Mientras en la ciudad de San Antonio, una chica de piel azul claro con cabello azul marino y un uniforme militar del ejército sublevado; Ember, una soldado raso que ayudaba a curar de sus heridas a algunos sobrevivientes del ataque de Muerte. Esta chica, vio como volaba y atravesaba con su alta velocidad los aviones caza del ejército aliado a los rebeldes. Luego Sawing tira con su fuerza varios edificios aplastando a la mayoría de gente que se encontraba en San Antonio. Mujeres y niños morían atravesados por pedazos de tubería y concreto así como cortados en pedazos por los cables eléctricos calcinando con su electricidad los cadáveres mutilados de la población de aquella ciudad. Era un escenario espantoso, ya que ella intentó hacer algo pero era imposible.

Varios días después del ataque de Muerte, ella fue a la ciudad para saber si había sobrevivientes. Entre los escombros encontró a su padre Torch debajo de algunos escombros:

- Hola hija, - dijo el General Torch, quien apenas podía respirar - ¿cómo has estado? -

- ¡No Papá, no hables! – responde Ember, quien tiene la cara de completo horror.

- Hija, no me queda mucho tiempo.. cof cof... -

- ¡No digas eso papá! – Ember empieza a llorar.

- Hija, te tengo que decir... cof cof... -

- ¡No papá no te vayas! -

Luego, un equipo especializado de médicos lleva a su padre a un campamento médico que estaba en frente. Después de una semana, el general Torch fue dado de alta, y al reencontrarse con su hija Ember, ésta corre hacia su padre, llorando de felicidad al verlo otra vez, solo que en una situación más favorable. Al rato del abrazo se dispusieron a rescatar a otros sobrevivientes que todavía estaban escondidos en la ciudad.

Sin embargo, y más al sur, una docena de contingentes comunistas, ésta vez provenientes del norte de México, e integrados en su mayoría por cubanos, nicaraguenses, mexicanos, salvadoreños, colombianos y venezolanos, se dirigía hacia la ciudad de San Antonio. Dichos "contingentes menores" estaban dirigidos por otros dos "contingentes mayores": uno de ellos conformado por soldados del Ejército Rojo de la Unión Soviética, y otro integrado por tropas de la UNSSU entre las que habían húngaros, polacos, checoslovacos, búlgaros, yugoslavos, rumanos, alemanes y hasta estadounidenses adoctrinados. 

Todos estos contingentes estaban al mando del Camarada Blueblood, quien no soportó la idea de que su querida Trixie se pasara al bando rebelde, por lo que, en venganza, decidió lanzar una ofensiva a una ciudad que ya de por sí había quedado devastada por las fuerzas de Muerte.

- Bien camaradas, nuestra misión es simple: - exclamó Blueblood a sus soldados - Debemos capturar a la Camarada Lulamoon, quien tuvo la osadía de traicionarnos y unirse a la facción reaccionaria, ¡La quiero con vida! - 

Una vez que llegaron a la ciudad, los combatientes comunistas comenzaron a realizar el patrullaje para tratar de localizar a Trixie; no obstante, éstos comenzaron a verse frenados por nuevas milicias civiles, mismas que estaban siendo apoyadas y financiadas por el bando sublevado.

Mientras tanto, en el cuartel aliado de la Misión del Álamo...

- ¿Alguna novedad? - pregunta Starlight a Ember.

- Al parecer... - responde Ember - Los soviéticos han comenzado a penetrar la ciudad. -

- No puede ser. - contesta Trixie - ¿Y ahora qué quieren ellos? -

- Espera, estoy recibiendo un mensaje en código morse. - dijo Sunburst mientras recibe el mensaje encriptado del enemigo.

Mensaje en clave morse del Camarada Blueblood: . -. - .-. --. ..- . -. --- ... / .- / .-.. .- / -.-. .- -- .- .-. .- -.. .- / .-.. ..- .-.. .- -- --- --- -. --..-- / --- / ... ..- ..-. .-. .. .-. -. / .-.. .- ... / -.-. --- -. ... . -.-. ..- . -. -.-. .. .- ... .-.-.- .-.-. Entréguenos a la Camarada Lulamoon, o sufrirán las consecuencias.

- Según el mensaje... - dijo Sunburst - Están tratando de buscar a la Camarada Lulamoon. -

- ¿Camarada Lulamoon? - se pregunta Starlight.

- ¡No puede ser! ¡Me buscan a mí! - responde Trixie con mucho temor.

- Ya veo, así que quieren complicarnos la vida. - dijo Ember - Pues, si quieren guerra, obviamente tendrán guerra. - Ember camina hacia donde se encuentran los soldados de la División Blue Dragons y declara: - Soldados, debemos movilizarnos de una vez; los soviéticos acaban de entrar en San Antonio y ustedes son los únicos que pueden detenerlos. No me fallen. -

Inmediatamente, los Blue Dragons se movilizaron hacia las zonas perimetrales de la ciudad, donde los soviéticos habían iniciado una "cacería de brujas", con tal de poder encontrar a Trixie. Pero mientras más resistencia encontraban, los soviéticos y sus aliados europeos y americanos eran cada vez más duros, y esa dureza había provocado que la población civil quedara amenazada bajo la poderosa maquinaria bélica del Ejército Rojo. 

En ese momento, los Blue Dragons, en compañía de los Crystal Corps, llegan a la acción, y a partir de ahora, se produce una carnicería. Poco a poco, las fuerzas soviéticas comenzaron a experimentar tremendas bajas ante la potente vanguardia tecnológica de los rebeldes, quienes también fueron acudidos por voluntarios británicos y australianos, que habían mandado apoyo aéreo y causaron fuertes bajas dentro de las fuerzas soviéticas.

Sin embargo, el camarada Blueblood, lejos de aceptar su eventual derrota, se mostraba cada vez más confiado en una (prácticamente) lejana victoria, por lo que ordenó movilizar a la unidad rusa directamente hacia el corazón de San Antonio; la razón era única: Blueblood se había percatado de que la presencia de Trixie estaba muy cerca, gracias a la clave morse que Blueblood mandó hacia la base rebelde.

- Nuestra victoria está cerca. - exclamó Blueblood - La Camarada Lulamoon nos dejó para unirse a ellos, pero ahora la hemos localizado en un pequeño y sucio fuerte llamado "El Álamo" en San Antonio, Texas. Debemos utilizar nuestros Tesla Troopers para atacar el fuerte y obligar a rendir a la Camarada Lulamoon. - y finaliza - Y no lo olviden, ¡La queremos viva! -

Los temibles integrantes de los Tesla Troopers obedecieron las ordenes de Blueblood, y de inmediato, comenzaron a aplastar a toda la resistencia civil que estaba en su camino; pero a los pocos minutos, Blueblood comenzó a escuchar una voz que le era conocida:

- Escuchen bien, escorias soviéticas: pueden enraizar todo lo que quieran, pero nunca me encontrarán, ¡y nunca me llevarán! ¿Acaso te haces llamar Camarada? ¡Jaja! ¡Nos reímos de ti, Rojo de pacotilla! -

Aquella voz no era otra que la de la mismísima Trixie.

- ¿Trixie, eres tú? - se preguntaba Blueblood al reconocer su voz.

Blueblood estaba algo aterrado. Pronto, él y toda su unidad se vio rodeada por varios soldados sublevados. Los rusos se habían espantado, ya que no había escapatoria. Inmediatamente, Trixie comienza a hacer su aparición, y junto a ella, lo acompañaban dos jóvenes combatientes: Samuel Schneider (alias "Snips") y Stefan Müller (alias "Snails"). Ambos eran hijos de familias emigrantes de la República Democrática Alemana que vinieron a los Estados Unidos antes de la toma soviética, y ahora ambos se unieron a la facción rebelde para vengar a sus familias que habían sido devueltas de nuevo a su país por oponerse a la ocupación rusa.

- Bien, Camarada Blueblood, parece que nos volvemos a encontrar. - dijo Trixie al reencontrarse con Blueblood - Parece que todavía tenemos un asunto pendiente qué negociar. - después se dirige a sus allegados - ¡Snips, Snails, arréstenlo! -

- ¡Entendido, Trixie! - respondieron Snips y Snails, quienes tomaron prisionero a Blueblood y lo ataron y cubrieron su cabeza. Los demás combatientes soviéticos también levantaron sus manos en señal de rendición y también se hicieron prisioneros de los sublevados.  Mientras tanto, la batalla comenzó a dar un giro a favor de la facción rebelde, la cual comenzó a espantar a las fuerzas soviéticas cuando éstas se enteraron de la captura de Blueblood.

Una vez finalizada la batalla, Blueblood es sometido a un fuerte interrogatorio de parte de Trixie.

- ¿Algo que quieras decir sobre ésto? - cuestiona Trixie - ¿Por qué tanta insistencia en querer mantener la ocupación? -

- No sabes la profundidad del asunto. - responde Blueblood - Yo no ordené el ataque a la ciudad. Todo fue una orden del presidente Peter Bradford, quien a su vez recibe las directrices del Camarada Alexander Romanov, mi padre. -

- Vaya vaya, así que el hijo del papá está dispuesto a obedecer ciegamente a su progenitor, ¿No es así? - dice en tono burlón.

- Más vale que guardes respeto a mi familia. - responde - No sabes ni siquiera la terrible historia que mi familia tuvo que pasar en el último siglo. -

- ¿Familia? - duda Trixie, quien piensa por un momento y después continúa - Bien, dime ahora toda la historia de esa familia a la que tanto amor has tenido. -

- Historia... ésa es la clave. - continúa Blueblood - Yo, Vladimir Alexandrovich Romanov, hijo de Alexander Alexandrovich Romanov, soy descendiende directo del Gran Duque Alejandro, segundo hijo del Zar Alejandro III y hermano menor del Zar Nicolás II. La historia oficial dice que el Gran Duque Alejandro falleció el 2 de mayo de 1870 a los diez meses de nacido, pero la verdad fue que sus padres lo dieron en adopción a una familia de comerciantes ruso-británicos, ante la amenaza que éste representaría para su hermano Nicolás, quien se convertiría en el último zar de Rusia. El Gran Duque Alejandro pasó casi toda su vida en Inglaterra, siendo educado como un niño normal y con una identidad secreta; y mientras él formó su propia familia en Inglaterra, en Rusia, con el ascenso de Nicolás II, la situación comenzó a empeorar, ya que las políticas autoritarias del zar llevaron a un estallido social. -

- Ya veo, así que de ahí surgió la Revolución Comunista. - contesta Trixie.

- Exacto. - continúa Blueblood. - Y una vez que Lenin y los comunistas tomaron el poder en Rusia, procedieron a realizar la ejecución de la familia Romanov: El Zar Nicolás II, la princesa Anastasia, el príncipe Alexéi, todos ellos fueron eliminados por los fusiles del Ejército Rojo. Una vez logrado esto, Lenin decidió enviar espías al resto de Europa para eliminar a todos los que tuvieran relación sanguínea con Nicolás o con la familia Romanov, pero sin éxito. Sin embargo, los Romanov que vivían en Inglaterra jugaron un papel muy importante durante la Conferencia de Yalta en 1945, cuando, en una reunión privada, Churchill y Stalin, los respectivos premieres del Imperio Británico y de la URSS, acordaron trasladar a los descendientes del Gran Duque Alejandro de Londres a Moscú, bajo la condición de que éstos abrazaran al comunismo y renunciaran toda pretensión al trono del Zar. Y así fueron las cosas: De Stalin a Kruschev, de Brezhnev a Andropov, y de Chernenko a Gorbachov, el impulso del progreso y de la industria soviética se deben a las aportaciones de mi padre y de la familia Romanov en general. Pero ahora las cosas son diferentes; yo estoy dispuesto a traer la paz a esta zona del Mundo, pero también quiero un cambio de régimen dentro de la URSS, un cambio donde todas las voces cuenten y todos tengamos derecho a pensar diferente. Eso es lo que quiero para mi país. -

Al escuchar las conmovedoras palabras de Trixie, ésta comenzó a romper en llanto, y comienza a abrazar a Blueblood, quien comenzó a apiadarse de ella.

- Sabes, - dijo Trixie - Veo que tu historia es demasiado triste, y que tú y tu familia han pasado por cosas difíciles. -

- Te entiendo. -

- De hecho, - continúa Trixie - Tanto yo como mis compañeros Snips y Snails descendemos de importantes familias alemanas que se habían dedicado a realizar grandes aportaciones a la sociedad, tal y como tu familia lo había hecho también. Pero tuvimos que dejar todo allá en Alemania Oriental para embarcarnos a la aventura americana, pero no resultó ser como esperábamos que fuera. Ojalá y entendieras eso. -

- Este es uno de los pequeños chistes de la vida. - comenta Snips - Huimos de Alemania Oriental para venir a la tierra prometida, y ahora la tierra prometida está peor que aquella de la cual salimos. -

- Sí, es la cruel y dura verdad. - comenta Snails.

Pasa un rato, tanto Snips como Snails dejan la sala, mientras que Trixie y Blueblood seguían en ella.

- Trixie, quiero que me hagas un pequeño favor. -

- Te escucho, Blueblood. -

- Quiero que aceptes mi ayuda para poner fin al dominio soviético en América; y una vez que tengamos éxito en ello, yo volveré a Moscú y convenceré a mi padre de que ponga fin a ese reinado de terror y locura. Sólo así podemos traer paz a este mundo que tanto la necesita. -

- ¡Trato hecho! -

Trixie y Blueblood se habían reconciliado, y esta vez, ambos mejoraron la relación que tenían cuando estaban peleando a favor de la ocupación soviética. Ahora, ambos convencerían tanto a los ocupantes como a los rebeldes de dejar a un lado las hostilidades, y unir fuerzas para favorecer el cambio dentro de los Estados Unidos. Pero sólo el tiempo dirá la última palabra.