiene el sello del ave enjaulada... A juzgar por los lentes, debió pasar mucho tiempo ciega y está sensible a la luz... — Analizo Tsunade para finalmente señalarla —¿Y quién es ella?

—Ella es Hinata... Lo acabo de decir.

—Mucho gusto, Lady Tsunade —dijo Hinata, haciendo una leve reverencia.

—No me refiero a eso... Su identidad real

Esto hizo que la ojiperla se encogiera un poco, al notar a lo que se refería... A lo que Jiraiya suspiro.

—Es la hija de Hiashi Hyuga, aunque es una renegada del clan Hyuga... Ahora es políticamente hija de Asuma Sarutobi

Pff, clan de orgullosos... pero esto es algo nuevo— reflexionó Tsunade.

Antes de que la conversación continuará, Naruto decidió preguntar.

—Pero si Orochimaru es uno de los Sannin, ¿por qué está en contra de la aldea? —preguntó Naruto a lo que llamo la atención de los otros 3 dannin

—Naruto, por ahora, eso no es importante —dijo Jiraiya antes de mirar a Tsunade—. Entonces, ¿cuál es tu respuesta? ¿Aceptas?

La rubia guardó silencio, meditando mientras una frase resonaba en su mente:

"Devolveré la vida a las dos personas que quieres"

—Imposible. No acepto.

Esta respuesta dejó a todos en shock.

—¿Por qué? —murmuró Hinata en voz baja, lo suficiente para que nadie la escuchara.

—Eso mismo decías cuando te invitaba a salir —rió Jiraiya, intentando aligerar el ambiente.

Pero Naruto no pensaba igual...

—¡¿Qué demonios?! ¡Necesitamos que vuelva a la aldea y cure a Sasuke y a Kakashi-sensei! Además de que sea Hokage, ¡y se niega como si nada! —gritó Naruto, visiblemente molesto.

Creo que está confundida por lo de Orochimaru— pensó Shizune, preocupada.

—Naruto, no te preocupes. Ella es la indicada para ser Hokage. Por ella ganamos la Gran Guerra, además, es nieta del Primer Hokage. Si acepta, volverá y curará a esos dos.

—¡No veo cómo puede ser la indicada si niega el puesto como si nada! Ni siquiera lo dudo!

—No tienes idea... Yo lo rechacé más de 20 veces— pensó Jiraiya para luego suspirar.

—Jiraiya, este chico parece peor que tu anterior aprendiz... En términos de belleza, habla e inteligencia —comentó Tsunade con una sonrisa sarcástica.

—Naruto es idéntico al Cuarto Hokage si le quitas sus bigotes — Comento Hinata mientras se llevaba una mano al mentón y desviaba su mirada al techo.

El comentario no fue escuchado por Naruto, quien estaba furioso, pero sí por los dos Sannin y Shizune, quienes la miraron con en silencio...

—¿Uh? ¿Acaso dije algo malo? —preguntó Hinata, incómoda por las miradas.

En realidad no era sorpresa para nadie... El parecido podía ser muy obvio, pero habían todo tipo de rumores al respecto que pretendían explicar ese parecido, casualidad, efecto secundario de su estado como jinchuriki, algo intensional...

—Mejor desvío el tema— pensó Jiraiya, antes de sonreír—. Jeje, cualquiera lo compararía con el Cuarto. Él realmente tenía talento para ser un gran ninja: inteligente y guapo, como yo.

—Jiraiya desvió el tema— pensó Tsunade antes de responder con una voz cortante: —Pero aun así, él murió, dio su vida por la aldea. La vida es diferente al dinero; no se puede recuperar tan fácilmente. Quien haga eso es un insensato.

Naruto comenzó a alterarse aún más, mientras Hinata se mantenía serena, aunque algo molesta.

—Mi abuelo y el Segundo Hokage se esforzaron por traer paz al país, pero solo murieron sin lograrlo, como unos perdedores, y como consecuencia de esos intentos de paz—añadió Tsunade.

—Has cambiado mucho, Tsunade. No sé qué piensas hacer, pero lo que has dicho es solo tu opinión —respondió Jiraiya con firmeza.

—Bueno, ya tengo 50. La edad cambia a la gente. Lo mismo paso con el anciano — Finalmente ella levantó sus manos al aire antes de declarar —¡Ser Hokage es una porquería! ¡Solo un idiota querría eso!

Hinata instintivamente observó a Naruto, sabiendo que esas palabras lo afectarían. Él no pudo contenerse más y trató de abalanzarse sobre la Sannin, pero Jiraiya lo detuvo con una sola mano, agarrando su chaqueta por la espalda.

—¡Suéltame! —gruñó Naruto.

—¿No te has dado cuenta de que estamos en un bar?

—¡Lo que ha dicho es imperdonable!

—......

—¡No me importa quién sea, le daré una paliza! VIEJA BRUJA!

—Cálmate, Naruto —pidió Hinata con calma.

—Tienes agallas para decirme eso, mocoso. Resolvámoslo afuera —propuso Tsunade con una sonrisa desafiante mientras se colocaba en pie de forma retadora.

—Tsunade-sama... —susurró Shizune, preocupada.

Unos segundos después...

Los presentes salieron del lugar. Ahora Tsunade y Naruto estaban frente a frente, mientras Jiraiya suspiraba y Hinata miraba aún mas preocupada por como las cosas habían escalado.

—Soy una de los tres legendarios Sannin. No tengo que ponerme seria para derrotar a un simple mocoso.

—¡Cállate! —gritó Naruto.

—Un dedo será suficiente —respondió Tsunade.

Naruto hizo sellos manuales rápidamente.

—¡Estilo de viento, balas de presurizadas!

El rubio tomo aire antes de disparar varios proyectiles de sire hacia la sannin, quien las esquivó sin ningún problema, apenas moviendose.

Naruto se apresuró y tomó un kunai, luego lanzó varias shurikens en dirección a la rubia, pero ella solo se movió a un lado.

—¡No te hagas la interesante! —exclamó mientras corría hacia ella.

Naruto intentó apuñalarla con el kunai, pero Tsunade se agachó, le quitó el arma con un solo dedo y, con un movimiento rápido, la lanzó al cielo. Luego le arrebató la banda ninja, haciéndolo tambalearse... Finalmente, lo derribo de un golpe en la frente con su dedo, lanzandolo por los aires hasta que cayo rodando por el suelo.

Me ha golpeado solo con un dedo... ¡Maldición!— pensó Naruto mientras intentaba reincorporarse.

La kunai que había sido lanzada al cielo cayó frente a él, a pocos centímetros.

—Hey, niño, te haré una pregunta —dijo Tsunade con tono serio.

—....... —Jiraiya la observaba en silencio.

—¿Por qué te enojaste cuando mencioné al Hokage?— Pregunto ella, mostrándose genuinamente interesada en su respuesta.

Naruto se levantó, decidido.

—¡A diferencia de ti, yo realmente quiero ser Hokage y lo conseguiré!

Tsunade lo miró fijamente por un momento.

—Porque ser Hokage es mi sueño —añadió Naruto con convicción.

Esas palabras evocaron recuerdos dolorosos en la sannin, quien por un instante vio algo familiar en el chico frente a ella.

Sus ojos se abrieron con sorpresa, pero luego bajó la cabeza con tristeza. Todos los presentes guardaron silencio, impresionados por sus palabras.

Se ha despistado... ¡Es mi oportunidad! Usaré esa técnica...— pensó Naruto mientras alzaba una mano. —¡Concéntrate!—

El rubio formó un torbellino de chakra que adquirió forma esférica, aunque imperfecta. Aun así, corrió hacia la sannin. Jiraiya, desde su posición, esbozó una pequeña sonrisa.

—¡Esa técnica es...!— pensó Tsunade al ver el ataque.

—¡Toma esto! —gritó Naruto con fuerza.

Tsunade reaccionó rápidamente, golpeando el suelo con un dedo. Una grieta se abrió bajo Naruto, quien cayó al vacío. Su técnica impactó el piso, dejando una marca en espiral.

Su fuerza no ha cambiado... Recuerdo cuando me golpeó y me mandó volando 100 metros solo por escribir sobre ella en mi libreta. Lo peor es que Naruto aún no puede completar la técnica...—, reflexionó Jiraiya mientras observaba.

No puedo creer que usara la técnica del Cuarto Hokage... Pero carece de habilidad. No está completa...— pensó Tsunade.

Hinata y Shizune ayudaron a Naruto a salir de la grieta.

—Naruto, ¿estás bien? —preguntó Hinata preocupada.

—Jiraiya, ¿fuiste tú? ¿Tú le estás enseñando el Rasengan? —dijo Tsunade, señalando a su viejo compañero.

—Sí, soy su maestro —respondió con calma.

—Las únicas personas que podían usarla eran tú y el Cuarto Hokage.

Naruto e Hinata se miraron, sorprendidos.

¿Rasengan?

—¿Cómo puedes llamarte su maestro si le estás enseñando algo que no puede aprender? Es mejor que no lo intente. Así, los niños tontos no pensarán que pueden ser Hokages... ¿O por casualidad también se lo enseñas a esta Hyuga?

—Sí —respondió Jiraiya sin titubear.

—¿Cómo se te ocurre? Sabes que los Hyuga, y más los de la rama principal, no pueden aprender ninjutsu. Sin duda, eres un idiota.

Naruto apretó los puños y la mandíbula, enfurecido por los comentarios de Tsunade. Hinata, por su parte, bajó la cabeza mientras se ponía de pie. Su rostro, serio y decidido, reflejaba algo distinto.

—Yo no soy una Hyuga —dijo con voz suave pero firme antes de bajar sus anteojos, dejando ver su Byakugan, pero con un claro aire de convicción.

Su declaración dejó a todos en silencio. Hinata no añadió nada más, y su rostro permaneció inexpresivo.

—¿Eh? —Tsunade la miró con incredulidad...

Finalmente la rubia se acercó a ella.

—Puedo ver algo en tus ojos, y no hablo del claro emblema de ese clan, el Byakugan, veo que buscas algo... Dime, que quieres de mi?— Cuestionó Tsunade

Hinata apretó el puño mientras la miraba a los ojos...

Sus ojos perlados estaban fijos en los ojos color miel de la rubia, donde ella tomo aire antes de contestar...

Podía pensar en sus amigos... Tanto Naruto como Sasuke, ambos heridos... Incluso en Kakashi, incluso la situación actual del país...

Incluso, podía pensar en Kabuto... A quien había visto hace un momento... Ella estaba mas segura que nunca de su respuesta.

—Quiero ser más fuerte, quiero aprender ninjutsu... Eso para proteger a los que quiero, pero, mi meta más que todo eso, es aprender ninjutsu médico!— Declaró la ojiperla sin titubear, finalmente señaló a la sannin —Y por eso, me gustaría que usted me enseñe, esa fue mi principal razón para venir aqui

Tsunade no pudo evitar dar un paso atrás al notar el espíritu que evocaba alrededor de la chica...

Podía persibir lo en su mirada... Completa honestidad, estaba segura de cada palabra.

Esto... Le recordaba mucho a Dan, cuando hablaba de sus proyectos...

Que alguien hablara de esta forma, sobre ser médico... Era muy raro. Y era algo que esperaba de muy pocos, pero jamás de un Hyuga, clan de guerreros orgullosos...

—Esta mocosa realmente es diferente... Pero... — Concluyó la sannin en su mente mientras fruncia el seño, finalmente hablo en vos alta —Este camino no es para ilusos, no voy a entrenar a cualquiera solo porque me lo pide

Ante aquellas palabras, Naruto decidió intervenir.

—¡NO ES BROMA! —gritó el Jinchuriki—. Solo necesitamos tres días para aprender esa técnica. ¡Te metiste donde no debías! ¡Ya verás!

Parece más enojado que antes... Tal vez lo molestó más lo que dije sobre a la chica que lo del Hokage...— pensó Tsunade, cruzándose de brazos. —Más palabras inútiles. Las palabras de un hombre deberían ser verdaderas.

—¡No cambiaré de parecer! ¡Ese es mi camino ninja!

—Entonces sere médica incluso sin usted!

Tsunade finalmente gruño antes de reír.

—De acuerdo, si tanto desean molestarme y demostrarme algo...

—¿Huh?

—Les daré una semana. Si son capaces de perfeccionar esa técnica, reconoceré que puedes ser Hokage y médica respectivamente... Es más, al tonto le daré mi collar y a ella, la haré mi discípula

—¡Tsunade-sama, esta apostando demasiado! —exclamó Shizune alarmada.

Naruto miró el collar con desdén.

—¿Para qué querría ese collar?

—No digas eso, Naruto —intervino Jiraiya—. Ese collar es muy preciado. Perteneció al Primer Hokage. Si se vendiera, podrías comprar tres montañas repletas de oro.

—Eso no me importa en este momento, ¡pero acepto!

—Yo también, me ganare su respeto y tendrá que ser mi maestra— Concluyó Hinata mentalmente mientras juntaba sus manos...

Una sonrisa llena de convicción se había formado en su cara... Dejando ver un destello de lo extaciada que se encontraba en este momento, la idea de lograr un paso más en su sueño, la hacía sonreír...

—Pero si no son capaces de dominarla en una semana, perderán. Me quedaré con esto.—Tsunade mostró el monedero de cada uno...

—¡Ah! ¡Mi sapito! —exclamó Naruto alarmado sin saber cuando lo tomo...

Incluso Hinata se vio sorprendida al ver como le habia robado en un instante...

—Bien, aceptamls—dijo Hinata con seriedad.

—Vaya, sí que tienes valor, niña. Como quieras, mejor para mí, suerte, la vas a necesitar— Burlo la rubia.

—Están jugando con fuego —murmuró Jiraiya, observando la situación.

Shizune todo el tiempo permaneció alarmada, no podía creer lo que pasaba...

Tsunade-sama... Hasta ahora nunca había apostado ese collar y ahora... ¿Qué está haciendo? Además... Su discípula? Quitándome a mi... Desde la muerte de mi tío... nunca pensó en esa posibilidad...

—No pueden ganar. Vamos, Shizune —dijo Tsunade con calma mientras comenzaba a caminar.

Shizune permaneció quieta, recordando las palabras de Kabuto.

—Tsunade —llamó Jiraiya, atrayendo la atención de la rubia—. ¿Podemos ir a tomar algo? Ha pasado mucho tiempo.

El peliblanco finalmente volteó hacia los demás.

—Shizune, chicos, vayan a buscar un hotel donde quedarnos, ¿ok?

Shizune suspiró.

—Está bien. —Contesto la asistente —Jiraiya-sama, te lo dejo a ti—

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Momentos después

—Te has vuelto más hermosa —comentó Jiraiya con una sonrisa.

—No has cambiado nada. No voy a salir contigo —replicó Tsunade con indiferencia.

—Después de todo, eres una vieja de 50 años.

—¿¡Qué dijiste!?

—Nada, nada...

Ambos tomaron un poco de alcohol en silencio antes de que Tsunade rompiera el silencio.

—Oye, Jiraiya... Porque esa mocosa renegó del clan Hyuga?

Jiraiya suspiró.

—Es una larga historia. Solo digamos sigue otro camino, en verdad quiere ser médica, esa fue una de las razones por la que renegó, incluso prefirió estar ciega. Pero te diré algo... Sería una alumna perfecta para ti.

—¿A qué te refieres?

—Ella está fuera de las reglas de los Hyuga, por lo que no tiene restricciones para aprender ninjutsu médico. Además, es su objetivo, pero no tiene quien le enseñe. Tú serías la maestra perfecta para eso.

Tsunade mironsu copa un momento, meditando la situación, no podía negar que realmente le llamaba la atención... Y sabía que su compañero no mentia en lo absoluto.

—Sería una médica destacada con su Byakugan... —Tsunade tomó un sorbo de su bebida, pensativa—. En el pasado intenté convencer al clan Hyuga de aprender medicina, pero se negaron. Es un clan guerrero y orgulloso, y solo usan su taijutsu. Desperdician todas las posibilidades que ofrece un ojo como el Byakugan. Una de esas posibilidades es la medicina, una pena.

Jiraiya se rió para sí mismo.

No es el único desperdicio... Esos ojos serían geniales para mis investigaciones...—

El sannin se aclaro la garganta antes de continuar

—¿Ves a lo que me refiero? —continuó Jiraiya—. Hinata ha mencionado que quiere ayudar a las personas con ninjutsu médico, solo necesita una guía... ¿No te importa eso?

—Aunque sea así, no pienso hacerlo. Ya me retiré de la medicina. No pienso volver a eso. Que busque a alguien más; en el escuadrón médico hay muchos, es tu alumna ¿no? Puedes convencer a alguien mas.

Jiraiya tomó otro sorbo antes de cambiar de tema.

—Estás preocupada.

—¿De qué?

—Tu apuesta.

—...... No.

—Actuaste como una niña con ellos.

—Aunque entrenen mucho, no podrán dominarla en una semana. Incluso ella, aunque es Hyuga, y puede que tenga un control refinado del chakra, es demasiado delicada para una técnica tan agresiva.

—No fue una apuesta justa.

—¡Demonios! ¿Qué importa?

—¿Por qué eres tan fría?

—No soy fría.

—Vas a reunirte con Orochimaru.

—......

—Pude leerlo en la expresión de Shizune. No sé qué tipo de trato te ofrecio, pero no tomes una decisión equivocada. Quiero poner las cosas claras.

—......

—Los anteriores Hokages protegieron a la aldea. Aunque vivieron en tiempos difíciles, trajeron paz y armonía a Konoha. Apostaron sus vidas. Tú deberías entender eso.

—...

—Si alguna vez haces algo que traicione a la aldea... —la voz de Jiraiya se volvió seria y profunda— te mataré.

Tsunade apartó la mirada.

—No tengo nada que ver con eso.

—Eso espero. No te preocupas por la gente de la aldea porque aquella vez...

—¡Deja de sermonearme! —lo interrumpió Tsunade, bajando la cabeza—. ¿Por qué has traído a ese mocoso?

—¿No se parecen?

Tsunade guardó silencio, pero su mente comenzó a divagar.

Hasta tiene la misma edad...

Sus recuerdos la transportaron a imágenes de su hermano, haciéndola sentir una punzada de melancolía.

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En alguna posada...

—¡Bien, Hinata! —dijo Naruto con determinación—. Solo tenemos una semana, debemos aprender esa técnica como sea.

—Tienes razón —respondió Hinata mostrándose decidida.

En ese momento, la puerta se abrió lentamente, revelando a Shizune, quien lucía preocupada.

—¿Eh? Shizune, ¿qué haces aquí tan tarde? —preguntó Naruto, frunciendo el ceño—. Necesitamos dormir para entrenar mañana.

—Lo siento... —respondió Shizune con seriedad—. No quiero que piensen mal de Lady Tsunade. Lo que ocurre es que...

—¡¿A quién le importa ella?! —exclamó Naruto sin paciencia.

—¡No pienses mal de ella! ¡Tú no la conoces! —gritó Shizune, visiblemente molesta.

Naruto quedó en silencio, sorprendido.

Hinata bajó la mirada, incómoda por la tensión en el ambiente.

—Perdón... No quería gritarte —dijo Shizune, relajando la voz—. Ella no era así antes. Solía ser amable y amaba la aldea... Pero cambió después de un incidente.

—¿Un incidente? —preguntó Hinata, inclinándose ligeramente hacia adelante.

Shizune hizo una pausa, evitando su mirada.

—¿Qué fue lo que pasó? —insistió Naruto.

—Ella perdió todo... —murmuró Shizune con seriedad—. Sueños, amor, esperanza... Todo, por aquel incidente.

—¡¿Todo?! —exclamó Hinata, sorprendida.

Naruto frunció el ceño, en silencio.

—Eso no es todo. Ese colgante... Es algo muy importante para Lady Tsunade. No es algo que debería apostar así nada más.

—¿Y yo cómo iba a saberlo? ¡Ella fue quien quiso apostarlo! —replicó Naruto con frustración.

—¡No es solo eso! —insistió Shizune, elevando la voz—. ¡El colgante está maldito!

—¿Maldito? —preguntó Hinata en un susurro, estaba confundida.

—¿Qué? —Naruto ladeó la cabeza, incrédulo.

Shizune bajó la mirada y habló con gravedad.

—La única que puede portarlo es Tsunade-sama. Cualquier otra persona que lo lleve...

Hizo una pausa, mirando a ambos con seriedad antes de concluir:

—...morirá.

—¡¿Eh?! —exclamó Naruto, sin poder creerlo.

Hinata se llevó una mano al pecho, alarmada.

—¿A qué se refiere? ¿Por qué?—

Ambos permanecieron en silencio, incapaces de comprender lo que Shizune les decía.

—Se los explicaré... Escuchen muy bien

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Mientras tanto

Tsunade estaba sentada en la entrada del pueblo, reflexionando sobre su conversación con Jiraiya.

"No puedo creer que aún conserves ese collar. Pensé que ya lo habías apostado y perdido con alguien..."

Sus palabras resonaban en su mente mientras observaba el colgante en sus manos.

—Es algo muy valioso... Nawaki... Dan... —susurró con la voz quebrada.

Las lágrimas comenzaron a deslizarse por su rostro mientras los recuerdos la inundaban: el día en que perdió a Nawaki, apenas un día después de regalarle ese collar como presente de cumpleaños; la impotencia de no haber podido salvar a Dan, su prometido...

Tsunade se encogió entre sollozos.

Los había perdido a los 2, tras regalarles el mismo collar...

Entregar aquel collar, era su forma de demostrar un apoyo incondicional para alguien especial... Desgraciadamente, se había convertido en un símbolo maldito, que acababa con aquellos a quien se los otorgaba.

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De vuelta en la posada

Shizune había terminado de contarles el trágico pasado de Tsunade a los dos chunin.

—¿Ahora entienden por qué Lady Tsunade actúa así? —preguntó con voz apagada.

Naruto se levantó de golpe, sin decir nada.

—¿Naruto? —Shizune lo miró, confundida—. ¿A dónde vas?

—A entrenar —respondió, volteando un poco para mirarla antes de salir de la habitación.

Shizune observó cómo Hinata permanecía inmóvil. La ojiperla cruzó miradas con ella y le sonrió.

—No te preocupes —dijo suavemente antes de seguir a Naruto.

Shizune se quedó sola, sin saber que podía hacer al respecto

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Al día siguiente

—Ugh... —Jiraiya se levantó con dificultad, llevándose una mano a la cabeza—. ¡Cómo me duele la cabeza! Me embriagué por culpa de Tsunade...

Miró a su alrededor y notó algo extraño.

—¿Eh? —murmuró—. No han regresado a dormir en toda la noche.

Los genin estaban más comprometidos que nunca...

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En el lugar de entrenamiento

Naruto respiraba con dificultad, cubierto de sudor.

—¡Maldición! —gruñó, golpeando el suelo—. ¡No ha cambiado nada!

A su alrededor, los árboles y rocas estaban marcados con patrones en espiral, signo de su arduo entrenamiento.

Por otro lado...

Hinata estaba visiblemente agotada, se tambaleaba mientras intentaba mantenerse de pie.

Es increíble el número de intentos que pudo hacer Naruto...—

La ojiperla miró sus manos temblorosas, llenas de heridas. Apenas había podido hacer algunos intentos, gracias a su buen control de chakra.

Pero mis reservas son demasiado pequeñas... No tengo suficiente energía...— La chica medito un momento antes de entenderlo —Es está la razón... Por la que tampoco he logrado el kaiten...—

Ella recordó cuando hizo reventar la pelota...

Aunque lo había logrado primero que Naruto, y había demostrado mucho mejor nivel en manipulación de chakra... La realidad era la siguiente:

Si daba potencia perdía la capacidad de manipular forma

Si manipulaba la forma para hacer la esfera perfecta, perdía la potencia.

En la primera etapa del rasengan... Ya había logrado hacer la esfera, pero no era potente, era incapaz de romper la pelota con eso.

Durante la segunda, dejo de buscar hacer la forma desde el inicio y se enfoco en la velocidad y fuerza del chakra, al dejar de hacer la esfera...

Igualmente, eso le pasaba cuando intentaba el Kaiten...

Ya sabía cómo se hacía, los pasos y teoría detrás de ello... Pero, o hacía una nube de chakra deforme a su alrededor con fuerza, o hacía un domo muy frágil...

Llevaba intentándolo desde hace mucho, y llegaba a este mismo resultado...

El rasengan, pasaba por lo mismo...

Podía hacerlo perfectamente redondo, pero tan pronto golpeaba algo, el chakra se disipaba o dejaba daños superficiales en forma de círculo..

Y si se enfocaba en la potencia, salían como los de Naruto, un daño en forma de espiral grande pero superficial.

Tanto un escenario como el otro, eran malos...

...

Con pasos vacilantes y tambaleándose, Hinata llegó a una roca y se recostó contra ella, cubriéndose en la sombra mientras tomaba aire.

—¿Hinata? —preguntó Naruto, preocupado—. ¿Qué ocurre?

—No me queda chakra... Necesito reponerme —murmuró ella con voz cansada.

—Es cierto, te ves muy cansada. Debería llevarte a la posada.

—No te preocupes... Solo necesito descansar un poco.

—Está bien, pero luego iremos a la posada. Necesitas alimentarte.

—Está bien... —Hinata cerró los ojos lentamente.

Naruto miró alrededor.

—Lo mejor será darle un poco de agua, y cubrirla... No creo que sea bueno que duerma con tanto sol, pronto esa sombra será cubierta por su luz

El rubio se acercó a ella, cuidadosamente la ubico sobre su espalda, luego buscó un lugar más fresco y llevó a Hinata con cuidado...

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Minutos más tarde...

Tsunade seguía caminando, sus pensamientos estaban enredados.

Esos niños no lo lograrán. No es posible que lo hagan...—

Las palabras de Orochimaru, Jiraiya y su propia apuesta resonaban en su mente.

—¿Y si lo logran? Es el hijo del Yondaime, después de todo. Y esa niña...—

Sacudió la cabeza, frustrada.

Absurdo. Son solo un par de mocosos. Hijo de Minato o no, sigue siendo un niño estúpido...

Finalmente, llegó al lugar donde estaban entrenando. Su mirada se posó en Naruto, tirado en el suelo, agotado, mientras Hinata yacía inconsciente bajo la sombra de un pequeño arbol

Estúpido Jiraiya... ¿En qué pensabas?

Ella suspiro resignada antes de frotarse los ojos

—Talvez si fui muy infantil... ¿Apostar con unos mocosos?...

La rubia desvío la mirada en otra dirección mientras juntaba sus manos...

De cierta forma, no podía evitar ver a Nawaki y a Dan en Naruto... Su voluntad...

Pero aún mas, aunque era ironico, empezaba a verse a si misma en Hinata... Una versión suya de antes.

Talvez no tenía la misma personalidad, pero... Al final del dia, ambas eran "princesas" de sus respectivos clanes, claramente con vidas y circunstancias diferentes... Pero, lo que Hinata perseguía, lo que le gustaba y su dedicación a ello...

Incluso su convicción, era muy parecido a lo que ella sintió en algún tiempo

La rubia gruño antes de sacudir sus hombros

No somos iguales... Y el, no es como ellos...

Tsunade empezó a caminar de regreso al pueblo mientras su mente llegaba a una conclusión...

—pero... tal vez... Puedan ser mejores?

Está duda la hizo apretar los puños, las palabras de Orochimaru aún la perseguían...

Pero... En verdad valía la pena siquiera conciderarlo?

"Cuantos "Nawaki" o "Dan" o "Tsunade" etc... Mato en lo que para el solo fue un jueguito?"

Sin decir nada, ella simplemente siguió su camino...

Fin capitulo 42

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