Capítulo 13
Queridos lectores esta historia no está basada en ninguna otra como las que estoy acostumbrada a escribir. He tenido un sueño que no me he podido sacar de la cabeza y ahora he decidido plasmarlo en la siguiente narración.
TMNT no es mío, así como tampoco ninguno de sus personajes
La historia vino de mi perturbada y retorcida mente.
En ocasiones meteré elementos de la versión 2003 y 2007 aunque saben que me gusta más trabajar con la 2012.
Disfruten la lectura :)
Había pasado un mes desde que Donatello les dio la noticia, no había momento en que los tres más jóvenes se alejaran de su hermano, April no podía estar mucho allí por el temor a que en cualquier momento volvieran a aparecer lesiones de quien sabe dónde, Casey junto a Splinter limpiaron como pudieron el cuarto donde habían pasado esos horrores y les llevaban comida en un intento de animarlos.
Yin observaba todo eso en silencio, oyendo por vigésima vez el cuento de unos piratas que narraba Michelangelo al mayor, con la esperanza de que lo escuchara y abriera los ojos. Donatello revisaba constantemente el progreso de la curación de todas las heridas, la mayor parte ya estaban cerradas completamente pero lo que más le preocupaba era que Leonardo aún era incapaz de respirar por sí mismo. Y Raphael pues, casi no hablaba, no soltaba la mano del de añil por nada del mundo, murmuraba cosas inentendibles y cada vez que dormía las pesadillas lo asaltaban dejando como única huella unas grandes ojeras en su rostro.
Yin no sabía si lo que haría era correcto pero el cuerpo de su víctima estaba perdiendo su conexión con el alma del muchacho, si seguía así, sería muy tarde para todos.
-Hay una manera de traerlo –les reveló cuando no había nadie más- Es muy peligrosa, si algo sale mal, ustedes también pueden caer en coma
-¿Cuál es? –por primera vez en días, Raphael dejó oír su voz
-Solo vi a mi hermana hacerlo una vez, con mi energía los trasladaré hasta donde él esté, solo ustedes pueden acarrearlo de vuelta, pero deben ser rápidos, no podré mantener el portal abierto por mucho tiempo ¿seguros de que quieren hacerlo?
Los tres asintieron con convicción, estaban dispuestos a lo que sea.
-Bien, Rapha sujeta su mano derecha, Mikey la izquierda y Donnie la cabeza –esas no eran posiciones cualquiera, Yin lo hizo así sabiendo lo que significaba cada una para Leonardo
Raphael, en quien más confía para sucederlo y considera un igual en capacidades.
Donatello, a quien acude en sus momentos de duda y lo apoya con sus conocimientos.
Michelangelo, quien lo ayuda a serenar los ánimos y resuelve los problemas con su inigualable imaginación que le hace sonreír.
-Listo, ahora mantengan presente siempre su objetivo, abran su corazón y no dejen que los debilite –el gato comenzó a resplandecer y entraron en las fauces de la inconsciencia
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El lugar era obscuro y frío, no podían ver más allá de la punta de sus pies.
-¿En dónde estamos?
-"Es el limbo" –les contestó Yin mentalmente- "Deben encontrar rápido a su hermano, este lugar no es seguro"
-Bien, vamos –los tres caminaron sin saber por dónde realmente
Pasado un tiempo, la situación comenzaba a desesperarlos.
-¡Leo!... ¡Leo!...
-Mikey, deja de gritar
-¡LEO!
-Enano, ya te dijimos que no te va a...
-¡Aquí estoy!
Por un momento creyeron alucinar, hasta confirmar que a varios metros de ellos había una luz, corrieron y corrieron, hasta distinguir la forma de mesas y sillas que resplandecían en medio de la penumbra.
-Vaya, no pensaba encontrarlos aquí –les sonrió para luego seguir tomando de su taza de té- ¿Por qué no se sientan hermanos? Es tan tranquilo aquí
-Leo no tenemos tiempo para...
-Donnie –le llamó el de rojo- Hagámosle caso –les dio una discreta mirada de advertencia a sus menores, ahí había gato encerrado
-Y cuéntenme ¿Qué hacen en este lugar? –comenzó a servirles a cada uno
-Queremos que regreses con nosotros, hermano
-Oh, Mikey –se rió- Tu sentido del humor es maravilloso pero, ya enserio ¿Qué sucede?
-No Leo, de verdad queremos que regreses
-Donnie ¿Por qué debería de hacerlo? ¿Acaso ustedes mismos no decían que sin mí la vida sería perfecta? ¿Qué preferirían que yo no fuese su hermano? ¿Qué era una molestia?
Cada palabra les cayó como balde de agua fría, ahora probaban en carne propia lo que significaba ser esclavos de sus propias palabras, en especial cuando era un ser querido quien las usaba. Eso hizo flaquear sus corazones.
Más hubo un momento que les hizo darse cuenta de lo más importante y que les dio la fuerza suficiente para levantarse de su miseria.
-Además ¿Por qué querría yo volver a ser la niñera de tres adolescentes molestos? Llevo tanto queriendo que me dejen en paz ¿Por qué por una vez no me hacen un favor y se marchan? No tienen idea de cuánto los detesto –terminó con desdén en su mirar
-¿Quién eres? –Raphael traía la mirada gacha aguantando las ganas de partirle la cara
-¿Qué?
-Tú no eres Leonardo
-¿Al fin te volviste loco, Donatello?
-¡Deja de usar su apariencia, ya sabemos que no eres él!
"No Mikey, yo nunca los voy a dejar ¿Y sabes por qué?"
-Tan egoístas se han vuelto que no pueden aceptar un "no" de mi parte –les riñó con los ojos cargados de odio
-¡Deja de intentar engañarnos!
-¡¿Por qué no me dejan en paz?!
-¡¿Quién eres?!
-¡¿No entienden que los odio?!
-¡ESO ES MENTIRA!
"Porque los quiero mucho, mucho, mucho"
Leonardo comenzó a reír quedamente y sacó sus armas.
-Parece que los subestimamos demasiado –el ente se comenzó a deformar en un ser de sombras y maldad- Pero unos chiquillos no nos van a vencer tan fácilmente
-¡¿Por qué nos hacen esto?!
-¿De verdad creen que se lo entregaremos?, llevamos milenios intentando atraparlo y esta vez no lo dejaremos escapar –una sonrisa pútrida apareció en su rostro
Esa cosa era fuerte y ellos no estaban al cien por ciento, su energía se agotaba por el cansancio de días en vela, el ser logró derribarlos pero cuando iba a terminar su trabajo, en menos de un segundo, su brazo se separó de su cuerpo.
-¿Qué haces aquí? –murmuró con pánico
-¡A mi familia nadie le hará daño! –le cortó la otra extremidad- ¡Y menos un demonio inferior como tú! –una cabeza rodó hasta volver a ser una con la obscuridad
-¿Leo? ¿Eres tú? –el susodicho los regresó a ver suavizando sus facciones a una sonrisa cansada pero feliz- ¡HERMANO!
Los tres se abrazaron a él como en años no lo hacían, separándose al instante al oír sus quejidos de dolor.
-Por mi caparazón, te ves terrible Leo
Y no era mentira, el de azul parecía haber llegado de la más dura guerra que hubiese tenido en su vida, estaba sucio, golpeado y muy pero muy cansado. Detrás de él salió una gata blanca que lucía igual.
-¡Por fin llegaron! –agradeció ella con una sonrisa- Dudo mucho que hubiésemos aguantado más peleas
-¿Tú eres Yang?
-Sí, Michelangelo, pero será mejor hacer las presentaciones en otro momento, debemos salir de aquí antes de que vengan más –les informó con miedo
-"Chicos sáquenlos rápido, el portal está cerca, solo deben seguir mi voz"
Raphael cogió a Yang y comenzaron a correr, algo los estaba siguiendo y cada vez estaba más cerca de ellos.
-¡Ay está! –Donatello señaló un círculo blanco al final
Fueron saltando de uno en uno, hasta llegar a un lugar seguro.
-¡Vamos Leo, rápido! –Raphael tenía medio cuerpo afuera y alcanzó a sujetarle la mano cuando unas garras negras atajaron los pies del mayor queriendo engullirlo en las sombras
-¡Suéltenme! –el de azul hacia lo posible por zafarse mientras el de rojo tiraba de él ayudado por los demás desde el otro lado
-"¡No puedo mantenerlo abierto más tiempo!"
-¡Solo aguanta un poco Yin!
La pequeña gata cruzó de nuevo y con la energía que les quedaba tanto a ella como a su amigo, lanzó algo de energía pura para que ese ente se alejara unos centímetros el tiempo suficiente para pasar por el portal a salvo.
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Los seis respiraron bruscamente sintiendo que les faltaba el aire.
-Eso fue... aterrador
-No quiero volver ahí en lo que me resta de vida
-¿Qué carajo eran esas cosas?
Escucharon unos gemidos, y al darse cuenta de dónde venían casi pegan un brinco de la felicidad, Leonardo tenía medio abiertos los ojos intentando sacarse el tubo que tenía en su boca y no le dejaba hablar.
-¡Espera Leo! ¡Ya te lo quito! –el de morado retiró cuidadosamente las sondas y el tubo de respiración e inmediatamente el paciente comenzó a toser- ¿Cómo te sientes hermano?
-Como sopa de tortuga bien molida –gruñó mientras se masajeaba la garganta
El de azul se fijó en los dos animalitos que respiraban agitadamente sobre sus piernas, los cogió con cuidado para observarlos más de cerca y sonreír segundos después.
-Solo están cansados –los tres soltaron un suspiro de alivio mientras los dejaba a un lado de la almohada- Hemos usado demasiada energía
-Leo ¿Qué eran esas cosas?
-Demonios –respondió recostándose- Yang y yo estábamos esperando en ese lugar hasta que mi cuerpo sanara lo suficiente como para regresar, nuestras energías flaquearon y ellos pudieron entrar en ese espacio, lograron atraparme pero ella me sacó de donde me tenían, después estuvimos peleando sin descanso contra muchos de ellos, creo que aquí vendrían a ser cuatro días –bostezó un poco- Hasta que los sentimos a ustedes y digamos que gané fuerza cuando los vi luchando con ese sirviente, no saben cuánto me alegra haber vuelto
-Y nosotros de tenerte aquí, Intrépido –dijo haciéndole reír
-Como extrañaba eso –los miró con cariño- lo que me gustaría saber es ¿Cómo se dieron cuenta de que no era yo?
-Al principio creímos que sí, pero luego dijo que no quería regresar con nosotros y que nos odiaba –explicó el genio
-A pesar de todo, nosotros te conocemos bien Leo, a ti y a tus mañas –el temperamental apretaba los dientes intentando aguantar las emociones
-Y sabemos que... -el travieso soltó algunas lágrimas- Aún con todo lo malo que te hemos hecho y dicho, tú nunca nos has abandonado, porque tú nos lo prometiste y porque... porque... -no se atrevía a decirlo, no se lo merecían
-Porque ustedes son lo más importante para mi –terminó con los brazos abiertos y ellos no se hicieron esperar
-Lo sentimos tanto hermano –susurraron entre sollozos- Por todo...
-Lo sé y los perdono –el mayor estaba en el mismo estado que ellos
Pasaron los minutos en que la tranquilidad por fin llegó a sus almas.
-Mírense, parecen magdalenas –se mofó quedamente sin soltarse del brazo del mayor
-Tú también te ves terrible Rapha –murmuró Donnie del otro lado
-Todos somos magdalenas y asunto arreglado –soltó Mikey escondido en el estómago del paciente haciéndolos reír un poco
-Deberían descansar –les acarició la cabeza- Ustedes se ven tan cansados como yo
-No me quiero ir –se quejó el de rojo con tono infantil
-Yo tampoco –el de morado se abrazó más a él
-Ni yo –terció el de naranja acurrucándose cual niño pequeño a su madre
-Está bien –observó a su alrededor tratando de ubicar ciertos objetos- Junten las dos camillas con la mía para que podamos descansar los cuatro
Hicieron lo que les pidió sin rechistar, y, apoyándose en él, se durmieron en un sueño reparador que no habían tenido en días.
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Leonardo despertó poco tiempo después, divirtiéndose con el espectáculo que tenía frente a él. Sus hermanos seguían durmiendo a pierna suelta. Donatello babeaba peor que fuente dañada, Michelangelo hablaba cosas inentendibles, pataleando de vez en cuando y Raphael roncaba peor que una locomotora como si no hubiera un mañana.
Pero ninguno lo había soltado.
-Ay Dios ¿Qué haré con ustedes? –sonrió escuchando la puerta de la guarida abrirse y unos pasos que iban directo al laboratorio
Sobra decir que Splinter se quedó estático cuando vio a su primogénito y ni mencionar la alegría que lo embargó cuando este le devolvió la mirada poniéndose un dedo en los labios e indicarle de lo más entretenido que los demás estaban dormidos. En silencio se acercó hasta las camillas y lo abrazó soltando una que otra lágrima traicionera.
-Yo también te extrañé mucho padre –susurró
-Hijo mío, me alegra ver que lograste encontrar tu camino a casa
-No lo habría hecho sin ellos
-Espero que luego me cuenten lo que ha sucedido en este tiempo –señaló a los dos gatos- Pero por ahora deberías descansar un poco más, yo avisaré a April y a Casey, ellos también han estado preocupados por ustedes
-Gracias, padre –volvió a recostarse
Splinter cerró la puerta con cuidado, sabiendo que ya todo estaría bien.
Sus hijos tenían cualidades maravillosas que los volvían únicos ante los demás y, aunque tuvieran sus días lluviosos, siempre supieron como regresar a su camino con el apoyo de su familia.
Porque, por sí solos eran fuertes
Pero juntos
Eran el equilibrio
El equilibrio más perfecto que pudo haber existido
Continuará...
Hola mis queridos lectores, de aquí lo único que falta es el epílogo.
IMPORTANTE
He publicado dos historias nuevas de TMNT "CONTRA RELOJ" y "Valora lo que tienes,o el tiempo te enseñará a apreciar lo que tuviste" (Título largo, lo sé XD) y una corta del Origen de los guardianes llamada "No todo es lo que parece". Les invito a que pasen a revisarlas y contarme si les gustó.
Ya saben que los reviews, floreros tomates, entre otros son bienvenidos
Cuídense.
Miko Eiko
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