Fortaleza de San Pedro y San Pablo, Leningrado, Rusia (URSS).

La batalla por apoderarse de la principal fortaleza de Leningrado había dado inicio. Las fuerzas revolucionarias rusas, integradas en su mayoría por miembros de las fuerzas especiales, y en colaboración con la división expedicionaria americana, han empezado el sitio de la fortaleza.

Mientras los implacables osos de batalla (que peleaban del lado de los golpistas) comenzaron a atacar a los que se acercaban a ellos, los revolucionarios comenzaron a implementar la defensiva, atacando desde lejos a los peligrosos osos. 

Poco a poco, la batalla se estaba poniendo más intensa, ya que Tempest Shadow, Sunset Shimmer y Starlight Glimmer estaban haciendo grandes esfuerzos para atacar al enemigo en su punto débil. Cuando Krukov se enteró de que su arma secreta no estaba teniendo efecto, fue que comenzó a discutir con sus oficiales.

- Necesitamos cambiar nuestros refuerzos, no hay forma de que no podamos. - exclamaba uno de los oficiales al mando de Krukov.

- Tienes razón. - exclama el general Krukov - Simplemente tenemos que esperar a que sus fuerzas se desgasten, y luego podemos salir y atacarlos por atrás sin que ellos se enteren. -

Sin embargo, Krukov no tenía ni la más mínima idea de lo que le esperaba afuera de la fortaleza, ya que varias decenas de tanques de los militares soviéticos que se unieron a la revolución. Al percatarse de que los enemigos lo tenían rodeado, el general golpista exclamó: 

- ¡Por muchos que sean, no podrán tomar la fortaleza, así que ríndanse de una vez! -

- ¡No lo creo! -

La segunda voz que habló estaba exactamente detrás del general. Éste, comenzó a darse la media vuelta y vio a un par de jovenes paracaidistas americanos (un hombre y una mujer) que anteriormente estaban del lado de los adoctrinados y que se unieron a la división expedicionaria para luchar contra el golpe.

- ¿Y quién demonios son ustedes? -

- ¡Yo soy Software Patch! - responde el joven.

- ¡Y yo soy Windcatcher! - responde la señorita.

- ¡Señor Krukov, ríndase ahora! - exclamaron ambos jóvenes al unísono.

- Pero... - Krukov comenzó a ver que prácticamente toda la fortaleza había sido tomada desde adentro por un grupo de paracaidistas que se unieron a las fuerzas revolucionarias. Y no solo eso: Krukov se había quedado sorprendido al ver cómo sus soldados leales poco a poco pusieron sus manos arriba en señal de rendición. Software se comunicó con Tempest desde una radio, para declarar la toma de la fortaleza. Inmediatamente, los revolucionarios avanzaron hacia la entrada de la fortaleza y neutralizando a las demás fuerzas golpistas que quedaban en la zona.

El general Krukov se había quedado sin palabras, y aparentemente también levantó sus manos hacia arriba. Él debe haber pensado que todo estaba fuera de control. Cuando notó que había alguien atrás, aprovechó la oportunidad, se dio la vuelta y comenzó a someter a la persona en el suelo.

Inmediatamente reconoció a la persona, y era nada más que su antigua alumna, Tempest Shadow. Una vez que ella dejó de resistir, su antiguo maestro le hizo una pregunta: 

- ¿Que quieres hacer conmigo? -

La mujer contestó una respuesta que no podía concebir:

- Poner fin a tu locura. -

Tanto Software Patch como su compañera Windcatcher comenzaron a esposar al general Krukov y ponerlo bajo arresto por haber estado implicado en el golpe de estado contra Romanov. Sunset y Starlight, que todavía estaban allá afuera, optaron por ir hacia el Palacio de Invierno, donde se encontraría un centro médico improvisado, en el que Flash Sentry y Sunburst estaban siendo atendidos por sus heridas. 

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Plaza Roja, Moscú, Rusia (URSS).

El Comandante Blueblood, quien vino a la trinchera de la Plaza Roja, finalmente se había reunido con Trixie. Por lo que ella había escuchado, a muchos de los manifestantes pacíficos se les reprimió tan fuertemente que no pudieron otorgar ninguna información a los militares revolucionarios en absoluto. 

- Que gusto me da verte otra vez, Trixie. - dijo Blueblood.

- Gracias, Blueblood - responde Trixie - Oye, supe que el premier Cherdenko quiere organizar muchas purgas. -

- No se como ni por qué, pero no me parece algo bueno. -

- Quiero decirte una cosa más. -

- Habla, Trixie. Te estoy escuchando. -

- Nuestras fuerzas están usando el Metro como refugio. Planeamos lanzar una ultima ofensiva contra los golpistas y darles en donde más les duela. -

- Bien. Es lo que estoy esperando. Te lo agradezco nuevamente, Patrizia. -

- No tienes por qué agradecerme, Vladimir. Para eso son los compañeros. -

En ese mismo sitio se encontraban las hermanas Fedorovich, quienes se habían percatado de que Cherdenko no era el redentor que esperaban tras haber apoyado al golpe de estado contra el premier Romanov. En ese momento, Adagio Dazzle y sus hermanas se acercan hacia Blueblood con tal de establecer contacto con él.

- No entiendo lo que pasa... No puedo creerlo todavía. - exclama Adagio, quien después llega a saludar a Blueblood - El premier Cherdenko se ha vuelto completamente loco; quiere perseguir y reprimir a todos los que repudiamos sus acciones. - continúa - Mi lealtad es hacia usted, Comandante Blueblood; por el bien del pueblo soviético, debes derrotarlo. -

- Se lo imploramos, usted es el único que puede hacerlo. - exclama Sonata Dusk.

- Es lo único que le pedimos, camarada. - contesta Aria Blaze.

- ¿Van a quedarse en la trinchera? - pregunta Blueblood.

- Eso haremos. - responden las hermanas Fedorovich.

- Bien, entonces quédense. ¿Algún otro comentario? -

- Quédate conmigo - dijo Trixie a Blueblood - Desde aquí sorprenderemos al enemigo. -

Desafortunadamente, ninguno de los que estaban en la trinchera tenía idea de que un escape de la zona de la plaza era casi imposible. Los soldados revolucionarios que estaban adentro recargaban sus armas, mientras esperaban el avance de los tanques de los golpistas, los cuales ya se encontraban estacionándose en la Plaza Roja.

Después de que los tanques Apocalypse y los tanques Prism se habían estacionado en la mera Plaza Roja, comenzaron también a llegar numerosos soldados, algunos de ellos eran supersoldados y algunos más pertenecían a los Tesla Troopers. (Lo cual era de esperarse debido a la gran crisis que se estaba dando.) 

Los revolucionarios sacaron sus armas, pero optaron por ser más discretos y actuar de forma más intimidante si uno de los miembros de la Guardia Nacional Soviética los descubrían. Pronto, sin embargo, se encontrarían con el simple hecho de que los golpistas los estaban superando en número. 

- ¿Qué carajos están haciendo esas personas que hicieron esa trinchera? - El capitán al mando de las fuerzas golpistas se preguntó a sí mismo mientras ordenaba a todos los demás golpistas a bajar de los retenes en los que estaban. A medida que se acercaban, podían tener la certeza de que harían a los revolucionarios unos prisioneros que se dejarían capturar fácilmente.

Pero Trixie, quien estaba observando el cómo los golpistas se acercaba a la trinchera se percató de que era la oportunidad perfecta de pelear con ellos, por lo que llamó a los demás soldados revolucionarios a salir de la trinchera y pelear con honor. Luego ella corrió hacia donde estaban los golpistas y gritó:

- ¡ESTO ES LO QUE OBTENDRÁN POR QUERER SOMETER A RUSIA! -

Blueblood trató de acercarse a ella para detenerla, pero ya era demasiado tarde; al cabo de unos minutos, ella sacó sus dos pistolas y disparó a varios soldados a la vez; sin embargo, uno de los capitanes golpistas sorprendió por la espalda a Trixie, dejándola inmovilizada en el suelo, con mucho dolor y sin poder resistir. 

El golpista sacó su cuchillo y lo puso en el cuello de Trixie, y después le preguntó: - ¿Alguna última palabra, perra imperialista? -

- No soy yo al que quieres - responde Trixie tragando saliva.

- Eso es lo que todos dicen - respondió el capitán despreocupadamente.

Sin embargo y de repente, el capitán golpista recibió un tiro de gracia, Trixie dio la vuelta y vio a Blueblood, quien había salvado a Trixie de una muerte segura.

- Blueblood, me salvaste; eres mi héroe. - Trixie abraza a Blueblood.

- Un compañero nunca deja solo a otro compañero. - responde él.

La batalla por el control de Moscú ha dado inicio. Las fuerzas golpistas y las fuerzas revolucionarias, con los disparos de los tanques y el sonido de las pistolas, convierten a la Plaza Roja en un auténtico campo de batalla. El enfrentamiento entre los dos bandos dura varios minutos, e inicialmente las cosas eran desfavorables para el bando revolucionario. Sin embargo, un grupo de combatientes que afirmaba ser parte del Nuevo Movimiento Blanco, llega a la zona de guerra y su dirigente va hacia donde está Blueblood:

- Camarada Comandante, el premier Cherdenko engañó a todos los rusos. No podemos creer aún que el remedio al problema de Romanov resultara ser peor. Es una locura que Cherdenko se quiera salir con la suya, pero ¿nos dejarías el honor de combatir inmediatamente junto con ustedes por primera vez, Príncipe Vladimir? - 

Cabe mencionar que el dirigente de la facción armada del Nuevo Movimiento Blanco era un restauracionista, es decir, estaba a favor de la reinstauración de la monarquía zarista en Rusia, ya que los restauracionistas veían en Blueblood al heredero legítimo de la familia imperial de los Romanov.

Blueblood suspiró, y dijo: - Se suponía que nuestras fuerzas eran suficientes para vencer a Cherdenko. Pero Cherdenko es quien controla al grueso del Ejército Rojo, y a este país. Ha sido así durante los meses que siguieron al golpe de estado. No sé lo que estamos haciendo. Tengo que creer en que ocurra un milagro. -

- Blueblood, los monárquicos están trabajando con nosotros señor, nos están enviando unidades para apoyar a nuestros muchachos - informó Trixie con una expresión complacida a Blueblood - así como una división completa para entrar directamente al Kremlin. -

Blueblood se alegró de escuchar las noticias, sin duda ayudaría a mostrar a los medios que incluso el Nuevo Movimiento Blanco apoyaba a los rebeldes en su lucha contra Cherdenko. Pero Blueblood y los revolucionarios no estaban solos: También llegaron refuerzos conjuntos de los países del Pacto de Varsovia y de los ex-países europeos de la OTAN que habían enviado tropas al territorio soviético para expulsar a los golpistas. Era una maravilla que Blueblood ya no tuviera que lidiar por sí solo con un ejército superior en número y tecnología.

https://youtu.be/1KE_Sip9woI

En ese mismo momento, la batalla entra a una nueva fase, y dentro de las mismas fuerzas revolucionarias, se entona "La Guerra Sagrada", una de las famosas canciones soviéticas que sirvieron para animar a los soldados que partían para el frente de guerra. El cántico se escuchó por primera vez durante la Gran Guerra Patria, cuando la Unión Soviética entró en guerra contra la Alemania nazi.

La letra de la canción hace un llamado a la gran patria soviética a ponerse de pie hacia la batalla contra las oscuras fuerzas de las hordas fascistas. Sin embargo, ahora las cosas eran totalmente diferentes, pues el gobierno soviético y el Ejército Rojo se habían convertido en lo que alguna vez juraron destruir.

Los combatientes que combaten junto a Blueblood comienzan a implementar tácticas defensivas para repeler con éxito a las fuerzas de Cherdenko. Mientras tanto, las milicias pertenecientes al Nuevo Movimiento Blanco comienzan a dejar los refugios subterráneos y comienzan a atacar por la espalda a varias unidades del Ejército Rojo. Poco a poco, la totalidad de la ciudad de Moscú va en camino a convertirse en una auténtica zona de guerra.

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La Habana, Cuba.

La toma de la principal base cubana había sido un rotundo éxito, y ahora planean hacer una nueva estrategia para cortar al gobierno comunista cubano de una vez. Ante los rumores de una posible intervención del nuevo gobierno americano sobre la isla de Cuba, Fidel Castro convocó a la realización de un discurso televisivo para dar un mensaje al pueblo.

Al haberse enterado de que Castro daría un mensaje frente a la Plaza de la Revolución, tanto Capper como Celaeno deciden disfrazarse como militares cubanos, y todos los demás anticomunistas cubanos proceden a hacer lo mismo. Mientras el discurso de Castro daba inicio, los Wonderbolts y los Rock Troopers se esconden sigilosamente para tratar de darle en la mira a Castro.

- Los invasores americanos vienen a matar a este país, y llevar a este pueblo a la esclavitud. - exclama Castro a sus combatientes leales - Perdónenme, perdónenme por ser humano, por ser egoísta. -

Mientras tanto, en el Capitolio de la Habana, se encontraban Rainbow, Soarin y las hermanas Pie, quienes se preparaban para darle el tiro de gracia a Fidel.

- ¿Qué dice? - pregunta Pinkie Pie.

- ¡Que estamos muertos! - responde Maud Pie.

- ¡No estamos muertos, no aún! - contesta Rainbow Dash.

- ¡Entonces, volemos el edificio! - dice Soarin.

- ¡Aún no! - responde Rainbow Dash.

- No vamos a abandonar a nuestra tierra. - exclama Castro - Mataremos a esta plaga de cerdos. - inmediatamente, Castro es asesinado por los  anticomunistas disfrazados de soldados. Acto seguido, otros anticomunistas camuflados sorprenden y disparan contra otros soldados cubanos. 

Una unidad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba sorprenden a Rainbow y Pinkie, quienes inmediatamente corren ante los disparos de las fuerzas. Mientras ellas emprenden la huida, los demás Wonderbolts y Rock Troopers comienzan también a abrir fuego contra las fuerzas cubanas, dando paso a un auténtico tiroteo.

Celaeno y Capper, que ya se encontraban afuera, comenzaron a dinamitar el Palacio de la Revolución, el Capitolio de la Habana y otros edificios de la política cubana. Las fuerzas cubanas se encontraban desorientadas y sin saber qué hacer, y más ahora que su líder, Fidel Castro, a sucumbido frente a las balas.

Mientras tanto, en las afueras de la ciudad de La Habana, cientos de ciudadanos comenzaron a salir a las calles a vitorear y a aplaudir a la resistencia anticastrista, incluso muchos jovenes salieron a felicitar a Celaeno por lograr su objetivo. Por otro lado, los Wonderbolts y los Rock Troopers emprenden la huida para volver a los Estados Unidos, esta vez con los dirirgibles Kirov, para ser confiscados por el gobierno de Washington.