Capítulo 18: Paquete anónimo.
Cassandra.
Cerré la cremallera de mi chaqueta hasta el cuello, me puse una gorra y unos lentes de sol, tome las tres cajas apilándolas apoye mi barbilla en la última y con eso camine hasta la paquetería, era un local muy grande pero apenas estaban abriendo me tendría que perder una clase solo por esto.
Todos habíamos jugado un juego al azar para que uno de nosotros fuera ya que sería muy sospechoso que todos fuéramos y para mi mala suerte yo perdí ese juego.
Me adentre al negocio una campana sonó al abrir la puerta, en el mostrador había un hombre de unos 40 años viendo su celular sin prestar atención al frente.
—Buenos días quisiera información acerca de una entrega —deje las cajas sobre el mostrador, el hombre alzo la mirada un tanto confundido examino las cajas y luego de un suspiro guardo su teléfono.
—No damos información sobre clientes si cree que no iba dirigido para usted el paquete puede dejarlos aquí y nosotros lo verificaremos —dicho eso volvió a prestar atención a otra cosa menos a mí.
Sin despegar la vista del hombre saque dinero de mi bolsa, sabía que algo así iba a pasar por lo que tenía que venir prepara, arrastre los billetes por todo el mostrador hasta que llego a su mirada al principio vi sorpresa pero después negó con la cabeza.
—No me vas a sobornar niña.
Arrugue el dinero en mi mano y lo volví a meter en la bolsa.
Di una vuelta por todo el local, observándolo y analizándolo.
—¿Hace cuánto trabajas aquí? —le pregunte girándome para escuchar su respuesta.
—Hace un par de años.
—¿Te gusta?
El balanceo su mirada entre el mostrador y la computadora que tenía en frente, sonreí ante su silencio.
—Yo podría darte un mejor trabajo que este, veras tengo una buena relación con los Suzuki y con gusto podría decirles que te den trabajo.
Su mirada se agrando me miro con esperanza.
—¿Cómo sé que dices la verdad?
—Tendrás que confiar en mí pero te aseguro que cualquier cosa es mejor que trabajar en algo que no quieres y no sé si te interese lo que los Suzuki te ofrezcan pero por lo menos ganaras más dinero.
El dudo unos instantes pero al final accedió, una vez más estaba agradecida con mi madre por lo que sin darse cuenta me había enseñado.
—Cuéntame más acerca de lo que buscas.
Sonreí satisfecha.
—Una persona envió estas tres cajas a direcciones diferentes y sé que fue en esta paquetería por la estampa que tiene —voltee la caja y enseñe la estampa —, pero no hay nada más, ni siquiera una dirección o un nombre.
—Han habido muchas entregas estos días tendrás que ser más específica.
—Las tres cajas llegaron el lunes de esta semana por la mañana tal vez las trajo aquí el domingo o antes.
El hombre suspiro.
—No entiendo que tiene de importante eso —confeso haciendo un gesto con los labios.
—Eso no importa lo que importa es quien las envió.
—Bien recuerdo que el domingo vinieron varias personas pero es muy rara la vez que hacemos envíos que llegan al día siguiente así que debió haber sido el sábado y el sábado no trabajo.
Me sentí un poco decepcionada pero el comenzó a teclear algo rápido en la computadora.
—Pero si nos fijamos en las cámaras del sábado tal vez veamos algo —levanto la puerta que nos dividía, entre y me senté en una silla a su lado.
En las grabaciones marcaba la hora de las 8 de la mañana que es cuando abrían, varias personas pasaron y dejaron sus paquetes en el mostrador, le pedí que lo adelantara.
—Para ahí —le dije cuando vi a una persona con una capucha entrar al local, el reloj marcaba las 10: 58 de la mañana.
Dejo una bolsa negra en el mostrador y luego hablo con el chico, desafortunadamente las cámaras no tenían sonido, su vestimenta era extraña traía unos guantes negros y cuando se dio la vuelta me pude dar cuenta que traía unos lentes de sol y un cubre bocas negro, era de piel clara lo pude notar por el pequeño espacio que quedaba entre el cubre bocas y los lentes, después se fue y el chico del mostrador saco dos cajas, solo dos y después arrugo la bolsa y se fue a la parte de atrás con ellas.
Le pedí que pausara el video.
—Era una mujer ¿no? —le pregunte, el ladeo la cabeza y después de unos segundos asintió.
—Parece que si era una mujer pero iba tan tapada que es difícil saberlo.
—Ese chico que estaba ahí ¿Esta aquí ahora?
—Sí, ¡Jorge! —grito.
La puerta de atrás se abrió y el chico de la grabación apareció un tanto confundido ante mi presencia.
—¿Recuerdas a esta mujer?
El miro unos segundos la imagen y después intercambio su mirada a la puerta.
—Sí, era muy agradable.
—¿Qué edad tenia aproximadamente? ¿Te dijo su nombre? —pregunte desesperada por respuestas.
—Bueno pues... no sé qué edad tenía pero se veía joven o por lo menos su voz sonaba de esa manera.
—¿Cómo alguien de mi edad?
El chico frunció levemente su ceño.
—Mmmmmm no, sonaba como una adulta y tampoco me pareció que fuera una adolecente.
Baje la mirada y mire todo el suelo hasta llegar a la computadora, tal vez su palabra no era confiable.
—¿Cuál era su nombre? —pregunte y trague en seco esperando la respuesta.
Si no tenía mi edad no podía ser Melissa lo cual me dejaba en un mundo lleno de preguntas sin respuesta.
Jorge miro al señor dudoso en contestar, pero el señor asintió dándole la libertad de hablar.
—No me lo dijo directamente pero el paquete fue a nombre de Melissa Hierven me pidió que no se mostrara su nombre y... —rasco su nuca nervioso —, me dijo que me iba a dejar dinero en la basura si no ponía nada de su información y así lo hizo me dejo mucho dinero.
Sentí que el aire me faltara como si tuviera un globo en mi cabeza que se me estaba desinflando poco a poco, mire a todos lados en busca de respuestas.
—¿Y la tercera caja? —pregunte mirándolo a los ojos como si tuviese el derecho de saberlo todo cuando en realidad en estos momentos ellos estaban rompiendo con su política por mí.
—No había ninguna tercera caja solo eran dos —contesto el chico con confianza.
—¿Qué nombres tenían las cajas? —pregunte rezando porque los recordara.
—Creo que una tenía el nombre de Sandra o algo así y en la otra el nombre de Angel.
Se me revolvió el estómago al pensar que Randy sabia acerca de la identidad de Karma, la caja nunca había sido enviada a su casa, ya estaba es su casa.
—Muchas gracias por todo —les dije y salí del local lo más rápido posible tome mi celular y les mande un mensaje.
Tu: No me importa que estén haciendo en estos momentos tenemos que vernos en el cine abandonado ahora.
Lo envié pero cerré los ojos con fuerza al recordar que era viernes sin teléfono, por alguna extraña razón la escuela nos quitaba los teléfonos los viernes decía que era para que conviviéramos mas pero yo nunca lo entregaba y deseaba con todas mis fuerza que uno de ellos no lo hubiera entregado tampoco.
Pensé en un cambio de planes inesperado y camine hasta la casa de Randy, Angel me había dicho dónde estaba y como era no entendía porque me lo había dicho pero en estos momentos lo agradecía, unos minutos después toque su timbre y la tía de Randy me abrió mirándome confundida.
—Hola —saludo con una sonrisa —¿Eres amiga de Randy?
La empuje y camine dentro de la casa, ¿Cómo es que no me recordaba?
—¡Oye! —grito ella y me siguió a la parte de arriba donde busque desesperada por todos los cuartos.
—¿¡Donde esta!? —le grite al no encontrar a nadie.
—¿Dónde está quién?
—¡Melissa!
Su cara se palideció dejándome mucho que decir.
—¿Por qué a Randy no le llego la caja por paquetería? —decidí preguntar para ver que respondía.
—¿Hablas de la caja que dejaron en mi puerta hace unos días? ¿Tú la dejaste?
—¡No! ¿¡Donde esta ella!?
—¡Melissa no está aquí así que te pido que te vayas antes de que llame a la policía!
—¡Llame a la policía y así hablamos de lo que hizo su hija!
—¡Melissa no hizo nada porque está en Irlanda! —grito diciéndolo más fuerte, casi lastimándose la garganta —, Melissa está en Irlanda.
Apretó sus labios y comenzó a asentir frecuentemente.
—Mi bebé está en Irlanda —susurro —, y volverá en las vacaciones de diciembre.
Mi respiración estaba alterada por haber gritado tanto.
—Ella no está aquí Cassandra ya revisaste toda la casa y no hay nadie, no están sus cosas no hay nada de ella en esta casa.
—Exacto porque ella nunca vivió aquí —dije recordando la casa de Melissa a la perfección.
—Esa casa era rentada deje de alquilarla cuando Melissa se fue a Irlanda me sentía sola y hasta deprimida por eso así que en la primera oportunidad que me ofrecieron salir de ahí la acepte y ahora vivo aquí.
—¿Por qué dejo que se fuera si eso la pone tan triste?
—Porque a ella eso le hace feliz —dijo secándose unas lágrimas con su blusa gris —a mi Melissa le hace feliz estar en Irlanda y yo la entiendo este lugar le hizo mucho daño y tú también Cassandra, ella solo quería sanar.
Fruncí el ceño, ¿Ahora si me recordaba? ¿Recordaba cuando fui a su casa preguntando por Melissa y ella simplemente me había cerrado la puerta en la cara después de escuchar mi nombre diciendo detrás de la puerta que Melissa estaba en Irlanda? Pero quería saber porque había reaccionado así al decirle mi nombre.
—¿Cómo sabe mi nombre?
Ella se relamió los labios y suspiro.
—Antes de que Melissa tomara la decisión de irse me hablo sobre ti y como la habías defraudado —negó con la cabeza y vi odio en su mirada —, ella estaba tan triste por lo que fingiste ser solo para obtener buenas calificaciones.
Sentí una presión en mi pecho.
—Ella es tan buena ¿Por qué le hiciste eso?
—No lo sé... —conteste aunque sabía cuales habían sido mis motivos —, usted tiene razón... pero se lo que ella hizo no trate de defenderla.
—Ella no ha hecho nada —dijo tomando un tono más enojado —, sal de mi casa o te juro que...
—¿Qué? —la corte —¿Va a matarme? ¡Así como su hija mato a Alejandra Pérez!
—¡Mi hija no mato a nadie! —grito, sabía que no iba a lograr nada así que comencé a irme justo como ella quería pero me tomo del brazo obligándome a verla —no trates de hablar de mi hija como si fuera una asesina.
—Suélteme —espete tratando de soltarme de su agarre pero ella era más fuerte, me queje cuando sentí sus uñas enterrarse en mi piel.
—Mi hija no merecía lo que le hiciste.
No le respondí e intente liberarme de su agarre, intente caminar hacia atrás pero ella me seguía de un momento a otro perdí el balance de mi cuerpo justo cuando ella me soltó y a pasar de que intento tomarme de nuevo para evitar mi caía fue en vano porque no lo logro y termine cayendo de las escaleras, primero mi cuerpo se dobló y mis piernas quedaron arriba luego seguí rodando mientras sentía como partes de mi cuerpo se doblaran hasta mi cabeza se golpeó con uno de los escalones, el dolor era terrible y después todo se volvió negro.
/////////////
...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro