Capítulo 2: Franklin.
Franklin.
Seguía sin poder olvidar las palabras de mis padres, anoche.
"Mañana tienes que hacerlo"
No quería pero era mi deber y además se lo debía a ellos.
Tal vez me perdería una parte de la clase pero valía la pena, además historia me aburría demasiado.
Había caído de nuevo y está vez hasta el fondo, no me sentía orgulloso pero una parte de mi gritaba que no podía controlar mi vida para siempre, que no tendría una vida normal o perfecta como los demás decían tener.
Espere impaciente a qué me nombraran, mi pierna temblaba y la de mi madre igual, al parecer compartíamos la misma ansiedad.
—Todo estará bien Frank —me aseguro mi madre sosteniendo mi mano —, te sentirás mejor después de esto.
No estaba seguro de eso pero era mi única alternativa, unos minutos después pase al consultorio, mi madre se quedó afuera esperando.
—Hola Franklin —me saludo cordialmente como siempre solía hacer —, pensé que ya nunca te volvería a ver por aquí.
Me removí incomodo en el sillón ¿Cuántas personas se habrán sentado aquí desde la última vez que lo limpiaron?
Tal vez más de las que crees.
—Yo también pensé lo mismo —dije un poco decepcionado de mi autocontrol; Los pensamientos compulsivos y patrones estaban volviendo.
—Tu madre me dijo acerca de lo que pasó hace unos días ¿Quieres platicármelo?
No, la verdad es que no.
Me molesto que mi madre ya se lo hubiera dicho y que él ni siquiera lo ocultara, me molestaba que las personas dijeran versiones de lo que me pasa, porque cuando yo se las decidía contar perdida credibilidad.
—Solo paso de la nada, comencé a tener pensamientos obsesivos, preguntándome si había dejado el grifo del agua abierto y cosas así pero lo peor fue que los pensamientos intrusivos volvieron.
Él no me dijo nada, trague saliva, incómodo.
—Últimamente estoy recordando aquel día en el que tal vez todo inicio —confesé sin saber que más decir.
—Es algo normal, es parte de ti, será muy difícil que llegues a olvidarlo por completo pero sé que algún día pensaras en eso y no sentirás nada.
Lo dudo.
No quería olvidarlo, quería olvidar ese día pero no a él, aunque sabía que para sanar tenía que olvidar ambos.
—Trataré de ya no pensar en eso.
—¿Has tomado tus medicamentos?
—Sí, aunque a veces lo olvido pero casi siempre los tomo.
—Regresaremos a la misma dosis del principio por lo menos por ahora y... trata de no usar guantes —señalo los guantes azules que llevaba puestos desde hace 10 minutos, cada hora los cambiaba, a veces antes —, mientras más pronto aceptes esto otra vez, más fácil será superarlo nuevamente.
En el auto camino a la escuela mi madre y yo no intercambiamos ni una sola palabra, hasta que a punto de salir del auto y correr a mi clase que seguramente ya había iniciado, ella me tomo del brazo.
—Sé que no estás tomando tus medicamentos Franklin.
Eso fue suficiente para que volviera a cerrar la puerta del auto.
—Sé que piensas que no lo noto, que tu padre y yo no lo notamos pero si lo hacemos y también estamos al tanto de la relación tóxica que tienes con Selena —afirmo molesta por lo último —, esa chica me agrada pero ustedes dos no van bien juntos, debes terminar con ella por el bien de los dos.
—No te metas en mi vida —repetí las mismas palabras que le había dicho a mi madre desde hace años.
—¡Claro que me voy a meter en tu vida, soy tu madre y me importa todo lo que pase contigo! —dijo subiendo su tono de voz, diciendo las mismas palabras que me ha dicho en los últimos años.
Era un círculo deforme y oxidado, con momentos felices que estaban en lo alto y momentos infelices que permanecían en las sombras para hacer su aparición en momentos como este.
—Lo de Selena y yo es temporal solo estoy buscando una buena manera de terminar con nuestra relación para que no me odie.
—No tendría por qué hacerlo, le estarías haciendo un favor.
Negué con la cabeza intentando procesar y era cierto, Selena y yo teníamos una relación tóxica, por ella me había alejado de personas que me importaban mucho, además mi estado de ánimo había caído dependiendo de cómo iba nuestra relación.
—Me estoy empezando a distanciar, pronto ella se cansará y me va a dejar —le dije, Selena me había propuesto salir está tarde pero yo la había rechazado, poniendo la excusa de tarea pendiente.
—Así que ese es tu plan, no hacer nada y esperar a que ella lo haga todo —dijo mi madre con un tono decepcionante.
—Lo siento mamá es que... no puedo hacerlo, no puedo dejarla.
—No, si puedes —me corrigió —, solo que te da miedo lo que pase después, le tienes miedo Franklin.
—¡No le tengo miedo a Selena! —grite. Mi corazón se aceleró al hacerlo ¿Cómo podía decir eso? ¿Era verdad o mentira? No tenía ni la menor idea; A veces sentía que el miedo me había abandonado ese día que perdí lo que más amaba.
—Entra a la escuela —me ordenó mi madre con un tono serio.
Sin decir ninguna palabra salí del auto y corrí a mi salón, por suerte el maestro no había llegado. Las palabras de mi madre resonaron por mi cabeza ¿En serio le tenía miedo a Selena? Tanto era mi temor que ni siquiera me atrevía a confesarlo.
Selena estaba hablando con Brenda, su mejor amiga desde antes de que nos conociéramos, no entendía como Brenda podía soportar a Selena.
Selena al verme sonrió y yo le devolví la sonrisa llena de falsedad, Brenda ni siquiera levanto la mirada, ella me agradaba pero no quería que Selena se peleará con ella o conmigo solo por hablarle, como ya lo había hecho anteriormente con Melissa: Una alumna del colegio que se fue hace unos meses.
—Hola Sel —salude sentándome a su lado.
Selena me sonrió y me dio un beso en la mejilla que hizo que luchará con el impulso de apartarla, ya no me sentía cómodo con ella y mi mamá tenía razón tenía que terminar con esto.
—Oye Selena creo que tenemos que...
—¿Por qué llegaste tan tarde? —me pregunto dejando de lado lo que le iba a decir.
Di una mentira creíble para que deje de preguntar.
—Había tráfico.
—¿Tráfico? Vivimos casi en la misma zona y no hay tráfico, además tu siempre llegas antes que yo —Selena entrecerró los ojos y me miró —¿Por qué llegaste tarde?
Yo siempre dije que ella estaba demente, pero nunca escuchan a las consciencias.
—Razones personales —murmure.
—¿Personales? No Frank tú y yo no podemos tener secretos.
—No es un secreto es un... —no supe que decir.
—¿Un qué?
—Algo que no quiero contar.
Selena abrió los ojos indignada.
—Entonces si yo voy a la fiesta de esta noche y bailo con Adrián no te diré por qué es algo que no quiero contar.
Ni siquiera ella ha de saber quién es Adrián.
—No, esto es diferente.
—¿Diferente? A mí me parece igual.
Por suerte la campana me salvó, vi a Brenda pararse.
—Brenda ¿A dónde vas? nos tocan dos horas de historia —le dijo Selena.
Brenda dio media vuelta y se sentó de nuevo.
—¿Por qué no habrá llegado el maestro? —pregunto Selena.
—Tal vez se hartó de nosotros y de nuestra conducta inmadura —mencione esperando que Selena captara que mi tolerancia se estaba acabando.
—¿Por qué traes guantes? —pregunto cambiando de tema, había olvidado quitármelos en el auto.
—No lo sé —conteste lo primero que se me ocurrió.
Selena dejo atrás nuestra plática, me sorprendió eso, tal vez si había notado mi indirecta.
El resto de la hora hablo sobre ella, ella y otra vez ella.
Me aburría escucharla hablar sobre el mismo tema.
<<Hice esto... Comí esto... Me entere de esto... Me paso esto...>>
A nadie le importaba eso, por lo menos a mí no y me sentía mal porque no me importara, se suponía que esas cosas tenían que importarme, no fastidiarme.
El timbre sonó y yo salí sin esperar a Selena, llegué a mi casillero y lo abrí con la intención de sacar unos libros, pero una hoja que colgaba en medio me asusto, por alguna razón creí que era algo que tenía que ver con Selena así que la abrí sin ninguna preocupación.
Hola amor, te veo a las 5:00 en la biblioteca de la escuela no comentes esto con nadie.
Nota: si faltas no esperes que tenga compasión de ti.
Atte.: alguien a quien le rompiste el corazón.
Fila B.
Bien, seguro era Selena.
Esa loca ya paso de nivel.
Insultar a Selena en mi mente era uno de mis pasatiempos favoritos, no podía evitarlo.
Guarde la hoja en mi sudadera y tome los libros que quería.
A las 4:55 estaba entrando a la biblioteca y solo encontré a Brenda, de pronto todo se conectó, había dos posibilidades: Selena había mandado a Brenda o Brenda había venido por su cuenta aunque la primera era más creíble, confíe más en la segunda.
Brenda me miró y yo camine rápidamente hacia ella, había un par de personas también pero no les tome importancia.
—Sabía que habías sido tu Brenda —la acuse tratando de no alzar la voz —, "Atentamente alguien a quien le rompiente el corazón" ¿Qué clase de traición hacia Selena es esa?
Mi corazón se había acelerado, estaba esperando una respuesta de su parte.
—No tengo ni la menor idea de que estas hablando —me dijo confundida.
Le mostré ella la leyó detenidamente.
—¿¡Eres tú la loca psicótica que me mando esta carta tan absurda!?
Cada vez me sentía más ridículo, sobretodo porque las otras personas nos estaban comenzando a ver.
—Franklin créeme que no sé de qué me estás hablando pero si sé que... —las puertas de la biblioteca se abrieron dejando pasar a Cleo, la chica engreída de tercer año, tal vez había sido ella, hace un año me vio como su principal interés amoroso lo cual fue incómodo hasta el punto de que tuve que contarle al director, y al final resultó ser solo un tonto reto.
Cleo pregunto por la bibliotecaria y después de eso fue cuando todo se volvió confuso, resultó que Brenda también tenía una carta y no solo ella sino también los chicos de primer año que nunca en mi vida había visto.
Yo solo miraba todo sin comprender nada, creo que nadie lo comprendía pero aun así tenía mis sospechas de que el bromista permanecía en este círculo y se estaba riendo sigilosamente de nosotros.
Cuando Brenda se levantó de la silla, la seguí, me apoye en la estantería uno, observando a los demás.
Seguro que fue Cleo.
O tal vez ese chico de lentes, se me muy sospechoso.
Brenda encontró el libro que se suponía que estábamos buscando, nos reunimos en círculo para leer lo que había en una pequeña hoja que cayó del libro.
Era una especie de acertijo extraño y macabro.
Secreto, Amor, Ayuda, Exposición, Humillación y Mentirosa es hora de que paguen por lo que me han hecho, yo seré su karma ninguno de ustedes saldrá sin tener su merecido.
Atte.: Karma.
Esas letras me dejaron con muchas dudas y ni una sola respuesta.
Pero apostaba lo que sea a que fue Cleo.
--------------------------------------------
Hola, Hola ¿Qué les ha parecido este segundo capítulo narrado por Franklin?
Graciasssssss por leer.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro