Queridos lectores esta historia no está basada en ninguna otra como las que estoy acostumbrada a escribir. He tenido un sueño que no me he podido sacar de la cabeza y ahora he decidido plasmarlo en la siguiente narración.

TMNT no es mío, así como tampoco ninguno de sus personajes

La historia vino de mi perturbada y retorcida mente.

He decidido publicar primero esta que es la que les había mencionado en primer lugar.

Disfruten la lectura :)

Era un día común en la vida de las tortugas, habían logrado frustrar otro de los planes del kraang gracias a los inventos de Donatello, quien insistió en llevarse el objeto que habían protegido con tanto recelo los cerebros con tentáculos , a lo que sus hermanos accedieron después de una larga conferencia científica del por qué debía de ser estudiado.

Ahora se encontraban en la guarida; Leonardo en su entrenamiento extra, Michelangelo con su patineta, Raphael en el pinball y Donatello estudiando la extraña esfera de los kraang.

-No veo que tenga nada de extraordinario –comenzó a mover la esfera de un lado ara el otro - ¡Ajá! –exclamó cuqando había logrado encontrar una pequeña escritura.

Tuvo que usar varias lupas para visualizarla.

Eran letras japonesas

-¡Leo! ¡¿Puedes venir un momento?!

-¿Qué necesitas, Donnie? –la tortuga llevaba una toalla alrededor del cuello

-¿Puedes traducir esto? –se hizo a un lado para dejarle ver a su hermano

-Baransu no nai yokkyū wa, hotondo no mujitsu o kōmurudarou –Donnie lo miró sin entender, él le sonrió- aquí dice "Un deseo sin equilibrio, hará sufrir al más inocente", la verdad creo que es una buena frase

-¡Ahhh! Yo pensé que diría como abrirla –se quejó el de morado

-¡Hey, tranquilo!, sé que lo lograrás, pero ya es hora de comer

-Pero...

-Pero nada –lo sacó a empujones del laboratorio

-Por fin se fueron –la esfera se abrió dejando ver a dos figuras, de la altura de tres manzanas, parecían cachorros de gato, el uno era negro y la otra era blanca, ambos con ojos verdes

-Yin ya te he dicho que no seas tan impulsivo, nos pudieron haber descubierto

-Pero no lo hicieron, hermana

-Eres mi hermano menor pero a pesar de eso nunca me haces caso, un día de estos tus acciones te pasaran la cuenta

-Sí, pero mi linda hermana mayor estará ahí para ayudarme –agrando los ojos de manera adorable

-Eso no lo dudes, siempre estaré ahí para ti –le acarició la cabeza

-Bueno, hora de conceder deseos –Cuando el pequeño gato negro se disponía a salir, sintió un tirón en su cola

-¡Ni se te ocurra!

-Pero Yang....

-Nada de deseos, sabes perfectamente que eso puede provocar un desastre, esos cerebros con patas nos querían usar para "dominar el mundo" como muchos ya intentaron, si vamos a cumplir un deseo, tiene que tener una carga neutra

-Entiendo... -sin que ella se percatara, cruzó los dedos tras la espalda

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Por alguna razón, el destino se había confabulado con el pequeño gato, ya que justo en esa semana, todos los de la familia habían recorrido a la palabra "deseo" y sus variaciones para utilizarlas en su vocabulario.

-Mikey, deja de jugar y ve a dormir, ya es muy tarde –le dijo Leo terminando de lavar los platos

-Desearía que no fueras mi hermano mayor para no me regañaras y poder jugar horas y horas

Entre las sombras un pequeño gato negro lo veía emocionado

-Deseo.... –sintió una mano en su boca

-Ya te dije que no –le susurró la voz de su hermana antes de llevárselo directo al laboratorio

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-Pero Leo, solo es un poquito de mutágeno

-No Donnie, ya te dije que es muy peligroso

-Pero a Raphael lo dejas salir cada vez que quiere

-Y cuando regresa le pongo un castigo

-Pero... -su hermano mayor le puso expresión de "no insistas" que lo hizo suspirar- Desearía ser uno de los mayores, para salir cuando se me dé la gana –susurró molesto

El gato lo miraba desde las sombras

-Deseo...

-Ni se te ocurra –Yang lo jaló de vuelta a la esfera

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-Leonardo debes entrenar treinta minutos extra para mejorar tus habilidades

-Hai sensei

Cuando la rata salió del dojo, Leonardo se acercó a un dibujo que les había hecho su padre a los cuatro cuando eran pequeños y aún no poseían cámara

-A veces simplemente desearía no haber sido el líder.... –el gato lo miró con ansiedad dispuesto a cumplirle su deseo- pero no lo hago, porque no es lo que deseo de verdad –se recompuso con una sonrisa

El gato lo miró irritado

-Uf, creí que llegué tarde –exclamó la gata blanca con cansancio

-Su deseo estaba a medias, no había sentimientos en él, o al menos no negativos como para que yo pueda cumplirle su deseo –le explicó

-¿Por qué no dejas esto por la paz?

-¡Ahhh!¡No sabes lo cansado que estoy de que te hagas pasar por mi conciencia! ¡No hagas esto! ¡No hagas aquello! ¡Déjame en paz!

-¡Yin! –Yang no pudo detener la huida de su hermano

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Así pasó la semana, hasta que un día ocurrió lo inimaginable.

Los tres hermanos menores se habían levantado con el pie izquierdo, todo les salía mal, pero después de la patrulla, habían tenido que recurrir a la "retirada estratégica" para no terminar como sopa de tortuga

Sin embargo, eso solo había aumentado la frustración de los tres

-¡Por tu culpa, Bobonardo! ¡Si nos hubiéramos quedado, yo ya los habría hecho chatarra!

-Concuerdo con Raph, Leo, pareces una niña, te acobardas demasiado rápido

-Muy cierto tu siempre nos regañas, pero en el momento de la verdad, haces todo mal

-Chicos yo....

-¡Tú nada, Leonardo! ¡Deseo que nunca hubieses sido nuestro hermano y atormentaras a alguien más con tu estúpido rol del hermano mayor! ¡La vida sería perfecta!

Todo pasó demasiado rápido

Tantos sentimientos negativos le habían dado mucha energía al pequeño gato negro.

Al punto en que había perdido la razón, ya no pensaba, solo actuaba

-¡DESEO CONCEDIDO!

-¡NO!

Un rayo de luz salió de la pata del gato, el cual sonreía como un maniaco.

Pero su expresión cambió a una terror, cuando su hermana se puso al frente, en un intento de detenerlo y proteger a su objetivo al mismo tiempo

El rayo atravesó tanto a la pequeña gata como a la tortuga de banda azul.

Los dos cayeron al suelo en un sonido hueco

-¡LEO!

-¡YANG!

Se acercaron a los cuerpos, estos habían comenzado a brillar, luces salían de ellos.

Y por cada luz que salía, sus cuerpos se iban desvaneciendo.

-Hermana, lo siento.... –ella le sonrió- Debe de haber alguna forma....

-Busca...el...equilibrio –fue lo único que le dijo antes de desaparecer

De repente, todo se oscureció, tanto para las tortugas como para el pequeño gato negro.

Hola mis queridos lectores y lectoras, he traído ante ustedes una historia que vino a mí en un sueño, ya saben cómo me encanta esto de los mundos alternos y las dimensiones, el capítulo es corto pero era necesario que sea así.

Les prometo que esta temática no se ha visto antes, así que pido de favor que si en el futuro inmediato leen algo parecido en internet, me lo reporten, ya que no me gusta que tomen mis ideas sin permiso.

Ya saben que los reviews, floreros tomates, entre otros son bien venidos

Cuídense.

Miko Eiko