En este momento, Konoha estaba bajo ataque.

La serpiente gigante que había destruido el muro de la aldea estaba avanzando con ferocidad, mientras una gran cantidad de ninjas se disponían a atacar...

Por otro lado, había docenas de ninjas del sonido regados por toda la aldea, obligando a las fuerzas de la aldea a salir en su defensa...

Otros ninjas tan solo observaban impotentes al cuerpo del ciempiés gigante, el cual se movilizaba alrededor del edificio que estaba cubierto de una densa capa de vidrio...

En lo alto de aquel edificio, había una gran barrera, donde el Hokage estaba siendo tomado del cuello por el Kazekage...

—Jujuju... Por tu culpa, Konoha cada vez cae más bajo... ¿No es así, sensei? —El Kazekage se arrancó la cara, dejando ver su verdadera identidad...

—Orochimaru...—

—Te lo dije, vejete, debiste elegir un quinto Hokage —burló el Sannin sin soltarlo del cuello mientras le apuntaba con el kunai.

—Ya sabía yo que este día llegaría... Pero no vas a obtener mi cabeza tan fácilmente —declaró Hiruzen con firmeza.

Orochimaru solo bostezó...

—¿Te han dicho que eres muy aburrido, anciano? —Sin más, el Sannin se apuñaló su propia mano para luego soltar a Hiruzen—. Oh, ya estoy mejor, casi me duermo por tus palabras.

—Tú no cambias, ¿verdad?... ¿Qué es lo que estás buscando, Orochimaru?... Tú no eres de los que actúan por venganza... Debes tener alguna meta y objetivo de por medio... —contestó el Hokage.

—Hmmm, podría ser. Tengo un objetivo, si es que así se le puede llamar... Pero la verdad es que me gusta ver las cosas en movimiento, es aburrido cuando el mundo se queda estancado —contestó ahora con una sonrisa mientras se quitaba el sombrero de Kazekage.

Finalmente, ambos se vieron cara a cara con una sonrisa...

—En serio que nunca cambias, estás loco —declaró Hiruzen.

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Mientras... En el coliseo...

Hinata se escabulló lo más rápido que pudo, siguiendo su olfato entrenado... Estaba acompañada de un pequeño perro, Pakkun, invocado por Kakashi, mientras arrastraba a Naruto y llegaba hasta Shikamaru.

—¡Dispersión! —Ella colocó su mano sobre Naruto, haciendo que este despertara...

—Ugh... ¿Qué? ¿Qué pasa?... ¿Hinata? —Antes de que él preguntara algo más, la ojiperla lo tomó de la espalda y lo hizo agacharse.

—Shh... Tenemos una misión, agáchate... —dijo ella antes de tocar a Shikamaru.

Al instante, la expresión de Hinata cambió...

—Shikamaru... Desde el principio...

Pakkun no esperó ni un segundo antes de darle un mordisco a Shikamaru, quien soltó un grito.

—¡Agh! ¡Oye! ¡Solo no quería que me atacaran haciéndome el dormido!

La ojiperla no pudo evitar reír... Era gracioso, pero tenía un punto...

En eso, un ninja del sonido se acercó a ellos... Pero Kakashi se movió rápido y le propinó un puñetazo que lo mandó contra el muro, dejando un agujero.

—Bien, ya están despiertos... Escuchen bien. La misión es de rango A, tienen que alcanzar a Sasuke y apoyarlo contra el enemigo... Si la cosa se pone fea, huyan y pónganse en un lugar seguro... —explicó Kakashi yendo directo al grano mientras repelía a varios ninjas.

El Jounin sabía que era vital capturar a Gaara... Sin embargo, aquella cosa que había atacado a Sasuke... emanaba un chakra peculiar, un aura peligrosa... Por ello, era mejor que huyeran si la cosa se complicaba.

—Agh... No quiero ir, ¿a quién le importa Sasuke? —pensó Shikamaru con pereza mientras se quitaba a Pakkun de la mano.

El perro se mantuvo sereno ante las órdenes de Kakashi...

—Será mejor que nos vayamos de una vez, o se alejarán demasiado —declaró el animal.

Los tres genin y el perro estaban a punto de marcharse... Cuando de repente, todos escucharon una voz resonando entre la multitud.

—¡Ojojojo! ¡Mira nada más qué tesoro! —exclamó Kaori, quien estaba paseando entre las personas dormidas, mientras que en su mano cargaba un gran fajo de billetes robados...

Ahora, ella los miró fijamente mientras creaba una daga de vidrio afilada.

—Y mira nada más... Si es Kakashi Hatake... Te ves apuesto aun con esa máscara, no me extraña considerando tus genes —declaró ella mientras su daga de vidrio se cubría de un aura de chakra viento.

Kakashi frunció el ceño.

—No imaginé que la Arena traicionara a Konoha... ¿Qué es lo que buscan? —cuestionó Kakashi, empuñando su kunai.

Kaori solo sonrió.

—Kaka-chan, no te lo tomes personal... Simplemente, hago lo que nuestro Kazekage-sama ordenó. Mi único interés en todo esto es el billete —declaró ella antes de mirar al equipo de genin.

Los genin automáticamente se tensaron al sentir la mirada de la mujer.

—¡Y mira! ¡Qué suerte la mía! En frente tengo a un ninja rango S, valorado con una recompensa en el libro Bingo... Y ahí está, el Jinchuriki del Kyubi, ¿no?

Ante aquellas palabras, Naruto se tensó... Shikamaru se vio confundido, y Hinata estaba en shock...

"¿Jinchuriki?"

Kakashi, por su parte, frunció el ceño mientras recubría su kunai en rayo...

—Dime algo, Kakashi... ¿Ese niño es el hijo de...? —

Antes de que la mujer continuara, el Jounin se lanzó contra ella, ambos encontrando sus armas, las cuales soltaron chispas...

—¡Váyanse de una vez! —exclamó Kakashi, a lo que Naruto se apresuró a tomar a Hinata de la mano y comenzar a correr, seguido por Shikamaru y Pakkun. Los cuatro huyeron por el agujero.

Kaori dio un salto atrás antes de aterrizar sobre uno de los asientos.

—Oh... Te noto molesto, Kaka-chan... ¿Parece que descubrí un secreto de estado o algo así?

—Mierda... Esto es tal y como lo había planteado Jiraiya-sama... Tarde o temprano, la identidad de Naruto como Jinchuriki será pública para los extranjeros... Eso si es que no lo es ya... Y ni hablemos de su identidad como hijo del sensei... Por mejor que lo protejamos, es un ninja. La gente que sabe de los Biju, la guerra o de la historia del Yondaime no tardará en deducirlo... —Kakashi bloqueó a un ninja enemigo que venía en otra dirección, para luego clavarle su arma en el cuello.

Kaori, por su parte, solo sonrió antes de ponerse en guardia.

—No me interesa mucho lo que haga Konoha con sus armas y recursos... Pero, tal parece que intentan taparle el sol con un dedo a ese niño. Deberían ser más honestos —finalmente creó otra daga de vidrio—. Además, no me mires mal, tú también te diste cuenta de la identidad de nuestro Jinchuriki... Por eso mandaste a ese equipo. No eres muy diferente a nosotros... También eres alguien que sigue órdenes.

Kakashi se mantuvo en silencio mientras analizaba la situación...

—Estoy en desventaja... El vidrio es un material no conductor, y para colmo está reforzando sus armas en chakra viento... Mi Raiton no tiene muchas oportunidades de competir. Además, ella puede crear estructuras grandes y afiladas... Debo ser cuidadoso... —Sin más, el ninja copia se llevó la mano al protector y lo levantó, dejando ver su Sharingan, y tomó otro kunai en su mano libre.

—Y ahí está... El Sharingan... Me pregunto, ¿cómo valdrás más? ¿Tu cabeza completa con todo y el ojo? ¿O debería venderlos por separado? Uno de los últimos Sharingan del mundo debe valer una fortuna —sin más, ambos se lanzaron el uno contra el otro.

El ninja copia y la princesa de vidrio intercambiaron varios choques entre sus armas mientras se movían a gran velocidad por las gradas.

Ella sonrió antes de lanzar un corte al cuello, el cual Kakashi intentó bloquear con su arma... Pero para su desgracia, el kunai fue cortado por la mitad, obligando a Kakashi a agacharse para esquivar...

El peliplata tomó ventaja y lanzó una patada al estómago de la mujer, quien salió volando hasta aterrizar en la arena de combate.

Kakashi la siguió, ambos quedando frente a frente...

—Tal parece... Que voy a cobrar doble por esta mision— Declaró la albina con una sonrisa —Me preguntó cómo le estará yendo a Masashi?—

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Minutos antes...

Se podía ver cómo Gai había llegado hasta uno de los edificios cercanos al de vidrio, mientras mantenía la mirada sobre el ciempiés gigante, el cual estaba siendo atacado por los ANBU.

El artrópodo gigante rugió antes de abrir sus fauces y liberar una potente neblina verde... Muchos de los ANBU cayeron tras ello. Era ácido respiratorio... Una inhalada, y destrozaba tus pulmones...

—Esa cosa es enorme... Dudo poder matarla de un golpe... Y el escuadrón ANBU está teniendo problemas para enfrentarla... Y este vidrio... —

Antes de que el cejudo pudiera seguir pensando, una figura apareció frente a él en un borrón de velocidad.

—¡TE ESTABA ESPERANDO! — exclamó Masashi antes de propinarle un puñetazo al pecho. Sin embargo, Gai reaccionó rápidamente y colocó sus brazos en cruz para defenderse.

El Jounin de Konoha salió disparado por los aires, atravesando una casa y terminando en medio de una calle, cubierto de escombros.

—Ugh... Eso no lo esperaba — admitió Gai colocándose en pie, mientras que Masashi se situaba a unos metros de él...

—Bestia verde de Konoha, ¿eh? He venido a divertirme... ¡Prepárate para luchar! — declaró Masashi con una sonrisa mientras sus ojos rojos brillaban de euforia.

Gai frunció el ceño mientras lo miraba de pies a cabeza.

—¿Y quién se supone que eres tú? — cuestionó Gai confundido.

El ninja de la arena solo hizo un gesto de decepción, ya se habían visto en las preliminares, pero finalmente rió.

—Eso no importa... Lo único que importa ahora es que vamos a pelear — dicho esto, Masashi se quitó su chaleco ninja y lo tiró a un lado, quedando solo con su camiseta negra, y mostrando su físico remarcado mientras se colocaba en pose de pelea.

Gai también se colocó en postura de pelea, mientras lo miraba fijamente.

—Ahora mismo, mi objetivo es destruir ese insecto gigante y ese edificio de vidrio... Así que si interfieres... — declaró Gai.

—Oh... No te preocupes por eso. Si logras dejarme fuera de combate, el ciempiés milenario desaparecerá. Después de todo, soy su invocador — declaró Masashi.

Nada más oír eso, Gai se lanzó al ataque, cosa que Masashi correspondió también lanzándose a atacar cuerpo a cuerpo...

Gai lanzó una patada giratoria directa a la cara, cosa que Masashi bloqueó con su antebrazo, para después tomarlo de la pierna.

—¡TOMA ESTO EN SERIO! — Sin más, el ninja de la arena giró sobre su propio eje antes de lanzar a Gai por los aires, quien terminó atravesando una ventana de un edificio, mientras era perseguido por Masashi.

Gai rodó en el interior del edificio, mientras tomaba una silla. Una vez Masashi estuvo junto a él, fue recibido por un golpe de la silla, la cual se rompió en su cara, para luego recibir una patada en el mentón...

Masashi atravesó el techo, saliendo a más de 20 metros del suelo, donde Gai lo alcanzó con un salto.

Ambos intercambiaron varios golpes, donde Masashi logró tomar el brazo de Gai, luego tiró de él para propinarle un puñetazo en la cara y alejarlo...

Los dos ninjas aterrizaron en edificios diferentes, volviendo a mirarse el uno al otro...

—Tiene una gran fuerza — pensó Gai mientras daba un salto...

El ninja de la arena también saltó, al instante llegando a la misma altura que Gai.

—¿Qué te parece si te llevo a un lugar más cómodo? — dicho esto, hizo algunos sellos manuales antes de colocar su mano al aire...

Una nube de humo estalló, y de allí salió un enorme insecto, un escarabajo gigante del desierto...

Masashi se colocó en la cabeza de la criatura mientras extendía su mano hacia Gai...

—¿Ugh? — Gai apenas pudo ver cómo una gran cantidad de gusanos de la muerte salían de la muñeca de Masashi y lo envolvían...

El escarabajo abrió sus alas y empezó a sobrevolar la aldea, mientras Gai colgaba de los gusanos.

Antes de que Gai hiciera nada, Masashi empezó a menearlo antes de lanzarlo con todas sus fuerzas...

Gai voló por los aires violentamente mientras intentaba reincorporarse...

Finalmente, el cejudo aterrizó en un bosque afuera de la aldea...

—¿Qué pretende ese tipo? — pensó el Jounin observando el muro a lo lejos. —¡Debo regresar cuanto antes a la aldea!—

En eso, Masashi aterrizó desde el cielo, dejando un cráter en el piso...

—Ahora sí puedes dejar de contenerte, bestia, ¡espero que no me decepciones! — Dicho esto, Masashi se lanzó a darle un puñetazo. Gai fue rápido y lo esquivó... Aun así, el golpe dio contra un árbol.

El puño de Masashi atravesó de lado a lado el tronco. Finalmente, gruñó antes de usar fuerza para romper el árbol, el cual se empezó a caer, y él lo atrapó en el aire para levantarlo y luego lanzarlo contra Gai...

Gai saltó a un lado, esquivando el proyectil.

—Parece que me dará problemas... — analizó el cejudo mientras su oponente se colocaba en pose de Taijutsu... Una que Gai nunca había visto...

Era un Taijutsu inventado por el propio Masashi... Diseñado para pelear contra las bestias más fuertes del desierto...

De las más de 400 especies animales del desierto, Masashi se ha enfrentado a muerte contra las más salvajes y mortales. Su cuerpo es el resultado de este arduo entrenamiento...

Se le conoce como el rey de las bestias, ya que se dice que ha domado y convertido en su arsenal con sus propias manos a más de 200 de esas especies...

El ninja físicamente más poderoso del país del viento...

—Ya terminó el calentamiento, ahora será mejor que no te contengas o podrías morir — declaró Masashi mientras sus manos se cubrían de chakra.

Ambos se lanzaron el uno contra el otro, empezando a intercambiar golpes...

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En el bosque...

—Así que eso fue lo que pasó... Ese Sasuke, se tenía que adelantar, ansioso... — declaró Naruto mientras saltaba entre los árboles.

El rubio saltó sobre una rama, momento en que sintió cómo todo el cuerpo se le entumecía y temblaba.

—Mierda... Me duele todo... — pensó el Jinchuriki para luego mirarse la mano, estaba vendada y era lo que más le dolía.

Aquel choque con Lee le había fracturado varios huesos de la mano, desgarrado la piel y dejado un gran agotamiento en todo el cuerpo.

Hinata no estaba mucho mejor... Le costaba seguir el ritmo al saltar entre los árboles.

—Esto es complicado... Aún no estamos recuperados... Pero no había nadie más en quien Kakashi-sensei confiara la misión... Somos un grupo pequeño para evitar que nos sigan... — analizó la ojiperla mientras llevaba una mano a su riñonera.

De allí, extrajo una pequeña píldora de color negro... La cual se comió... Una píldora de soldado.

En su estado actual, al menos le serviría como analgésico.

Aun así, estaba claro que ninguno de los dos podía usar su velocidad máxima en ese momento.

—Me sigo preguntando por qué terminé involucrado en esto... Problemático... — declaró Shikamaru mientras saltaba.

Él era quien estaba en mejor estado, no obstante, no tenía mucho chakra y no era demasiado rápido.

—Lo siento, Shikamaru... Han sido órdenes de Kakashi-sensei... Además, es importante... — contestó Hinata manteniéndose calmada. El dolor había disminuido y su flujo de chakra mejorado, lo que le permitía mantener el ritmo mejor que antes.

De la nada, Pakkun cambió de dirección.

—¡Aceleren el paso! Parece que tenemos problemas, nos están siguiendo. Por el número... Deben ser ninjas del sonido. Los de la arena vinieron muy pocos... — declaró el animal mientras los genin lo seguían.

—¿Tan pronto han empezado a seguirnos? — exclamó Shikamaru.

—Es un escuadrón de ocho... No parece que sepan nuestra ubicación aún, pero debieron vernos cuando nos fuimos del coliseo... — declaró el perro.

—Mierda... Pero, a juzgar por lo que he escuchado, la aldea del sonido es relativamente nueva... Y están haciendo un ataque con ninjas adultos y en grandes cantidades... No creo que pasen de rango B... — analizó Shikamaru, a lo cual Pakkun estuvo de acuerdo.

—No te equivocas... Aunque Orochimaru sea uno de los tres legendarios sannin, no podría conseguir un ejército tan grande y eficiente... Aun así, deben estar equipados. Si nos alcanzan, sería el fin. Además, podrían tratarse de ninjas desertores de la aldea... Por su forma de moverse, probablemente conocen el bosque — concluyó el ninken.

—¡Deberíamos emboscarlos! — exclamó Naruto tratando de proponer una solución. Sin embargo, Shikamaru negó con la cabeza.

—Eso funcionaría... Si al menos los tres estuviéramos en condiciones de pelear... Sin mencionar que, si nos tardamos, Sasuke podría estar en problemas... Eso sin mencionar que dos de nosotros no estamos en las mejores condiciones para pelear — concluyó Shikamaru. —Además... Si conocen el bosque, la emboscada sería inefectiva —.

Los cuatro se quedaron en silencio.

Finalmente, Shikamaru suspiró.

—Pero existe una solución... Debemos hacer un señuelo — declaró el Nara.

—¿Un señuelo? — exclamó Hinata, empezando a entender por dónde iba la cosa...

—Uno de nosotros debe quedarse atrás... Y simular una emboscada... De modo que se confundan y pierdan el rastro de los otros tres... Pero está claro, el que se quede atrás probablemente morirá... — explicó Shikamaru con seriedad, a lo que los otros tres se tensaron.

Hinata y Naruto se quedaron en silencio, ambos estaban a punto de ofrecerse... Sin embargo, Shikamaru se adelantó con un suspiro.

—Bueno, no queda de otra, ese tengo que ser yo.

—¿Eh? ¡Pero!...

Shikamaru solo sonrió.

—Soy el mejor ninja para escapar... Pakkun obviamente no puede quedarse atrás... Naruto es el más fuerte físicamente y con más chakra, es necesario para la misión. Hinata estará en problemas sin sus ojos y con baja energía... —.

El Nara finalmente se agarró de una rama antes de frenar.

—No queda duda... De este equipo, soy el mejor para hacerlo... Además, tengo el jutsu perfecto para ganar tiempo — declaró Shikamaru mientras les daba la espalda e hizo una seña para que se fueran. —Los alcanzaré luego... —.

Naruto frunció el ceño.

—¡Más te vale llegar, Shikamaru! ¡Dependemos de ti! —.

Finalmente, los tres huyeron, mientras que Shikamaru solo suspiró y observó al cielo.

—Sí que es problemático... —.

...

Los ninjas del sonido detrás de ellos solo rieron... Esto al ver los rastros y huellas de los genin.

—Son solo unos novatos, ¡jajaja! —.

Sin más, empezaron a seguir el rastro.

...

—¿En verdad los estará retrasando? — cuestionó Pakkun. —El enemigo aún se acerca... ¿Habrá huido? —.

Hinata solo se mantuvo callada... No conocía demasiado a Shikamaru como para opinar sobre él, lo único que sabía era que era perezoso, pero muy listo...

Naruto, por su parte, solo sonrió.

—¡Ese tipo no es un cobarde! Es un perezoso, holgazán, flojo y experto en huir... ¡Pero Shikamaru jamás sería un traidor! —.

...

—¡Mierda! — exclamaron los ninjas del sonido, quienes estaban inmovilizados tras perseguir el rastro de huellas.

—Oigan, idiotas... Para su información, estas eran huellas de perro — se burló Shikamaru mientras levantaba unos palos, con los cuales había plantado huellas falsas...

Los ocho ninjas habían sido capturados por su sombra.

Los ninjas lo miraron desconcertados...

—Pero si solo eres un mocoso... Y pensar que caímos por un niño... —.

—Así que este es el famoso jutsu de sombras del clan Nara... —.

Shikamaru solo rió mientras sudaba.

—Je... Así es, este es el Kagenane no jutsu... — declaró mientras miraba su sombra. —Como lo pensé... Esto fue una mala idea, me estoy quedando sin chakra... No podré mantenerlos mucho tiempo... Y el noveno ninja debe estar escondido... —.

Shikamaru rápidamente tomó algunos shuriken de su riñonera, sin que los ninjas del sonido pudieran hacer lo mismo al tenerla ubicada en otro sitio...

—¡Esto debería hacerlo salir! —.

El Nara arrojó las armas directo a los ninjas, pero estas fueron frenadas por otros kunai en el aire, que desviaron los suyos.

—¡Ahí está! —. Shikamaru intentó extender su sombra... Sin embargo, esta frenó a pocos metros. —Y ahí se fue mi chakra... Agoté todo, he llegado a mi límite... —.

La sombra que tenía atrapados a sus enemigos se soltó, dejándolos libres.

—Jajaja... Mocoso, vas a morir —.

Shikamaru solo suspiró mientras miraba al cielo.

—Demonios... Se supone que iba a ser un ninja promedio para ganar dinero suficiente, casarme con una mujer no muy linda ni muy fea... Tendría dos hijos, primero un niño y luego una niña... Me retiraría cuando mi hija se casara y mi hijo fuera independiente, así pasaría el resto de mi vida durmiendo y jugando shougi... Y moriría de viejo antes que mi esposa... Pero tenía que hacerme el héroe y dar lo mejor ahora. Realmente hice algo muy problemático — pensó para sí.

Los ninjas se prepararon para atacar... Pero antes de que eso pasara... Una figura aterrizó justo detrás de Shikamaru, con el noveno ninja colgando de su brazo...

—Por fin te encuentro — declaró Asuma con tranquilidad mientras miraba fijamente a los atacantes, que estaban en shock...

Shikamaru sonrió al verlo.

—Asuma... ¿Por qué?... —.

En un instante, Asuma tiró al ninja al suelo, después se lanzó contra los demás... En menos de diez segundos, todos habían sido asesinados, y él simplemente escupió su cigarrillo usado.

—Uff... — Shikamaru se dejó caer al suelo, mientras que Asuma solo rió.

—Lo has hecho bien, Shikamaru —.
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En Konoha...

El Hokage se había quitado su túnica, ahora vistiendo una armadura... mientras que Orochimaru estaba usando su ropa de siempre.

Los dos se miraron fijamente, mientras el techo se agrietaba...

Finalmente, ambos se lanzaron al ataque.

Hiruzen arrojó un kunai mientras empezaba a hacer sellos.

—Shuriken Kage Bunshin no Jutsu...—

—¡Kuchiyose! ¡Edo Tensei!—

El shuriken de Hiruzen se transformó en una lluvia de proyectiles, mientras Orochimaru estampaba sus manos contra el suelo, donde dos ataúdes se levantaron y frenaron las cuchillas.

—¡Mierda! ¿Ha usado ese jutsu?— pensó Hiruzen mientras veía cómo un tercer ataúd empezaba a salir. —¡Debo detenerlo!—

—¡Estás perdido, anciano!— burló Orochimaru. Sin embargo, la invocación del tercer ataúd se detuvo y este desapareció. —Vaya... Parece que falló... Su alma no debe estar disponible—

Hiruzen solo frunció el ceño mientras, frente a él, los ataúdes se abrían, dejando ver a dos personas.

—Primer y Segundo Hokage...— murmuró Hiruzen.

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En el estadio...

Kakashi estaba teniendo una lucha frenética contra Kaori.

La arena estaba cubierta de fragmentos de vidrio y enormes púas...

La mujer sonrió mientras daba una pisada al suelo, provocando que múltiples estructuras de vidrio salieran disparadas del suelo, directo hacia él.

—¡Estilo de Roca, Muro de Roca!— Kakashi se defendió colocando sus manos en el suelo, mientras una muralla de piedra se levantaba, bloqueando los proyectiles de cristal.

—Dime algo, Kakashi... ¿Es cierto eso de que sabes más de mil jutsus?— burló Kaori mientras chasqueaba los dedos.

Kakashi retrocedió al ver cómo las estructuras de vidrio estallaban violentamente por todos lados, a lo que rápidamente volvió a ejecutar su jutsu de roca para cubrirse.

—Esta mujer es problemática... pero parece que está usando poco chakra... Cubrir ese edificio débil le habrá agotado mucho chakra... Por eso no hace estructuras tan grandes...— pensó el Jounin, tratando de buscar un punto débil.

Acercarse era peligroso debido a sus cuchillas afiladas de vidrio con chakra viento... Sin mencionar que, en tierra, podía generar estructuras de vidrio que lo podían matar si se descuidaba...

—¿Eh?— Kakashi pudo ver cómo el suelo debajo de él se agrietaba...

Desde afuera de su domo de piedra, se pudo ver cómo él salía de un salto, mientras una enorme y afilada púa de vidrio emergía de donde estaba.

—¡Estilo de Vidrio, Jutsu Balas Fundidas!— Ella tomó aire antes de disparar varios proyectiles de vidrio fundido. Estaban totalmente líquidos y brillaban.

—¡Estilo de Agua, Jutsu Chorro de Agua!— Kakashi escupió un potente chorro de agua que se enfrentó al vidrio...

Hubo una gran explosión de vapor, donde finalmente Kakashi volvió a tomar distancia, mientras los corros de vidrio caían al suelo solidificados.

—Vale... Ya comprendo su técnica... Será mejor que haga un plan... Creo que su punto débil es el agua...— analizó Kakashi mientras Kaori lo miraba fijamente.

Finalmente, el peliplata se puso en pie, observando a la mujer.

—Bien, mis estudiantes ya dieron su mejor esfuerzo... y lo siguen haciendo, va siendo hora de que yo también me luzca.

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En otra área del coliseo...

Se podía ver cómo Sakura se estaba deslizando sigilosamente por las gradas junto a Ino y Chōji, a quienes había despertado.

—Oye, frentona... ¿A dónde vamos?...—

—Tenemos que ayudar a evacuar civiles... Estoy buscando a Kiba... Su olfato me sería muy útil ahora— declaró la pelirrosa.

—¿No habría sido mejor quedarnos fingiendo que dormíamos?— preguntó Chōji.

Sakura suspiró.

—Tenemos una misión, no podemos huir de la responsabilidad — concluyó, mientras pensaba en algo más. —¿Dónde se metió Shino?... Lo perdí completamente de vista durante el genjutsu... Él no caería en un genjutsu de ese nivel... Pero, ¿dónde se metió? Espero que esté bien...—

Finalmente, Sakura pudo divisar a quien buscaba.

—¡Kiba!— sonrió mientras se acercaba.

El Inuzuka estaba inconsciente en una esquina de las gradas.

—¿Cómo llegó aquí?— Ella se apresuró a acercarse.

—¡SAKURA, CUIDADO!— exclamó Ino al ver cómo un ninja del Sonido se acercaba a toda velocidad.

—¡Agh!— Sakura intentó cubrirse. Podía ver cómo el kunai de aquel ninja se acercaba peligrosamente hacia ella...

—¡HURACÁN DE LA HOJA!—

Se escuchó un grito, mientras una figura verde apareció en un borrón, propinándole una patada al atacante, quien salió volando por los aires hasta golpearse con una viga.

Sakura solo pudo suspirar con alivio al ver a su salvador.

—¡LEE!—

El cejudo sonrió mientras se colocaba en postura.

—¡Sakura-chan! ¡Prometo que te protegeré con mi vida!— declaró sonriente.

—¡Oye! ¡Espera! ¿Cómo saliste del genjutsu?— exclamó Ino.

En ese momento, otro ninja más apareció. Lee iba a bloquearlo, sin embargo, seguía adolorido por su combate...

Pero antes de que el ninja llegara a él, un kunai voló y se clavó en su cabeza.

—Eso fue porque yo lo saqué del genjutsu — declaró Tenten, quien estaba en pie sobre una de las gradas.

—Vaya... Estos tipos son geniales...— pensó Chōji, viendo cómo Tenten y Rock Lee se colocaban espalda con espalda.

—Nosotros los cubrimos... Ustedes cumplan la misión...—

—¡Gracias!— exclamó Sakura antes de guiñarle el ojo a Lee.

—¡ARDA LA JUVENTUD!— exclamó él, con llamas en los ojos, ignorando por completo sus heridas y sintiéndose más fuerte que nunca...

—Me pregunto... cómo estará Neji... Quedó totalmente neutralizado por el shock eléctrico...— pensó Tenten, para luego mirar al cielo. —¿Y Gai-sensei?...

En ese momento, ambos alumnos se percataron de cómo una figura gigante se levantaba en el bosque lejano de Konoha...

Podían verlo claramente... Era un animal gigante... Un gusano gigante del desierto, que era incluso más grande que el ciempiés que rodeaba el edificio de cristal...

El gusano liberó un rugido, uno muy agudo y aterrador que se escuchó por toda la aldea...

En ese momento, el bosque de Konoha estaba presenciando una batalla de bestias...

Fin Capítulo 31