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Capítulo 1: Inquietudes y amistades

Luego de la partida de Moondancer, Dipper se quedó hasta la hora de cerrar, después de guardar los libros que estuvo leyendo se retiró a su hogar, pensando en todo lo que había descubierto.

Aunque a vemos personas sin piel de colores o cabello extravagante, es relativamente normal encontrar personas como las de está ciudad, también hay otras especies quienes parecen tener contrapartes humanas, como las cebras, los grifos, hipogrifos, ponys hada o cambiantes...

La verdad, me gustaría leer más al respecto sobre estos, creo que su presencia en esté mundo puede que sea lo que haya desencadenado varias leyendas sobre dragones y los grifos o demás criaturas mitológicas habituales, aunque eso significaría que esté no es el único portal al mundo de ponys y probablemente haya más en el resto del mundo, por lo que pude leer sobre la cultura de otros países parece que comparten de manera mucho más unificada las apariencias o poderes de dichas criaturas, eso me hace pensar que quizás estás; al llegar aquí, hayan usado sus poderes para asustar, robar o intentar ocultarse de las "extrañas criaturas" que deben de ser los humanos a sus ojos. De hecho por lo que pude averiguar gran parte de las leyendas de criaturas mágicas están sujetas a "símbolos", quizás haciendo alusión a las Cutie Marks

Celestia dijo que ese espejo conectaba ambos mundos, pero no cuánto tiempo llevaba allí o si había otras formas de llegar aquí, quizás ni ella sepa muy bien lo que pasó, según recuerdo, creo que hace mucho tiempo se había librado una guerra contra algo o alguien, maldición, esto me pasa por no haberme visto la serie completa, memoria trucada solo me deja recordar cosas que haya visto y oído con claridad, y estas cosas solo recuerdo haberlas escuchado o leído de resúmenes en internet

¡Agh! Ya ni recuerdo de dónde lo supe...

Como sea, el punto es que muchas de las criaturas siempre están relacionadas a los pegasos y los unicornios, lo que me hace pensar que es posible que algunos hayan huido a esté mundo o tal vez, también los haya habido aquí, y de alguna forma hicieron contacto con los del lado de Twilight, creando así un portal que conectará ambas partes, eso tendría más sentido, un esfuerzo conjunto de ambos lados para romper la barrera espacio-tiempo

Sin embargo, lo que me preocupa es otra cosa, y eso es Kill Cipher, ese maldito triángulo de mierda tiene más menciones de las que esperaba encontrar en textos antiguos. Refiriéndose a él siempre como un Dios del engaño, de los tratos, de los deseos... Siempre alguien que te marca con su fuego que todo lo sabe y todo lo ve, el mismo fuego del que está hecho su ojo

Aunque también es relatado como un Dios del caos o la encarnación de ira y el odio, honestamente es increíble la cantidad de información que se puede sacar o concluir con los libros de historia, aunque bueno, técnicamente yo hago trampa ya que conozco ambas series y por lo tanto atar estos cabos sueltos no me es tan difícil, ah~ estoy seguro que sí mí contraparte en automático hubiese puesto más atención en clases o al menos hubiera agarrado más malditos libros de historia ya abría podido llegar a las mismas conclusiones, pero noooo, vamos a pelear y tirar los libros por el salón, cómo sí a puños y patadas no fuera suficiente

Se quejó mentalmente pensando además, usar su laptop para poder intentar averiguar más cosas al tiempo que abría la puerta de su casa.

— Mabel ya regresé... — habló por inercia antes de darse cuenta de lo tonto que fue ya que estaba solo.

— Cierto, debo acostumbrarme a estar solo... Ni en mí vida ni en la anterior había estado así, vaya... Se siente... Raro — el haber abierto la puerta encontrando nada más que un abrumador silencio y una envolvente oscuridad lo deprimió un poco, en su vida anterior siempre podía oír el sonido de la televisión, con la comedia que siempre veía su madre o los estruendosos gritos de frustración de su hermana menor que no podía pasar algún nivel de un videojuego.

Por otra parte en está vida no había sido muy diferente aunque sí un poco más deprimente, siendo recibido por el olor a cigarro y wiski barato de su madre además los gritos de su padre a las carreras de caballo o de fútbol americano, no los consideraba del todo malos padres, pero era un hecho que la única razón para sonreír al llegar a casa era Mabel, siempre recibiéndolo con una sonrisa y un golpe en el hombro o con un suéter nuevo que le ponía a la fuerza.

— Creo que... Mí vida aquí fue como mí último tiempo en mí vida anterior je... Me preguntó cómo se sentirá Mabel, espero que esté bien — se dijo a sí mismo en lo que prendía las luces para luego ir a la cocina y comenzar a cocinar. Cualidad que sí bien esté Dipper no poseía, él sí la tenía, aunque lamentablemente olvidó la mayor parte ocasionando que se le quemará el arroz, las hamburguesas junto a la sartén, los huevos y finalmente, la sopa en polvo que al echarla en la olla se prendió fuego.

— ¡Ay por el amor de...! ¡¡Ni siquiera la prendí aún!! ¡¿Cómo diablos se prende fuego?!! — reclamó en lo que tomaba un extintor nuevamente para apagar todo — ¡Bien! Al fin y al cabo quería comer pizza — sacando su celular llamó para ordenar, aún manteniendo el ceño fruncido.

Al día siguiente.

Dipper lentamente despertaba entre quejidos, se había quedado dormido en su estudio sentado frente a la laptop y usando un trozo de pizza como almohada aún pegada a su mejilla.

— No debí... Quedarme despierto hasta las cuatro de la mañana... — se reprendió con la vista aún borrosa parpadeando una y otra vez hasta enfocar sus ojos en la pantalla, al hacerlo lo primero que distinguió fue la silueta de Kill ocasionándole un grito del susto tan grande que llegó a caerse de la silla.

Al ponerse de pie nuevamente finalmente la rebanada que tenía pegada, se despegó y antes que cayera esté la atrapó para comerla viendo además, como lo que vio no fue más que el manuscrito que logró encontrar, uno un tanto similar al que poseía Stanford, pero sobre todo; similar al que habían encontrado en aquella cueva, pero esté tenía unas palabras extrañas que parecían una mezcla de lenguaje rúnico y egipcio, pero que con mucho esfuerzo había logrado traducir, quedando legibles así para cualquiera, pero eso lejos de haberlo hecho sentir feliz; lo dejó más preocupado que nunca.

— Aquí al final lo detuvimos de forma similar a la serie original, pero al igual que allí el tío Ford dijo que la única forma de acabarlo era con todos los representantes de los símbolos, lo que significa que volverá... — a diferencia de la primera vez que lo mencionó frente aquella entidad, sonriendo con emoción, ahora sé encontraba con una mirada seria que denotaba su preocupación — Eso incluso en la serie podía verlo venir, pero... Estás palabras, "risa y llanto se apaguen", "lloverá sangre y todo arderá", cuando casi logró su objetivo el cielo se tiño de rojo, pero no llovió sangre y aunque hizo arder edificios no fue exactamente todo, ¿Será solo una exageración? Espero que así sea... — trató de convencerse a sí mismo, pero no podía quitarse esa sensación de malestar, aquí también habi hecho no solo uno sino dos veces un trato con él. Incluso Mabel lo había hecho aunque nunca quiso confesarle cuál fue.

Un tiempo después.

Dipper ya se había bañado además de cambiado de ropa mas aún tenía leves ojeras bajo sus ojos, pero no le tomó importancia. Decidió prepararse el desayuno cuando recibió una llamada de su tío Stan pidiéndole primero que nada el dinero y segundo el saber cómo estaba, esto le hizo gracia, pero no dudó en contarle un poco sobre lo que vivió ayer, la chica que conoció, la pastelería y la biblioteca, está última mención provocando que se escuchará de fondo la voz del tío Ford recordándole no descuidar sus estudios ni quedarse hasta tarde investigando, además de decirle que recibió sus mensajes con respecto a lo averiguado sobre Kill, algo que ellos investigarían ahora que navegaban rumbo a Inglaterra.

Luego de algunas bromas sobre cómo Stan; que fue el de la idea, seguro solo quería visitar los bares o cabarets se despidieron. El chico ya habiendo acabado de desayunar miró dudoso de sí llamar o no a su hermana, el recordar cómo se puso cuando se enteró de su partida lo preocupaba, pero por otro lado ella se había tomado la molestia de mandarle un mensaje de buenos días, aunque ya era medio día y esté lo había recibido hace varias horas.

Sé que esté Dipper solía levantarse a las seis de la mañana para su rutina de ejercicio y salir a trotar, pero incluso ahora sigo algo agotado por la mudanza, pero mañana dejaré una alarma para así no perder ese hábito, pero ¿Qué hago? Sí llamó seguro me pregunta por qué no le respondí o trata de decirme que vuelva, quizás esté muy molesta y solo me grite... Bueno, supongo al menos debo intentarlo

El sonido de llamada se hizo presente y no pasaron ni tres segundos cuando el teléfono del otro lado fue contestado.

— ¡¡¿Qué hacías que no me contestabas?!! ¡Estaba preocupada tonto, eres un tonto y un nerd! Más te vale haberte quedado haciendo cosas de nerd porque sí no es por eso no te perdonaré — al oír sus quejas Dipper podía saber exactamente lo que hacía, estaba haciendo un puchero inflando sus mejillas e intentaba medio cruzar los brazos con el celular en mano.

— Lo siento, lo siento, pero quedé agotado con la mudanza... — intentó justificarse, pero fue interrumpido.

— ¡Dipper no soy tan tonta para creerme eso! Tú decías que siempre estaríamos juntos y volverías a mí, bueno, ¡Quiero que vuelvas; ahora! Así empieza, primero te vas, luego no me llamas y luego te olvidas de mí, ¡De tú propia hermana! — se escuchó genuinamente afligida y triste, y es que efectivamente desde el otro lado Mabel con ya lágrimas en sus ojos intentaba no llorar, ella aún se encontraba acostada envuelta en sus sábanas, no había podido dormir bien sabiendo que su hermano no estaba en la habitación de al lado.

De hecho ayer cuando llegó luego de salir de compras fue que más notó su ausencia, pues similar a Dipper; ella abrió la puerta aunque de forma mucho más efusiva anunciándole su llegada, pero claro, no recibió respuesta y eso la hizo cambiar su usual semblante alegre por uno más deprimido.

— Vamos Mabel, sabes que no puedo ir, pronto iniciarán las clases y necesito adecuarme a la ciudad para luego no perderme... — trato de explicar, pero nuevamente se vio interrumpido.

— ¡¿Adecuar te?! ¿Eso qué importa? Solo necesitas saber el trayecto de la escuela a la casa y quizás a la biblioteca, ¿Qué más se necesita saber? — preguntó con una mezcla de tristeza y molestia.

— Bueno, para empezar ayer encontré una tienda de música, no sé, quise probar algo nuevo y compré unos instrumentos para aprender — comentó al saber que para los demás él no sabía ni le interesaba tocar instrumentos.

Esperaba otro alboroto de su hermana, pero para su sorpresa ese no fue el caso, más bien no recibió respuesta alguna. Mabel del otro lado había quedado boquiabierta e incrédula ante lo que escuchó, imaginándose a los típicos chicos que tocan guitarra en fogatas y cómo estás sus ojos ardieron en furia.

— ¡¡No puedes tocar instrumentos!! ¡Eres un peleador! No un delicadito que cree la música salvará al mundo como esos tontos que golpeamos en esa playa, ¿Recuerdas?! — intentó disuadirlo al imaginarlo como ellos, idiotas enclenques rodeados de chicas a pesar de ser unos perdedores, todavía recordaba enfadada cuando uno de esos trató de acercarse a ella para seducirla hasta que está de un puñetazo le voló más de un diente.

Ah~ sí tan solo supieras lo que en esté mundo puede hacer algo tan estúpido como las canciones cursis... Además, aún sí en automático no era fan de tocar instrumentos y era malo hasta con el triángulo, yo siempre quise aprender a tocar más de uno y por Dios que ahora lo haré... Más que nada porque en parte de eso depende mí supervivencia

— Mabel, en primera jamás sería como esos idiotas que enterré en la arena, en segunda sí quiero aprender; aprenderé, no puedes evitarlo, y en tercera; la música tiene más poder del que crees, ¿A caso no recuerdas como vencimos a esos zombies? Además, ¿En serio no quieres que aprenda? Aquella vez me molestaste todo el día con que debería cantar más o cosas así — le respondió de vuelta haciendo que está nuevamente guardara silencio unos segundos.

Mabel no podía negar nada de lo dicho, le había encantado escuchar la voz de su hermano y pensaba que se veía realmente genial cantando, pero aún así lo molesto e insistió tanto porque sabía que eso lo artaria y no querría volver a ver un instrumento nunca, pero ahora que se había ido parecía que algo había cambiado en él, la hacía feliz que aún recordara ese día, pero no entendía porque su repentino interés, solo una cosa tenía clara.

— Una chica... — susurró.

— ¿Qué? — preguntó al no haber escuchado bien.

— ¡Es por una chica, ¿Verdad?! — reiteró ahora con más fuerza apretando su puño y el celular en su mano.

— ¡¿Qué?! No... claro que no — vaciló unos segundos, pero respondió tajantemente.

— ¡Ah, mientes! Lo sabía, es por una chica, por eso tampoco me llamaste, ¡Me reemplazaste por una maldita zorra! — habló con gran furia en su voz a lo que esté tuvo que alejar un poco el celular de su oído.

— Mabel no seas tonta, somos los gemelos misterio, la fury pareja con la que ningún pobre diablo se atreve a meterse, ¿Cómo voy a reemplazarte? Nadie puede igualar te hermanita — respondió con calma tratando de apaciguar a su hermana.

— ¿Lo prometes? — preguntó con tal dulzura que incluso se imagino su tierna carita al hacerlo.

— Lo prometo, ahora debo colgar. Iré nuevamente a la biblioteca, también cuando puedas habla con el tío Ford, creo que no hemos visto lo último de Kill, nos vemos — sin esperar respuesta colgó.

Mabel al darse cuenta de cómo le colgó furiosa golpeó la pared de su habitación, dejando agrietada la misma. Sin embargo, sus últimas palabras hicieron que su furia se disipe un poco, el haberlo escuchado decir eso sobre Kill le produjo un escalofrío que recorrió todo su cuerpo.

— Debo estar con Dipper, pero debo hacerme más fuerte para cuando Kill vuelva — viendo su mano, la empuñó con determinación, no dejaría que ese triángulo la asusté o engañe de nuevo.

Con Dipper.

Esté ya se encontraba nuevamente en la biblioteca, está vez con los pocos libros de ocultismo, mitos y leyendas que pudo encontrar, pero recordando algo de un anime que vio en su vida anterior, también decidió tomar algunos libros infantiles, su yo automático nunca se acercó a ellos ni cuando era pequeño, así que solo conocía algunos títulos, pero no sabía ni de que trataban.

Al poco tiempo de comenzar su lectura alguien le tapó ojos por detrás, su primer impulso fue alzar sus manos para sujetar las suyas y así azotarlo contra la mesa para luego romperle un brazo antes de hacer preguntas, pero afortunadamente logró controlarse a tiempo evitando hacer esto último, solo alcanzó a sujetar sus manos antes de reaccionar.

— ¿Quién soy? — preguntó conteniendo la risa lo mejor que podía.

— Hmm... Yo diría... ¿Pinkie Pie? ¡Aaah! ¡Perdón! — gritó con dolor al sentir como casi le clavan las uñas cerca de los ojos.

— Intenta de nuevo — sugirió con un tono que trataba de ocultar un enfado sin éxito.

— Tal vez... Oct... — al sentir como las uñas comenzaban a clavarse una vez más se detuvo de inmediato, pero debido a su necedad quiso bromear una vez más — O puede que no, así que tal vez sea... Mm... Cómo se llamaba... ¡Ah, la chica que no sabe perder un libro! — al acabar su frase fue empujado hacia atrás ocasionando que se cayera y así pudiera ver desde abajo a la chica pelirroja con lentes que tenía una expresión de enojo mientras lo veía con las manos en la cintura.

— Eres un tonto — afirmó enfadada, más aún por como esté reía un poco — No le veo lo divertido — se quejó cruzándose de brazos.

— Yo sí... rayas violeta y blanca — indicó comenzando a reír haciendo que la chica pasará de enfado a vergüenza sumamente roja, pero enseguida volvió a enfadarse y sin perder tiempo alzó su zapato pisándole la cara para que dejará de reír.

— ¡Idiota, pervertido, malo! — exclamó en gritos aún roja.

— Me han dicho peores cosas jajaja — restó importancia poniéndose de pie sujetándose la cara aún sonriendo ante la mirada enfadada de la chica.

En eso llegó la bibliotecaria para regañar los y advertirles que sí gritaban una vez más los echaría de por vida del lugar, así que ambos nerviosos agacharon la cabeza apenados disculpándose por el alboroto.

Cuando se marchó ambos se sentaron sin decir una palabra.

— Te quedan bien — alabó el chico mirándola con una sonrisa.

— ¡No empieces! — gritó en un susurro todavía avergonzada.

-— Vamos, no es primera vez que veo la ropa interior de una chica — comentó para que se calme, pero esto solo la hizo enfadar más.

— ¡Me voy! — expresó parándose con brusquedad de su asiento.

— Espera, espera, está bien. Lo siento mucho Moondancer — intentó ahora sí calmar a la chica, está solo se le quedó viendo con una ceja alzada y de brazos cruzados, dándole a entender que debía de hacerlo mejor.

En eso nota que se veía diferente a ayer y entonces lo entendió.

Ooooh. Por eso me hizo eso de adivinar, quería que una vez lo hiciera, con su rostro en mí mente me gire y note que se ve diferente... ¿Por qué no solo me saludó? También me abría girado a verla así

— Vamos, no deberías estrenar un nuevo peinado con esa carita enojada, sonríe — colocando sus dedos en la comisura de los labios sonrió, pero ella solo fingió un tosido.

— Oh sí, y... Am... también... ¿Te arreglaste las cejas? Te vez muy linda y tú ropa también te queda genial... — agregó finalmente logrando así que sonría un poco, asintiendo satisfecha — ... Sobre todo la ropa inte... ¡Ay! — exclamó frotándose el brazo riendo por lo bajo ante el golpe que le dió, provocando que volviera estar enfadada de brazos cruzados.

Antes que los ánimos se calentarán nuevamente el chico le sugirió sentarse; a lo que está aceptó manteniendo su rostro malhumorado, haciéndolo exhalar resignado.

Luego de un rato leyendo finalmente ella decidió hablar.

— ¿Por qué tienes tantos cuentos? También, ¿Estás no son de leyendas europeas y asiáticas? — agarró uno de los libros para echarle un vistazo.

— ¿Ya no estás molesta? — la mirada ante su pregunta lo hizo ver que ese era el caso — sí. Lo que pasa es que... Encontré algunas similitudes en el folclor de algunos países así que quise indagar un poco más porque... ¡Ah! Quiero ser escritor o director en el futuro, así que quería ver de dónde podía sacar inspiración para mis obras — inventó sobre la marcha aunque en parte sí era cierto, después de todo habían muchas series, películas y videojuegos que deseaba ver o jugar nuevamente, así que a penas pudiera sin lugar a dudas las haría realidad.

— Ya veo, bueno. No hay mucho de dónde sacar aquí, pero no crees qué te estás adelantando, quiero decir, aún falta mucho para eso y no creo que esto te ayude en los estudios — le respondió tomando uno de los cuentos infantiles.

— Todo libro tiene su valor, desde aprender ortografía hasta redacción, desde una enseñanza simple a una más compleja, por ejemplo el que sostienes, la Caperucita Roja, cualquiera diría que la lección es que no hables con extraños o les des información... — explicaba.

— ¿Y no es así? — preguntó.

— Sí. Pero también es una metáfora o simbolismo, al menos el original, las versiones más antiguas del cuento tienen mucha relación con el paso a la madurez de la mujer, la toma de decisiones, el aprendizaje y los cuestionamientos, ella pasa de su hogar, su zona de confort, donde siempre ha sido una niña al mundo exterior, un bosque desconocido así como hoy en día lo sería una ciudad llena de edificios, allí se topa con el lobo, una materialización del del deseo, la codicia y la maldad, él le cuenta sobre los dos caminos... — explicó, pero en eso ella continua.

— De agujas o alfileres, sí, recuerdo haber leído ese extracto para un ensayo, representan las decisiones fáciles o difíciles que tomamos, pero por qué se usan esos ejemplos, nunca entendí el... — está vez él la interrumpió.

— Bueno debes tomar en cuenta que es un cuento que data de hace siglos y que es principalmente europeo, en esas zonas existía un rito de iniciación en el cual las niñas iban con la tejedora del pueblo, después de todo en una época donde no existía la educación y la supervivencia era fundamental, el paso de niño a adulto era normalmente realizar un viaje, y el objetivo muchas veces era para aprender un oficio. Normalmente eso se hacía en invierno como... —

— Símbolo de la muerte y la resurrección, ¡Claro! Por eso los dos caminos, es más fácil unir cosas con alfileres que cocerlas con las agujas — comprendió a lo que se refería quedando maravillada, mientras comenzaba a analizar mentalmente otros relatos antiguos que conocía, pero Dipper por su parte veía la portada del libro fijamente.

"Caperucita Roja, envuelta en la valentía y resguardo que está le daba; se dispuso a marchar sin miedo, pues está la protegía y guiaba"... Kill...

Y no es solo allí, varios de los cuentos que sí conocía tienen mención o una interpretación de él...

"... Un humilde abuelo artesano juntaba madera cuando un relámpago rojo en el cielo le hizo ver que extrañaba a su hijo, su hijo de cabello rojo. Por ello de corazón deseó crear uno, aún sí esté vida no tenía; compañía sí le daría... Al final, para condecorarlo un largo sombrero de copa cual cereza en el pastel lo culminó"

"... La niña de largos rizos dorados deseaba un lugar en el cual refugiarse de la intensa lluvia que había comenzado y, cómo sí sus deseos fueran escuchados; una cabaña de ventanas y forma triangular se presentó, brindándole el abrigo que tanto deseaba..."

"... El niño deseaba salvar a su familia, sacarlos de la pobreza, pero fue engañado. Su madre solo arrojó al patio con desdén aquellas semillas rojas supuestamente mágicas que le habían dado. Sin siquiera enterrarlas, pero el niño saliendo durante la noche las enterró pidiendo al menos pudieran ofrecer alimento a su familia, el chico vio a la luna llena que pareció iluminarse ante su petición, como sí lo observará y deseara cumplir su deseo..."

Todas siempre tienen que ver con bosques, el color rojo o cosas de Kill, su sombrero, su fuego, sus tratos, su ojo o su color rojo... No importa la antigüedad de las cosas que busqué, siempre aparece al menos una vez mencionado en cada siglo, a veces con menos tiempo, pero nunca logra lo que logró con nosotros, ¿Por qué? ¿Qué hicimos diferente? ¡Espera! Claro, el tío Ford, su trato, su trato fue diferente, quizás ninguno le dió la libertad el tío Ford le dió y eso, eso le permitió cruzar a nuestro mundo, él dijo que era una criatura de pesadillas, pero cuando lo vimos por primera vez con Mabel dijo que era un creador de sueños, un ser cósmico que siempre ha estado allí...

— ¡¡Dipper!! — gritó la chica cerca de su oído haciendo que esté igual gritara volviendo a caerse, afortunadamente la bibliotecaria está vez no los escucho ya que había ido al baño.

— ¿Qué, qué? ¿Por qué...? — cuestionó en lo que se ponía de pie.

— Porque no contestabas ni me prestabas atención, te decía que otros temas habías estado leyendo, pero tenías una mirada rara viendo a la nada — le explico la chica.

— Ah sí jaja. Mabel me dice que lo hago cuando me pongo en "modo nerd" jeje — rascándose la nuca reía un poco avergonzado, eso era algo que tanto Dipper como él tenían en común.

— Hm... Bueno, pero deberías prestar más atención, quizás todo esto ya te está afectando además, tienes ojeras, ¿No dormiste bien? — genuinamente preocupada le quiso preguntar, de hecho había sido su primera pregunta la cual por supuesto no había escuchado.

— Ah sí jeje... Yo... Am... Me quedé hasta tarde estudiando jeje — respondió apenado.

— Jeje te entiendo, pero deberías de descansar bien o afectará tú salud, quizás deberías dejar estos libros de lado y tomar los de biología jajajaja — se burló un poco a lo que esté con una sonrisa iba a contestar, pero antes que pudiera ella posó su dedo índice en los labios del chico para interrumpirlo.

— Piensa muy bien lo que ibas a decir o te juro que me iré ahora mismo — con total seriedad en sus palabras le pidió antes de apartar su dedo.

— Vamos, lo haces sonar cómo sí fuera a decir algo malo — contestó con simpleza, pero la cara de la chica le hacía ver que hablaba muy en serio.

— Bueno, bueno, quizás tengas razón, ya llevo bastante aquí. ¿Quieres ir a tomar algo? — ofreció poniéndose de pie y estirándose dejando ver parte de su abdomen un poco marcado, a lo que ella desvío su vista al frente igualmente colocándose de pie.

— Me... Me encantaría un helado, vamos, te ayudaré a dejar todo en su lugar — respondió con un poco de dificultad empezando a tomar varios de los libros, él la iba a detener pensando que estaba apilando demasiados para que los tomará, pero para su sorpresa sí los levantó y llevo a las estanterías.

Tras su sorpresa agarró los restantes y también los fue a dejar en su lugar, pero aún con inquietud por lo de Kill, comenzando a creer que tal vez no había tomado la mejor decisión posible.

Horas después.

Dipper junto a Moondancer caminaban por el parque tras haber ido a una cafetería a comer algo, esto debió a que la chica rechazó la idea de volver a la pasteleria ya que ir todos los días no era sano. Esto le hizo gracia al chico, le recordaba a sí mismo cuando le reclamaba a Mabel por comer dulces todos los días. Los dos iban a la par sin decir una palabra, cada uno sostenía un helado disfrutando únicamente el grato ambiente que se sentía.

En eso el chico nota algo cerca de la base de un árbol que se movía, por lo que curioso se acercó llamando la atención también de la chica que lo siguió.

— ¿Eh? ¿Un cuervo? — susurró para sí mismo sorprendido, era la primera vez que veía uno tan cerca.

— Iugh. Es un cuervo — tan asqueada como asustada se ocultó detrás.

— Jaja, ¿Les tienes miedo? — preguntó entre risas.

— ¡Pues claro! Son aves peligrosas y carroñeras, son la peor versión de una paloma — le reclamó con lógica, pero esté ignorándola se colocó de cuclillas frente a la misma — ¿Me estás escuchando? — preguntó con el ceño fruncido.

El chico sin prestarle atención se acabó su helado de un solo bocado conteniendo el dolor de cabeza lo mejor que pudo para no alterar al ave. Luego usando su fuerza rompió parte de su playera, con el palo del helado y la tela obtenida le hizo un torniquete improvisado ya que tenía una pata rota aunque también tenía un ala dañada por lo que dedujo que alguien debió de lanzarle piedras para derribarla.

La chica le hablaba tratando de llamar su atención, pidiéndole que la dejé, que no la toque y que no la tomé, sin embargo, sus reclamaciones llegaban a oídos sordos. Enfadada por esto se disponía tomarle del hombro para alejarlo, no obstante antes de siquiera tocarlo su cuerpo se estremeció, una extraña sensación de peligro llenó su cabeza y se plantó en su corazón gritándole que huyera, su cabello se erizó y un sudor frío comenzó a recorrer su rostro, ella no comprendía a que se debía tal mal estar repentino, solo vio como Dipper de espaldas a ella se ponía de pie, pero por alguna razón sentía como sí quién se hubiera puesto de pie no hubiese sido él, es más, era como sí ni siquiera fuese un humano.

Y es que no se alejaba de la realidad, ya que al comprender lo que debió pasar, así como lo que le hicieron sin darse cuenta el joven de cabello castaño comenzó a emanar un aura de furia que parecía ser igual a la intimidación de un animal salvaje a punto de atacar. Todo lo que deseaba era encontrar a quien haya atacado al ave para romperle la cara a puñetazos.

Moondancer al sentir el deseo de sangre recordó algo que Dipper le contó ayer mientras hablaban.

"— ... Cuando Mabel y yo nos enfadamos es como sí fuéramos la máquina perfecta, el luchador imparable, por eso somos la fury pareja porque furiosos luchamos como uno y acabamos con todos los que estén delante jeje supongo que es aterrador para todos... —"

— La mitad de la fury pareja, el odio que desea acabar con alguien... — susurró un poco asustada, pero aún así negó con la cabeza y determinada posó su mano sobre el hombro del chico haciendo que está aura se desvanezca casi por completo.

— ¿Eh? ¿Qué pasa? — preguntó ajeno a lo ocurrido.

— Hay una veterinaria a unas cuadras, podemos llevarla allí — sugirió con tono comprensivo y una pequeña sonrisa.

— ¿De verdad? Entonces andando — sonriendo se dispuso a seguirla.

Una vez en la veterinaria fueron atendidos por una chica que él reconoció de inmediato y tuvo que apretar los labios para no decir su nombre ya que se suponía no la conocía.

— Ho-hola, ¿Puedo ayudarles? — con tono de voz tan suave como bajo habló tímidamente la chica, pero al ver el cuervo que cargaba el chico se alteró tomándolo para atenderlo de inmediato.

— Ah... Encontré esté cuervo en el parque, alguien debió tirarle piedras para que quede así, ¿Puedes ayudarlo? — acercándose a ella preguntó realmente preocupado por el ave. En su antigua vida jamás había visto o tenido un cuervo, lamentablemente no habitaban en su país así que solo había podido verlos por televisión, por lo que el haber conocido a uno en estas condiciones realmente le dejó un mal sabor de boca — por favor, sí te puedo ayudar en algo Flu... Fuese lo que fuese jeje no dudes en decirme — se corrigió rápidamente.

— Oh descuida, la doctora Fauna atiende a unos cachorros que traje, pero puedo con esté amiguito — afirmó con una inusual confianza que el chico no sabía que poseía.

— Sí ese es el caso... Dipper quizás debamos dejarla encargarse a solas — sugirió tomando la mano del chico para tratar de llevárselo, pero él se no se movió.

— Lo sé... — habló por lo bajo.

Créeme que conociendo a Fluttershy es seguro que debe estar hecha un manojo de nervios por estar aquí o al menos debe de sentirse incómoda, pero...

— ... Pero quisiera saber que el cuervo estará bien, no puedo creer que alguien lo atacará, yo siempre quise tener uno de compañero... — confesó ya que en su vida anterior cuando comenzaron a gustarle descubrió lo inteligente que podían llegar a ser y lo leales que eran también, siempre se preguntó cómo sería tener uno, no solo de mascota, sino uno que fuera un compañero, un amigo, así como lo era su gato antes de su fallecimiento.

Moondancer quería intentar volver a jalarlo, pero al ver como su mirada se volvía cristalina mientras observaba el proceso desistió, mantuvo su mano sujeta a él y se quedó a su lado, sí significaba tanto para él entonces se quedaría.

Por su parte Fluttershy se sintió impresionada de dos cosas, la primera era que trajera a un cuervo, no muchos se atrevían a tocarlos o siquiera preocuparse por ellos y la segunda, fue que notó que para sujetar el palo de helado había rasgado parte de su playera negra con estampado de oso, pero sin duda lo que más le agradó fueron sus palabras, así como la mirada que respaldaba la sinceridad en estás. Después de todo al hablar se podían decir muchas cosas, pero el rostro y las expresiones siempre revelarían la verdad al final, y la verdad era que él sentía genuina empatía por la situación del ave, además de estar preocupado por el estado de la misma.

Algunos minutos después.

La doctora Fauna salía del cuarto de operaciones un poco agotada. El día de hoy la chica que siempre se ofrecía a ayudarla le había traído cuatro perros problemáticos que tuvo que vacunar, curar y tratar, desde heridas ocasionadas por otros perros hasta rupturas de huesos por la patada de alguien o por un atropello del cual sobrevivieron, pero no salieron ilesos.

— Uff Fluttershy de verdad necesito que... Oh, no sabía que teníamos visitas — comentó al ver a los dos adolescentes que estaban junto a ella, un chico cuyo rostro gritaba a los cuatro vientos que era un delincuente o un buscapleitos y una chica cuya apariencia decía ser alguien del tipo intelectual, sin duda una pareja peculiar.

— Oh, am... El chico trajo un cuervo que le tiraron piedras, trate sus heridas, pero... Am... Necesita más cuidado del que puedo darle — comentó apenada con desánimo, pero entonces Dipper le dio unas palmadas en el hombro mientras sonreía, asustando sin querer a está.

— Tranquila hiciste lo que pudiste y al menos se ve mejor, seguro ahora la doctora podrá ayudarlo mas fácilmente — la ánimo sin darse cuenta que a la chica casi se le salía el corazón por el repentino contacto.

Esto hizo reír entre dientes a la doctora, al parecer no era mal chico, pero sí parecía que necesitaba prestar más atención a la gente. En eso nota si playera rasgada, su primera idea fue una pelea o un altercado con alguien por alguna tontería, pero al notar que el trozo faltante estaba en la mesa junto a un palo de helado rápidamente sedujo lo que pasó, sacándole así una gran sonrisa.

— Me alegra saber que aún hay quienes quieren a los cuervos — expresó con regocijo mientras se acercaba para examinar al paciente, como pensó, su joven asistente lo había hecho bien, pero olvidó desinfectar bien el ala además de que se equivocó a la hora de vendar la pata, aún tenía mucho aje aprender.

— Bueno me encantan los animales, pero nunca había visto un cuervo así que no quería ver morir al primero que conocí — comentó el chico con entusiasmo aunque tristeza al final, pero eso desapareció cuando de la nada Fluttershy tenía su rostro muy cerca del suyo con una gran sonrisa y sus manos juntas, cosa que lo puso algo incómodo a la vez que rojo.

— ¿De verdad? A mí también me encantan, ¿Sabes? El refugio de perritos ha estado faltó de personal y la gente a ensuciado mucho la zona donde viven las ardillas, y el estanque donde nadan los patitos, ¿No te gustaría ayudarme? — lo miro con ojos de cachorro y un dulce puchero, era tan, pero tan dulce que en opinión de Dipper parecía que podría evangelizar al peor de los villanos a base de ternura, ni en su vida anterior en alguna serie o película había visto un rostro más letal.

— Ah... Aaah... — fue lo único que pudo balbucear ante la repentina petición, su carita de ternura lo había dejado abrumado.

En cambio, sí bien Moondancer se vio afectada de manera similar por el rostro de Fluttershy, está había desviado su mirada para mitigar el efecto. Cuando iba a responderle por él, la doctora fue quien tomó la palabra.

— Fluttershy ya hablamos de esto. Tú forma de pedir puede incomodar a las personas, por favor limítate a los volantes o peticiones por escrito, de lo contrario nadie se unirá — intervino con amabilidad para no hacerla sentir mal, después de todo había estado buscando ayuda para todas las cosas que quería desde hace un tiempo, pero pronto iniciarían las clases y el ya escaso número de voluntarios se haría aún más escaso, por lo que igualmente se sintió mal.

Las palabras de la doctora. Sin embargo, habían de vuelto en sí al chico que por un momento estaba desorientado, pero al recuperarse negó con un ademán de su mano.

— No me molestaría ayudarla, como dije me gustan los animales y a decir verdad, no me molestaría trabajar aquí medio tiempo — afirmó un poco entusiasmado.

— Gracias, pero no puedo ofrecerte un sueldo ni un horario flexible, debes tener una edad similar a Fluttershy, ¿No? Es mejor que te centres en tus estudios — le indicó dando los toques finales a la curación de cuervo.

— Ah~ que lastima, oh. Eso me recuerda que no nos presentamos formalmente, mucho gusto Fluttershy. Me llamó Dipper, Dipper Pines — le tendió la mano a una nuevamente ilusionada Fluttershy por sus palabras sobre querer ayudarla, por ende con alegría ella sujeto su mano haciendo que esté volviera a ruborizarse.

— Te lo agradezco mucho, nadie se ha querido ofrecer, ni siquiera mis amigas, tener manos extra será de gran ayuda — agradecida la chica lo veía fijamente, algo que lo ponía aún más nervioso.

— Y yo soy Moondancer, pero creo que la doctora Fauna tiene razón. Todos; deberíamos centrarnos más en los estudios — le explicó tras presentarse con una falsa sonrisa a la vez que le había apartado las manos de Dipper y las agitaba en señal de saludo.

— Am... Bueno, quizás tengas razón, pero los animales nos necesitan y... A mí me gusta poder cuidarlos — trató de insistir con timidez jugando con sus dedos cuando la soltó y mirando a otro lado, por alguna razón sentía que no le agradaba a esa chica, y sí era honesta, ella tampoco le agradaba mucho, pero como no la conocía no quería ser descortés.

— Bueno, terminé con el paciente — anunció con una pequeña sonrisa la doctora, cortando así la tensión que comenzaba a formarse.

— ¡Genial! — exclamó Dipper acercándose al pequeño cuervo que estaba un poco asustado, por ende al acercarse le graznó alzando una de sus alas, no tenía fuerzas para levantar su otra ala vendada ni sus patas que todavía le dolían.

— Cuidado chico, los cuervos suelen ser desconfiados y sí lo haces moverse mucho se podrían abrir sus heridas — explicó la doctora acercándose a una de sus estanterías — Sí quieres que no te vea cómo amenaza... Ah, aquí — tomó un frasco que le entrego — Dale un poco de comida, pero debes ponerla en la mesa no dársela directamente, ¿Entendido? — dijo la doctora alzando su dedo índice recalcando la importancia de esto.

— Entiendo — afirmó el chico abriendo el frasco y dejando comida lo más cerca del cuervo que pudo, mirándolo con una sonrisa mientras el ave lo veía — Oh, cierto — pronunció para sí mismo acercándose a uno de los platos de comida, pidiéndole sí podía usarlo, la mujer asintió sin comprender. Iba a decirle que en un plato era menos probable que comiera, pero entonces vio como se alejaba a un lavamanos para llenarlo de agua y luego acercárselo al cuervo.

— Aquí tienes, seguro que más que hambre tenías sed, ¿Verdad? — el cuervo se le quedó mirando unos segundos ladeando la cabeza, ninguna dijo nada, solo observaban como reaccionaría el ave. La doctora con intriga, Fluttershy conmovida y Moondancer aún un poco incómoda por el cuervo.

El ave finalmente con algo de dificultad se puso de pie para caminar al agua, Dipper por instinto se acercó para ayudarlo, pero esté alzó su ala graznando una vez más y con dificultad se fue acercando, entonces decidió acercarle lentamente el agua, pero al momento de empezar a mover el plato el ave le graznó una vez más con fuerza haciendo que se detenga. Finalmente tras varios difíciles pasos el ave llegó al plato y bebió.

— Serías un buen veterinario — alabó la doctora Fauna posando su mano sobre el hombro del chico.

— Gracias, no es mí sueño, pero me encanta ayudar a los animales — de pronto recibe un mensaje en su celular, era de su tío Stan que solo le presumía el "bar" donde se encontraban, de hecho cuando Moondancer se acercó para preguntarle sí pasaba algo; aterrado rápidamente ocultó su celular afirmando que no pasaba nada y que lo mejor era irse ya.

La doctora Fauna vio como al decir eso, el rostro de su joven asistente se entristeció por lo que con una pequeña sonrisa decidió hablar.

— ¿Sabes? Hoy he tenido muchos animales delicados y... Esté lugar es un desastre — se acerca a su oído para susurrarle — Fluttershy es buena para atender animales, pero mala para otras labores, ¿Podrías...? — sugirió disimuladamente al final, cosa que él entendió y con un ademán aceptó sonriendo.

Así para disgusto de Moondancer, se quedaron a ayudar por el día en la veterinaria, pero el día no acabó allí, luego de acabar acompañaron a Fluttershy al refugio para perros donde Moondancer acabo sucia por estos que se paraban apoyando sus patas en ella y algunos que eran más grandes la asustaron al punto de huir de un lado a otro. Definitivamente esté no era el día que había planeado y el tiempo que invirtió en arreglarse aunque fuese un poco parecía al final fue en vano.

Por otra parte Dipper se había divertido mucho con ellos al igual que Fluttershy, allí él le contó que en realidad no le gustaban tanto los perros, prefería los gatos, las aves y los conejos, pero que aún así él y los perros siempre habían tenido una especie de conexión, por ende no se le dificultaba acercarse a ellos. La chica también le confesó que los perros no eran sus animales favoritos pues algunos, incluso de refugio, le daban miedo, por eso también quería ayuda, ella prefería los conejos, las aves, ardillas, hámsters y gatos, pero en su casa solo le dejaban tener dos gatos y su conejo.

Al terminar el día los tres pasaron a comer en una cafetería cercana, todos veían el aspecto de los tres, llenos de tierra, marcas de huella y un cabello alborotado además de que Dipper tenía aún sí playera rasgada. Estás miradas ponían muy nerviosa e incómoda a Fluttershy, en cuanto a Moondancer, está se sentía avergonzada y apenada, esto le recordaba su vida escolar por lo que quiso retirarse, pero antes que pudiera Dipper habló.

— ¡Ah, allí hay un lugar! — señaló sin vergüenza o pena por como se veía a pesar de ser el que más sucio se encontraba de los tres.

Al haber avanzado las dos se miraron nerviosas y respirando hondo decidieron seguirlo hasta el lugar, tratando de ignorar las miradas que las seguían. Una vez los tres se sentaron la primera en hablar fue la pelirroja de mechones morados que se acomodó sus lentes.

— ¿No te molesta que nos miren? Siento que quiero ocultarme bajo tierra — confesó avergonzada.

— Sí... Cuando acabo suelo ir directo a casa, no me gustan los lugares así — secundó Fluttershy tratando de evitar el decir que era dado a los rumores que algunos decían de ella en la escuela.

— Jajajaja bueno es normal que me envidien además, ¿Quién no las miraría? Solo me importa sí alguno la molesta, entonces sí el idiota que lo haga y yo tendremos un problema — afirmó alzando levemente su puño con una sonrisa aterradora a la que Moondancer ya no le afectaba, pero a Fluttershy la asustó un poco.

— ¿Envidiarte? — cuestionó la chica pelirroja.

— Claro, estoy con dos chicas muy hermosas. No me sorprende jajaja — las dos chicas entonces lo comprendieron, a él no le importaba como lo vieran, pero creía que el que lo mirasen tanto, era debido a ellas y que la gente las mirase no era por estar sucias, sino por ser muy lindas, esto ruborizó mucho a Fluttershy que agachó su mirada sin saber que decir, pero Moondancer quería atacarlo por decir cosas como esa, pero no alcanzaba — Jajaja por eso hice que se sentarán frente a mí en lugar de que te sientes a mí.. ¡Auh, hija de...! — se quejó al haber sentido como está le golpeó la pierna, para luego sacarle la lengua.

Antes que las cosas pasarán a mayores una camarera en patines llegó para ver qué iban a pedir, Dipper pidió dos sandwiches de jamón, lechuga, tomate y doble queso acompañado de una malteada de chocolate mientras que Moondancer a sabiendas que él querría pagar con una siniestra sonrió pidiendo el pastel más caro del menú junto a unos croissant y un jugo de naranja, sorprendiendo así a Fluttershy que solo pediría un jugo, pero es detenida por Moondancer que le explico Dipper pagaría, aún así ella no quería ser grosera ni aprovechada, pero esté le restó importancia diciéndole que pidiera con confianza tomándolo como pago por ayudar al cuervo que llevó. Al recibir su aprobación la chica aún tímida ordenó.

Minutos después.

Los tres habían acabado de comer y se encontraban platicando, más que nada para conocer mejor a su nueva amiga, al final Moondancer yññ Fluttershy se llevaron bastante bien, y aunque a diferencia de Dipper está decidió mejor rechazar el ayudar en el refugio, sí le dijo que contaba con ella para ayudar en la veterinaria, algo que igualmente puso contenta a la chica, luego de varias bromas y anécdotas entre los tres se marcharon del lugar, Dipper se disponía a irse a su hogar, pero entonces fue sujetado de los brazos por ambas chicas.

— Am... ¿Qué pasa? — preguntó un poco nervioso teniendo un mal presentimiento.

— Fluttershy y yo estuvimos hablando y... — comenzó Moondancer.

— Creemos que sería lindo ir al centro comercial, necesitas ropa nueva — finalizó Fluttershy.

Dipper claramente quería negarse, ni en está ni vida ni en la otra fue de comprarse ropa. Al vivir junto a su madre y hermana no le molestaba pasar mucho tiempo en tiendas de ropa y opinando al respecto, pero sí algo tenían en común tanto él como Dipper es que eran sumamente simples en su vestimenta.

— Yo creo que... — intentó excusarse, pero entonces Moondancer se acerca a su oído.

— Hoy lo pasaríamos juntos y mi ropa y peinado están arruinados además, me siguieron perros por más de una hora... — susurró cuando fue interrumpida.

— No fue tanto tiempo, quizás media hora, luego les lleve comida y te dejaron — se quejó igualmente susurrando mientras ya era arrastrado por ellas.

— Aún así no fue justo, ni agradable, ahora no te quejes, por lo que me dijiste te hace falta un cambio de guardarropa — sentenció sin posibilidad de objetar, haciendo que el chico solo tuviera un semblante de fastidio. Fluttershy al ver esto trato de animarlo.

— ¿Sabes? Mí amiga Rarity siempre dice; "el que va bien vestido, es siempre bien recibido" — alentó con una pequeña sonrisa, realmente no le gustaba comprar ropa, pero la idea de pasar más tiempo con sus nuevos amigos la ponía tan contenta que no pudo resistirse a aceptar.

— ¿Sí? Pues yo te tengo una frase; "la moda siempre incómoda", en casa tengo cambios que puedo usar — afirmó desafiante, aunque eso cambió con la mirada de Moondancer y la de Fluttershy, la primera enfadada y la segunda triste.

— Ah~ está bien, ustedes ganan. Vamos y veamos que hay, pero yo escogeré mí ropa — advirtió con el ceño fruncido, no quería convertirse en un muñeco de prueba o un maniquí tan pronto, sabía que cuando conociera a Rarity probablemente ese sería su destino, y quería evitarlo el mayor tiempo que le des posible.

Las dos aceptaron con una radiante sonrisa y así los tres marcharon con algo más de ánimo a las tiendas de ropa.

Más tarde.

Ya estaba atardeciendo por lo que ambas chicas se retiraron a sus hogares, las dos se despidieron cada una sosteniendo una bolsa en una mano mientras que el chico que se despidió de ellas portaba cuatro en sus manos, pensando en que compró más de lo que pensó ya que en realidad, sí tenían buenas prendas.

Mientras caminaba encontró una tienda de deportes así que recordando que debía continuar con las rutina de ejercicio que tenía Dipper entró ya que a está quería agregar algo de pesas, el que todo lo resolvieran con canciones no significaba que aquí sería siempre igual, después de todo por lo que recordaba la mayoría de problemas logró solucionarlos con sus puños en Gravity Falls, y en realidad durante casi toda su vida. Así que pasando un rato escogiendo pesas, mancuernas y otras cosas; luego de varios minutos salió estando ya oscuro.

Vaya, está ciudad es hermosa de noche. Puedo ver las estrellas y aunque hay varias luces no es molesto, me preguntó sí el parque en el que estuve con Moondancer se verá igual de hermoso, seguro que estar sentado allí con esta suave brisa debe ser genial

Sin pensárselo mucho camino tratando de recordar por dónde estaba el parque hasta que luego de unos quince minutos lo encontró, tal como pensó los faroles alumbraban el lugar, pero las estrellas eran las pocas luciérnagas que se veían volar de un lado al otro, era algo sin lugar a dudas mágico en su opinión, pasando a descansar en una de las bancas miro al cielo repasando en su mente tanto está vida como la anterior, así como todo lo que aguardaba el futuro.

Necesito un empleo de medio tiempo...

También quisiera saber que impresión se abra llevado Luna al verme, ah~ es incluso más hermosa en persona y huele tan bien, seguro Celestia también es más hermosa de lo que se veía en laa películas, creo que estás marcaban los tres años escolares de las chicas así que probablemente tenga mucho tiempo para hacer amistad con ellas, al menos ya conocí a dos, Pinkie es sin duda más divertida de lo que pensé, aunque sus preguntas me preocupan, recuerdo que ella supo rápidamente que Twilight no era de aquí, me preguntó qué pensará sí sabe que no soy de esté mundo o de esté hecho universo fusionado, qué pensarán las demás...

¿Qué pasa si Kill vuelve? O sí por mí culpa enfrentan algo sobrenatural para lo que no están preparadas, Gravity Falls tenía muchos peligros que Dipper y Mabel pudieron superar con ingenio y suerte o, en nuestro caso con ingenio y a puñetazos jeje...

Ah~ aún recuerdo la cara de Mabel cuando luego de celebrar nuestro cumpleaños le dije que me aceptaron en Canterlot, estaba furiosa, pero se lo dije ese verano con el tío Stan, era algo que algún día tenía que pasar, ella estará bien sin mí aunque...

El vivir toda tú vida con alguien y luego alejarte de está te deja... Vacío

Alzando su mano izquierda al cielo ve las estrellas y la empuña como sí tratará de agarrarlas, su semblante triste era notorio, realmente se preguntaba sí esté Dipper hizo bien en dejarla atrás, él como tal quería que así fuese, pero ahora que tenía los recuerdos de ambos combinados no podía evitar sentir como sí le faltase algo, o más bien alguien.

— Bueno. Será mejor volver a casa — se dijo a sí mismo luego de varios minutos colocándose de pie.

Saliendo del parque emprendió su caminata de vuelta. Sin embargo, tras varios minutos miró hacia atrás al horizonte.

— Me perdí... — pronunció con una pequeña sonrisa nerviosa al darse cuenta que parece haber tomado el camino equivocado.

Tranquilo, puedes resolverlo. No hay que entrar en pánico, la ciudad no es tan grande como para perderme por mucho tiempo, solo debo encontrar un camino o tienda que reconozca y estaré bien, puedo hacerlo...

— Somos dos mentes juntas después de todo, ¿Verdad Mabel? — miró a su lado viendo que no había nadie.

A sí cierto, debo empezar a evitar hacer eso o pensarán que me volví loco además, técnicamente sigo siendo dos mentes juntas así que esto será sencillo, sí, así es, podemos resolverlo, no es tan difícil

Tras caminar por varias cuadras sin aún encontrar una que pudiera reconocer, se quedó parado en medio de la acera pensando cómo era posible, pero en eso la vibración de su celular le hizo sacarlo viendo que le había llegado un mensaje.

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Red Moon: Hola Dipper
¿Llegaste a casa? 😊

¡Claro! Claro que llegué
¿A caso crees que me
perdería? 🤣🤣🤣

Red Moon: No no es
eso, solo estaba
preocupada 😖

¿Qué hay de tí?
¿Llegaste bien a casa?

Red Moon: Sipi
llegué hace poco
😄😄 ¡Oh! Eso me
recuerda, solo te
escribía para
avisarte que
mañana no podré
salir, saldré con
mis padres

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— ¿Habíamos quedado de juntarnos? No lo recuerdo — se preguntó Dipper alzando la vista, pero encogiéndose de hombros le dijo que estaba bien.

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No hay problema
👌✨

Red Moon: No te
metas en problemas
😄

Red Moon: Es en
serio Dipper, no
quiero otro incidente
como el del centro
comercial y no vayas
a la pastelería sin mí

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— Dios, sí, sí lo que digas "mamá" ah~ a veces es muy molesta además, fue culpa de ese idiota por molestar a Fluttershy, si no fuera por Moondancer le abría partido la cara a golpes — se quejó consigo mismo recordando como ella lo detuvo lanzándole agua de la botella que le había comprado antes de que lo acabe — Menos mal solo le compré agua y no gaseosa o en serio me abría encabronado — exclamó para luego guardar su celular comenzando nuevamente caminar, olvidando por completo que no sabía a dónde iba exactamente.

Mientras caminaba por las calles solitarias escucha unos gemidos de forcejeo que reconoció de inmediato, así que deteniendo su paso pudo notar que venía del callejón del otro lado de la calle así que cruzando rápidamente se acercó para escuchar mejor. De esa forma pudo corroborar lo que pensaba, alguien estaba siendo atacada por algún idiota.

— Parece que al final sí podré partirle cara a alguien — susurró con una sonrisa que se ampliaba, pero esto cambio cuando entró al callejón.

— ¡¡Oye imbécil será mejor que la dejes si no quieres...!! — de improvisto se detuvo, quién estaba siendo atacada no era cualquier persona, era Celestia que tenía su ropa rasgada mientras un tipo la sujetaba con navaja en mano y otro revisaba su bolso. Esto desató su absoluta furia.

— Empiecen a rezar, porque suplicar no los salvará — con gruesa voz exclamó con una furia ciega empuñando sus manos, Los dos reían ante esto y quien tenía el bolso lo tiró para lanzarse contra él, Celestia negaba con la cabeza, no podi hablar, pero con su mirada era claro que le pedía que se marchará, esto lo hizo enfurecer aún más.

El hombre le intentó arrojar un puñetazo, pero Dipper le lanzó un rodillazo al hígado y antes que reaccione le sujeto la cabeza para esta vez darle uno en la cara, pero no satisfecho lo arrojó contra la pared para evitar que cayera y ahi comenzó a darle golpe tras golpe directo a la cara para evitar tumbarlo, esto hizo que no se diera cuenta que el otro soltó a Celestia y está no alcanzo a advertirle ya que para evitar que hablara le dió una bofetada tumbando la al suelo. El hombre sin vacilar le clavó la navaja por el costado haciendo que el chico soltaran un gran gritó de dolor y su compañero finalmente cayera al suelo noqueado.

Dipper inmediatamente le mando un derechazo a la cara para que se alejara, aprovechando ese instante para sacarse la navaja cubriéndose la herida con su mano.

— Tch. Genial, y era nueva — se quejó cuando el tipo se reincorporó tratando de golpearlo, pero Dipper fácilmente esquivaba sus golpes o los bloqueaba con su único brazo libre.

— Maldito niño, ¡Quédate quieto! — se quejó el hombre ya cansado.

— ¿Crees que así me darás? Bien — en lugar de seguir esquivando bloqueó con el brazo todos sus golpes, esto le hizo gracia ya que recordaba la razón por la cual era tan bueno bloqueando golpes, y está no era otra que sus peleas con Mabel, la cual era muy buena para ataques sorpresa veloces, con movimientos contundentes de Capoeira, Muay Thai, Taekwondo y Karate, en otras palabras, a diferencia de él que se especializaba en una mayor fuerza y potencia en los puños, su hermana lo complementaba con agilidad y contundencia en sus patadas.

— ¿Qué pasa? No me he movido — se burló el chico con una sonrisa que luego desapareció — ahora muere — sujetando está vez la muñeca del brazo con el que intentó golpearlo, de un solo movimiento se la quebró escuchándose el crujido seguido de su gritó ensordecedor gritó que hizo sonreír nuevamente a Dipper, viendo como el tipo caía de rodillas frente a él, en ese momento sintió algo dentro de él, un instinto, un deseo, una especie de necesidad como sí de una voz interna se tratará que le decía, le pedía que lo matará, que lo torturase, el verlo allí tirado no era suficiente, y agarrándole del cabello lo hizo pararse nuevamente.

— Aún no terminamos — afirmó el chico ante la mirada asustada del hombre que lloraba aún adolorido.

— Lo siento, por favor, por favor no lo haré más, no me lastimes — suplicó sollozando, pero Dipper se acercó a su oído lentamente colocándolo más nervioso aún.

— ¿Lastimarte? No, voy a matarte — le susurró para luego reír haciendo que un escalofrío recorra el cuerpo del sujeto, era como sí sus instintos se hubieran apoderado de su cuerpo, como sí su lado más sádico se hiciera presente apoderándose de su cuerpo, y es que en su interior ardía una pequeña llama, un leve fuego que pedía, clamaba por violencia, eran vestigios como chispas de alguien ajeno a él, y que por la situación habían logrado vuelto a arder con mayor intensidad o eso parecía, ya que antes de que pudieran encenderse por completo, el sonido de las patrullas cercanas hizo presente haciendo que volviera en sí, soltando al hombre que incluso se había orinado y desmayado del susto, mientras se sujetaba aterrado la cabeza.

— ¿Qué...? ¿Qué demonios fue eso? — se preguntó sudando y respirando algo agitado, por un momento sintió como sí se hubiera desmayado.

— Oh Dios estás sangrando mucho — la voz de Celestia lo hizo girarse y vio como está se le había acercado para tratar de ayudarlo — tranquilo, ya llegó la policía, yo... Tengo algo en mí bolso para ayudarte, solo, déjame... — la mujer con las manos temblorosas trató de sacar alcohol de su bolso junto a unos algodones, allí fue cuando se dio cuenta de que ella debió de llamarlos con su celular cuando la soltaron.

— Gracias, me alegra estés bien — la mujer que se había arrodillado para atender su herida sintió como el chico posó la mano en su cabeza acariciándola un poco, ella como pudo intentó contener las lagrimas, no quería verse débil frente a un chico tan joven que la ayudó, debía de actuar como una adulta responsable y madura, pero entonces él continuó.

— No tienes que fingir dureza, estuviste en peligro, sí eso no te hace llorar sí sería preocupante jeje — intentó comentar entre risas para mitigar el ambiente mientras los policías finalmente llegaron y los sonidos de las puertas abriéndose se hizo presente, pero ese sonido se vio opacado por el de Celestia que entre llantos lo abrazó dándole las gracias por salvarla, estaba muy asustada, pensó que estaba perdida, que le harían cosas horribles y además le robarían todo lo que traía, simplemente la sensación de peligro y miedo que tuvo en esos momentos jamás la había experimentado.

Varios minutos después.

— ¿Seguro qué no quieres ser llevado a que te atiendan? — sugirió una vez más Celestia viendo al chico que reposaba contra una pared.

— No me gustan los hospitales, ni aquí ni en... En... donde vivía antes jeje además, tú ya me ayudaste con eso y lo hiciste genial, gracias — con una dulce sonrisa asintió apenando un poco a la mujer.

— Solo hice lo que pude... Ahora que te veo mejor... ¿No eres Mason Pines? El chico que se inscribió en mí escuela hace unos días — intuyó la mujer que viéndolo ahora con más luz pudo percatarse de la identidad de su salvador.

— Solo llámeme Dipper y sí, soy yo — afirmó el chico con una sonrisa.

— Bueno, me alegra saber que alguien como tú vendrá a mí escuela, pero no esperes un trato especial Dipper — bromeó la mujer riendo un poco tapándose la boca, esto hizo sonreír al chico.

— No lo querría de otra forma, me conformó con haber salvado a una linda mujer como usted — respondió con una mezcla de coqueteo y respeto que hizo reír a la mujer.

— Por favor, me haces sentir vieja, solo llámame Celestia, pero en clases seré Directora Celestia, ¿Entendido Pines? — preguntó con una linda expresión que ruborizó al chico que desvío la mirada, haciéndole gracia a la mujer que se dio cuenta.

— Claro. Será un gusto estar contigo y protegerte o ayudarte con lo que necesites, Celestia — la mirada rebosante de confianza y encantadora sonrisa estremeció por un breve momento a la mujer, la determinación en su mirada, la honestidad que transmitía su rostro e incluso su postura alzando el pulgar por alguna razón la hizo sentir cautivada además de protegida, pero en eso un policía se acerca a él para decirle que ya habían acabado con la toma de los testimonios, pero que mañana si pudiera que se acercara para prestar declaraciones una vez más a lo que un poco fastidiado aceptó.

Luego de eso ambos se despidieron, Celestia le iba a entregar las bolsas que había dejado en el suelo, pero cuando intento levantarlas casi cae por el peso, esto hizo reír a Dipper y enfadar a Celestia, a lo que rápidamente disculpándose le explico que en esa llevaba algunas cosas para entrenar, también antes de retirarse rendido le comento que se mudó hace nada y que estaba un poco perdido, pero haciendo mucho énfasis en que era tan solo un poco, así que riendo la mujer le aconsejo unas calles por dónde podía acortar camino y llegar a donde quería, por lo que agradecido cada uno dejó el lugar de su primer encuentro.

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Espero les haya gustado este nuevo capítulo y la aparición de Celestia así como la de Fluttershy. ¿Qué les pareció la introducción de cada una?

¿Qué les parece Moondancer?

¿Cuál creen que será el siguiente personaje que conozca?

Sin más que decir me despido, un gran saludo a todos y nos vemos pronto.

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1 13-9 9-7-21-1-12 13-5 5-14-3-1-14-20-1-14 12-15-19 1-14-9-13-1-12-5-19, 19-15-2-18-5 20-15-4-15 1-18-18-1-14-3-1-18-12-5 12-15-19 4-9-5-14-20-5-19, 5-24-3-5-16-20-15 1 12-15-19 8-21-13-1-14-15-19, 1 5-12-12-15-19 12-5-19 18-5-15-18-4-5-14-15 5-12 18-15-19-20-18-15, 1-19-9 19-15-14 13á19 4-9-22-5-18-20-9-4-15-19

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