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35 [Equipo 7 vs Gaara]

En eso, los tres escucharon un gruñido.

—Ustedes tres... ¿Qué significan los unos para los otros? —cuestionó Gaara, saliendo de la nube de polvo que había formado con el choque anterior.

—Ay no... —Temari hizo una expresión de horror al ver el aspecto de Gaara... Ahora todo su cuerpo, excepto las piernas, estaba cubierto de arena, formando lo que parecía un monstruoso mapache...

—Ese tipo... tiene alguna clase de monstruo en su interior... —pensó Naruto, frunciendo el ceño.

Era un tipo solitario que peleaba únicamente por sí mismo...

—¡Somos amigos! ¡No permitiremos que tú nos derrotes! ¡Cara de arena sin cejas, vamos a patearte el trasero! —exclamó Naruto, dando un paso al frente mientras hacía sellos manuales.

Sin más, Naruto estrelló su mano contra el piso.

—¡Kuchiyose no jutsu!

A la vista de todos, una pequeña nube de humo apareció... dejando ver a una pequeña rana naranja con un chaleco...

—¿Pero qué? Si solo eres un niño... Dame caramelos si quieres pedirme algún favor —declaró la ranita, a lo que Naruto sintió cómo una vena se le hinchaba en la frente.

Sasuke solo se palmó la cara, y Hinata no pudo evitar desviar la vista en otra dirección, como si fingiera que miraba hacia otro lado.

—¡AGH! ¡YO QUERÍA AL JEFE!... o al menos a Gamakaru para tirarle aceite... —pensó Naruto, desconcertado.

Sin embargo... no era buen momento para distraerse con estupideces...

Gaara empezó a lanzar decenas de proyectiles de arena, mientras que Naruto agarraba a la rana y la cubría con su cuerpo. Por otro lado, Hinata y Sasuke se apresuraron a esquivar, mientras tiraban de la chaqueta de Naruto, logrando sacarlo del alcance de la técnica.

—Sasuke tenía razón... ¡Necesitamos un plan rápido! —pensó Hinata mientras comenzaba a analizar su entorno.

La Hyuga rápidamente activó su barrera sensorial para visualizar cuidadosamente...

Tomó aire mientras empezaba a pensar...

Enemigo: Gaara

Ventajas:

Gran fuerza física

Velocidad

Brazos y cola gigantes

Defensa suprema de arena

Ataque a corto, largo y medio alcance

Cantidades de chakra monstruosas

Posibles debilidades:

Las piernas

Movimientos salvajes

Su tamaño

Equipo 7: Naruto, Sasuke, Hinata

Ventajas:

Número

Buen trabajo en equipo

Jutsus variados, entre largo y corto alcance

Sharingan (Sasuke)

Excelente manejo de armas (Sasuke)

Chakra (Naruto)

Desventajas:

Estamos cansados y al límite

Estoy ciega...

Individualmente, cada uno somos más débiles que él.

...

Hinata aterrizó en un árbol mientras comenzaba a formular un plan...

—Tal vez... Podríamos atacar un punto ciego, combinando nuestras técnicas en una de alto calibre... Por otro lado, sus piernas pueden ser su punto débil... o podríamos... —Hinata rápidamente miró a sus compañeros.

—¡Chicos! ¡Tengo un plan! —exclamó ella. En ese momento, Gaara los miró antes de tomar aire.

Todos se cubrieron tan pronto como Gaara disparó una potente ráfaga de aire sobre ellos...

Los tres lograron esconderse detrás de un árbol mientras respiraban con dificultad.

—Vaya, niños... Son débiles —comentó la rana en los brazos de Naruto.

—¡Calla! ¡Shh! —exclamó Naruto en un susurro, tapándole la boca.

Incluso Naruto sabía que debían guardar silencio; cualquier momento en el que Gaara no supiera su ubicación era valioso...

Tal y como en la prueba de supervivencia de Kakashi... Saber ocultarse y evaluar la situación podía salvarles la vida.

Hinata tomó aire antes de suspirar.

—Naruto... Necesito que lo distraigas algunos segundos... con tus clones... ¿Puedes hacerlo? —preguntó ella, a lo cual Naruto suspiró antes de colocar a Gamakichi en la rama del árbol.

—No tengo mucha energía ahora, no podré hacer muchos clones sin concentrarme demasiado... Pero cuenta conmigo. Lo voy a distraer, voy a darle una paliza a ese idiota —declaró Naruto, tronando sus dedos.

—Pero, Naruto... ¡No puedes pelear tú solo contra él! Mejor pienso en otra distracción... —Hinata mostraba preocupación, pero el Uzumaki solo rió.

—No hay tiempo, no podemos quedarnos mucho tiempo quietos aquí —declaró Naruto mientras tomaba un kunai—. Además, solo serán unos momentos. ¡Confío en ustedes!

—¡Espera, idiota! —exclamó Sasuke al notar cómo Naruto se preparaba para correr...

Sin embargo, fueron interrumpidos cuando Gaara destrozó el árbol donde se escondían de un solo golpe. Seguido a eso, disparó una gran cantidad de shurikens de arena...

Sasuke salió volando por los aires hasta aterrizar en otro árbol. Por otro lado, Hinata apenas pudo reaccionar, siendo lanzada contra un tronco. Se golpeó la espalda, escupió sangre y cayó, agotada.

—¡MUERE! —exclamó Gaara, lanzando una gran cantidad de proyectiles de arena en dirección a ella.

—Maldición... Bajé la guardia... —pensó Hinata mientras sentía cómo las balas de arena se acercaban... No le daban tiempo de protegerse.

Naruto se apresuró para colocarse en medio, cubriendo su cuerpo de chakra... La membrana de chakra.

—¡NARUTO! ¡HINATA! —exclamó Sasuke desde su posición, mientras una gran nube de polvo se levantaba.

Una vez se disipó, se podía ver cómo Naruto estaba cubierto de rasguños y heridas, mirando fijamente a Gaara. Ahora, Naruto tenía sus ojos de color rojo con pupilas alargadas.

—Esos ojos... —pensó Gaara al verlo.

—¡Oye, idiota! ¡Yo seré tu oponente! —exclamó Naruto antes de hacer un sello manual.

Cinco clones aparecieron en escena, lanzándose a atacar junto al verdadero...

Hinata frunció el ceño...

—N-Naruto... Me protegió con su cuerpo... Fue herido... ¡Y aún pretende ser la distracción! —pensó Hinata, aterrada.

Naruto apretó la mandíbula mientras se acercaba a Gaara, quien lanzó un zarpazo con una de sus garras. El Jinchuriki se apresuró a saltar para esquivar, mientras sus clones atacaban a Gaara desde los lados.

Gaara gruñó antes de disparar una potente ráfaga de viento por la boca, destruyendo a los clones y haciendo que el verdadero Naruto retrocediera.

—¡Siento que mi cuerpo arde! —pensó Naruto antes de aterrizar en una rama y saltar para impulsarse—. Ese tipo... No sabe muchas cosas... Lo sé, hay algo en él como en mí... No quiero dejar que me derrote... Eso significaría... ¡Que ellos serían atacados!

Sasuke también estaba sorprendido... De un segundo al otro, incluso con sus heridas, Naruto se estaba moviendo muy hábilmente...

Hinata se apresuró a ir por Sasuke, para así llevar a cabo su plan.

Gaara empezó a disparar decenas de proyectiles de arena directo a Naruto, quien simplemente creó varios clones frente a él, usándolos como escudo, mientras tomaba otra ruta...

Finalmente, otro clon agarró a Naruto y lo lanzó directo a Gaara, logrando darle una patada en la cara.

El Jinchuriki de la arena retrocedió ante aquel golpe, antes de lanzar un coletazo al rubio, quien lo recibió de lleno y salió disparado entre los árboles...

—¡No pienso perder! —pensó Naruto mientras lograba agarrarse de una rama para después tomar impulso y volver.

—¡ERES MUY OBSTINADO! ¿DE DÓNDE SALIÓ TODA ESA FUERZA? —exclamó Gaara.

Pero Naruto ya se había movido con gran velocidad hasta ponerse enfrente.

Gaara estaba a punto de lanzar una ráfaga de viento con balas de arena... Sin embargo, el Jinchuriki del Kyubi creó un clon en el aire para usarlo como soporte y saltar por encima de su cabeza.

Gaara disparó, sin golpear a nadie... Naruto logró colocarse detrás, para después crear otro clon y usarlo como soporte...

—¡AHORA! DIRECTO DE LAS ENSEÑANZAS DE KAKASHI SENSEI... ¡JUTSU SECRETO DE KONOHA... MIL AÑOS DE MUERTE!

Para sorpresa de todos... Naruto le había clavado los dedos en el trasero a Gaara, dejándolos con la mirada en blanco.

—Ese idiota... —pensó Pakkun, recordando a Kakashi...

—Qué vergonzoso... —declaró Gamakichi, quien se había ocultado en los arbustos.

Sasuke solo sintió un pequeño tic en el ojo mientras seguía a Hinata en su plan... La mencionada, no tuvo ninguna reaccion... Ella podía sentirlo con su barrera...

Gaara golpeó a Naruto, lanzándolo en otra dirección, donde fue atrapado por Hinata. Ambos chocaron contra un árbol, sin percatarse de que ahora Gaara tenía un kunai clavado en la parte baja de la cola, lo cual resultó en una gran explosión.

—¡GAARA! —Temari estaba muy sorprendida...

Una vez el humo se disipó, se podía ver cómo el Jinchuriki de la arena estaba bastante dañado en su coraza monstruosa; la forma de mapache estaba deshecha por la explosión.

—¡Ahora, Sasuke! ¡Naruto ha abierto una oportunidad invaluable! —exclamó la Hyuga.

Sasuke no se hizo esperar antes de lanzarse para darle una patada en el rostro a Gaara, logrando lanzarlo por los aires...

Ante aquello, Hinata tiró de algunos hilos...

Mientras Naruto peleaba, Hinata había aprovechado para hacer que Sasuke usara su gran habilidad con armas para crear una red... Una red de alambres y kunai...

Estos estaban entrelazados alrededor de los árboles. Con la velocidad de Sasuke y su habilidad, lo habían logrado sin tardar demasiado... Además, habían colocado papeles explosivos.

Ahora, Gaara había perdido peso y su ataque era menor debido a la pérdida de las garras de arena, siendo golpeado fácilmente por la velocidad de Sasuke, con suficiente fuerza para lanzarlo hacia los alambres...

Hinata los tensó.

Naruto levantó la cabeza con una sonrisa... Los tres fueron testigos de cómo Gaara estaba siendo enredado con una gran cantidad de hilos y explosivos.

—¡Esos tres!... ¿Se han coordinado para hacer un ataque tan peligroso? —pensó Temari.

La idea original era distraer a Gaara con un número gigantesco de clones de Naruto, permitiendo que los tres armaran la trampa... Pero, Naruto no estaba en condiciones para hacer tantos clones, por lo que decidió confiar en sus compañeros mientras él mismo hacía de distracción...

A pesar de estar débil, la idea de perder y dejar a sus compañeros a merced de Gaara hacía que Naruto sacara fuerzas incluso en ese estado...

Una gran explosión se desató, dejando un enorme cráter en el suelo del bosque y provocando que los árboles se tambalearan.

—¡Mierda! ¡Mierda! ¡Gaara! —exclamó Temari, muy preocupada pero manteniendo la distancia.

Naruto suspiró antes de sentarse en la rama; estaba cubierto de heridas y sangrando por la boca. Probablemente se había fracturado una costilla por el golpe de Gaara.

—Mierda... Me duele todo, pero aun así... Mi cuerpo insistía en seguirse moviendo... —Naruto miró al cráter mientras su mirada se transformaba en una de pena—. Ese tipo... Probablemente nunca haya tenido a alguien que lo haya salvado de la soledad... Por eso es así...

Naruto solo pudo pensar en algo en ese momento...

"Cuando luchas por proteger a quienes quieres, es cuando te haces realmente fuerte."

Un pensamiento intrusivo llegó a la mente del rubio, recordando aquella noche en la que robó el pergamino del Segundo Hokage... Esa noche en la que conectó con Iruka.

Si esa noche jamás hubiera ocurrido... más allá de que probablemente no sería un ninja, ¿habría sido igual que Gaara?

Naruto se sentía extraño al preguntarse eso...

...

—¡¿Por qué!?... ¿Por qué se oponen a mí?... ¡¿POR QUÉ SON TAN UNIDOS Y FUERTES?! —exclamó una voz.

Los tres genin se paralizaron al oír aquello...

En el cráter se podía ver cómo Gaara se había vuelto a levantar. Apenas quedaba parte de su coraza de arena; una parte de su rostro se veía con una mirada penetrante y llena de odio. Su aura era macabra, estaba furioso...

Temari al instante se alejó lo más que pudo, sin que Gaara le prestara la menor atención... Ahora, su objetivo era el Equipo 7.

—¡Ustedes... Voy a destruirlos a los tres para reafirmar mi existencia! ¡Demostraré que soy más fuerte que ese vínculo que presumen!

El primer explosivo de Naruto había sido eficaz porque la defensa de Gaara estaba más baja en ese momento... Pero, para las explosiones del plan de Hinata, la arena se había reforzado aún más para protegerlo, incluso sus piernas.

—¡LOS MATARÉ! ¡AAAH! —A la vista de todos, una enorme cantidad de arena salió desde el suelo, formando una gigantesca figura y rodeando a Gaara.

—¡¿Pero qué demonios es eso?! —exclamó Sasuke, colocándose junto a sus compañeros...

—¿Es ese el monstruo en su interior?... —pensó Naruto, aterrado al verlo.

Hinata no podía verlo... pero en el aire se olía a sangre. Además, la criatura era tan grande que su barrera de detección apenas cubría una parte de su cuerpo.

Era un coloso...

La criatura levantó su mano en dirección a ellos.

—Los mataré uno por uno frente a los demás... Empezando por el idiota —declaró Gaara.

Los tres sintieron cómo sus pies estaban siendo rodeados por arena, inmovilizándolos.

—¡Agh! ¿Qué demonios? —pensó Naruto mientras la arena comenzaba a subir por su cuerpo para rodearlo.

En este punto, ya estaba totalmente en su límite... Pelear ahora era algo imposible; ya había dado todo físicamente... Aún tenía chakra, pero sus músculos, sus huesos, incluso su mente ya no estaban en las mejores condiciones.

—Esto es demasiado... Kakashi nos encomendó una misión muy peligrosa —analizó Pakkun desde su escondite.

—¡Mierda! —Sasuke se sentía impotente. Aunque lograra evitar la arena, ahora ni siquiera el Chidori funcionaría contra ese monstruo...

Hinata estaba impactada... Su plan había hecho poco, y Gaara se había vuelto aún más peligroso. Sin mencionar que, por su culpa, Naruto se había llevado a límites indebidos... Ahora, ni siquiera podía imaginar una forma de vencer a su oponente.

—¡Ataúd de arena! —La mano del monstruo se cerró mientras Naruto untaba su dedo en sangre...

—Solo una vez más... No falles ahora... Naruto... solo una vez más... chakra... solo eso —se dijo a sí mismo.

Hubo una gran explosión de humo, donde una figura imponente se hizo presente.

—¿Uh?! —Gaara observó sorprendido a quien tenía en frente...

Era el gran sapo Gamabunta.

—¡Es increíble! ¿Invocó algo tan grande en esas condiciones? —analizó Pakkun.

Sasuke y Hinata estaban sorprendidos... Ahora los dos estaban sobre la cabeza del sapo, mientras Naruto estaba tirado de espaldas, respirando con dificultad.

Apenas había logrado la invocación.

—¿Otra vez tú? ¿Qué quieres? ¿Y quién demonios te dio permiso de poner más mocosos sobre mi cabeza? —exclamó Gamabunta.

—Naruto... Estás dando todo de ti aquí... Ha peleado mucho hoy, y aun así, ¡puede invocar al gran Gamabunta! —pensó Hinata, impactada...

Ella sabía la razón de esto; Naruto lo hacía para protegerlos... Por eso tenía toda esa fuerza que lo hacía capaz de ignorar por completo el dolor y la fatiga, luchando cada vez con más ferocidad.

—Mmm... Ese es... Shukaku de la arena, si no mal recuerdo —comentó Gamabunta, fijando su mirada en el monstruo que tenía en frente.

Sasuke permaneció en silencio, sin saber qué podía hacer ahora... Una pelea de esta escala no era para cualquiera.

La única razón por la que él o Hinata seguían ahí era gracias a Naruto.

—¡JEFE! ¡NECESITO SU AYUDA! ¿Cuento con usted? —exclamó Naruto, apenas consciente.

El sapo gruñó, pero finalmente se fijó en el estado de su invocador... La situación para la que había sido invocado no era un chiste; Naruto realmente lo necesitaba.

El gran sapo meditó un momento, pero fue interrumpido.

—Vamos, papi, no seas malo —dijo una voz en su cabeza. Era la rana que había invocado Naruto previamente, ahora estaba a un lado de Naruto, llamando la atención de todos.

—¿¡Qué haces aquí, Gamakichi!?

—Pues me cansé de jugar y salí un rato a pasear, y ese tipo de allá me estuvo molestando. ¡Si no fuera por estos chicos, tal vez no estaría vivo! Este muchachito rubio es muy valiente...

—¿¡Qué?! ¿Eso es cierto?

—Sí, papi —concluyó Gamakichi.

—Bien, chicos, pensándolo bien, el niño ya es mi secuaz. Les mostraré cómo protejo a mi familia —concluyó Gamabunta, desenfundando su arma.

Naruto solo sonrió desde su posición...

—¿Son padre e hijo? Algo de suerte, supongo... —el rubio ya no podía ni moverse; lo que siguiera caía en manos de sus compañeros.

—Por supuesto... Será mejor que te agarres con fuerza; veo que estás herido, pero no por eso me voy a contener— Declaró el gran sapo.

Hinata y Sasuke asintieron, sabían que debían ser de apoyo y cuidar de Naruto mientras estuviera en ese estado.

—¡Es hora de pagar, demonio! —exclamó el jefe, mientras Gaara lo observaba.

Gamabunta embistió con gran fuerza al Shukaku; de un solo tajo con su arma, logró rebanarle un brazo. Sin embargo, en el proceso, fue forzado a saltar para poder cortar, y terminó soltando su tantō.

—¡Es muy duro de cortar! —pensó el gran sapo antes de aterrizar en el bosque, derribando varios árboles en el proceso, mientras su arma se clavaba en otra zona del bosque.

—Es increíble... —pensó Sasuke, aferrándose a la cabeza del sapo con su chakra.

Hinata se había agachado para aferrarse de la misma forma, mientras sostenía a Naruto.

La única preocupación en esos movimientos era Pakkun, a quien podrían terminar aplastando si hacían un movimiento brusco... No obstante, el perro era muy veloz y ya había salido de la zona peligrosa.

—¡Esto es divertido! ¡Eres divertido, NARUTO UZUMAKI! —exclamó Gaara, casi riendo, mientras en lo alto de la cabeza del Shukaku, salía la mitad de su cuerpo.

—Así que es el médium, ¿cierto? —comentó Gamabunta al ver a Gaara.

—¡MIERDA, GAARA VA A LIBERARLO POR COMPLETO! —Temari, desde su posición, lo vio y decidió escapar usando toda su velocidad.

—Por mantenerme entretenido un rato, te mostraré el verdadero poder del demonio de la arena... —declaró Gaara, mientras hacía un sello manual.

—Ese médium muestra síntomas de insomnio por culpa del biju... Mira sus ojeras —observó el jefe sapo.

—¿Insomnio? —preguntó Hinata.

—Aquellos poseídos por el Shukaku no tienen noches de sueño tranquilas. Es por el terror: si duermen, su personalidad es devorada por Shukaku hasta desaparecer. Por esto, sus médium no suelen dormir y suelen ser inestables. Pero mientras está despierto, los poderes de Shukaku están controlados —explicó el gran sapo.

El equipo 7 se quedó en silencio ante aquella explicación; ahora todo tenía más sentido...

—Pero si el médium queda dormido en medio de la transformación...

En ese momento, Gaara se durmió profundamente, quedando colgado en la cabeza del Shukaku, mientras los ojos del monstruo se iluminaban.

—¡AL FIN SOY LIBRE! ¡Y HAY ALGUIEN A QUIEN QUIERO MATAR! ¡JAJAJA! —exclamó el biju, extasiado. Luego de eso, Gaara fue cubierto por una gruesa capa de arena.

—Lo hizo... —concluyó Gamabunta—. Ahora, el espíritu es completamente libre.

El Shukaku no esperó nada y expulsó una poderosa bala de viento contra Gamabunta, quien saltó para esquivarla.

El gran sapo, ahora en el aire, disparó balas de agua contra el demonio, pero este disparó más balas de aire que chocaron con las de agua. Una de ellas logró golpear al gran sapo, que cayó, creando una gran nube de polvo.

El equipo 7 se estremeció ante el impacto... Gamabunta apenas había logrado soportar un golpe como ese; los jutsus del Shukaku tenían cantidades monstruosas de chakra.

—Eso dolió... Ni siquiera yo podré aguantar tantos golpes como esos... Debemos derrotarlo rápido o se pondrá peligroso. Ese no fue ni de lejos su mejor jutsu —concluyó el jefe sapo, mientras los genin se mostraban impactados.

Aquella bala casi los tumbó de la cabeza y había dejado muy herido al gran jefe. ¿¡Qué clase de técnicas más poderosas podría tener!?

—¿Qué podemos hacer? —cuestionó Hinata; necesitaban un plan rápido...

—Por ahora, lo mejor es despertar al médium; eso anulará su transformación —contestó el anfibio.

En eso, Shukaku continuó su ataque de balas de aire, y Gamabunta se vio obligado a usar su agilidad para moverse por el bosque, esquivando cada bombazo.

—¿¡Cómo podemos lograrlo!? —preguntó Sasuke, frunciendo el ceño y aferrándose con fuerza a la cabeza del jefe.

Gaara estaba cubierto por una coraza de arena... Shukaku estaba protegiendo su punto débil.

—Nos acercaremos a ese demonio; debemos retenerlo y despertar al médium... Tendrá que ser con un buen golpe, ya que no lleva mucho dormido, no se necesita la gran cosa —declaró Gamabunta.

Sasuke gruñó... Aunque era cierto que no necesitaban mucha fuerza para despertarlo, estaban en aprietos; no había forma de atravesar esa arena con simples puños... Sin mencionar que debían conocer la ubicación precisa de Gaara para que esto fuera efectivo.

Gamabunta finalmente aterrizó en otra zona, mientras miraba fijamente al Shukaku, quien solo reía.

En ese momento, Hinata se puso en pie, contemplando la situación...

—Hinata... —comentó Sasuke, algo sorprendido; había un cambio de aura en la Hyuga.

Naruto también la miró con sorpresa mientras ella se llevaba la mano a la venda de sus ojos, comenzando a bajarla...

Dejando ver sus ojos cerrados...

—Ya han pasado algunas horas desde que el sello se rompió... La verdad es que aún me cuesta mucho ver a largas distancias o en combate, pero ya puedo ver lo suficiente —concluyó, finalmente abriendo sus ojos, dejando ver que estaban totalmente perlados y con las venas remarcadas a su alrededor.

—¿Eh!? ¡Tu vista! ¿Cuándo...? —Sasuke y Naruto estaban sorprendidos.

Hinata sonrió antes de volverse hacia ellos.

—Al final... Mi padre no era tan malo —fue todo lo que dijo mientras miraba al frente—. Con el Byakugan activo... Apenas puedo ver unos 40 metros con nitidez... Más allá es muy borroso, pero eso bastará. Si nos acercamos lo suficiente, podré determinar la ubicación exacta de Gaara.

Naruto solo rió.

—¿Te estabas guardando eso para después? Vaya, Hinata, sí que eres oportuna... —declaró el Jinchuriki.

Hinata solo sonrió levemente... La realidad, aunque lo ocultaba, es que en ese momento le estaba causando algo de dolor usar el Byakugan; era cosa de la atrofia...

Sea lo que fuera que fueran a hacer, debían ser rápidos. Probablemente solo tendrían oportunidad para un golpe, ya que no se sentía capaz de mantener el Byakugan activo por mucho tiempo.

Sasuke cerró los ojos, pensando en un plan rápido... Sabía que solo existía una forma de atravesar esa arena, al menos la única que él conocía.

—Hinata, vamos a apostarlo todo. Ponte junto a mí, vamos a hacer un jutsu en combinación... —declaró Sasuke, mientras sostenía a Naruto.

Por su lado, Gamabunta dejó escapar algo de humo de su cigarrillo.

—Parece que ya resolvieron cómo acertar el golpe... Pero recuerden, soy un sapo; no tengo ni garras ni colmillos para agarrarlo. Alguno debe usar el Henge no Jutsu para transformarme en algo con garras y colmillos... No se preocupen por el chakra; yo pondré el mío para la transformación —continuó el jefe sapo.

Gamabunta finalmente sonrió mientras se preparaba.

—¡Espero que estén listos! ¡Agárrense fuerte! —exclamó antes de comenzar la embestida contra Shukaku.

Hinata fue quien rápidamente se posicionó para ejecutar el Henge. Con su control del chakra y siendo la menos agotada en términos de heridas abiertas y desgaste de chakra, además del efecto de la píldora de soldado que le ayudaba como analgésico contra las heridas que le dejó Neji, aún podía mantenerse en pie.

—¡Garras y colmillos!... —pensó Hinata, cerrando los ojos...

En ese punto, solo había podido pensar en una cosa mientras Gamabunta esquivaba los ataques de Shukaku...

Todo este tiempo, Hinata había estado pensando en Haku... En la misión de las olas... El significado de la fuerza y de proteger a otros... Y solo había un momento donde había visto algo con garras y colmillos.

El jefe sapo desapareció en una nube de humo y, en su lugar, apareció un enorme zorro. Rápidamente saltó para agarrar al demonio con sus colmillos y garras.

Tras agarrarlo con fuerza, la transformación se deshizo.

—¡Ahora, Hinata! —exclamó Sasuke, colocándose junto a ella.

Sasuke extendió su mano, formando un medio sello y entrelazándola con la mano de Hinata. La Hyuga se apresuró a seguirle la corriente...

Ambos comenzaron una cadena de sellos rápidos y, finalmente, un sonido familiar como de mil aves empezó a retumbar... Una poderosa corriente electrica se había formado en la mano de Hinata...

Sasuke ya lo sabía... Hinata era afin al rayo, ejecutar un chidori en duo, no sería difícil mientras el ayudaba a moldear y poner la mitad de chakra, y Hinata ponía lo demás..

—Es increíble... —pensó Hinata mientras sentía el poder del Chidori en la palma de su mano.

Sasuke se apresuró a agarrar a Hinata de un brazo mientras tomaba impulso.

—¡ESTA VA POR LOS TRES! ¡CONFIAMOS EN TI! —exclamó el Uchiha, mientras que Naruto continuó.

—¡Ve por él, Hinata! —

La ojiperla se preparó, entendiendo lo que seguía...

En ese momento, los tres sentían una completa conexión... Podían entender lo que los otros dos pensaban. La mayor parte del plan no había requerido hablar para entender a dónde debían llegar.

Sasuke usó todas sus fuerzas para girar y finalmente lanzar a Hinata por los aires en dirección a la corteza donde estaba Gaara, oculto en la cabeza del monstruo...

Hinata tomó aire mientras enfocaba su Byakugan, atravesando la arena con la mirada...

—¡Gracias, chicos! ¡Sin ustedes... jamás habría sido lo que soy ahora! ¡Llevaré sus esfuerzos juntos para ganar! —preparó el Chidori mientras aterrizaba en la cabeza. Finalmente, empezó a correr a toda velocidad, evitando que la arena la detuviera...

—¡Hazlo ahora! —exclamó Gamabunta.

Hinata finalmente llegó a Gaara con su Chidori listo, y sin pensarlo dos veces, lanzó su ataque...

—¡ESTE ES EL CHIDORI DEL EQUIPO 7! ¡DESPIERTA!

El golpe de la ojiperla comenzó a perforar la arena a gran velocidad, hasta que finalmente logró llegar a Gaara, golpeando su pecho...

Gaara despertó bruscamente mientras la corteza de arena desaparecía, dejando ver que tenía una herida no muy profunda en el pecho, pero lo suficientemente dolorosa como para hacerlo despertar.

—¡MIERDA! ¡La técnica se está cancelando! ¡ACABO DE SALIR! ¡MIERDA! —La consciencia del Shukaku desapareció mientras sus ojos se volvían opacos.

Gaara solo gruñó mientras veía fijamente a Hinata.

—¿¡Cómo!? ¿¡Cómo es que ustedes pueden llevarme hasta acá!? —apuntó su mano hacia Hinata, quien intentó escapar, solo para ser cubierta de arena en las piernas—. ¡No me van a derrotar! ¡Te asesinaré y probaré mi existencia!—

—¡Maldición! —pensó ella, intentando soltarse, pero la arena empezaba a presionarla.

Sasuke y Naruto observaron desde la cabeza de Gamabunta.

—¡Sasuke! ¡Necesito que me arrojes a mí también! ¡Aún puedo dar un golpe! —exclamó Naruto.

Sasuke gruñó... No le gustaba la idea de que Naruto tuviera que hacer algo más en esas condiciones... Pero no podía dejarlo ahí, ni dejar a Hinata expuesta... La decisión fue rápida.

Sasuke agarró al rubio y lo arrojó directo a Gaara... Ahora que podía verlo, sabía justo a dónde apuntar, a diferencia del lanzamiento anterior.

—¡AH! ¡Oye, estúpido! ¡Te presento mi nueva técnica! —exclamó Naruto, quien iba como una bala directo a Gaara.

Gaara solo levantó la mirada para verlo... Iba muy rápido; él estaba distraído con Hinata... Ya era tarde para hacer algo.

—¡CABEZASO NO JUTSU! —exclamó Naruto, dándole un fuerte cabezazo en la frente al pelirrojo.

Sasuke y Hinata solo vieron con incredulidad cómo los ojos de Gaara se ponían en blanco... El Shukaku entero empezó a agrietarse y a tener un aspecto totalmente opaco...

A la vista de los tres, comenzó a derrumbarse en una cantidad gigantesca de arena.

—Funcionó... —pensó Sasuke, observando la derrota del monstruo.

—Estos tres... me han logrado impresionar. Un ruidoso cabeza hueca que pelea hasta el último aliento, acompañado de compañeros que lo apoyan incluso en la mayor de las tonterías... En fin, la pelea ha terminado y todos hemos gastado nuestro chakra —Gamabunta finalmente asintió con una sonrisa antes de mirar a Sasuke y hablar en voz alta—. Mocoso, será mejor que bajes. Gamakichi, nos vamos a casa.

—Sí, papi. —Sin más, ambas invocaciones desaparecieron en una nube de humo.

Sasuke saltó a un árbol, mientras que los dos Jinchurikis empezaban a caer al bosque. Gaara cayó contra el suelo, apenas logrando amortiguar su caída con la arena y algunas ramas... Y Naruto fue ayudado por Hinata, logrando aterrizar a unos metros de Gaara.

Ambos Jinchurikis tenían sangre en la cabeza debido al cabezazo.

—Estoy a mi límite; estoy vacío con todo esto... tú también, ¿verdad? —declaró Naruto mientras miraba a Gaara, quien permanecía tirado en el piso.

—Los dos somos patéticos...

—Hagamos de esto el final —declaró Naruto mientras usaba todas sus fuerzas para intentar ponerse en pie por su cuenta.

Hinata guardó silencio mientras contemplaba la interacción de ambos...

—¿¿Qué?! —Gaara se aterrorizó al ver cómo Naruto ahora caminaba directo a él...

Sin embargo, el rubio terminó por caer de cara al piso... Pero eso no lo detuvo, porque empezó a arrastrarse con ayuda de su barbilla hacia el pelirrojo...

—¡MI EXISTENCIA NO PUEDE TERMINAR! ¡NO DEBE TERMINAR! ¡ALEJATE! —Gaara respiraba pesado mientras su cuerpo ya no respondía... Una pregunta importante vino a él entonces: "¿Seré salvado?"

Naruto estaba haciendo todo para llegar a él, hasta que finalmente Hinata colocó su mano sobre su cabeza.

—Ya para, Naruto, él ya está derrotado... —declaró ella, intentando detenerlo. Sabía que era innecesario... Aun así, no podía evitar contemplar la situación con admiración—. Ni en su límite es capaz de rendirse...

—¡NO TE ACERQUES! —exclamó Gaara al ver que ni así Naruto se detenía.

Pero Naruto ya no lo hacía solo para pelear...

—Estar solo, estar incompleto... lo que debes sentir, yo, yo lo entiendo... —declaró el rubio mientras intentaba llegar a él.

Estas palabras dejaron impactado a Gaara; por su parte, Hinata se quedó en silencio...

—Pero por la gente que es preciada para mí, si tú intentas hacerles daño, y si intentas matarlos... yo te detendré —continuó Naruto, esforzándose por usar toda la fuerza de su barbilla.

—¿Qué...? ¿Por eso tenías tanta fuerza? ¿¡Has estado luchando por los demás hasta ahora?!—

—Porque ellos me rescataron de mi soledad. Ellos reconocieron mi existencia; por eso son lo más importante para mí... —concluyó el Jinchuriki del Kyubi.

Gaara solo quedó boquiabierto mientras bajaba la mirada; finalmente, solo pudo susurrar...

—Amor...

—Ya es suficiente, Naruto. Él ya no tiene chakra, ya no hay peligro —concluyó Hinata, con la intención de que Naruto diera por terminada la pelea.

—¿De veras? —Naruto solo rió antes de caer inconsciente, mientras que Hinata solo pudo sonreír antes de acariciar el cabello del Jinchuriki.

—Lo hiciste bien...

Sasuke llegó a la escena para contemplar la situación, suspirando aliviado... La captura de Gaara había sido un éxito. Y más importante, habían salido vivos...

No obstante...

—¿¡Eh!? —Tanto Hinata como Sasuke se pusieron en guardia cuando dos figuras aparecieron en escena.

Kankuro y Temari estaban listos para pelear...

—No dejaremos que se lo lleven... —declaró Temari con su abanico en mano.

—Mierda... —pensó Sasuke.

—¡Ya es suficiente, deténganse! —pidió Gaara mientras miraba al cielo...

Los hermanos de la arena se vieron extrañados por la petición.

—Un maestro; eso es lo que eres, Naruto Uzumaki... —pensó Gaara en silencio.

—Es la primera vez que lo veo exhausto —pensó Kankuro, acercándose para levantarlo con ayuda de Temari.

—¡Deténganse! ¡No dejaré que se vayan! —exclamó Sasuke—. Atacaron Konoha e hicieron mucho daño... ¡No pueden irse así como así!

Sasuke también estaba exhausto, ni hablar de Hinata, quien ya ni podía activar el Byakugan. Pero ambos sabían que Kankuro ya no tenía chakra para pelear, apenas estaba en pie y ni siquiera tenía a su títere.

La única que tenía esperanzas de pelear era Temari, quien también estaba algo herida por los golpes de Gaara... Pero, incluso en esas condiciones, donde era la que estaba en mejor estado, tenía las de perder...

No obstante, dos figuras aparecieron en la escena.

—Vaya... Si que me sorprenden...

Todos los genin se voltearon, solo para ver a Masashi, quien estaba junto a Kaori.

—Mierda... —Sasuke se tensó al verlos.

Habían sido encontrados, ya que Masashi había impregnado a los hermanos de la arena con un olor que sus criaturas podían seguir...

—Parece que han perdido... Está bien, es hora de marcharse —concluyó el jounin mientras les hacía una seña a los genin de la arena.

Kaori solo rió antes de mirar a los de Konoha.

—Lo hicieron bien, cuídense, niños... Una despedida de mi parte a Kaka-chan.

Ante la mirada atónita de Sasuke y Hinata, los ninjas de la arena se marcharon...

—Eso fue intenso... —declaró Sasuke, dejándose caer sentado en el suelo.

Hinata se dejó caer acostada en el piso mientras contemplaba el cielo... Le daba algo de nostalgia recuperar la vista después de todo...

...

—Temari, Kankuro... lo siento —dijo Gaara mientras era cargado por sus hermanos.

Ambos genin se impresionaron al escuchar la disculpa... Por su parte, los jounin solo se miraron entre sí por un segundo; era inusual.

—No es nada... —concluyó Kankuro con una sonrisa.

Kaori finalmente suspiró antes de mirar a Masashi, quien tenía el brazo herido y su ojo reventado, aunque parecía no importarle...

—Oye... Masashi —empezó ella.

El hombre solo levantó una ceja mientras la veía por el rabillo de su ojo sano.

—¿Sí?

Kaori solo rió antes de sacar un fajo de billetes...

—¿No quieres ir a beber un trago? —preguntó ella, a lo que él simplemente rió.

—Creí que nunca me lo preguntarías; después de todo, no bebes...

Ella suspiró antes de reír.

—Una vez al año no hace daño...

Masashi solo rió antes de contestar:

—Pero solo uno o dos... Creo que voy a dejar el alcohol también.

Fin capítulo 35

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