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Capítulo XXVII.- Viejas Rencillas: Reunión con el Emperador Dalek

Después de media hora pasada de la entrada de los invasores Daleks, el Doctor, junto con Derpy y Pinkie (quienes salieron de la escuela para defenderse), emprendieron la marcha para detener la amenaza alienígena. El Doctor se sorprende mucho tanto por la llegada de los Daleks como por las oscuras intenciones de estos mismos. En eso, El Doctor saca una especie de arma, con el fin de neutralizar a la legión de Daleks que estaban ahí para liquidarlo.

Una vez que el Doctor usó su arma para eliminar a la legión Dalek, el Señor del Tiempo se jactó de haber vencido a la amenaza. Pero oh sorpresa, se había dado cuenta de que más legiones Daleks estaban llegando desde el portal. Una nueva legión, mucho más poderosa que aquella otra, venía con sus armas ya preparadas para el ataque. En estos momentos, el trío comienza a preparar su ataque.

- Bien amigas, creo que llegó el momento de patear traseros Daleks. - dijo el Doctor, entregándole también otros ejemplares del arma a Derpy y a Pinkie.

- Oki, Doki, Loki. - exclamó Pinkie.

- Bien, creo que no tenemos de otra. - sentencia Derpy, también con el arma lista.

Inmediatamente pasaron otras dos legiones más sobre las calles, haciendo que el trío quedase acorralado ante los invasores, pero nuestros héroes no iban a darse por vencido, y comenzaron con la defensiva. Cuando comenzó el combate, el Doc comenzó a atacar a la legión que estaba por el norte, mientras que Derpy atacaba a la legión que pasaba por el este, y Pinkie atacaba a la legión que pasaba por el oeste. Cuando los tres lograron hacer trizas a sus respectivas legiones, poco a poco comenzaron a asumir el hecho de que posiblemente puedan venir más. 

- ¿Creen que puedan venir más? - pregunta Pinkie.

- Tal vez, no lo sé claramente. - responde Derpy.

- La probabilidad de que puedan venir más legiones Dalek es del 99.99% - sentenció el Doctor.

Después, cuando pensaban que aún no había acabado el asunto, finalmente ocurrió algo sorprendente: Una legión Dalek de la más alta categoría (y por ende mucho más poderosa que el resto de las demás legiones) salió del portal y comenzó a dirigirse hacia donde estaban el Doctor, Derpy y Pinkie.

Las chicas estaban sorprendidas por la majestuosidad de la Legión Imperial Dalek, pero el Doctor no sentía lo mismo, pues estaba más que acostumbrado a enfrentarse a enemigos fuertes y poderosos. Esto prácticamente comenzó a empeorar, ya que quien estaba al mando de esta Legión no era ni más ni menos que del Emperador Dalek, uno de los pocos sobrevivientes de la Última Gran Guerra del Tiempo, y quien estaba tratando de arreglar viejas cuentas con el Doctor. Desafortunadamente, sus intenciones no eran para nada pacíficas. 

- ¡VENGO POR TÍ, DOCTOR! - exclamó el Emperador Dalek con una voz potente - ¡VENGO PARA BORRARTE DEL MAPA A TI Y A ESOS INDESEABLES HUMANOS! 

- ¿Crees que me vas a dar miedo con tu inofensiva apariencia? - cuestiona el Doctor - Verá, tal vez seas muy poderoso y con una fuerza capaz de causar el caos, pero creo que ésta vez no te vas a salir con la tuya.

- ¡ERROR! ¡SERÁS ANIQUILADO!

El Emperador, con su enorme y potente coraza, comienza a recargar su potente láser, con el fin de eliminar a su principal blanco, pero el Doctor, al enterarse de que todo lo dicho por el Emperador iba en serio, decidió hacer un rayo molecular capaz de borrar al Emperador Dalek y a todos los demás Dalek que lo seguían del mapa. Aplicando este rayo borró los cuerpos de todos los combatientes Dalek, dejando únicamente las corazas.

- Bien, creo que ya he hecho el trabajo sucio. - dijo el Doctor - Ahora ya he tomado la siguiente decisión: Voy a unirme a Canterlot High. 

Esto por supuesto causó una sensación de mucha alegría y felicidad de parte de Derpy, quien procedió a abrazarlo fuertemente.

- Qué bueno que has tomado la decisión correcta. - declaró Derpy.

- Confía en mí, soy el Doctor. 

Una hora después, el Doctor, en compañía de Derpy y de Pinkie, comenzaron a agarrar toda la maquinaria bélica de los Dalek, la cual contaba con una tecnología muy superior a la terrícola. A esto había que agregar que muchos de los objetos y vehículos tenían escritos en dos idiomas completamente desconocidos para los humanos: el idioma Dalek y el idioma Gallifreyano. 

- ¿Alguien sabe qué garabatos son éstos? - pregunta Pinkie con mucha curiosidad.

- No son garabatos, son dos idiomas. - responde el Doctor - Dalek y Gallifreyano.

- ¿Y de dónde vienen? - preguntó Derpy también con mucha curiosidad.

- El Gallifreyano era la lengua antigua de los Señores del Tiempo. - comentó el Doctor - La raza de donde provengo usaba esa lengua, la cual una vez poseyó un inmenso poder cuando se aprovechaba correctamente, como para levantar imperios o destronar dioses. Pero, al igual que las lenguas habladas por los humanos, el Gallifreyano también ha evolucionado con el paso del tiempo.

- Vaya, muy interesante. - exclamaron Derpy y Pinkie al unísono.

- En cuanto a los Dalek, también poseen una lengua evolutiva y, al igual que el Gallifreyano, también cuenta con una escritura única en su género. Durante la Invasión de la Tierra en el siglo XXII, los Daleks colocaron avisos en los lugares de Londres con un significado incierto, ya que la escritura Dalek se mostró tanto en pantallas como muchos medios controlados por los Dalek. Puedo entender su escritura, al menos hasta cierto punto, y también tengo la habilidad de hackear los bancos de datos de los daleks. - continúa el Doctor - Ahora si me lo permiten, me encargaré de hacer dos diccionarios de aprendizaje, uno para la lengua Dalek, y otro para el idioma Gallifreyano. -

- ¿Y cuánto tiempo te vas a tardar? - le pregunta Derpy.

- El tiempo que sea necesario, mi fiel y leal asistente. -


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