Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

13 [La conclusión...]

Haku se sentía intimidado; la presencia de Naruto había cambiado notablemente, era aterrador.

Mientras tanto, Hinata se mantenía paralizada...

—¿¡Qué es este chakra!? ¡Esta sed de sangre! ¿¡Qué significa esto!? —pensó un desesperado Haku mientras divisaba al rubio con su nuevo aspecto, el cual contrastaba con su aura.

El ninja estaba abrazando a su compañero caído mientras su pelo se erizaba más y el chakra se hacía más intenso, incluso llegando a disipar la neblina a su alrededor.

Pero esto no pasó para nada inadvertido...

...

—¿Qué es ese chakra? ¿Acaso es Zabuza? ¡No! ¡Ese chakra tan potente solo puede venir de un lugar! ¡Es un chakra potente, pero oscuro! ¡Naruto! —Kakashi se había percatado de la situación. El chakra era tan pesado que incluso alguien no sensorial podría percibirlo, más que nada por el fuerte odio que transmitía.

—¿Qué es este chakra? Me da una mala sensación, me da escalofríos, ¿de dónde vendrá? ¿Kakashi? No, no lo creo... —Zabuza no entendía lo que pasaba; jamás había sentido un poder así.

La batalla entre los dos Jounin se había detenido a causa de aquella aura; sin embargo, ambos sabían algo... Debían terminar su batalla lo más rápido posible.

—¿El sello se habrá roto? No, no se ha roto, el sello sigue intacto. Solo es un destello del poder del Kyūbi. Aún estoy a tiempo de frenar esto... —analizó el peliplata, para después abrir uno de los bolsillos de su chaleco, extrayendo un pergamino de este.

Sin embargo, lo que sentían los dos Jounin no se comparaba al terror que estaba experimentando Haku...

...

—¡Esto no está bien! Siento un aura asesina, ¡llena de odio! ¡El chakra está tomando su cuerpo! ¡Esto resulta desagradable! ¡¿Qué?! —ante los ojos atónitos de Haku, todas las heridas de Naruto se habían cerrado en segundos, y todas las armas habían salido de su cuerpo.

—¡Naruto, ¿en verdad eres tú?! —pensó Hinata mientras se esforzaba por caminar al frente.

—¡Las heridas de su cuerpo se están cerrando muy rápido! ¿¡Cómo es esto posible!? ¡¿Quién es este niño!? —pensó Haku mientras tomaba sus agujas y se alistaba para lo que viniera...

Naruto volteó la cabeza, mirando fijamente a Haku, dejándole ver sus ojos, tan rojos como la sangre, con un brillo carmesí y siniestro, mientras que su puño se cerraba, dejando una vena remarcada en la zona superior.

Repentinamente, el Genin empezó a correr frenéticamente contra su oponente; se movía como una bestia sedienta de sangre.

—¡Ahí viene! ¡Es completamente diferente de hace unos instantes! —analizó Haku mientras disparaba múltiples agujas para intentar detenerlo; sin embargo, estas son repelidas sin siquiera tocarlo, mientras Naruto ruge de enojo.

—¡Increíble, las ha desviado con su aura!—

Haku se lanzó desde su espejo para atacarlo directamente con su gran velocidad, pero el Jinchūriki de apariencia salvaje lo esquivó sin ningún problema.

Hinata respiró hondo mientras veía a Sasuke en el suelo...

—¡Muévete, Hinata! ¡No seas inútil! —exclamó ella para sí misma antes de empezar a correr en dirección al Uchiha.

Haku intentó huir tan rápido como pudo a otro espejo; debía evitar que Naruto lo siguiera...

—¡Si no entro rápido al espejo, me va a cazar!—

El chico intentó huir al espejo, pero el enojado rubio se movió más rápido y lo atrapó, tomándolo de la muñeca con un agarre muy fuerte y firme; casi se sentía que le iba a romper los huesos.

—¡Maldición! ¡Me atrapó! ¿¡Cómo lo hace!?—

Hinata, ya apresurada, logró llegar a Sasuke, empezando a escanearlo con su Byakugan... Esto mientras se cubría el rostro del ventarrón que generaba Naruto con su presencia... y tratando de soportar la sed asesina que percibía...

—Sasuke... ¿tú estás en muerte temporal? —pensó Hinata al verlo de cerca, notando su flujo de chakra y acción de su cuerpo interior.

Naruto mantuvo atrapada la muñeca de Haku mientras este apretaba la quijada y empezaba a hacer sellos con su mano restante.

—¡Jutsu secreto, mil agujas mortales!—

Del suelo se levantaron numerosas agujas hechas de hielo, rodeando a los cuatro...

—¡Esto no es bueno! —pensó Hinata mientras colocaba a Sasuke sobre su hombro; estaban en rango del jutsu...

En un instante, todos los proyectiles salieron disparados, a lo que Hinata saltó con todas sus fuerzas, aún cargando a Sasuke.

—¿¡Naruto!? —pensó ella al ver cómo el Jinchūriki no había soltado a Haku ni se movía de allí.

Sin embargo, Naruto gritó de forma desgarradora, era un grito fuerte y cargado de enojo, todo mientras empezaba a fortalecer más su agarre en la muñeca de Haku, y los proyectiles se deshicieron a centímetros de ellos.

—¡Imposible... no puedo rechazar su aura, es muy poderoso! —el enmascarado trataba de soltar el agarre, pero era una fuerza monstruosa; sus huesos estaban empezando a crujir...

Y sin más, Naruto preparó su puñetazo y lo lanzó de una forma frenética y violenta, sin medir su fuerza contra su oponente...

"Crack"

La máscara de Haku se reventó al impacto mientras Naruto finalmente lo soltaba...

El golpe fue tan brutal que Haku atravesó uno de sus espejos, destrozando el cristal con el fuerte impacto...

Haku había caído, y su máscara estaba totalmente destruida; tenía varias heridas por haber chocado con su espejo y el piso. Paso seguido, el resto de espejos se deshicieron en vapor y escombros de hielo que se transformaron en charcos con suma rapidez.

El chico se levantó débilmente con su máscara desmoronándose y su nariz sangrando, mientras que Hinata aterrizó junto a Sasuke, aún tratando de entender la situación...

—Ese chakra definitivamente no es de Naruto... ¡Parece como si algo se apoderara de él! —pensó Hinata, muy preocupada, mientras veía cómo el Jinchūriki se preparaba para seguir atacando a Haku.

---

—Debo terminar aquí rápido e ir por Naruto... No puedo saber cómo se porte con ese poder, tengo que suprimir el chakra del Kyūbi antes de que pierda el control —pensó Kakashi para sí mismo mientras extendía el pergamino, y de un movimiento lo untó de sangre. Finalmente, habló en voz alta—: Zabuza, sé que no te gustará lo que voy a decirte, ¡pero se acabó la diversión! ¡Ha llegado el momento de ponerle punto final a esto!—

El peliplata cierra el pergamino mientras lo estampaba contra el suelo.

—Hum, puede ser divertido. En estas circunstancias no me puedes hacer nada, ¡demuéstrame lo que tienes, Kakashi! —exclamó el espadachín, preparando su espada para atacar.

---

—Señor Zabuza... yo... no soy rival para este chico —dijo Haku, quien apenas se había logrado colocar de pie. Su voz se había quebrado, era frágil y temblorosa.

Naruto caminó en dirección a él, y al ver la cara del chico, se enojó aún más, así que empezó a correr a gran velocidad en dirección a él, con la intención de golpearlo otra vez, pero parecía cargar mucha más fuerza... Probablemente el siguiente golpe sería el último.

—¡Ah! ¡Muere!—

—¡Naruto! ¡Detente, por favor!—

Naruto, al oír esta voz, frenó en seco, a menos de un metro de su oponente, para luego ver a Hinata, quien sostenía a Sasuke. La ojiperla tenía un rostro que reflejaba miedo, pero aun así había tenido el valor para intervenir.

—¡Él mató a Sasuke! —exclamó Naruto enojado y señalando el cuerpo del Uchiha, mientras el chakra se hacía más violento y el suelo se agrietaba.

—C-cálmate... P-por favor... Sasuke no está muerto... P-uedo ver su pulso... Solo le hizo lo mismo que a Zabuza para dejarlo fuera de combate. P-por favor, Naruto... Detente... —dijo ella. Su voz se veía casi quebrada por el miedo que sentía, y algunas lágrimas querían escapar, pero no estaba dispuesta a dejar que la persona que admiraba hiciera algo atroz, cegado por la ira o aquel poder desconocido. Si seguía así, podría hacer algo de lo que se arrepentiría.

Matar era algo que hacía parte de ser ninja; claramente algún día llegaría el momento en que tuvieran que matar a alguien, y no debían dudar cuando ese día llegara. Después de todo, eran militares... Pero no eran mercenarios ni asesinos fríos; ellos, como ninjas militares, debían apreciar el valor de la vida.

Sin embargo, Haku era una buena persona que simplemente estaba siendo usada por alguien más, eso era algo que ambos sabían. Matar a alguien así podría ser algo de lo que se arrepentirían por el resto de sus días.

La voz de la chica era tan suave y parecía que no le tenía miedo a Naruto en sí, solo a lo que veía más adentro de él. Esto cambió la mirada de odio de Naruto por una más serena, mientras el chakra se desvanecía y sus ojos regresaban a la normalidad.

—Lo siento... —pensó para sí mismo mientras observaba a sus compañeros... Sintiendo un gran alivio de que Sasuke estuviera bien...

Naruto tomó aire, y finalmente empezó a reír.

—¡JAJAJA! ¡Te dije que no tartamudearas! Vaya, parece que no aprendes —jajaja—.

El chico parecía el de siempre con su actitud juguetona, lo cual hizo que el ambiente se disipara. Hinata no pudo evitar reír ante esto; se sentía nuevamente segura de quién tenía al frente, aunque no dejaba de sentirse tensa por lo de antes.

—L-Lo siento... Jajaja... Aún soy algo torpe para hablar —contestó la Hyuga, y ambos empezaron a reír.

Sin embargo, estas risas fueron interrumpidas por una voz quebrada y seca.

—Matenme...

Naruto y Hinata se voltearon para ver a Haku, ambos mirándolo con atención.

—Tú... Me has quitado mi razón de ser... Ya no soy útil para Zabuza-sama... —explicó Haku; incluso su voz se escuchaba muerta.

Pero ninguno dijo nada al respecto, simplemente guardaron silencio.

—¿Sabes lo doloroso que es vivir sin que nadie te necesite...? —Haku observó su máscara rota y luego miró a sus oponentes—. ¿Saben lo que es vivir sin sueños, existir por existir?

—¿Qué es lo que intentas decir? —cuestionó Naruto con un tono de voz serio.

—Zabuza-sama no necesita ninjas débiles a su lado... No me necesita —contestó Haku.

Hinata, por su parte, se quedó totalmente callada. No sabía qué opinar; ni siquiera se sentía parte de la conversación. Era más algo entre Naruto y Haku.

—¿POR QUÉ PELEAS POR ESE TIPO? ¡TÚ NO ERES COMO ÉL! ¡NO PUEDE SER QUE LA PERSONA MÁS IMPORTANTE PARA TI SEA ESE TIPO SIN CEJAS! —exclamó Naruto bastante sobresaltado. Sin embargo, Haku permaneció sereno.

—Hace tiempo me importaban otras personas... —empezó Haku, a lo que ambos ninjas de Konoha se quedaron totalmente callados, esperando a que explicara...

Haku miró a la nada antes de continuar.

—Mis padres... Nací en un pequeño poblado de la Niebla. Mis padres eran muy buenas personas; yo me sentía bien a su lado, pero...

—¿Pero qué?

—...Pero cuando tuve uso de razón ocurrió algo inesperado...

—¿Qué pasó? ¿Qué ocurrió? —preguntó Naruto, claramente desconcertado por la actitud de Haku.

—Esta sangre... Mi sangre...

—¿La sangre? —preguntó el rubio.

—Mi padre mató a mi madre e intentó matarme a mí... En el País de la Niebla hubo muchas guerras en las que las familias con kekkei genkai eran odiadas por sus habilidades especiales. Cuando terminó la guerra, estas familias se ocultaron para evitar que las mataran por el recelo...

Hinata, al oír esto, retrocedió un paso; entendía lo que pasaba. Ella también era portadora de un kekkei genkai y sabía de primera mano los prejuicios que esto traía; incluso eso mismo causó que años atrás trataran de secuestrarla...

Pero lo que más le impactaba era saber la forma en que ellos sufrieron. Era algo nuevo para ella, ya que de cierta forma, pertenecía a un clan noble, estando en un extremo de estatus alto, donde era vista como débil e indigna, sin potencial, según ellos.

Mientras que Haku estaba en el extremo opuesto, siendo de una familia común que se desmoronó por tener un gran potencial. Sin duda, los kekkei genkai podían traer problemas de discriminación, ya sea si eres alguien de estatus o no... El simple hecho de ser diferente es lo que les ponía un blanco en la cabeza.

—Mi madre tenía el kekkei genkai; mi padre lo descubrió y la mató... Iba a matarme a mí, pero perdí la consciencia y descubrí que... había matado a mi padre. Y ese fue el momento cuando lo comprendí. La verdad es que ni lo pensé, simplemente lo supe... Lo que más me duele en el mundo... —continuó Haku; se veía claramente lastimado.

—¿L-Lo que más duele? —preguntó Hinata.

—Sí... Lo que más duele es saber... que a uno no lo necesita nadie —contestó Haku.

Sin saberlo, había tocado una fibra nerviosa en los dos genin, quienes sabían que sus circunstancias no eran iguales. Sin embargo, los tres padecían el mismo problema con un trasfondo diferente... Y Sasuke, aunque inconsciente... También era víctima de esto...

—¿Recuerdas lo que dijiste? Que querías ser el mejor ninja de tu aldea para que reconocieran tu valor... Pero si entre tanto apareciese alguien que te acepte de corazón... Estoy seguro de que se convertirá en la persona más importante para ti... —declaró Haku, observando a Naruto.

Naruto, al oír estas palabras, no pudo evitar pensar en Iruka. Pasó seguido, recordó aquel día lejano cuando conoció a Hinata, a Kakashi protegiéndolos en su primer encuentro con Zabuza, o incluso a Sasuke unos minutos atrás, sacrificándose por él.

De esta forma, el rubio no pudo evitar mirar a sus compañeros, a lo que Hinata solo correspondió la mirada...

Ella se sentía igual de varias formas, pensando en Kurenai, Kakashi, Naruto, e incluso Sasuke, quien se había empezado a acercar a ella con el entrenamiento...

—Cuando el señor Zabuza me recogió, él sabía de mi habilidad, y aunque todos odiaban a los que son como yo, él me aceptó y me hizo sentir necesario...— Lágrimas empezaron a escapar de los ojos de Haku, acompañadas de una leve sonrisa ahogada en sus gestos. —Me sentí tan feliz...—

Ninguno de los dos genin se atrevió a decir nada. Realmente no eran nadie para juzgar el punto de vista de Haku... Probablemente, ellos en esas circunstancias habrían terminado igual...

—Naruto... por favor, mátame...— finalizó Haku, observando con una mirada vacía al rubio.

Hubo un silencio; ninguno se atrevió a decir ni una palabra más. Hinata y Haku estaban atentos a la respuesta de Naruto, mientras que este se notaba indeciso.

_____________________________________________

Al otro lado de la densa neblina...

Kakashi estampó su pergamino contra el suelo, y de inmediato un pentagrama se dibujó en el suelo.

—¡Kuchiyose: Doton: Tsuiga no Jutsu!— El jounin había ejecutado su jutsu, tan solo era cuestión de tiempo.

Sin embargo, Zabuza se sentía muy confiado, pues en este caso había subestimado a su oponente.

—Nada de lo que hagas servirá, no podrás deducir dónde estoy, pero yo, en cambio, puedo acabar contigo, Kakashi. ¡Caíste en mi trampa!— Antes de que él pudiera moverse, fue sorprendido.

El suelo debajo del asesino se rompió y de él emergieron varios perros que lo mordieron e inmovilizaron, algunos de las piernas y otros de los brazos, dejándolo herido.

—¿¡Qué!?— Zabuza estaba sorprendido, lo último que esperaba era un ataque de este tipo.

—Aunque me priven del oído y de la vista, aún tengo el olfato. Esto te pasa por mantener los ojos cerrados en medio de la neblina; no lo viste venir. Son mis perros de caza ninja, entrenados para atrapar al enemigo— explicó Kakashi, mientras la neblina alrededor de ellos se dispersaba.

El asesino finalmente fue visible... Tenía a los perros inmovilizándolo.

—Ahora que la neblina ha escampado... puedo ver tu futuro: la muerte— declaró Kakashi, mientras observaba fijamente a su rival con el Sharingan.

—¿Dices que mi futuro es la muerte? ¡No me hagas reír!— exclamó Zabuza, tratando de forcejear con los perros, pero era inútil; sus músculos estaban tensos por culpa de las garras y colmillos de los animales.

—En estas condiciones no me puedes hacer nada, tu muerte es segura. Cantaste victoria muy pronto... pero tu momento ha llegado— contestó Kakashi, mientras empezaba a ejecutar sellos manuales.

Al terminar los sellos, el peliplata levantó la mano, la cual empezó a emanar una potente carga de chakra con rayos alrededor. Esta emitía un potente sonido y una luz azul, dejando atónito a Zabuza.

—¿¡Qué es eso!? ¿Un ninjutsu elemental de alto rango!?— pensó Zabuza, sorprendido.

—¡Tus actos no son propios de un ninja!— regañó Kakashi, preparando su ataque mortal.

—Me da igual, siempre luché para que mis ideales se hicieran realidad. ¡¡NO CAMBIARÉ AHORA!! ¡Ni me asustas!— exclamó Zabuza, a lo que Kakashi se colocó en postura para saltar.

—Como sea, tu futuro es la muerte, el juego se acabó—. Dicho esto, Kakashi se lanzó contra Zabuza.

_____________________________________________

Hinata estaba atónita con la petición de Haku a Naruto.

—Mátame— repitió Haku con su voz frágil, a lo que Naruto apretó el puño.

—¡NO! ¡No puedo hacer algo así! ¿¡Es que no hay otra solución!?— exclamó el rubio. Sin embargo, la expresión de Haku no cambió y tan solo negó con la cabeza.

Naruto, con algo de tristeza y no muy decidido, tomó un kunai de su riñonera, el cual empuñó con firmeza en su mano.

—¿¡Estás seguro de esto!?—

—Sí— respondió Haku, sin cambiar su semblante.

—Esto no me gusta, pero es su decisión...— pensó Hinata. De cierta forma, se sentía lastimada al ver la forma en que la vida había tratado a Haku.

Naruto corrió hacia el joven con el kunai listo para matarlo, pero antes de poder tocarlo, este lo detuvo tomándolo de la muñeca y frenándolo. De la nada, su mirada y su espíritu habían cambiado.

—Lo siento, Naruto, no puedo morir aún— contestó Haku, mientras ejecutaba sellos con su mano vacía, desapareciendo en un borrón de velocidad.

—¿¡Eh!? ¿¡Qué ocurrió!?— preguntó Naruto, sumamente confundido.

—N-no lo sé...— contestó Hinata, sin entender tampoco, pero tenía un mal presentimiento.

_____________________________________________

Kakashi estaba a punto de impactar su técnica contra el ninja renegado, pero al estar a punto de lograrlo, su brazo impactó contra el joven Haku, quien se había puesto en medio de los dos.

Los perros ninja habían desaparecido, debido a que el pergamino había sido atravesado por agujas senbon.

Ahora, el brazo de Kakashi atravesaba de lado a lado el pecho de Haku, de esta forma salpicando su sangre en Zabuza y derramando gran parte de esta sobre Kakashi, quien estaba atónito ante esta situación.

—¡El chakra de Naruto se había calmado hace un momento! Pensé que ya no tendría que intervenir, pero esto no lo esperaba...— pensó Kakashi, aún en shock.

—¿Con que mi destino era la muerte? Volviste a fallar, Kakashi— se burló Zabuza, mientras levantaba su espada con una sola mano, listo para dar un golpe.

La neblina se había disipado mientras Naruto y Hinata se volteaban a ver a ellos; la pelea estaba a apenas unos metros.

—¿¡Qué demonios pasó!?— exclamó Naruto al acercarse y ver la escena. Hinata había quedado en shock ante esto; ninguno de los ninjas de Konoha sabía qué pensar al respecto.

—Se puso en medio para proteger a Zabuza...— analizó Kakashi, mientras un moribundo Haku usaba sus últimas fuerzas para tomar su brazo y aferrarse al ninja copia. —Aun en sus últimas, pretende ayudarlo... Y Naruto... su chakra se ha calmado... ¿Habrá sido cosa de Hinata?...—

—Bien hecho, Haku, ¡lo hiciste muy bien! ¡Me has sido fiel hasta el final!— exclamó el asesino antes de lanzar un corte con su imponente espada, con tal fuerza que podría partirlos a la mitad.

Sin embargo, el ninja copia, usando su gran velocidad, tomó a Haku y saltó fuera del alcance del arma.

—Ya está muerto... yo no quería matarlo a él...— pensó el peliplata, mientras colocaba a Haku en el suelo. —Solo era un niño...—

—¡Sensei!— gritó Naruto, apenas reaccionando a la escena.

El ninja copia observó por un momento el cadáver y, con cierta pena en su corazón, le cerró los ojos como símbolo de respeto, a lo cual Zabuza empezó a reírse.

—¿Acaso te entristece la muerte de Haku? —preguntó el asesino con un tono burlón.

Estas palabras resonaron en los ninjas de Konoha, quienes no pudieron evitar sentirse enojados.

—¡No se lo perdonaré! —pensó Naruto mientras apretaba su puño y se preparaba para atacar.

—Qué cruel... —pensó Hinata, sintiendo que Haku se había esforzado mucho solo para ser despreciado de esta forma. Tal era su molestia, que su Byakugan se activó sin necesidad de sellos manuales.

Kakashi, al ver la expresión de sus alumnos, rápidamente los señaló y gritó:

—¡Ustedes dos, no se metan! —El jounin se colocó de pie y miró fijamente a Zabuza—. ¡Esta pelea es mía!

Los genin se sorprendieron al ver a Kakashi; era la primera vez que lo veían realmente molesto.

—¡Kakashi! ¡Deberías ocuparte de tus propios asuntos! —exclamó Zabuza mientras se lanzaba a atacar, tratando de usar su espada para cortar al ninja copia.

Sin embargo, Kakashi esquivó el golpe con facilidad, luego se lanzó hacia él y le golpeó el estómago. Zabuza retrocedió al instante, tratando de recuperar el aire...

Kakashi ahora tenía la ventaja sin la neblina... Su Sharingan podía leer a la perfección a su oponente.

El asesino intentó atacarlo con bruscos movimientos de su gran espada, pero le costaba mantener el equilibrio, y más por el peso de su arma en sus brazos lastimados. Uno de ellos estaba roto, sus ataques no tenían éxito, e incluso era golpeado con suma facilidad por parte de Kakashi.

Con un movimiento rápido, Kakashi incapacitó el brazo sano del ninja renegado al clavarle dos kunai en los hombros, dejándolo sin poder mover los brazos.

—¡Maldito! —exclamó Zabuza. Apenas si se podía mantener de pie, y su espada había caído al suelo.

En eso, todos escucharon una nueva voz... Venía del extremo del puente.

—¡Vaya, vaya, menuda decepción!

—Está aquí... Parece que no me equivoqué... Es él... —pensó Hinata al ver al hombre que estaba ahora frente a ellos.

Se trataba de Gatō. Con su apariencia física, incluso Naruto pudo reconocerlo; era tal y como lo habían descrito. Además, detrás de él había una gran cantidad de esbirros, todos estaban armados... Pero no eran más que mercenarios comunes, uno que otro ninja de no muy alto rango...

—¿¡Traen explosivos!? —pensó Hinata al observarlos. Podía notar cómo muchos de esos mercenarios traían cargas de pólvora... Probablemente eran para volar el puente.

—Gatō... ¡¿Qué demonios haces aquí?! ¿¡Y quiénes son todos esos subordinados?! —exclamó Zabuza enojado.

El magnate rió con arrogancia mientras miraba a Zabuza con desprecio.

—Ha llegado tu hora, Zabuza. A decir verdad, no pensaba pagarte por tus servicios; eres muy caro —respondió Gatō, claramente confiado.

Zabuza se quedó en silencio, por lo que el magnate continuó:

—Esperaba más del demonio oculto de la neblina, pero solo has resultado ser un diablito —se burló nuevamente Gatō, mientras que sus esbirros empezaban a soltar carcajadas por sus comentarios.

Zabuza suspiró antes de mirar a Kakashi.

—Vaya... parece que aquí acaba nuestra pelea, Kakashi. Ya no tengo ninguna razón para atacarlos —declaró el asesino antes de fijar su mirada en Gatō—. Y en mi estado actual, no puedo obtener los ojos de la niña... Ni luchar...

—Entiendo, tiene sentido... —contestó Kakashi con un tono más tranquilo.

Ante esta conversación, Naruto quedó en shock; estaba realmente sorprendido por la forma en que estos dos ahora hablaban...

Gatō caminó un poco, colocándose junto a Haku, a quien miró con desprecio.

—Ahora que lo pienso, tenía algo especial preparado para él... ¡¿Cómo te atreviste a torcerme el brazo?! —exclamó el enano antes de empezar a patear y pisotear el cadáver. Ante esto, Naruto se enojó.

—¡DESGRACIADO! ¡¿QUÉ CREE QUE HACE?!

Naruto corrió para atacar al magnate, pero Kakashi lo frenó con rapidez.

—¡Espera! No seas impulsivo, ¿no ves su número? Tú ya estás muy cansado —regañó el ninja copia, agarrándolo del brazo.

Hinata se sentía triste por toda esta situación, y también enojada; sin embargo, sabía que no podía hacer nada...

—¿¡Es que no piensa hacer nada!? ¡Era tu amigo! —exclamó Naruto, refiriéndose a Zabuza.

—Cierra la boca, enano; él ya está muerto —contestó el asesino, dándole la espalda al niño.

—¡Él vivió por ti! ¡Tú lo eras todo para él! ¡Todo lo que hizo hasta ahora lo hizo porque quería que cumplieras tus metas! ¡Incluso... incluso murió para salvarte! ¡Todo por lo que luchó... eras tú! ¡¿Acaso nada de eso te importó?! —exclamó Naruto con su voz casi quebrada y con lágrimas en los ojos mientras gritaba.

—Niño, en este mundo ninja solo existen dos clases de personas... Las que usan a otros y las que son usadas... Yo utilizaba a Haku de la misma forma que Gatō me usaba a mí. Lo que me interesaba de Haku era la sangre de su clan, no él como persona...

Naruto apretó sus puños antes de contestar.

—¡No es verdad, no puedes estar hablando en serio! —exclamó el rubio, antes de quitarse la mano de Kakashi de su brazo.

—¡Naruto, ya déjalo! —trató de intervenir Kakashi, pero Naruto lo ignoró—. Él ya no es nuestro enemigo, no tenemos motivos para pelear y...

—¡Basta, Kakashi-sensei! Para mí, él sigue siendo mi enemigo —exclamó Naruto, señalando a Zabuza.

El asesino se quedó en silencio, mientras Naruto señalaba el cadáver a los pies de Gatō.

—¡HAKU TE QUERÍA MUCHO DE VERDAD! ¡Y AUN ASÍ LO DESPRECIAS DE ESTA FORMA! ¡¿DE VERDAD NO TE IMPORTA?! ¡¿CÓMO ES POSIBLE QUE NO SIENTAS NADA?! —regañó Naruto, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas—. ¡¿ACASO ESTO ES LO QUE OCURRE CUANDO TE VUELVES TAN FUERTE COMO TÚ?! ¡Él dio todo por ti, eras lo único que lo hacía feliz... y solo era un objeto para ti?!

—Cállate, no digas ni una maldita palabra más... —contestó Zabuza.

Para sorpresa de Naruto, Hinata e incluso Kakashi, el renegado estaba derramando lágrimas.

—Tus palabras me cortan más profundo que cualquier navaja... —contestó Zabuza mientras Gatō solo se reía al verlo.

Aun así, nadie dijo nada.

—Mocoso... Haku no ha luchado solo por mí, también por ustedes. Era demasiado bueno... demasiado... Me alegra que mi última batalla haya sido contra ustedes. Es verdad, al final has acabado por tener razón, niño... —dijo Zabuza mientras comenzaba a usar su boca para quitarse las vendas de la cara, revelando su rostro y dejando ver cómo las lágrimas lo recorrían.

Gatō lo miró con algo de sorpresa, al igual que el Genin.

—Los ninjas también somos personas; tal vez no podemos convertirnos del todo en armas sin sentimientos... Tú ganas esta vez —finalizó Zabuza, dejando a Naruto sin nada más que decir.

En eso, el asesino se colocó en posición y exclamó:

—¡Préstame tu kunai, niño! —Naruto, al oír esto, se quedó en silencio y simplemente le arrojó el kunai.

—Toma...

Sin más, Zabuza tomó el kunai en el aire usando la boca y empezó a correr como una bestia imparable en dirección a Gatō. Este se asustó e intentó esconderse detrás de sus matones.

—¡¿Qué esperan?! ¡Acaben con él!

Ellos rieron con sus armas en mano...

—¿Un solo ninja herido contra todos nosotros? ¡Lo vamos a hacer papilla! —Pero esta confianza no duró mucho...

El renegado corrió a gran velocidad, con la imagen y la presencia de un demonio, haciendo que estos tiemblen. Sin más, Zabuza arrasó con una gran parte de los matones, apuñalándolos con aquel kunai.

Aun siendo herido con algunas armas, el demonio era implacable, y con su gran fuerza se abrió camino hasta que logró llegar junto al magnate, el cual ni siquiera tuvo tiempo de gritar del susto, ya que fue apuñalado ferozmente en el estómago.

—¡Muérete de una vez! —exclamaron los mercenarios, clavándole más armas en la espalda, pero Zabuza se mantuvo en pie...

—Monstruo... Si tanto quieres ir con tu compañero, ¡solo muérete! —dijo Gatō, sangrando por la boca.

—Es una pena... no creo que vaya al mismo lugar que Haku... Pero, jejeje... tú definitivamente irás al mismo infierno que yo. Puede que no sea un gran demonio, pero en el infierno, ¡me convertiré en uno de verdad y te atormentaré por la eternidad! —exclamó Zabuza antes de morder el kunai con fuerza, dando un último movimiento feroz...

De un solo tajo, Gatō fue decapitado.

La cabeza de Gatō rodó en el suelo, en medio de todos sus subordinados, quienes estaban asustados. Mientras tanto, el resto del cuerpo cayó al suelo.

Kakashi observó la escena y asintió con la cabeza como señal de respeto, mientras que Naruto y Hinata estaban asombrados por la brutalidad de la situación.

Zabuza soltó el kunai, dejándolo caer al suelo mientras sangraba por todas sus heridas y por la boca.

Zabuza trató de regresar, mientras los matones, asustados por su presencia, se abrieron, dejándole el camino libre. Sin embargo, tras algunos pasos, el renegado cayó herido al suelo...

La imagen de Haku era todo lo que podía ver...

—Es la hora del adiós, Haku... Gracias por todo... Perdóname...

Naruto agachó la mirada, a lo que Kakashi finalmente habló:

—No apartes la mirada... Fue un hombre que luchó hasta el final.

—Lo sé... —contestó Naruto. Aun estaba en shock por lo visto.

Hinata miró esto con cierta admiración y respeto, entendiendo que hasta un hombre tan frío y sádico como Zabuza podía tener un lado humano... En eso, ella se volteó al sentir un temblor.

—Ese idiota... —dijo Naruto en voz baja, claramente sorprendido de Zabuza, e incluso ahora podía comprender más lo que decía Haku... Tal vez no se había equivocado al pelear por él.

—¡Naruto! —al oír la voz de su compañera, el rubio se dio la vuelta, logrando ver que Sasuke había abierto los ojos, mientras Hinata lo ayudaba a sentarse en el suelo.

—Sasuke... —pensó Naruto, aún con lágrimas en los ojos.

—Te dije que estaba vivo —dijo la ojiperla con una sonrisa para después darle un abrazo a Sasuke—. ¡Me alegra que estés bien!

—Ugh... G-gracias... —Sasuke hizo un gesto de dolor ante el abrazo, pero terminó por corresponderlo...

Pero Hinata terminó por soltarlo al notar que estaba temblando de dolor. No pudo evitar sonrojarse; había sido instintivo... había sido un poco vergonzoso... Sasuke solo agachó la cabeza mientras se retiraba algunas de las agujas, ocultando que también estaba sonrojado.

—M-me alegra que estés bien, Sasuke.

Sasuke solo suspiró, sintiéndose algo adolorido, y más por el abrazo de su compañera; algunas agujas se habían movido.

—¿Están todos bien? —preguntó Sasuke, tratando de reincorporarse, mientras su equipo estaba aliviado por su estado.

Sin embargo, todo este momento fue interrumpido por la voz de uno de los sicarios:

—¡Es muy pronto para cantar victoria! ¡Malditos ninjas! ¡Mataron nuestra fuente de ingresos, entonces los mataremos y luego arrasaremos la ciudad y tomaremos lo que sea de valor! ¡Luego destruiremos su aldea con los explosivos que teníamos destinados para el puente!

Los mercenarios estaban a punto de lanzarse contra ellos, cuando de pronto, una flecha cayó del cielo y se clavó en el suelo, justo en medio de los ninjas y los matones.

—¡Si se acercan un paso más a nuestra isla, no saldrán con vida! —exclamó Tazuna, quien junto a Inari encabezaba una turba. Se trataba de todos los aldeanos de la isla, quienes estaban armados y listos para pelear.

—¡Bien, yo ayudo! —exclamó Naruto con una sonrisa mientras hacía sellos manuales—. Kage Bunshin no Jutsu.

Sin más, varios clones de Naruto se hicieron presentes. Los matones retrocedieron un poco, a lo que Kakashi solo rió.

—Bueno, en ese caso, yo también puedo ayudar, aunque no me queda mucho chakra, pero estos solo son unos aficionados... —Dicho esto, el peliplata ejecutó el Bunshin no Jutsu, convocando una gran cantidad de clones ilusorios; aun así, parecía un gran ejército.

—Muy bien, ¿por qué no atacan? —dijo Kakashi, retando a los matones, quienes, al ver la gran ventaja numérica, empezaron a huir despavoridos, soltando las armas y explosivos que traían. Todos subieron a las lanchas en las que habían llegado y así huyeron del País de las Olas.

Finalmente, el reinado de Gatō había caído. Los aldeanos estaban felices por lo ocurrido, nuevamente eran libres, solo habría que terminar el puente. De esta forma, recuperarían la estabilidad que Gatō les había arruinado.

Cuando finalmente todos los asesinos se fueron, Kakashi se acercó a Zabuza, quien aún estaba vivo. Este lo miró débilmente.

—Por favor... Kakashi... llévame junto a él... Necesito verlo una última vez... —dijo Zabuza, a lo que Kakashi no respondió y simplemente asintió con la cabeza, levantando a su antiguo oponente en sus brazos.

—¿Eh?... ¿Está nevando?... —preguntó Naruto. De la nada, habían empezado a caer copos de nieve.

—¿En esta época del año?...

Sin más, el ninja copia cargó a Zabuza entre sus brazos y cumplió su última voluntad, colocándolo junto a Haku.

—Gracias... —dijo Zabuza, observando a Kakashi.

Finalmente, Zabuza volteó la cabeza y contempló el rostro sereno de Haku en silencio, mientras usaba su mano débilmente para pasarla por su mejilla.

—Siempre estuviste a mi lado... Lo menos que puedo hacer... es morir junto a ti... —Sonrió débilmente—. Me gustaría estar junto a ti toda la eternidad...

Finalmente... Zabuza cerró sus ojos mientras lo último que veía era a aquel niño puro que le había demostrado que era importante para alguien...

Naruto solo lloró mientras miraba la nieve caer...

—Dijo... que había nacido en un lugar con nieve...

Kakashi ocultó su Sharingan mientras contemplaba la escena...

—Haku era tan puro como la nieve... —Así, Kakashi hizo una reverencia al igual que sus alumnos—. Zabuza... Haku, pueden descansar en paz...

Y así, concluyó la batalla..

_____________________________________________

El equipo 7, como señal de respeto a sus primeros oponentes, los sepultó en lo alto de una pequeña colina, dejando la espada Kubikiribōchō clavada junto a la tumba de su dueño...

—Kakashi-sensei... —empezó Hinata mientras contemplaba la tumba...

—¿Sí?

—En verdad... ¿un ninja tiene que ser todo lo que dijo Zabuza? ¿Un arma? —cuestionó ella.

—Un ninja no debe dejar de buscar la razón de su propia existencia, como cualquier persona... Pero por nuestro trabajo y el bien de nuestra nación, es necesario que sea capaz de actuar como un arma —contestó Kakashi con calma—. Así es en Konoha y el resto de aldeas... Es nuestro trabajo.

Naruto meditó un momento antes de contestar:

—Me niego a ser visto solo como un arma, me niego a ser solamente eso —declaró el rubio.

Sasuke miró a Kakashi antes de preguntar:

—¿Tú estás de acuerdo con eso que dijiste?

Kakashi solo respondió:

—No me gusta nada. La vida de un ninja está llena de facetas y dudas existenciales... Tal como le pasaba a Zabuza y Haku... —contestó el Jōnin.

Naruto finalmente sonrió.

—Yo seré un ninja a mi manera, forjaré mi propio camino ninja, y no perderé mi humanidad, lo juro... Y no romper mi juramento es mi camino ninja —declaró Naruto observando las tumbas con respeto.

Hinata admiró este gesto de su compañero.

—Creo que... me gustaría proteger a los más débiles... Ese es mi camino —dijo Hinata mientras meditaba lo que había vivido los últimos días...

Había visto pobreza, al fuerte abusando del débil, discriminación, enfermedades... El mundo era muy grande y había muchas cosas que arreglar... Ella quería que su camino pudiera servir en eso, aunque aún no estaba segura de qué ruta tomar para llegar a ese camino...

Pero, estaba decidida... Ella no sería una simple herramienta insensible.

Sasuke, por su lado, meditó antes de mirar al cielo, reflexionando sobre la situación...

_____________________________________________

Finalmente, tras un par de semanas, el puente fue terminado de construir sin problemas con la ayuda de todos los pueblerinos. El equipo 7 se despidió de su cliente y de los aldeanos de la isla, y sin más, abandonaron la Tierra de las Olas, siendo los primeros en cruzar el puente.

Tazuna e Inari observaron cómo los ninjas se perdían en la distancia...

—Señor Tazuna, aún no hemos bautizado el puente. ¿Cómo se llamará? —dijo uno de los aldeanos, a lo que Tazuna se vio pensativo.

—Es verdad... ¿Qué tal Gran Puente Tazuna? Jajaja —sin embargo, no parecía que a nadie le agradara ese nombre, a lo que Inari señaló:

—¿Qué tal "El Gran Puente de los Héroes"?

Ante esto, Tazuna sonrió. Tenía razón, en aquel puente, todos habían salvado a la isla, y fueron los héroes de esta quienes permitieron su construcción. Así que el constructor rió un poco antes de acariciar el cabello de su nieto.

—Tienes razón, Inari, ese será su nombre —declaró el constructor.

Y así, la odisea en el País de las Olas se terminó. Sin embargo, este apenas era el comienzo de las aventuras del equipo 7...

Fin Capítulo 13

Fin del arco de las olas

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro