Capítulo XXIX.- Viejas Rencillas: Una Persecución Fuera de este Mundo
Tras la invasión de los Daleks, que son una raza de extraterrestres mutantes con armaduras que los hacen ver similares a robots, Derpy y el Doctor habían decidido convertir a la TARDIS en el nuevo hogar del Doctor, quien había escogido ser un estudiante más de la Escuela Canterlot, mas no sin antes adoptar la apariencia de un estudiante universitario con el nombre de John Smith.
El Doctor había asistido a la escuela con el fin de poder aprender más detalles acerca de la vasta riqueza de la cultura humana; sin embargo, cuando Derpy y el Doc habían salido de la escuela, se percataron de que había descendido una nave, la cual estaba siendo piloteada por los temibles seres de cuerpo humanoide y cabeza de rinoceronte: Los Judoon.
- Somos miembros de la Expedición Judoon. Estamos aquí para capturar al criminal interestelar que ustedes llaman "El Doctor".
- No sé de cuál "Doctor" están hablando. - respondió la chica de cabellos amarillos.
- Un momento, esperen un momento. - interviene el Doctor - ¿A nombre de quién trabajan, y cuál es el principal propósito que tienen?
-Permítanme presentarme - el líder de la Expedición Judoon camina hacia donde está el Doctor - Mi nombre es Tybo, Comandante de la Guardia Judoon no. 1050. Venimos al planeta Solar-Gamma, también conocido como Tierra; nuestra misión: Capturar al Señor del Tiempo conocido como el Doctor.
- Bien amiga - declaró el Doctor - Creo que sólo queda una cosa por hacer.
- ¿Sí?
- ¡Debemos escapar!
Inmediatamente, el Doctor y su asistente comienzan a correr despavoridamente, con el fin de evitar ser capturados por los Judoon. El Comandante, al percatarse de la inesperada desaparición de los dos humanos, comenzó a dar una orden:
- ¡Escuchen, mis leales compañeros! - exclamó Tybo - ¡Hay que detener a ese joven de cabello castaño y a su cómplice! ¡Sospecho que ese joven pueda ser el Doctor!
En cuestión de tiempo, los Judoon comienzan a iniciar una cacería para encontrar a Derpy y al Doctor, pero éstos últimos estaban buscando algún refugio para poder ocultarse de los mismos ejércitos que los estaban persiguiendo.
La persecución duró un largo momento, y los minutos pronto se convirtieron en horas. El Doctor y su asistente, desesperados y sin otra cosa más que huir, tomaron alquilada una motocicleta y viajaron hacia un desierto ubicado a 40 kilómetros de la ciudad. De la manera más inesperada posible, encontraron un vehículo raro, que para el Doctor podría ser su salvación, pero que para Derpy le parecía un modelo demasiado familiar.
- Hey Doc - Derpy señala al vehículo - Es un DeLorean DMC-12, como el que sale en "Volver al Futuro".
- ¿Volver al Futuro, dices?
- Sí - la bizca continúa - Es una trilogía de películas que narra las aventuras de Marty McFly y del doctor Emmett Brown en sus viajes por el tiempo.
- ¿Emmett Brown? ¡Conozco a ese Señor del Tiempo! - afirma el Doctor.
- ¿Lo conoces?
- Sí, de hecho, el es en realidad un Doctor de otro universo, algo así como mi otro yo en otra realidad.
- Vaya, sí que sabes mucho.
- Confía en mí. Yo soy El Doctor.
El Señor del Tiempo se percata de que el DeLorean estaba descompuesto, por lo que utilizó una de las "viejas confiables", una especie de encendedor miltiusos que, como por arte de magia, logró encender el vehículo.
- Bien Derpy, ponte los cinturones. Iremos a donde no nos vayan a encontrar esos cabezones.
- Entendido.
El Doctor comenzó a arrancar el DeLorean, y rápidamente comenzaron a conducir el vehículo hacia una velocidad mil veces superior. Cuando el Doctor y Derpy finalmente llegaron a su destino, se percataron de que habían aterrizado en algún lugar de la Luna, y el indicador de fechas había señalado que era el día 19 de octubre de 2045.
- Oye Doc, - comenta Derpy con curiosidad - ¿En dónde estamos?
- Al parecer estamos en la Luna - El Doctor mira el paisaje desde el DeLorean - Y según el indicador, el día de hoy es el 19 de octubre del año 2045.
- ¡¿2045?!
- Sí, así parece.
- ¿Hay algo que podamos hacer en este lugar?
- Sí - responde el Doctor afirmativamente - Hay que ponernos esos trajes espaciales.
Nuestros dos compañeros comenzaron a ponerse sus trajes y a caminar por la Luna. A Derpy le encantaba demasiado conocer la Luna, aunque jamás imaginó que ahora lo podía hacer en realidad. En cambio, el Doctor ya se había acostumbrado al ambiente lunar, por lo que no le tomó importancia. Varios minutos después, ambos comenzaron a entrar en una base lunar abandonada.
- ¿En donde estamos ahora, Doc? - le pregunta Derpy.
- Estamos en la Base Minera Lunar de San Pedro, - responde el Doctor - Una base establecida por un grupo de mexicanos; data del año 2039 y su principal función era la investigación de los minerales lunares y la extracción de los mismos para su uso en la Tierra.
- Vaya, ¿Y desde cuándo los mexicanos han puesto un pie en la Luna?
- No lo sé, posiblemente en algún momento de finales de la década de 2020 o principios de la década de 2030, ¿Qué se yo? ¡La bandera de México está ondeando en este sitio, lo cual es más que evidente!
- Bien, sigamos explorando.
Derpy seguía buscando con muchísima curiosidad todos los lugares alrededor de la base, pero se encontró con algo que la dejó impactada: Había visto a un batallón de Judoons que estaba pasando por los alrededores.
- Hey, Doc, amigo - Derpy corrió hacia donde estaba el Señor del Tiempo - ¡Acabo de encontrar algo que me dejó impactada!
- ¿Y de qué se trata esta vez, mi leal amiga?
Derpy acercó su boca hacia la oreja del Doctor, sólo para decir un solo nombre: - ¡Judoons!
El Doctor se había quedado sorprendido por la impactante respuesta dicha por su amiga, pero lo que ninguno de los dos se había dado cuenta, es que desde que dejaron la Tierra en el presente, los Judoons estuvieron persiguiéndolos por varios años, mas no sin antes haber entablado una serie de guerras contra todos los ejércitos del Mundo, a los cuales los habían derrotado uno por uno.
Tampoco se habían dado cuenta de que la base minera en la que estaban, no solo se dedicaba a la minería, sino también era la puerta a uno de los muchos campos de refugiados establecidos por los terrícolas tras la conquista de su mundo por parte de los Judoons.
- ¡Bien amiga, tenemos qué volver a donde está el DeLorean! - exclama el Doctor - ¡De prisa!
Los dos comienzan a correr, pero inmediatamente fueron sorprendidos por el escuadrón Judoon que pasaba por ahí.
- ¡AL FIN LOS ENCONTRAMOS! - exclamó un capitán Judoon - ¡NUESTRO AMO TYBO SE ALEGRARÁ DE VERLOS CUANDO SEPA QUE YA LOS HEMOS CAPTURADO!
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