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33 [La dama de vidrio]

En Konoha, minutos atrás...

Se podía ver cómo Kakashi y Kaori estaban en el centro del coliseo, mirándose finalmente mientras que la mujer sostenía sus dos dagas de vidrio afiladas. Kakashi la miraba fijamente con su Sharingan.

-Bien... Debo buscar una apertura... Debo vencerla sin que me toque con sus vidrios. Hasta ahora solo ha usado dagas y proyectiles, son afilados pero no imposibles de esquivar -pensó Kakashi, sosteniendo un kunai, mientras que Kaori lo miraba con calma.

-Kaka-chan, dime una cosa, ¿ese niño del Kyubi... no sabe quién es su padre? -cuestionó la mujer.

-Ese no es asunto tuyo, creí que habías dicho que no te interesaba lo que hiciera Konoha -declaró el ninja copia, a lo que Kaori sonrió.

-Oh, descuida... Solo me gusta charlar. Pero francamente he desarrollado un interés en ese niño, puedo verlo... Es rechazado y odiado... Nadie sabe quién es realmente, solo ven al zorro -continuó la mujer-. Es triste ver cómo la ignorancia de la gente es tan poderosa y pensar que viven en una aldea ninja.

Kakashi permaneció en silencio, su mente alerta, aunque aquellas palabras resonaban más de lo que habría querido. ¿Qué buscaba realmente esta mujer? Su moralidad parecía dudosa, pero había algo en sus palabras que lo hacía cuestionar, si acaso por un momento, la situación de Naruto.

Antes de que pudiera responder, Kaori lanzó una gran cantidad de cristales afilados. Kakashi reaccionó al instante, esquivando cada uno de los proyectiles con movimientos precisos.

Finalmente, Kakashi tomó distancia antes de mirarla fijamente.

-No entiendo qué pretendes al hablar de este asunto... ¿Quieres sacar dinero con esta situación? -preguntó molesto el ninja copia.

-No, gracias, con tu cabeza tendré dinero de sobra. Fácilmente puedo vender este secreto del Kyubi a otros países si el niño sale vivo de esta, o podría capturarlo y venderlo... Tal vez algún país quiera comprar al Biju más poderoso... Pero no, gracias, no estoy a favor de esas ideas -declaró ella con calma-. De hecho, no estoy a favor de convertir niños en armas y objetos... Me sorprendió mucho ver que Minato hubiera hecho eso, nunca creí que fuera ese tipo de hombre.

Kakashi se vio muy confundido... Su enemiga parecía alguien de valores muy dudosos, pero en medio de ello tenía principios... Al mismo tiempo, le estaba haciendo dudar sobre la situación de Naruto. En parte, tenía razón.

Probablemente, tendría algún asunto personal por el que pensaba así...

No obstante, era el enemigo... Kakashi sabía muy bien que no tenía tiempo que perder intentando entenderla.

En ese momento, Kakashi tuvo que moverse con rapidez, esquivando una gran cantidad de vidrios afilados que salieron disparados en dirección a él por los movimientos de Kaori.

Kaori empezó un ataque consecutivo, lanzando decenas de ráfagas de cristales afilados, mientras que Kakashi se movía por toda la arena esquivando... Era obligado a moverse de un lado a otro sin parar.

Finalmente, uno de ellos logró darle en la pierna.

-¡UGH! -gruñó de dolor antes de que más cristales empezaran a darle, atravesando su pecho y provocando que sangrara.

No obstante, Kakashi desapareció en una nube de humo, dejando un tronco en su lugar.

-¿Sustitución, eh? -comentó Kaori apenas sorprendida.

En ese momento, los brazos de Kakashi salieron de la tierra, tomando los tobillos de Kaori. De un solo tirón la colocó bajo tierra hasta el cuello, mientras que Kakashi se colocó a un lado, preparando su kunai para atacarla.

-Dos pueden jugar a eso -comentó ella antes de desaparecer en una nube de humo, dejando en su lugar un tronco cubierto de papeles explosivos.

Kakashi reaccionó rápido; ya había previsto aquel movimiento con su sharingan, por lo que hizo algunos sellos para cubrirse con un muro de roca, evitando ser golpeado por la explosión.

Cuando la explosión se disipó, un pico de cristal surgió violentamente del suelo justo donde Kakashi estaba, obligándolo a saltar. El terreno comenzó a desmoronarse a su alrededor mientras Kaori, desde las sombras, atacaba sin piedad. Enormes picos de cristal atravesaban la arena, obligándolo a moverse de un lado a otro.

Kaori salió desde el suelo, mientras empezaba a ejecutar sellos manuales a gran velocidad.

-¡Estilo de fuego, Jutsu de las balas ígneas! -disparó una lluvia de proyectiles ardientes que abrasaron el aire.

Kakashi se cubrió tras una pared de cristal que Kaori había dejado atrás, solo para ver cómo el fuego derretía el vidrio con facilidad y se lanzaba hacia él. No tuvo más remedio que moverse rápidamente, esquivando las llamas que chisporroteaban peligrosamente cerca.

-Ya veo... Su estilo de fuego es muy potente... Debe serlo para poder fundir el vidrio con tanta facilidad... -pensó Kakashi sin despegar la mirada de la chica.

Tenía que analizar rápido... Descubrir un punto débil.

-Veamos... -Kakashi hizo un movimiento rápido, donde tomó un kunai y le añadió chakra de rayo, junto a un papel explosivo.

Sin más, lo arrojó a través del campo de batalla.

El kunai iba directo a Kaori, quien ni siquiera se inmutó... Una pequeña estructura de cristal salió de su cuerpo, cubriendo la zona de impacto.

Kakashi solo pudo ver cómo el proyectil chocaba contra la estructura, rebotando en el proceso... Ni siquiera le había hecho una fisura...

El papel explosivo estalló... Hubo un estruendo que estremeció el campo de batalla... No obstante, una vez que el humo se disipó, se pudo observar que el vidrio estaba intacto, apenas un poco sucio... Y la mujer apenas retrocedió algunos centímetros por la onda de choque.

-Ya entiendo... -pensó Kakashi tomando distancia.

Él observó levemente a las gradas... Los ninjas de Konoha estaban barriendo el suelo con los del Sonido... El problema eran los ninjas de la arena, que sí daban problemas...

Podía verlo, Kurenai estaba usando sus genjutsu para dejar fuera de combate grandes cantidades de enemigos del Sonido... Izumo, Kotetsu, Aoba... Muchos otros ninjas estaban acabando con el Sonido... Incluso con algunos de la arena, que no eran demasiados.

Hayate estaba teniendo un enfrentamiento con Baki... Casi es asesinado, no obstante otro compañero de Konoha fue en su auxilio...

Además, también podía verlo... Mientras eso pasaba, Sakura había estado despertando gente junto a los otros genin para empezar a sacarla...

Era obvio... Kaori ya se había dado cuenta, aun así, ni siquiera se había molestado en intentar intervenir, parecía más centrada en él.

Las cosas eran simples... A ella no le importaban... Ni los del Sonido ni los de la arena.

Kakashi volvió a analizar.

-Es una combatiente que basa su estilo en atacar a distancia y medio alcance... No obstante, cuando lo hace a corto alcance, se protege... Tiene una defensa aparentemente impenetrable -Kakashi la observó una vez más con su sharingan...

Empezó a formar un análisis detallado... Ella estaba reabsorbiendo el vidrio que la había protegido de la explosión...

-Cubre su cuerpo con una pequeña armadura de vidrio que es muy diferente al resto que usa para atacar... Es un vidrio flexible y capaz de adaptarse a sus movimientos... No obstante, no hace una armadura completa ya que le impediría moverse, solo la hace en las zonas que necesita proteger en ese momento... Tengo dos opciones... -pensó el ninja copia desde la distancia-. Busco un punto ciego... E intento atacar por ahí... O busco la forma más eficiente de romper su escudo... Teniendo en cuenta cómo van las cosas... Me es mejor lo segundo. Tengo prisa.

En eso, Kaori empezó a hablar...

-Kakashi, dime una cosa.

Ella se detuvo de generar vidrios y de lanzarle proyectiles... Además, lo había llamado por su nombre y sin usar ese habitual tono bromista, era más seria.

-¿Tú sabes quién era Romiru Sushiwara? -cuestionó ella.

Kakashi se vio confundido ante la pregunta... Pero decidió contestar, eso le daría tiempo de analizar.

-Nunca oí hablar de él -contestó con honestidad.

Kaori solo asintió... Esto antes de lanzar un proyectil de vidrio...

Kakashi lo esquivó por poco... No obstante, este explotó en el aire, liberando astillas y cristales más pequeños en todas direcciones, donde Kakashi apenas pudo activar una membrana de chakra para evitar que las heridas fueran muy profundas... Recibiendo pequeñas cortadas por varias partes de su cuerpo.

Kaori sonrió antes de continuar...

-Lo esperaba. Romiru no era un tipo famoso, pero bueno, solo lo conozco porque era mi padre, y adivina quién lo mató -continuó ella.

Kakashi entendió rápido a dónde iba la conversación.

-Fue tu padre, Sakumo Hatake. Lo asesinó hace algunos años durante la segunda guerra ninja -declaró ella con una sonrisa antes de desaparecer en un borrón de velocidad.

El ninja copia se vio sorprendido ante aquella revelación... Pero lo que más le perturbaba es que ella parecía verlo como algo gracioso.

En ese momento, ella apareció a su lado, tratando de usar sus cuchillas para atacarlo; sin embargo, Kakashi estaba alerta, esquivando cada corte tan rápido como podía, incluso esquivando la hoja invisible de viento afilado.

Finalmente, Kaori lanzó una patada al estómago, donde Kakashi usó su antebrazo para bloquear... Él salió volando algunos metros antes de aterrizar en el suelo.

-Desde ese día admiré mucho a Sakumo, jajaja... El gran colmillo blanco de Konoha -declaró ella-. Y más cuando supe lo de su sacrificio... En definitiva, falló como ninja, pero demostró ser diferente al resto... Admiro mucho eso, ¿sabes? Ver que aunque todos los ninjas somos iguales... hay excepciones, esos se ganan mi respeto.

Finalmente, ella se encogió de hombros.

-Por otro lado, Romiru... el tipo era un idiota, y pensar que tu padre probablemente lo mató sin saber quién era, es cuanto menos gracioso, ¿sabes?

Kakashi permaneció en silencio... Esta situación era algo pesada de entender.

-Y tú, eres un tipo fuerte, Kaka-chan, pero eres igual que yo y el resto de los ninjas. Esperaba que fueras más como tu padre, un ninja singular. Eres incluso así con el hijo de tu maestro, sigues un protocolo con él y su estado de Jinchuriki... Aunque te pareces, no eres como tu padre... Pocos ninjas pueden aspirar a ser como él, y me incluyo entre los que solo pueden soñar -agregó Kaori.

Kakashi guardó silencio... No estaba pensando siquiera en responderle. Pero mucho de lo que estaba diciendo podía ser verdad, y resultaba molesto... Él frunció el ceño; nunca le gustó hablar de este tema.

-Kaka-chan... Tú elegiste a tu país y el protocolo por encima de tu alumno -declaró ella, mostrando algo más de frialdad-. Definitivamente, nos parecemos... Eso solo me da más ganas de derrotarte y vender tu cabeza.

Kakashi bajó la mirada un momento mientras apretaba el agarre de su empuñadura...

Su tiempo en ANBU era la clara representación de lo que hablaba Kaori.

Durante mucho tiempo... Vivió aferrándose a las reglas del mundo ninja... Sobre todo después de que su padre se suicidara al caer en la deshonra por no cumplir una misión, y preferir a sus compañeros.

Kaori probablemente sabía esas cosas... ¿Pero por qué se lo decía? ¿Tenía alguna intención de desequilibrar su psique para ganar ventaja en la pelea?

No... Más bien, parecía que ella estaba buscando justificar sus propias acciones... Tal vez sentirse mejor respecto a sus propias acciones y su razón de actuar.

Tal vez sí se parecían mucho después de todo... No obstante, Kakashi sabía muy bien las diferencias entre ambos, y por qué él nunca sería como ella.

Finalmente decidió contestar con sequedad:

-En el mundo ninja, aquellos que rompen las reglas son escoria... Pero aquellos que abandonan a sus compañeros son peores que eso.

Kaori frunció el ceño, confundida por la respuesta.

Kakashi no necesitaba explicarle más. Naruto no era solo un arma para él, ni una herramienta; ella no sabía y no era quien para opinar. Si había ocultado la verdad, era por el bien del chico, no por las reglas. Kaori no podía entender eso.

De repente, Kaori miró hacia las gradas, observando cómo sus compañeros de Suna y el Sonido eran abatidos uno tras otro.

Kakashi, con esa única frase, la había desarmado argumentalmente. Kaori comprendió lo que él insinuaba: mientras ella criticaba su lealtad al sistema, estaba dejando a sus propios compañeros atrás sin remordimientos.

Kaori soltó una carcajada amarga, comprendiendo lo irónico de su situación.

Kakashi frunció el ceño cuando el aire alrededor de Kaori comenzó a vibrar.

-Esos no son mis compañeros ni amigos, ellos son solo elementos de mi país... Kaka-chan, no confundas las cosas. Solo respeto a una persona, y no está aquí -dijo Kaori, con una frialdad que cortaba el ambiente.

Antes de que Kakashi pudiera analizar sus palabras, ella juntó las manos en un sello rápido.

-Voy a terminar con esto de una vez. ¡Jutsu de vidrio: Reino de Cristal!

El suelo bajo los pies de Kakashi tembló.

Una onda de energía se expandió desde el centro de la arena. Kakashi se lanzó hacia atrás instintivamente, buscando escapar, pero fue demasiado tarde. A su alrededor, enormes cristales comenzaron a brotar del suelo con una velocidad aterradora. En cuestión de segundos, una cúpula transparente y brillante comenzó a formarse, rodeándolo por completo.

El sonido del cristal creciendo era ensordecedor, como un eco que resonaba en el aire. Kakashi trató de moverse, buscando una salida, pero los picos de cristal afilados lo seguían, surgiendo a su paso y bloqueando su camino.

-Maldición... -murmuró, observando cómo la cúpula de vidrio se cerraba a su alrededor. Era como estar atrapado en una prisión brillante y mortal. Los reflejos del sol sobre el cristal cegaban momentáneamente su visión, haciéndole difícil encontrar una estrategia rápida.

Desde las gradas, Kurenai observaba con horror cómo la estructura tomaba forma.

-¡¿Pero qué demonios es eso?! -exclamó, viendo cómo la cúpula se erguía, envolviendo a Kakashi y a Kaori en su interior.

Intentó acercarse, pero la superficie del cristal era tan dura que sus ataques no parecían tener ningún efecto. Otros Jōnin también intentaron intervenir, lanzando kunai y jutsus contra la cúpula, pero el cristal lo resistía todo, como si fuera una barrera impenetrable.

Kakashi, dentro, apretó los dientes.

La cúpula ya estaba completamente cerrada, y ahora los cristales comenzaban a moverse por dentro, creciendo, fusionándose y extendiéndose con una precisión casi quirúrgica. Eran como serpientes de vidrio, buscando cualquier oportunidad para atrapar a su presa.

-Este jutsu... está diseñado para atraparme y aplastarme lentamente -pensó Kakashi, evaluando la situación con rapidez. Su Sharingan brilló, pero incluso con su ojo copiador, los movimientos de los cristales eran difíciles de predecir.

Kaori, mientras tanto, permanecía tranquila en el centro del domo, sus manos todavía juntas en el sello. Una sonrisa de confianza cruzaba su rostro.

-Este es mi dominio, Kakashi. Aquí, el cristal responde a mis órdenes. No hay escapatoria.

El sonido agudo del cristal vibrando llenaba el aire, haciendo eco en el espacio cerrado.

Kakashi miró alrededor, buscando una posible salida, pero el cristal seguía cerrándose, cada vez más rápido. Las paredes del domo brillaban intensamente, y los reflejos distorsionaban el espacio, como un espejo roto que reflejaba cada movimiento.

-No puedo seguir esquivando... Si me mantengo a la defensiva, me atrapará.

...

Los genin de la hoja, que estaban ayudando a evacuar civiles, se habían percatado de eso.

-¿Qué es esa cosa? -exclamó Sakura.

-Es un ninjutsu de alto rango... Esa cosa, debe impedir que las personas de adentro salgan, mientras el usuario las tiene a su merced -analizó Lee, quien había presenciado la pelea en segundo plano mientras cubría la evacuación.

-¡Ya vámonos! Tenemos que guiar a las personas a un lugar seguro -exclamó Ino, quien estaba junto a Kiba, Akamaru y Chōji.

Tenten aterrizó cerca de ellos.

-La ruta está despejada, no podemos separarnos de los civiles... Esa cosa de vidrio... Es mejor dejarle las cosas grandes a los adultos, está fuera de lo que podemos siquiera enfrentar -declaró la kunoichi. Todos tuvieron que darle la razón...

Sea lo que fuera... Solo ninjas de alto rango podrían pensar en derrotar aquella técnica...

Y no era para menos, ya había varios hombres intentando romper el vidrio desde fuera, pero era demasiado duro...

La única forma de derrotar la técnica era desde dentro.

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En lo alto del edificio donde peleaban Orochimaru y Hiruzen...

La batalla había avanzado muy rápido; Hiruzen apenas había logrado mantener el ritmo de enfrentar a los dos Hokages anteriores y a Orochimaru...

Finalmente, Hashirama había hecho uso del Mokuton, creando una enorme estructura de árboles, donde el Sandaime Hokage había quedado atrapado... Allí, fue obligado a usar su jutsu de invocación, trayendo al rey mono Enma...

El Hokage había estado teniendo recuerdos invasivos sobre aquel día... El día que Orochimaru se fue de la aldea...

Había descubierto sus experimentos y pruebas inhumanas...

Momento en que lo confrontó junto a un grupo ANBU...

No obstante, Orochimaru logró huir, mientras que él lo dejó escapar en un momento de debilidad...

-Toda esta situación es mi culpa... Pero esta vez, voy a matarte como se debe. No puedo corregir mi error, ¡pero evitaré que se repita! -exclamó Hiruzen mientras sostenía su báculo de batalla.

Orochimaru solo rió.

-Es muy tarde para eso, anciano. Ya no existe una forma de matarme.

Los dos Hokages anteriores se lanzaron al ataque, mientras que Hiruzen hizo un sello manual, creando dos clones de sombra...

Seguido a eso, empezó a hacer más sellos...

-¡Sarutobi!... No hay duda de que piensas ejecutar "ese" jutsu -exclamó Enma al ver el patrón de sellos.

Detrás del Hokage y sus clones, una figura se hizo presente... Un espectro, de cabello largo, un cuchillo en la boca, cara demoníaca, túnica blanca y un rosario en una mano... Sus brazos extendidos a los lados, y frente a dicho espectro, había una figura humanoide hecha de energía... Un alma.

-Usaré mi vida si es necesario... -pensó Sarutobi, preparándose para lo que venía...

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Mientras... En el bosque...

Se podía ver cómo Naruto, Hinata y Pakkun estaban avanzando...

-Nos han dejado de seguir... -declaró Pakkun.

-Je... Lo sabía, ese Shikamaru no nos iba a abandonar -exclamó Naruto, pero en un instante, sintió cómo el cuerpo se le entumecía por el dolor, apenas logrando mantener el ritmo de los saltos.

Hinata suspiró aliviada al oír la hazaña de Shikamaru.

-Solo espero que esté bien... Por otro lado, nosotros debemos darnos prisa... -comentó ella, preocupada por Sasuke.

Naruto asintió...

-Oye, perro... ¿Qué tan rápido puedes ir? -cuestionó el Jinchuriki.

-En este momento, solo estoy yendo a la mitad de mi verdadera velocidad -admitió el perro...

Naruto tomó aire antes de llevar una mano a su riñonera... Allí, sacó una píldora de soldado, igual que como había hecho Hinata anteriormente... La estaba guardando para una emergencia.

-Vamos a acelerar el paso, ¿les parece bien? -cuestionó Naruto.

Ahora que Shikamaru no estaba, quien era el único incapaz de usar la sincronía... Ellos tres podían avanzar con toda su velocidad; entre más rápido llegara con Sasuke, mejor...

-Bien... -contestó Hinata, preparándose...

Naruto se comió la píldora, sintiendo un pequeño alivio en sus músculos y heridas gracias al analgésico...

Finalmente, tanto él como Hinata tomaron aire...

-Sincronía... Cuerpo, mente y chakra...

Pakkun se alistó...

Finalmente, los tres desaparecieron en un borrón de velocidad...

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En la arena...

Kakashi solo podía ver cómo estaba dentro de una enorme jaula de vidrio... Era una burbuja perfecta... Incluso por debajo del suelo, se expandía una capa de vidrio, terminando de formar la esfera.

-Estás dentro de mi territorio, solo te queda la muerte -declaró Kaori con frialdad.

Ella extendió sus manos a los lados, donde unas garras de vidrio se formaron en las puntas de sus dedos.

Las paredes de la técnica empezaron a estirarse, formando picos y estalagmitas.

-Estilo de vidrio... Rayos solares -dijo antes de hacer un sello manual.

Para sorpresa de Kakashi, el domo empezó a deformarse en varias áreas, formando círculos perfectos... Eran lentes.

El sol empezó a penetrar a través de ellos, formando rayos térmicos.

Estos eran tan fuertes que obligaban al ninja a cubrirse los ojos, sin mencionar que el calor interno del domo era muy elevado.

-Mierda... -pensó Kakashi, sintiendo cómo empezaba a sudar.

Kaori solo rió antes de lanzarse al ataque... Ella estaba muy acostumbrada a pelear en estas condiciones...

Gracias a su vida en el desierto, le era fácil soportar aquellas temperaturas solares... Sin mencionar que la luz no era problema para ella.

Kakashi empezó a correr por el territorio, mientras era seguido por Kaori...

Él se estaba esforzando mucho para evitarla, usando su olfato y oído, mientras mantenía la mirada al suelo para evitar que los rayos solares le dieran a los ojos.

-¿En serio todo esto lo hace solo por el dinero? -pensó Kakashi.

Frente a él, tenía a probablemente una de las mujeres más fuertes del mundo ninja actual...

Su psique al principio parecía simple... Trabajar por dinero sin importarle quién...

Pero después demostró tener moral al no desear usar a Naruto con ese fin...

Por otro lado, hablaba de los ninjas y de ella misma como gente que seguía órdenes, meras herramientas...

Kaori solo sonrió al ver que estaba acorralando a Kakashi... Mientras más serpientes de vidrio se movían a lo largo del domo.

-Solo con tu cabeza... Eso me dará aún mas dinero para mis objetivos -pensó ella, sin detener el ataque.

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Narra Kaori...

Desde los 5 años... Soy huérfana de madre.

Mi madre se suicidó después de que mi padre nos abandonara. El tipo era un imbécil... Un Chunin de Sunagakure. Sus razones para abandonarnos eran que quería tener un hijo y no una hija... Algo muy tonto.

Aun así, se quedó con nosotros hasta que cumplí los 4. Su razón era mantener a mi madre como su sirvienta personal... Una vez consiguió otra, se fue con ella a intentar tener un hijo varón.

Esto deprimió tanto a mi madre que se suicidó...

Desde ese día... Huí de mi casa, dejando el cadáver de mi madre justo donde lo encontré, sin el deseo de querer volver. Además, sin mi padre, no había sustento: no tenía dinero, comida, amigos, conocidos o siquiera esperanzas... El agua era escasa en el desierto, y el sol muy fuerte.

Huí como pude, intentando buscar ayuda... Mi casa estaba alejada del resto de los pueblos; al parecer, éramos un secreto de mi padre.

Pasaron las horas... Pero solo era una niña de 4 años, corriendo en medio del desierto...

Estaba sudando, muerta de calor, hambre y sed.

Al final... Me desmayé en medio de la arena. Aún recuerdo el sabor de la arena entrando en mi boca y mezclándose con mi saliva... O mis ojos y nariz llenándose de los granos de aquel polvo.

Pasaron horas... donde me quedé ahí, tirada en medio de la nada...

...

-Oye, tonta, despierta -declaró una voz...

...

¿Era la voz de... otro niño?

Lo recuerdo... Aquella sensación de alivio, un frío golpeando mi cara y deslizándose por mi cabello... Me estaba cayendo un chorro de agua en la cara.

Apenas pude despertar para verlo... Un niño, apenas 2 o 3 años mayor que yo... Pero qué miedo, estaba cubierto de cicatrices, solo usaba una camiseta negra y pantalones; dejaba ver músculos muy marcados, y su cabello era un desorden.

Además... Detrás de él había un ciempiés gigante... Me aterré al verlo...

Sin embargo... Lo recuerdo, él se mantuvo en silencio con sus ojos rojos fijos en mí.

-Esta zona del desierto no es lugar para dormir, tonta -declaró él antes de extender su mano, donde sostenía una cantimplora.

No dudé y arrebate la cantimplora, antes de empezar a beber como loca...

Ni siquiera me tomé la molestia de limpiar la arena de mi boca, simplemente bebí el agua tan rápido como pude mientras la arena se iba con ella.

-Deberías ir a un lugar más seguro, en vez de vagar por ahí -declaró el chico.

Apenas pude contestar entre lágrimas secas... No tenía adónde ir.

No recuerdo qué fue lo que me contestó...

Pero, al final... Me subió a su ciempiés y ambos fuimos transportados... Finalmente, me dejó en un pueblo que quedaba a 30 km de donde estaba antes...

Aunque... Nunca me dijo su nombre, ni hablé de nada con él durante el viaje... Nunca olvidé su cara...

...

Al final, me quedé en ese pueblo, y fui acogida en un orfanato...

Ahí viví toda mi vida... Con el tiempo, me inscribí por cuenta propia en la academia ninja que quedaba en aquel pueblo, una de las sedes de Sunagakure...

Pero, a medida que el tiempo pasaba... Me fui dando cuenta de que el pueblo era cada vez más y más pobre...

Cada día, las estructuras del desierto eran más débiles...

Cada vez, el agua era más escasa, y los recursos para fabricar mezclas de concreto y otros materiales para construir eran igualmente limitados...

Ni hablemos de la comida... Los cultivos y la baja vegetación hacían que fueran cada vez más escasos...

El Daimyō, e incluso el Kazekage, estaban dejando de lado los pueblos pequeños... En aquel entonces, estalló la Segunda Guerra Ninja.

Los recursos se destinaron a la guerra, mientras mi pueblo y muchos otros fueron dejados en la pobreza...

Al final, me gradué como ninja en aquella época. Pero era solo una genin, por lo que jamás fui enviada al campo de batalla.

Allí, escuché rumores... Mi padre había muerto. Sinceramente, solo pude aplaudir y felicitar mentalmente a quien lo hubiera hecho. Era un héroe sin capa...

Cuando la Segunda Guerra terminó... El pueblo seguía en pobreza extrema, y el Daimyō, como el Kazekage, no estaban dispuestos a dar ni un centavo en su restauración o en preservarlo...

Aun con una sede de la academia ninja... Fue abandonado por el gobierno, incluso los ninjas de esa zona fueron reasignados a otras ubicaciones...

Eso me incluyó, fui forzada a irme a otro pueblo a seguir con mi carrera militar.

Desde ese día, me esforcé como nunca... ¿Mi objetivo? Ganar dinero para yo misma restaurar el pueblo y darle recursos...

Odié las misiones de rango D... Eran fáciles y estúpidas, pero más importante, eran muy baratas...

Entonces lo entendí... Debía subir de rango ninja... Ser una shinobi de rango A o incluso S si era necesario, así me darían misiones más importantes y caras...

Por eso, entrené como pude, con todas mis fuerzas... Necesitaba el dinero...

Entrené tan fuerte que incluso desarrollé mi propio elemento a base de mi kekkei genkai heredado por mi padre... Creando una variante más acorde a mí: el elemento vidrio...

Me esforcé... Quería a toda costa restaurar aquel pueblo que me acogió como uno de los suyos... Que me dio todo.

En fin... Fueron épocas difíciles, incluso participé en la Tercera Guerra Ninja, donde gané aún más dinero.

Aun así, mantener un pueblo es muy caro... Comprar agua, comida, recursos de construcción, juguetes para los niños, incluso ropa... Era muy costoso en un país tan pobre, incluso siendo una ninja de rango A a mis 18 años...

...

Pero, aún recuerdo aquella noche... donde las cosas cambiaron...

Esa noche, fui a mi pueblo... Decidida a pasar algunos días... Estaba pensando en construir algunos edificios y decorar con muebles...

Ya era casi medianoche... Me quedé haciendo planos y estudios de la zona hasta tarde...

Cuando, de pronto, hubo un fuerte temblor... Lo sentí, toda la tierra tembló...

Me apresuré a buscar la fuente del desastre...

Entonces fue cuando lo vi...

Una gran columna de agua salió disparada desde el suelo a una distancia de 30 metros del pueblo...

Fui a investigar... Era agua potable...

-¿Pero cómo demonios? -pensé acercándome al agujero del que brotaba el agua.

-Mierda... Se me fue la mano... -escuché una voz masculina cerca... ¿Sonaba ebrio?

Entonces lo miré fijamente...

Era un hombre de unos 20 años... Lo reconocí al instante... El cuerpo lleno de cicatrices... Ojos rojos, cabello alborotado y atado en una cola de caballo...

-Oh... Hola, señorita... -saludó él mientras caminaba cerca del agujero. Parecía tambalearse...

Sí... Estaba borracho...

-Pero si tú eres... ese niño... -dije al verlo.

Él solo rió mientras se dejaba caer de espaldas en la arena.

-No soy un niño... Soy un hombre... Y yo... estaba... ¿eh? ¿Qué estaba haciendo? ¡Oh, sí! ¡Agua! ¡El país necesita agua! ¡Maldito gobierno! ¡Inútiles...! -

Intenté acercarme para ver cómo estaba... ¿Adivinen? Se durmió ahí tirado...

Sinceramente... Ese día me decepcioné al ver la forma en que aquel niño había terminado... Un tipo borracho, barba mal cortada, ojeras y claramente desubicado...

Para mí, él siempre fue mi héroe y soñé con algún día volver a verlo... Agradecerle... Pero, me dolió verlo así...

No obstante, miré bien lo que estaba haciendo...

Lo descubrí rápido... Había construido túneles subterráneos... Con agua...

No pude evitar llorar... Aun siendo un ebrio y estúpido... Era el mismo que me había salvado...

Esa noche, corrí siguiendo el túnel subterráneo...

Era una red gigante que llegaba a diferentes pueblos y conectaba al mar... Mientras enormes grietas subterráneas filtraban el agua...

Al final, él volvió a desaparecer... Sin que yo pudiera agradecerle nada... Me sentí tonta, dudé de él, y me cerró la boca esa misma noche sin decirme nada...

No lo volví a ver por años... Él simplemente desaparece, aunque sus túneles acuíferos se mantuvieron...

El efecto en todo el país no se hizo esperar... El País del Viento ahora tenía una fuente de agua... Pero absolutamente nadie sabía que era cosa suya...

Jamás pude agradecerle nada...

Aun así, lo que hizo dio oportunidad a que mi pueblo fuera restaurado una vez más... Mi objetivo era hacerlo crecer ahora...

La gente ya estaba pensando en marcharse y dejarlo como un pueblo fantasma, a causa de la falta de agua y evitar que yo siguiera gastando dinero... Pero, gracias a ese tipo... Volvió la esperanza y mi sueño de ver florecer aquel pueblo nuevamente, jamás se marchito.

...

Pasaron años, alrededor de 10... Y escuché de un nuevo ninja de rango S... Uno temido y odiado por todo el resto del país...

"Masashi Tsushigumo".

Tuve curiosidad, ¿otro ninja de rango S aparte de mí, Raza y el Tercer Kazekage, y salido de la nada?

Quise ver de qué se trataba... Aún lo recuerdo...

-¿Y tú quién eres? -preguntó él al verme.

... Era obvio... No me conocía, solo nos vimos dos veces, una cuando éramos niños... Y en la otra, él estaba borracho...

Y todo era verdad... Era el hombre más despreciado, temido por su poder y, de paso, el Kazekage en especial parecía tenerle especial cuidado... Probablemente... por el agua.

Quise acercarme más a él... Pero, era alguien difícil de seguir... Además, me sorprendió ver que ya era padre.

Aun así... Quise acercarme a él... No era justo, todo el mundo lo odiaba, todo el mundo lo criticaba, incluso a su hijo... Aun así, el imbécil seguía manteniéndose amable a su modo...

Con el tiempo, nos hicimos cercanos gracias a mis esfuerzos... Todo empezó con una partida de cartas...

Maldito imbécil... Siempre perdía y me terminaba dando dinero por apostar...

... Al final del día... Siempre fui alguien solitaria y dedicada a mi único objetivo en la vida, mi pueblo...

Pero, en mi vida, esa persona lo movió todo tres veces... Me dio un hogar, me dio esperanza y me dio a un amigo... Tal vez seamos algo distantes debido a su personalidad... Pero... También lo percibo... Él me respeta.

...

Por esa razón... Por mis sueños, por el respeto que me tiene... Por todo lo que he vivido... ¡No tengo derecho a perder!

**************************************

Kakashi saltó esquivando una enorme serpiente de vidrio, la cual se endureció, dejando menos espacio.

Kaori se mantuvo atacando mientras que Kakashi ya estaba al borde del cansancio.

Kakashi podía sentirlo... Su cuerpo entero sudaba... Su piel se sentía empapada, el calor le estaba dando mareos, incluso le costaba respirar.

-¡Lo tengo acorralado! -pensó Kaori mientras lanzaba un arañazo.

Kakashi apenas logró esquivar, dejando que las garras de vidrio rozaran su chaleco.

-Mierda... A este paso... Estaré perdido... Pero... Ella ya está confiada... Si mi análisis no falló, mi plan aún debería ser efectivo -pensó el ninja copia antes de aterrizar en una estructura de cristal-. Esto es muy suicida... Pero no me quedan demasiadas opciones...

Kakashi rápidamente soltó una bomba de humo contra el suelo, provocando que todo el interior del domo se llenara de humo.

-¿Está intentando bloquear la luz solar? Es inútil, igual el humo se sigue calentando y sigue a ciegas, y yo puedo sentir las vibraciones dentro de mi reino -pensó Kaori.

Por su parte, Kakashi empezó a hacer sellos rápidos.

-¡Estilo de fuego, gran bola de fuego!

Kaori se sorprendió al ver eso... ¿Estaba loco?

Kakashi disparó una enorme llamarada contra uno de los muros del domo. La bola de fuego estalló, sin hacerle ni un rasguño al vidrio.

Usar jutsus de fuego en este entorno... Era un suicidio, el exceso de calor... Aumentaría aún más el calor atmosférico.

-Qué calor... -pensó Kakashi, notando el cambio de temperatura al instante.

Por otro lado, estaban en un ambiente hermético... Usar fuego quemaría el oxígeno.

-¿Acaso su plan es quemar el oxígeno para que yo abra el domo? Es un plan estúpido... -se burló Kaori.

No obstante, Kakashi no se detuvo, lanzó otra bola de fuego más... Esta con más potencia, y la mantuvo varios segundos. El calor era cada vez mayor, más fuerte y asfixiante.

En ese punto, Kakashi estaba empapado de sudor.

-¿Qué demonios pretendes? -cuestionó Kaori burlona.

Finalmente, Kakashi se detuvo... Estaba más cansado y sudando más que antes... El calor en aumento estaba jugando en contra... Su visión era borrosa.

-Solo un jutsu más... -pensó Kakashi antes de hacer sellos.

-¿Eh?

Kaori se percató al instante... Era un jutsu de agua... Ya había entendido lo que pretendía.

Kaori se lanzó a intentar impedirlo... Era muy tarde.

-¡Estilo de agua! ¡Jutsu vórtice acústico!

Kaori se cubrió... Kakashi lanzó una potente ráfaga de agua fría contra el vidrio que ya estaba ardiendo.

"¡CRACK!"

Kaori hizo un gesto de horror... El vidrio se había quebrado... Esto era debido al choque térmico.

El vidrio era casi indestructible... Pero, esta es una reacción física común... La diferencia de temperaturas entre un objeto sólido muy caliente y un líquido en extremo frío puede provocar una reacción violenta en la que el objeto sólido explota, se quiebra o se dobla.

La fractura que hizo Kakashi empezó a expandirse a lo largo de todo el domo como si fuera una telaraña. Kaori intentó mantener el vidrio unido con su chakra, pero ya era muy tarde. El vidrio estaba fuera de su control.

El reino de cristal empezó a colapsar por completo en pequeñas piezas de vidrio afilado, donde Kakashi se cubrió con la membrana de chakra para protegerse de ellas.

Kaori saltó entre los escombros, evitando que su propia técnica cayera sobre ella.

Finalmente, Kakashi empezó a escupir una gran cantidad de fuego directo a ella.

La albina apenas pudo cubrirse con su escudo de vidrio... Solo para después recibir un ataque de agua.

Su escudo se quebró... Y Kakashi corrió en dirección a ella mientras su mano se cubría de rayos.

Era su oportunidad.

-¡RAIKIRI! -Kakashi se preparó para acertar la técnica.

Kaori solo pudo ver aterrada y en silencio cómo el ataque de rayo iba directo a ella... Sería encajado en el pecho.

Ella solo cerró los ojos mientras aceptaba que no podía impedirlo.

-Y si me invitas un trago con ese dinero? -preguntó Masashi, observando el fajo de dinero que acababa de perder contra ella.

-Lo siento, Masashi... Tal vez... Debí aceptar al menos una vez...

Sin más, Kakashi lanzó el zarpazo.

En un instante, una figura apareció en una nube de humo.

La figura apareció en medio de ambos, y con un rápido movimiento atrapó la muñeca de Kakashi y desvió su mano con firmeza.

Kaori abrió los ojos, reconociendo a quien tenía enfrente... Era él... Tan firme e imponente como siempre.

Kakashi salió volando contra el muro, donde acertó su jutsu, dejando un agujero.

Kaori se sorprendió al ver cómo Masashi la había protegido.

Ella no lo sabía, pero Masashi había dejado hace mucho tiempo un insecto pequeño que la vigilara y avisara en caso de peligro extremo, ya que reacciona al exceso de adrenalina...

-E-estas herido!- Exclamó ella al ver el brazo del hombre, el cual estaba sumamente dañado y apenas colgaba de su hombro, además estaba cubierto de sangre.

Masashi solo gruño.

-Eso no importa ahora, tonta..-

Antes de que ella pudiera decir o hacer algo, Masashi la subió a su hombro y saltó por encima del muro del coliseo, empezando a huir con ella.

Kaori lo notó... El cristal que cubría la torre donde estaba el Hokage se había roto... Esto debido a que ella perdió la concentración...

Por otro lado, la invocación había desaparecido.

...

Por su parte, Kakashi se repuso, colocándose en pie nuevamente.

-¿Huyeron? -ya no tenía importancia... La torre estaba libre, la misión había sido cumplida.

Aun así...

-Eso fue intenso... Creo que debo hablar con Jiraiya-sama... Tal vez ella tenía razón... -se cuestionó Kakashi a sí mismo, mientras miraba al suelo.

Fin capítulo 33.

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