Esa noche.

En un lugar diferente del bosque...

Se podía ver al equipo Gai, donde los tres genin estaban sentados en un pequeño claro del bosque.

—Bien... Hemos aprovechado el primer día y parte de la noche para recolectar agua y comida. Además, hemos logrado reunir los dos pergaminos... A esta hora, la mayoría de los equipos deben estar descansando. Aprovecharemos e iremos a atacarlos de acuerdo al plan —habló Neji.

Sus compañeros se veían emocionados al oír esto...

—Iremos cada uno por nuestro lado, y peinaremos el área por 30 minutos cada uno. Encontraremos un equipo enemigo o no, regresaremos a este punto en ese tiempo —declaró el Hyuga antes de clavar un kunai en el suelo—. ¿Quedó claro?

—¡Vale! —contestó Tenten con una sonrisa.

—¡A LA ORDEN! —exclamó Lee, haciendo un saludo militar.

—Bien, ¡en marcha!

Finalmente, los tres desaparecieron en borrones de velocidad...

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En otra parte del bosque... No muy lejos de ahí...

Se podía ver a Kiba, Shino y Sakura debajo de un gran árbol.

—Ha sido una noche larga... Pero, como van las cosas, ha sido fácil —dijo Kiba, jugando con cinco pergaminos.

—Sí, ajá... Aún no puedo creer que me hicieras tocar sanguijuelas —dijo Sakura, con una gran gota de sudor.

—Pero fue un plan efectivo. Además, con el conjunto de habilidades entre engañarlos con genjutsu, usar mis insectos para drenar chakra y Kiba atacando por sorpresa, ha sido fácil salir ilesos hasta ahora —comentó Shino.

Kiba suspiró.

—Shino tiene razón. No hace falta quejarse de los planes; a fin de cuentas, han sido útiles, y vencimos a cuatro equipos —concluyó Kiba.

—Aun así... Creo que ya deberíamos irnos a la torre. Con esto es más que suficiente, ¿verdad? —preguntó la pelirrosa.

—Sí, tienes razón —contestó Kiba, para luego sonreír—. Pero antes, deja que me divierta un poco; además, no sería malo buscar algo de agua y comida.

—Estoy de acuerdo con Kiba —declaró Shino—. También iré a buscar por mi cuenta; sería bueno para mí ver algunas especies de insectos de este bosque.

Sakura suspiró con una gran gota de sudor en la frente.

—¡Esperen un minuto! ¿Y yo qué hago mientras ustedes se largan? ¡No puedo hacer lo mismo, no soy una peleadora! —exclamó ella.

—Tranquila, solo quédate aquí oculta —contestó Kiba—. Además, no iré lejos; puedo estar al tanto de lo que te pasa mientras esté en un radio de un kilómetro por medio de tu olor, y quedaré con un pergamino señuelo por si acaso; podría ser útil para despistar al enemigo.

Shino colocó su mano en el suelo, de donde salieron varios insectos...

—Por mi lado, he dejado estos insectos aquí... Tienen la capacidad de emitir fuertes feromonas si se sienten amenazados. Si ocurre algo, ellos emitirán un fuerte hedor imperceptible para los humanos, pero que yo podré detectar a distancia.

Sakura finalmente suspiró.

—Bien... Diviértanse, pero no se vayan a tardar... Y menos si huelen algo —declaró ella, antes de recostarse contra un tronco.

Finalmente, sus compañeros se retiraron mientras que ella miraba con desconfianza al bosque...

—Qué lío con esos dos... —pensó ella mientras meditaba la situación—. Llevamos casi medio año siendo compañeros... Las cosas al principio eran muy difíciles... Me desagradaba mucho la arrogancia de Kiba y los insectos de Shino... Pero este último es un tipo agradable cuando lo conoces bien.

Ella finalmente sonrió...

—No está tan mal...

No pasaron ni diez minutos cuando...

Ella frunció el ceño al escuchar un "crack".

...

Con cautela, tomó un kunai y se acercó al borde del árbol...

Entonces pudo verlo...

—¡ESO ES! ¡20 HOJAS ATRAPADAS ANTES DE CAER AL SUELO! —exclamó Rock Lee con los ojos en llamas mientras sostenía las hojas.

—Uhh... ¿Y ese quién es? —pensó Sakura al verlo, mientras se ocultaba cuidadosamente, observando los insectos de Shino—. No debo alejarme de ellos...

En eso, el cejudo se volteó a ver en dirección a ella...

—¡ME VIO! ¡ESTO ES MALO! —pensó Sakura, mientras empezaba a preparar sellos—. Si logro usar mi genjutsu, lo derr...

Antes de que ella siquiera hiciera el primer sello, Lee ya estaba frente a ella con una sonrisa...

—¡Hola! ¡Tú debes ser Sakura Haruno! Mucho gusto, mi nombre es Rock Lee —saludó él emocionado.

—¡¿Eh?! ¿Cómo es que sabes quién soy? —exclamó ella, retrocediendo...

—¡Oh! Es que fuiste la mejor alumna graduada de tu generación. ¡Escuché que eras muy lista! —exclamó él.

Sakura solo lo miró con desconfianza, aún con su kunai en mano...

—Sakura, dime algo... —empezó Lee.

La pelirrosa lo miró con desconfianza, a la espera de que Lee dijera algo...

—¡¿TE GUSTARÍA SALIR CONMIGO?! ¡YO TE PROTEGERÉ HASTA EL FIN DE LOS TIEMPOS! —exclamó él con el pulgar arriba, haciendo una sonrisa brillante mientras guiñaba un ojo.

Sakura al instante retrocedió cinco metros, ¡haciendo una cara de desagrado!

—¡No! ¡No, gracias! ¡No eres mi tipo! —exclamó ella mientras lo miraba mejor y pensaba—. ¡Menudas cejas tiene! ¿Dónde están Kiba y Shino cuando se les necesita?

Lee hizo un gesto de tristeza antes de agachar la cabeza... Pero esto no duró nada, ya que luego se levantó con una gran sonrisa.

—¡Bien! ¡Entonces me ganaré tu amor siendo el ganador de los exámenes Chunin! —exclamó mientras sus ojos ardían en llamas.

Sakura lo miró con una gran gota de sudor...

—¡Bien! Sakura, nos veremos pronto. Cuídate, linda —dijo él antes de lanzar un besito al aire.

Al instante, Sakura esquivó el pequeño corazón que había volado hasta ella...

—¡Agh!... ¡Tipo raro! —pensó ella, con un sonrojo al verlo alejarse...

Minutos después...

—Ya llegué —dijo Shino, apareciendo al lado del árbol.

—¡¿Dónde estabas?! ¡Un tipo raro llegó y tú ni Kiba llegaron! ¡¿No que tus insectos actuaban si se sentían perturbados?!

—Oh... Sí, pero se perturban ante la presencia de chakras desconocidos... A lo mejor ese tipo no tenía mucho chakra —declaró el Aburame.

Sakura finalmente suspiró...

—¿Y Kiba?...

—No debe tardar, creo que se demoró por algo en el camino.

En eso, el mencionado llegó...

—¡Oh, bien, miren lo que encontré! —dijo él, levantando un racimo de frutos rojos.

—¿Y cuál es tu excusa para no venir? ¡Un tipo raro vino aquí y no viniste, señor olfato!

—Ah... Sí lo olí, pero era uno solo, y no se demoró nada, apenas estuvo un minuto; en lo que yo venía, se fue... Así que no me molesté en venir, a lo mejor era buena onda...

Sakura finalmente suspiró...

—¿Ya nos vamos a la torre?

—Definitivamente, ya está amaneciendo.

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En otra zona del bosque...

La luz de los primeros rayos de sol ya se filtraba a través de los árboles...

Se podía ver cómo Hinata había cargado a sus compañeros hasta una pequeña cueva...

Ambos estaban recostados sobre los trozos de su chaqueta, pues Hinata la había destrozado para hacerle un torniquete a Naruto. Además, la había cortado a la mitad para acomodar a sus compañeros como si estas fueran almohadas, gracias a lo cálida y acolchonada que era la prenda.

—La fiebre de Naruto aún es alta... Por lo visto el veneno poco a poco es neutralizado por su cuerpo y ese raro chakra... Saqué mucho, pero aún quedan residuos en su cuerpo... —pensó ella, mientras veía la muñeca de Naruto, la cual ahora estaba vendada.

La chica luego miró a Sasuke, colocando su mano sobre la frente.

—Su respiración ya es regular... Pero él también tiene mucha fiebre...

Finalmente, ella activó su Byakugan.

—Y esos tres tipos siguen ahí... Llevan más de dos horas mirando hacia acá sin descanso —pensó ella frunciendo el ceño—. ¿Deben estar esperando a que baje la guardia... o a que me desgaste por el sueño?

Ella ya había notado su presencia desde su llegada; no había sido para nada difícil con el Byakugan. Lo mantuvo activo la mayor parte del tiempo, tomando pequeños descansos de 20 minutos.

Pero ellos habían estado ahí, observándola en completo silencio. Parecían hablar entre ellos, analizar y juzgar cada acción, mientras ella fingía no verlos.

Su mejor estrategia era mantener el funcionamiento de sus ojos en secreto. Era su mejor herramienta, por lo que era mejor fingir que no los veía.

Desde el anochecer del día anterior, cuando sus compañeros quedaron inconscientes, ella había estado en total alerta. Llevaba toda la noche despierta, cuidando a sus compañeros sin descanso. Incluso había tenido que enfrentar a un par de genin de la aldea de la Lluvia en medio de la noche; estos habían llegado intentando usar la cueva como refugio, pero fueron rápidamente derrotados y huyeron.

Ahora, su preocupación eran esos tres ninjas del Sonido que la miraban como depredadores, sobre todo el de las vendas, quien parecía el más observador de los tres.

Incluso, en algún momento, habían tirado una ardilla en dirección a ella con un papel explosivo, pero la Hyuga se encargó rápidamente de quitarle el papel, nuevamente fingiendo no saber de dónde venía o siquiera dar una mirada casual en dirección a ellos, pero sin dar la sensación de tener la guardia baja.

—Ya es casi el amanecer; como ordenó Orochimaru-sama, debemos atacar en ese momento —dijo la chica. Esta se llamaba Kin, vestía un chaleco, pantalones tácticos y tenía el cabello negro y muy largo.

—Esa chica está muy alerta... No deja de mirar en todas direcciones, no parece que se vaya a dormir, aunque lleva despierta horas —declaró Zaku, uno de los ninjas del Sonido.

Dosu la miró con cuidado mientras analizaba.

—Es muy simple... Si te fijas, sus ojos no son normales... Probablemente puede ver a largas distancias. Debe estar muy alerta, mirando en todas direcciones cada que puede. A juzgar por sus miradas, estoy seguro de que nos detectó hace tiempo, tiene buen ojo, aunque probablemente quiere ocultarlo —analizó el hombre vendado—. Yo creo que ya va siendo hora de que ataquemos.

—El objetivo es Sasuke Uchiha... Pero podemos matar a los otros dos si queremos, ¿verdad? —preguntó Haku con una sonrisa.

—Ju, ju... Claro —contestó Dosu.

Finalmente, los tres saltaron al lugar.

Hinata rápidamente se volteó para verlos.

—Así que montando guardia, ¿eh? —preguntó Dosu, a lo que la Hyuga los miró con cautela.

—Decidieron atacar después de todo... —pensó Hinata, manteniendo la calma.

—No hace falta que sigas haciéndolo, ahora mismo despierta a Sasuke Uchiha. ¡Queremos pelear con él! —exclamó el ninja del Sonido.

Hinata se puso de pie mientras mantenía el contacto visual.

—Tienen la misma banda ninja que Orochimaru, luego de que Sasuke le quemara la cara... No debe ser casualidad, estos tipos son sus lacayos... —pensó ella, apretando los dientes.

—¿Estás sorda, mocosa? —preguntó Zaku.

—¡Ustedes están locos si creen que dejaré que se acerquen a mis amigos! Sé que ustedes solo son los títeres de Orochimaru. ¡Ya díganme cuál es su objetivo! —exclamó ella mientras se movía varios metros al frente, alejándose de sus compañeros y colocándose en pose Juken.

Los tres ninjas del Sonido, al oírla, no pudieron evitar hacer un gesto de sorpresa. No esperaban que ella supiera eso.

—Díganme, ¿qué es esa marca que le hizo Orochimaru a Sasuke? —continuó Hinata, mientras intentaba mantener la calma.

Pero la realidad era que estaba atemorizada, reuniendo todo su valor, sin mencionar el estrés por el que estaba pasando... En ese momento, no tenía tiempo para tartamudear o dudar de su palabra. Sabía que era una situación de vida o muerte.

Dosu finalmente terminó por reír.

—No sé de qué hablas, mocosa. Pero no tenemos la intención de quedarnos hablando contigo —declaró el ninja.

—Je, je... Y yo no pienso quedarme escuchando tus quejas de niñita. Te mataré y luego a Sasuke —declaró Zaku.

—Espera, Zaku... Fíjate bien —declaró Dosu antes de señalar al piso—. La mocosa ha hecho parches en la tierra, míralo nada más... Son trampas.

Al instante, los tres ninjas del Sonido rieron.

—Qué patética, las trampas están hechas para esconderse, no deberías ser tan descuidada —se burló Zaku—. Eres muy obvia.

—Para tener unos ojos tan buenos, eres muy mala para usarlos —se burló Dosu.

—No me extraña. A juzgar por tu piel, eres una niñita mimada de papi, el campo de batalla no es para ti —se burló Kin—. Así que esto es el clan Hyuga, das pena.

Hinata los miró con cautela mientras analizaba.

—En realidad, no he puesto ninguna trampa... Solo están ahí para aparentar... —pensó ella, mientras observaba a los tres.

Ella cerró un momento los ojos mientras meditaba.

...

—La información es el arma más valiosa de un ninja... Ellos probablemente ya sepan algo de mis ojos, a juzgar por las palabras del vendado y la chica... Ya saben del clan Hyuga...—

Ella luego miró el brazo de Dosu, específicamente el artefacto que traía en la muñeca. No sabía lo que hacía, pero podía recordar aquel encuentro con Kabuto... Lo habían lastimado sin tocarlo...

Por otro lado, miró a Zaku. Había analizado con sus ojos por un rato mientras la observaban. Él tenía alguna clase de implante en sus manos; eran túneles que atravesaban sus brazos y se conectaban a su flujo de chakra... Probablemente eran usados para canalizar el chakra en forma de algún ataque rápido...

Y por último, la chica... Claramente era mayor que ella, y su complexión era más musculosa, pero... Su postura... Era demasiado confiada, y en su riñonera solo veía armas básicas y cascabeles...

—Mocosa... Me das pena, lárgate de una vez y déjanos a Sasuke. Una niña como tú jamás sabría lo que es ser un ninja— declaró Kin mientras sacaba un par de agujas Senbon, que tenían cascabeles.

Hinata, al escuchar aquello, simplemente se quedó en silencio mientras un recuerdo llegaba a su mente...

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—¿Creen que por llevar una banda ninja lo son? ¿Alguna vez han arriesgado su vida?— dijo el clon con frialdad mientras se burlaba de lo patéticos que le parecían los Genin. —Si has arriesgado tu vida tanto que estás en el libro Bingo, puedes considerarte un verdadero ninja... Konoha es patética; tiene novatos muy blandos y, de paso, los ocupa en tareas estúpidas—

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Hinata no pudo evitar sonreír al tener aquel recuerdo del país de las olas...

—¿Qué es tan gracioso?— preguntó Kin.

—Nada... Es solo que... Mejores ninjas me han dicho eso...— Finalmente, el Byakugan se activó sin necesidad de sellos mientras ella los miró fijamente. —¡Desde que estoy en este equipo he descubierto lo que significa ser un ninja realmente! Y hace mucho, me prometí a mí misma seguir mi propio camino ninja. ¡Lo que piensen ustedes tres no puede importarme menos!—

Al instante, los tres ninjas del sonido la miraron con intriga, e incluso con un gesto de sorpresa...

¿Es que acaso no les tenía miedo?

La respuesta era muy simple... NO.

El único temor de Hinata era que sus compañeros salieran heridos. La noche anterior tuvo que enfrentar a un demonio mucho peor que esos tres. Ya había visto a un ninja real antes, un asesino...

Estos tres apenas parecían unos aficionados en comparación. Un tipo con un brazalete como arma, otro con implantes y una chica que, a juzgar por su personalidad, guarda rencores...

Hinata tomó aire mientras se preparaba...

—No sé qué tan fuerte soy... Pero, si no puedo proteger a mis compañeros, ¡no valgo nada!— pensó para sí misma.

Finalmente, los tres ninjas del sonido atacaron, saltando al mismo tiempo por encima del suelo donde supuestamente había trampas...

Hinata rápidamente tomó tres shuriken y los arrojó en dirección a cada uno.

—¡Esto no es nada!— exclamó Dosu, bloqueando con su brazalete, mientras que Kin usaba una aguja para bloquear y Zaku atrapaba el otro.

La Hyuga dio un salto al lado para salir de la cueva, mientras que Kin le lanzó varias agujas...

Hinata rápidamente observó los proyectiles con su Byakugan.

—Son agujas con cascabeles y con hilos de alambre imbuido en chakra... Debe ser alguna clase de jutsu a través del alambre...— Ella rápidamente atrapó las agujas en el aire.

—¡Caíste!— exclamó Kin mientras los cascabeles sonaban.

Sin embargo, lo que la ninja del sonido no sabía es que Hinata había usado su chakra para neutralizar el que había en las agujas...

Hinata rápidamente empezó a hacer un par de sellos manuales.

—Estilo de rayo, toque eléctrico— pensó ella antes de que una de sus manos se cubriera de electricidad. Acto seguido, la colocó sobre el alambre...

—¡AGH!— Al instante, Kin sintió cómo una fuerte descarga invadía su cuerpo por medio de los alambres; al instante, todos sus músculos se paralizaron...

—¿Un jutsu elemental?— pensó Dosu. —Se supone que los Hyuga no hacen esa clase de jutsu...—

Se trataba de un jutsu de bajo calibre, usado como táser. Consiste en crear una descarga eléctrica por medio de las manos, la cual es capaz de aturdir al rival.

Es una técnica relativamente débil, debido a que es de corto alcance, ya que solo funciona al tacto. Sin embargo, Hinata se había aprovechado de los hilos metálicos que usaba Kin, un buen conductor eléctrico...

Aunque la descarga no llegaría con la misma potencia que si la tocara directamente, sería útil...

—¡No te creas la gran cosa!— exclamó Zaku, apuntando sus manos a ella y disparando una potente ráfaga de viento...

Sin embargo, Hinata desapareció en un borrón de velocidad...

Dosu se movió en otra dirección, donde se encontró junto a Hinata...

—Eres rápida, pero no como yo—. El ninja se disponía a atacar, sin embargo, la Hyuga se agachó para propinarle una patada a los pies, causando que el ninja cayera al suelo, y luego ella saltó para alejarse.

—No debo dejar que use ese dispositivo... Sin duda es su arma principal... Si se me acerca un poco, estoy perdida... Intercambiar golpes de frente no es buena idea— pensó ella.

En eso, pudo ver varios shuriken volar en todas partes, pero ninguno le dio... Y ella ni siquiera había intentado bloquear o esquivar...

—Mierda... Mi pulso...— pensó Kin, viendo cómo no paraba de temblar; sus ataques eran muy torpes...

La Hyuga tomó varios shuriken que apuntó en dirección a Zaku, quien solo sonrió antes de apuntar sus manos.

—¡Te las regreso!

—¿Eh?

Hinata pudo ver cómo los shuriken salían volando de regreso a ella junto a la ráfaga de viento...

—8 trigramas... ¡Palma de vacío!— pensó ella antes de dar un golpe al aire con su palma, de donde el aire salió disparado, chocando contra el de Zaku, donde los shuriken terminaron por volar en todas direcciones y ambos aires se repelieron...

Hinata respiró hondo mientras miraba cómo Dosu se colocaba en pie y Zaku se preparaba para atacar nuevamente con sus manos...

—Gracias, Kakashi-sensei... Sin duda, ¡soy más fuerte ahora!— finalmente Hinata desapareció en un borrón de velocidad, donde arrojó varias bombas de humo, empezando a nublar toda el área...

—Qué idiota...— pensó Dosu...

—¡Qué estupidez!— exclamó Zaku mientras apuntaba sus brazos al aire. —¡Voy a volarlo todo!—

Unas poderosas corrientes de viento salieron disparadas, dispersando el humo a los alrededores...

Solo para encontrarse a Hinata, que ya estaba frente a él...

—¡8 trigramas! ¡32 palmas!

—¿Eh?

El ninja del sonido rápidamente intentó mover sus manos al frente para atacar... Sin embargo, ya era muy tarde...

¡2 palmas!

Estas chocaron de lleno al pecho.

¡4 palmas!

¡8 palmas!

¡16 palmas!

Los golpes eran consecutivos. Sin embargo, antes de que ella continuara, Dosu se lanzó al ataque...

—Puedes nublar mi vista, ¡pero no mi oído!— pensó él, mientras preparaba su brazalete...

La Hyuga se percató del arma con rapidez, por lo que rápidamente se separó de Zaku para lanzar un golpe con la palma abierta al brazalete...

Dosu se burló al ver cómo su brazalete había bloqueado con facilidad el golpe Juken...

—¡Toma esto!— exclamó Dosu mientras hacía un sello manual...

Al instante, un sonido salió del brazalete...

—¡Ugh!— Al instante, Hinata sintió cómo todo empezaba a darle vueltas...

La Hyuga cayó al suelo con sangre en uno de sus oídos, para luego recibir una patada en el rostro por parte de Dosu...

Una vez el humo se dispersó, se podía ver cómo Dosu seguía en pie...

—Eres muy tonta para irte a pelear tú sola contra tres— declaró Dosu. —Además, ya te he dado con mi jutsu auditivo; perderás el equilibrio y no podrás moverte—

A esto, Hinata sonrió...

—¿Qué tan bueno es tu oído? —preguntó ella.

En eso, Dosu se percató de un sonido...

Shhh...

El ninja rápidamente colocó su mirada en el aparato de su muñeca... Tenía pegado un papel explosivo... Aquel no era un golpe Juken...

Dosu actuó con rapidez y se quitó el dispositivo para después lanzarlo al bosque, donde terminó por explotar...

—¡Malnacida!

Hinata se volvió a poner de pie, respirando con dificultad y muy mareada... Además, tenía sangre en la cara por la patada.

—¿Es que no sabes hacer nada sin esa cosa?

—¿Cómo puedes moverte?

Ella estaba usando su fuerza de voluntad para levantarse una vez más... La pelea no había terminado... Pero unos mareos no iban a ser suficientes... Aunque en este momento, activar el Byakugan era muy difícil debido al efecto cerebral de aquel ataque...

Una vez el humo se dispersó, se podía ver cómo Kin se encontraba respirando con dificultad y estaba temblando por los espasmos; por otro lado, Haku estaba sangrando por la boca y Dosu desarmado...

Ella ya sabía que era mala idea enfrentar a Dosu en un combate cercano... Si era tan rápido como cuando atacó a Kabuto, y sus jutsus se basaban en el sonido como lo había contemplado aquella vez... Atacarlo directamente con el Juken sería un suicidio...

Incluso si ella era más rápida en movimiento que Dosu, no iba a escapar nunca del sonido, y no tenía una idea exacta de cómo funcionaba esa arma sonora...

Por eso, su plan era desarmarlo realmente... ¿Cómo? Obligando a Dosu a que lo hiciera él mismo, ya que ni ella sabía cómo quitarle ese aparato...

—¡Bastarda! —exclamó Kin reponiéndose para lanzarse a atacar, a lo cual Hinata apenas pudo bloquear su puñetazo...

Kin empezó a lanzar golpes rápidos, mientras que Hinata se limitaba a bloquear, esto debido a su mareo...

—¡Tú! Una niña tan bonita no puede saber lo que es el campo de batalla. ¡El tiempo que dedicas a la belleza y ese cabello, mejor úsalo entrenando! —exclamó la ninja del sonido, a lo que Hinata, aún mareada, logró tomarla de la muñeca.

—¡No me cuentes tu vida! —exclamó antes de propinarle un rodillazo a su enemiga, seguido de un golpe Juken en el pecho—. He entrenado duro todos los días, he enfrentado cosas más duras de las que imaginas, ¿quién eres tú para cuestionar cómo me veo?

Finalmente, Hinata hizo varios sellos manuales antes de colocar su mano contra la cara de Kin...

—¡Estilo de rayo! ¡Infusión nerviosa!

Al instante, Kin sintió cómo una fuerte descarga atravesaba su cabeza... Esto para finalmente caer inconsciente al suelo...

Este era otro jutsu enseñado por Kakashi... Consiste en una técnica similar a la anterior, pero esta tiene el enfoque de apagar el cerebro de la víctima...

El cerebro funciona mediante pulsos eléctricos; cuando estos pulsos superan cierta carga, el cerebro podría colapsar por el exceso de información... Lo que se traduce en los cinco sentidos completamente aturdidos y en un colapso...

El efecto de este jutsu puede dejar a una persona inconsciente por incluso una hora... Pero aún después de eso, dejar secuelas por mucho tiempo, donde no es capaz de oler, escuchar o ver muy bien, se resume en un aturdidor cerebral...

Ella respiró con dificultad mientras veía al único en pie...

Dosu dio un paso atrás...

Zaku estaba herido en el piso; aunque tenía solo algunos puntos bloqueados, el dolor lo tenía aturdido, sin mencionar que estaba escupiendo sangre...

Hinata sacó un kunai e intentó caminar para atacar a Dosu, pero finalmente cayó al suelo producto del mareo...

—Rayos... —pensó ella respirando con dificultad.

—Jujuju... Admito que me has dado un susto, pero parece que estás en tu límite —burló Dosu mientras se acercaba, ahora con un kunai.

Hinata pudo verlo, aunque ahora todo era distorsionado; sabía que Dosu estaba listo para dar un golpe de gracia.

—¡Eres muy molesta, muere de una vez! —exclamó preparando su kunai, pero Hinata se apresuró a clavar su kunai en el tobillo del ninja del sonido, a lo cual este gritó antes de retroceder...

—No, no me rendiré... Prometí proteger a mis amigos... Y ustedes, no son las únicas amenazas que vendrán... —dijo la Hyuga, nuevamente intentando ponerse de pie...

Dosu frunció el ceño...

Sin embargo, antes de que la pelea continuara...

Tanto Hinata como Dosu y Zaku sintieron una presencia aterradora...

Al voltearse, pudieron ver cómo en la cueva, Sasuke se había puesto de pie... Tenía varias marcas a lo largo de su cuerpo y su Sharingan activado, mientras veía la escena fijamente...

—¿¡Sasuke!? —pensó Hinata al verlo...

—¿Eh? ¿Qué demonios es esto? —exclamó Dosu.

—Hinata... ¿Estos tipos te estaban atacando? —preguntó el Uchiha con clara molestia en su voz.

Dosu dio un paso atrás, adolorido por la apuñalada que le había dado Hinata... Estaba cojo...

Pero antes de que pudiera hacer nada, Sasuke ya estaba frente a él y le propinó un fuerte puñetazo en la cara.

Al instante, el ninja del sonido salió volando contra un árbol, donde cayó inconsciente...

—Malditos atrevidos —declaró el Uchiha para luego mirar a Zaku, quien estaba en el piso.

—¿¡Qué demonios!? ¿¡Qué pasa!? —exclamó Zaku mientras extendía su mano intentando disparar... Sin embargo, nada salió de sus manos... Su chakra no estaba fluyendo correctamente...

—Tú también la tocaste... —dijo Sasuke con frialdad...

Antes de que Zaku lo viera, Sasuke saltó a gran velocidad, aterrizando sobre su estómago, provocando que soltara sangre por la boca... Luego quedó inconsciente.

Hinata solo vio esta escena con sorpresa; sin duda, se había puesto más fuerte...

—¿Sasuke? —preguntó ella algo atemorizada por su aura... Era muy oscura, aunque no tenía su Byakugan, podía ver que su chakra estaba corrompido...

—Ahora soy más fuerte... Necesito más... Con este poder, podré vengarme... —empezó Sasuke, a lo cual Hinata frunció el ceño.

—¡Sasuke! ¡Despierta! Sea lo que sea esas marcas, ¡te están corrompiendo! —exclamó la Hyuga. En eso, Sasuke le devolvió la mirada.

Ambos cruzaron miradas, a lo que Sasuke se quedó mirándola fijamente por un momento a los ojos...

—Esos ojos... —pensó Sasuke...

Entonces, el sello empezó a desaparecer, a lo que finalmente él cayó adolorido al piso.

—¡Agh! ¿Qué demonios me pasó? —preguntó Sasuke llevándose la mano al cuello...

Hinata finalmente suspiró aliviada mientras se ponía de pie... Los mareos ya se estaban pasando...

—Me alegra que estés bien... —dijo la Hyuga agachándose hasta colocarse frente a él...

Sasuke suspiró antes de mirarla...

—¿Estás herida?

Hinata solo rió antes de limpiarse la sangre que le había quedado en la cara...

—No es importante, jaja...

Sasuke finalmente agachó la cabeza...

—Oye, Hinata... Quiero pedirte perdón...

—¿Eh?

—Por lo de antes... Intenté abandonar a Naruto...

Al oír aquello, la Hyuga terminó por sonreír...

—No te preocupes, fue solo el susto del momento, solo no lo vuelvas a hacer... Yo también lo siento... Te golpeé... —dijo Hinata, dándole una suave palmada en el hombro...

Sasuke finalmente sonrió...

A esto, Hinata volvió su mirada a la cueva...

—Ahora... Lo importante es Naruto... Necesitamos que se recupere... —Ella activó su Byakugan...

Podía verlo... Naruto había mejorado, pero aún le faltaba mucho para estar completamente bien...

—Bien... —dijo Sasuke antes de ponerse de pie.

—¿Qué harás?

—Iré a buscar algo de medicina... Tal vez algunas plantas —declaró el Uchiha, aún adolorido—. Cuida de él...

Finalmente, Sasuke se retiró saltando entre los árboles... Mientras que Hinata empezó a caminar de regreso a la cueva...

—Tranquilo, Naruto... Estarás bien...

Ella luego miró a los ninjas del sonido inconscientes...

—Será mejor atarlos...

Fin Capítulo 20